viernes, 13 de diciembre de 2013

MIEDO


 

“El miedo o temor es una emoción caracterizada por un intenso sentimiento, habitualmente desagradable, provocado por la percepción de un peligro, que puede ser real o supuesto.”

Así podemos definir  el miedo, algo que se ha convertido en una enfermedad social. Esta enfermedad se manifiesta con enfado, odio, tristeza, envidia  hipocresía etc. Y el resultado de vivir esta emoción es el sufrimiento.

Cuando el miedo es muy intenso, la mente racional comienza a fallar y no es capaz de soportar las heridas que produce, entonces la persona pasa a ser un enfermo mental, al cual se le diagnostica según el criterio médico, administrando a la persona los fármacos necesarios para anular el sentimiento. Lo pueden llamar esquizofrenia, paranoia, psicosis etc, pero lo cierto es que estas enfermedades aparecen cuando la persona está tan asustada y las heridas sin resolver le duelen tanto, que prefiere romper el contacto con lo que llamamos mundo exterior.

Cuando un ser humano vive con miedo continuo a ser herido, crea una situación de conflicto en cualquier sitio que vaya, ya que las relaciones con los demás le provoca tanto daño emocional que el sistema de protección que desarrolla es el enfado, la introversión apartándose de las situaciones y manteniéndose en un constante “alerta”, lo que le produce mucho más estrés y agrava su situación. En ese estado incluso decir “te amo” puede resultarle aterrador.

Entonces, debido al miedo, nuestra mente crea algo tan sofisticado como es “la negación”.  Y comenzamos a mentir, mentimos a los demás aparentado lo que no somos, y lo peor es que nos mentimos a nosotros mismos, llegando a creernos nuestras mentiras. No nos damos cuenta de que estamos mintiendo, y en ocasiones, aun sabiendo que mentimos, justificamos la mentira y la excusamos protegiéndonos del dolor de nuestras heridas. Este sistema es como un muro delante de nuestros ojos que nos impide ver la verdad, nos escondemos detrás de una máscara porque nos resulta demasiado doloroso vernos a nosotros mismos o permitir que los demás nos vean tal y como somos en realidad. Nos desdoblamos, aparentando que somos lo que los demás creen que somos, y seguimos levantando barreras para protegernos y mantener alejada a la gente, quedando encerrados y sin libertad.

Cuando alguien reacciona con agresividad ante una palabra tuya, ten presente que le has tocado alguna herida mental y que si reacciona es porque le duele. Si tomas conciencia de que todos tenemos heridas mentales, entenderemos muchas cosas de nuestras  relaciones con los demás, sabiendo que todos los seres humanos estamos viviendo en lo que los toltecas denominan el “sueño del infierno”, ya que desde su perspectiva todo lo que creemos de nosotros y todo lo que sabemos de nuestro mundo, solo es un sueño.

Carmen.

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