domingo, 31 de enero de 2021

RENACER



No te desesperes si ahora te sientes muy lejos del amor. Lo único que estás buscando es un reflejo de tu propio corazón. Ahora el amor está brillando incluso con más intensidad, aunque lo experimentes como dolor, como anhelo, como sensaciones caóticas en el estómago, en el pecho, en la garganta.

Si lo que buscas es calidez, si lo que anhelas es cercanía, comienza por sentir la calidez que reside en tu propio corazón reconectándote ahí, en la misma fuente de tu desconexsión, encontrando la presencia en tu propia presencia. Tu amado está cerca, porque tú estás cerca.

Cuando sientas que estás buscando el amor fuera de ti, vuelve a tu interior, acércate a ti mismo, hazte aun más íntimo con tu propio ser. 

Incluso si ahora te sientes destrozado, comprende que hasta los lugares en ruinas contienen en su interior las semillas de la gracia y la fragancia de la renovación. No puedes dar marcha atrás; la vida solo va hacía delante. Por lo tanto, honra este movimiento que siempre avanza hacia delante. El poder que estaba presente en el Big Bang aún reside en tu interior; tú y el cosmos no estáis divididos, no sois diferentes, En tus dudas reside un gran poder.

Date cuenta de que una nueva vida tan solo puede brotar del lugar en el que estás ahora mismo. Para pintar un cuadro siempre hay que empezar con un lienzo en blanco. Usa el lienzo que se te ha dado ahora. Incluso los lienzos viejos y desgastados sirven para pintar en ellos con pintura fresca.

Si sueñas con un nuevo mañana, tu sueño aparece ahora; está siendo sostenido por tu presencia. No pierdas de vista tu objetivo, claro, pero nunca olvides el Origen, este momento, el lugar que acoge o deja marchar todo objetivo.

Estar presente nunca está reñido con mantener una visión de un futuro más expansivo en el corazón, pues mantener esa visión únicamente se puede dar en la Presencia. El presente también sostiene y acoge el futuro.

De las cenizas de la nada, de ese lugar oscuro que asociamos únicamente con la muerte y la destrucción, puede que de pronto un nuevo tipo de vida de vida parezca posible y, con amor y confianza, empiece a surgir y a manifestarse.

Nunca abandones tu vida, pues ella nunca te abandona a ti, ni siquiera cuando renuncias. Y date cuenta de que tu corazón está muy cerca de ti, roto, sí, pero radiante. Si permites que permanezca a tu lado, se abrirá cuando esté listo; ni siquiera un instante antes.

Jeff Foster. La senda del reposo

jueves, 28 de enero de 2021

LA ALEGRÍA



 La risa y la sonrisa son las máximas expresiones de la alegría. la forma de respirar de la risa es justo la opuesta a la de la tristeza o el llanto. En la risa hay sacudidas al expulsar el aire y una inspiración rápida a continuación. En el sollozo hay una inspiración a sacudidas y una aspiración rápida después.

En el estado de alegría el concepto del tiempo es distinto, no es el tiempo de reloj. Cuando una persona está alegre, se siente feliz y el tiempo pasa rápido. Por el contrario cuando estamos tristes el tiempo casi se para, pasa lenta, lentamente. Los griegos hablan de kronos y kairós: de tiempo objetivo y de tiempo subjetivo. El tiempo objetivo es el tiempo físico, el que mide el reloj. El tiempo subjetivo es el tiempo emocional, que no depende del exterior, sino del estado anímico de la persona.

Cuando estamos alegres vivimos el presente, cuando estamos tristes vivimos el pasado y el tiempo se alarga. Vuelvo al pasado con mi memoria, la capacidad de revivir lo ya vivido. Por ello uno de los mecanismos de defensa del ser humano, por decirlo así, es que tiende a olvidar los momentos malos, los pequeños y grandes traumas del pasado. 

El olvido, la amnesia, aparecen para suavizar el sufrimiento, aunque dicho sufrimiento queda en el sótano del inconsciente. Con el paso del tiempo quizás podamos mirar el sufrimiento cara a cara para curarnos.

La alegría vive en el presente, aquí y ahora, ante una situación actual o reviviendo una situación agradable y placentera anterior. No vive en el pasado como la tristeza, la depresión o la culpa, no se adelante hacia el futuro como la ansiedad o la preocupación. Una de las mayores alegrías la podemos encontrar en la relación de ayuda a los demás. Hay alegría al recibir pero también hay alegría al dar. 

Con frecuencia decimos la frase "vive y deja vivir", pero en este momento la humanidad está preparada para dar un paso más allá: Vive y ayuda a vivir. 

La alegría que depende del exterior dura menos, solamente nos acompaña en ciertos momentos, cuando alguien o algo nos llena. Es la alegría que surge desde nuestro interior, como una luz, la que nos acompaña y se transforma en la felicidad del bienestar. Esta alegría que depende de nosotros principalmente es más duradera.

Dicen los orientales que en lo más profundo de nosotros, es un pequeño rincón, existe aquello que llaman la sonrisa interior. Esa sonrisa interior puede surgir y expandirse por nuestro organismo y nuestra mente. Y "contagiar" a todas las personas que nos acompañan. 

La meditación en la sonrisa interior es una de las más bonitas y efectivas. Deja que surja esa sonrisa, que sonría tu cara, tu frente, tu cabeza, tu cuello y tu garganta, tus hombros, tus brazos, tus manos... y así sucesivamente puedes dejar que esa sonrisa interior se derrame por todo el cuerpo y ánima. 

Esa sonrisa puede quedar a veces empañada por las vicisitudes de la vida, pero está ahí, incluso en los momentos más difíciles, como el sol está siempre detrás de las nubes y los nubarrones oscuros. Cuando pasen los nubarrones y el agua de nuestras células se convierta en lagrimas estaremos curándonos y surgirá la felicidad de ser lo que somos, no lo que los demás esperan que seamos. 

Las lagrimas limpian nuestros ojos abriéndonos así a la luz especial de la vida, reconociendo y aceptando las sombrar. Y nos daremos cuenta de que las sombras son tan esenciales como la luz para avanzar en el camino.

Si todo fuera sombras y oscuridad, no veríamos nada. Si todo fuera luz nos cegaría la vista. Es en el contraste entre luces y sombras lo que nos hace humanos. Las luces nos ayudan a disfrutar, y el disfrute va con la alegría. las sombras hacen que nos trabajemos en nuestro interior buscando la felicidad de SER, en vez de parecer.

La alegría vive aquí y ahora, en este momento, en este lugar. Cuando estoy alegre, cuando soy feliz, el mundo se para, el tiempo no existe, entro en el tiempo sin tiempo.


martes, 26 de enero de 2021

TRANSFORMACIÓN



“No podemos despertar a otros por la fuerza, ni podemos ofrecerles la “verdad” cuando no nos la han pedido sinceramente”

Esto sería una violación de su libre albedrío.

Igualmente, los impulsos revolucionarios ciegos, como la búsqueda de la verdad sin una base en el trabajo sincero y el conocimiento cuidadosamente investigado, transformarán a una persona en aquello contra lo que están luchando.

Esta es la trampa de la mente reaccionaria, que solo se enfoca en el mundo exterior y se ve encerrada en una vana lucha contra las sombras proyectadas en las sombras de nuestra cueva. Sombras que provienen de nuestro inconsciente reprimido/herido, es la sombra colectiva creada por nuestros guardianes de la prisión hiperdimensional que nos manipulan desde los reinos ocultos.

La vía del “caminante” (wanderer) el renegado o el guerrero espiritual (todos los cuales, se dedican a traer luz genuina a nuestro mundo haciendo que la oscuridad sea consciente) está lejos de ser un camino fácil de recorrer, y este camino se estrecha más y más a medida que continuamos, ya que hay tantas trampas, tentaciones y distracciones que pueden alejarnos de lo que tenemos que lograr.

Es importante tener en cuenta que no todos son aptos para este camino de búsqueda de la verdad, por tanto, debemos permanecer firmes y darle a la mentira lo que se merece: la verdad.

Esta postura implica llamar las cosas por su nombre, y no permitir que nuestro condicionamiento social amortigüe nuestra voz interna. Es vital recordad que necesitamos ayudarnos mutuamente en este Tiempo de Transición mientras hacemos lo mejor que podemos para pasar de una frecuencia de “Servicio a uno mismo” a “Servicio a otros”, creando lazos comunitarios y rodeándonos de personas de ideas afines.

En el Camino hacia el Despertar y la búsqueda de la verdad puede que la imagen de alguno de tus familiares y amigos de toda la vida se desvanezca, para dar espacio a nuevas personas que te ayudarán en tu crecimiento evolutivo.

Esta es una parte del proceso, a medida que cambiamos desde adentro, el mundo exterior en el que habitamos también cambia.

A veces puedes sentirte solo (y dolorosamente confuso en otras ocasiones) pero hay energías sutiles y fuerzas divinas por todas parte que nos ayudan y nos elevan en las elecciones que hacemos, incluso si no podemos verlas o comunicarnos con ellas.

Pase lo que pase (ya sea en el mundo en general o en nuestras vidas individuales), debemos tener cuidado de evitar quedar atrapados en una frecuencia de miedo y otras emociones negativas. Nuestro camino y nuestra Divinidad es la mayor protección contra aquellas fuerzas que buscan controlar a la humanidad para saciar su propia escasez de conciencia.

Por tanto, es importante recordar que debes dejar de lado cualquier expectativa de que este camino será un viaje fácil, en cualquier aspecto.

Estamos en medio de una agitación espiritual al servicio del Recuerdo, y la batalla para reclamar nuestro derecho de nacimiento se libra a través del portal de nuestra experiencia humana.

“Este es un momento histórico, un momento en que los dioses en el inconsciente se están transformando. Estamos viviendo en una época que los griegos llamaron “Kairos”, el momento adecuado, para una “metamorfosis de los dioses”, es decir, una transformación en el inconsciente colectivo.

La peculiaridad de nuestro tiempo, que ciertamente no es de nuestra elección consciente, es que el inconsciente atemporal dentro de nosotros se está transformando de manera dramática y sin precedentes. Las futuras generaciones, sin duda apreciarán esta transformación en la que todos estamos participando actualmente, ya que influirá profundamente en su propia forma de ser.

Somos bendecidos de vivir en tiempos tan “interesantes”.

Puede ser útil considerar la posibilidad de que aquellos de nosotros que estamos vivos hoy podamos haber elegido encarnar en este momento de la historia para ayudar a dar a luz esta realización en forma viva para el beneficio de toda la humanidad.

Como especie, estamos experimentando una innegable victoria sobre las fuerzas oscuras y destructivas del inconsciente colectivo. Como seres humanos pensantes, reflexivos y conscientes, ya no podemos negar los movimientos oscuros del inconsciente, ya que se desarrolla cada vez más visiblemente en el escenario mundial.

Estas abrumadoras fuerzas psíquicas son poderes activos que no se pueden adaptar a nuestro orden mundial racional. Daros cuenta de que están tratando de centralizar el poder y el control global sobre nuestra especie de una manera que carece de precedentes, sin compasión.

Estamos siendo confrontados con la oscuridad desnuda del alma, y se nos pide hacer eso para aceptar y enfrentar esta oscuridad.  El lado oscuro de nuestra naturaleza, se está revelando a través del inconsciente de la humanidad.  Este “Dios” oculto está paradojicamente presente en su aparente ausencia. Algo nos está siendo revelado en el proceso.

Los tiempos en que vivimos son verdaderamente iniciáticos

viernes, 22 de enero de 2021

ENFRENTARSE A SITUACIONES NUEVAS



La mayoría de veces, todo cambio supone algunas perdidas. A través de diferentes mecanismos, el cerebro emocional busca siempre la manera de proveernos seguridad, de evitarnos situaciones de conflicto o de peligro; como en toda tarea o situación nueva hay elementos que escapan a nuestro control, la ansiedad generada por el miedo a lo desconocido hace acto de de presencia.

Los cambio fisiológicos que se producen ante esta emoción, siempre que no sean exagerados no se conviertan en algo repetitivo, implican un aporte de energía extra y un estado de alerta general que puede resultar especialmente útil para detectar los posibles contratiempos que se presenten. La forma de enfrentarse a los cambios no es igual para todos. Hay personas que prefieren la rutina, en tanto que para otras, ésta se hace insoportables.

La tendencia  a vivir exageradamente cualquier amenaza a la estabilidad, sumada a una débil confianza en sí mismos, hace que las personas rutinarias coarten su creatividad, su imaginación y sus deseos en general en función de la seguridad.

Actitudes positivas ante un cambio

Detectar lo antes posible las emociones que nos suscita.

Evitar caer en el ciclo de la furia o de la preocupación.

Si el cambio es ineludible, colaborar con él.

Dejarnos fluir.

Poner todas nuestras energías para adaptarnos lo antes posible.

Evitar la añoranza de la antigua situación.

Pensar que la nueva situación, a la larga, nos favorecerá.

Aunque al principio la nueva situación nos obligue a un esfuerzo, lo más probable es que los cambios efectuados traigan beneficios que compensen las  pérdidas que el cambio conlleve. Cuanto mayor sea la confianza en uno mismo, mejor actitud se tendrá ante las situaciones nuevas. Para adquirirla es necesario hacer una evaluación justa de las propias capacidades, poniendo especial atención en todas las oportunidades en que ha hecho las cosas satisfactoriamente. 

Prestar más atención a los logros que a los fracasos permitirá desarrollar la autoestima y el entusiasmo necesarios para afrontar las nuevas situaciones. 

La motivación no es algo externo; aunque digamos que ta o cual idea "nos motiva", la sensación de interés o de ganas de hacer algo surge de nuestro interior. Los estímulos externos pueden favorecer su aparición, pero si no contamos con una disposición adecuada, por muchos incentivos que se nos presenten no vamos a lograr motivarlos.

Antes de lanzarnos a una empresa ardua, es importante evaluar hasta qué punto nos interesa realmente o no; analizar las verdaderas motivaciones que nos impulsan a ello para elegir sabiamente si realmente eso nos conviene. También es necesario comprometerse con uno mismo; establecer una especie de trato y estar decididos a no fallarnos.

Si nos queremos lo suficiente y consideramos que las cosas debieran irnos cada vez mejor, haremos todo aquello que esté en nuestra mano por conseguirlo; nos sentiremos motivados para buscar oportunidades y hacer los esfuerzos necesarios a fin de lograr una vida mejor.

miércoles, 20 de enero de 2021

MITOS SOBRE EL AMOR



Damos por sentado que cualquier actividad que nos interesa nos va a exigir un esfuerzo: estudiar una carrera, aprender informática, practicar deporte, etc. Por el contrario, también damos por sentado que con el amor nos sucede igual; que basta con sentirlo para que todo se construya por sí solo.

Es importante poner en tela de juicio el mito de que el amor es altruista, de que lo entrega todo sin esperar nada a cambio. La propia naturaleza del ser humano persigue recompensas, en mayor o menor grado, por aquello que realiza; podríamos decir que casi nada se hace de forma gratuita. Hasta el amor menos sospechoso de ser interesado, como es el materno, encuentra una retribución a su generosidad: el placer de ver reaccionar al hijo y verle crecer proporciona a la madre la gratificación que necesita

Otro de los mitos comunes es pensar que nuestro amor será el aliciente necesario para que la persona que amamos cambie y se convierta en lo que consideramos como ideal. Si bien es cierto que el afecto refuerza la autoestima y, con ella, se dejan de lado muchas emociones negativas, lo cual permite acercarse más a la perfección, hay matices y actitudes que, por mucho que amemos, en el otro no van a cambiar.

De ahí que sea tan importante aceptar también los defectos de la pareja, no solo sus virtudes; emocionarse con sus debilidades mediante la comprensión y la empatía y admitirlo como ser integral en el cual vienen mezclados las virtudes y defectos, al igual que sucede con nosotros.

El amor, aún en el mejor de los casos, alberga una esperanza de reconocimiento y en el caso de la pareja, aspira a ser correspondida.

Es frecuente creer que la pareja responderá a todas las expectativas que, desde los comienzos, hemos puesto en ella; expectativas basadas no sólo en una entrega recíproca de afecto y ternura sin que la mayoría de las veces, van mucho más allá: posición económica, reconocimiento social, brillo académico, etc., porque creemos que eso será lo que nos lleve a sentirnos felices.

Sin embargo, la dicha surge básicamente de la paz con uno mismo, contar con la suficiente sensibilidad para comprender y amar, de la capacidad de divertirse juntos, de los proyectos en común y de permitirnos desarrollar al máximo nuestras propias potencialidades al tiempo que permitimos al compañero hacer otro tanto.

Una casa más grande, o más pequeña, un modelo de coche u otro, pueden representar chispazos de alegría o felicidad, pero se mantienen lo que dura la novedad. Pasada está, querremos más de lo mismo y así, corriendo como el burro tras la zanahoria, dejamos de lado elementos muchísimo más importantes que son los que, en definitiva, nos permitirán sentirnos realmente plenos, integrados y, sobre todo, juntos.

sábado, 16 de enero de 2021

DIETA ANTIINFLAMATORIA



La inflamación crónica de tejidos y órganos es la causa de muchos dolores y enfermedades. Evitar determinados alimentos acidificantes y carentes de nutrientes, adoptar unos hábitos más saludables como incluir raciones abundantes de frutas y verduras crudas, optar por cocciones suaves y grasas saludables serán las mejores estrategias  para prevenirla.

En las sociedades desarrolladas hay muchas personas aparentemente bien alimentadas, incluso con algunos kilos de más, que están desnutridas. Su dieta se basa en alimentos ricos en calorías, pero pobres en  nutrientes vitales. Comen carne en abundancia, así como pan, pastas, comida rápida muy salada, azúcar, productos lácteos y grasas de pobre calidad. 

El consumo habitual de estos alimentos se traduce en un aumento de sustancias tóxicas en el organismo, que acaban depositándose en los r¡tejidos y el las paredes de las arterias. El metabolismo se ralentiza, surgen disfunciones biológicas, aumentan los radicales libres, se acidifica el pH....

Todas estas perturbaciones homeostáticas provocan procesos inflamatorios crónicos, qué merman la calidad de vida y provocan un envejecimiento precoz.

El Dr Jorge D. Pamplona resume la importancia de una alimentación adecuada para mantener la salud: "El los alimentos vegetales se encuentran auténticos medicamentos naturales, capaces de neutralizar y eliminar toxinas, regulas las funciones vitales, frenar la arteriosclerosis, evitar el cáncer y, en suma, conservar nuestra salud".

Nuevos Hábitos, Más Salud.

Los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas resultan imprescindibles, pero existen también sustancias (oligoelementos, vitaminas, pigmentos vegetales, fitoesteroles, betaglucanos, alkilgliceroles...) que están en alimentos frescos y naturales en cantidades mínimas y que son indispensables para la vida.

Son precisamente estas sustancias las que escasean hoy en la dieta. Unas reglas básicas en los hábitos alimentarios son de gran ayuda para mantener los órganos y tejidos en plena forma:

Comer crudos. Las comidas deberían empezar con vegetales crudos siempre que lo permita la época del año. Idealmente, estos alimentos han de constituir, como mínimo, la quinta parte de la dieta. Este hábito evita la reacción inflamatoria transitoria (leucocitosis defensiva) que se favorece al ingerir una comida ordinaria compuesta solo de alimentos cocinados.

Moderar las proteínas. Una alimentación en la que predominen la fruta y las verduras frescas, los cereales, los frutos secos, el aceite de oliva y otros aceites vegetales prensados en frío, los fermentos lácteos en la que además no se abuse de las legumbres secas y en la que, de forma ocasional, se incluyan el pescado, los huevos y la carne, conserva la salud del organismo y aumenta su capacidad de rendimiento.

Masticar bien. Comer sano implica dedicar un tiempo a la masticación sobre todo de los alimentos crudos.

Cocciones suaves. Hay que evitar las temperaturas altas y las cocciones prolongadas, ya que generan moléculas tóxicas. Son especialmente nocivas las frituras y los asados a altas temperaturas, ya que forman hidrocarburos aromáticos policíclicos (sustancias carcinógenas). Lo mejor es cocinar al vapor o al horno a baja temperatura (por debajo de 110 ºC), en cocción suave, y en plancha ligera, sin quemar.

Lo que hay que evitar. Una dieta abundante en alimentos cocidos, grasas animales, patatas fritas, conservas, pastas, harina blanca, azúcar refinado, sal común y café  es acidificante, genera toxinas, inflama las mucosas gástricas y a la larga conduce a múltiples enfermedades.

Minimizar la sal. Los productos naturales ya contienen cantidades suficientes de cloro y sodio, los dos constituyentes de la sal común.

Cura depurativa. Cuando aparecen alteraciones como cansancio, dolores dispersos, edemas, etc, puede ser el momento de realizar una cura depurativa que se prolongue varios días y cuyo objeto sea eliminar toxinas del organismo, y reducir la inflamación y la acidosis. El ayuno se ha demostrado muy afectivo ante un proceso inflamatorio. En ocasiones, de forma espontánea, desaparece el apetito y no vuelve hasta que se ha resuelto el proceso.

jueves, 14 de enero de 2021

EMPATIA, SI, COMPASIÓN, NO.



Desde la infancia todos pasamos por momentos de ira y frustración, de miedo, de amor o de tristeza y el recuerdo de estas emociones, tanto de las positivas como de las negativas, está almacenado en nuestra mente emocional; las reconocemos y de alguna manera, hemos aprendido a desechar o manejar las que nos duelen y a disfrutar de las que nos proveen bienestar.

Las personas altamente empáticas sintonizan con las emociones de los demás, las comparten y, en cierta forma, las viven. Saben ponerse en el lugar del que ven sufrir y recordar, en cierta manera, lo mal que han podido sentirse ellos mismos ante la emoción que ven experimentar. Esto les lleva a compartir la emoción, comprenderla en el otro e intentar ayudar.

Hay una gran diferencia entre compartir las emociones ajenas y sentir lastima por quien las está viviendo. Compartir un sentimiento no nos pone en una superior ni inferior; nos hace iguales, ya que reconocemos el sentimiento ajeno como algo que también está, aunque no sea más que como recuerdo, en nosotros mismos.

Compadecerse de alguien, sentir lastima, por el contrario nos coloca en una posición de superioridad; es como si dijéramos "a mí no me ocurre, lo siento por ti". 

Así como la empatía es un sentimiento saludable y curativo, la compasión es peyorativa y denigrante; coloca siempre a quien la recibe en una posición de inferioridad que le puede llevar a sentirse aun peor.

Como detectar las emociones ajenas

Las palabras no lo dicen todo; incluso una misma frase, expresada en un tono o en otro, puede tener significados totalmente opuestos. Lo que enriquece y completa la comunicación verbal son los gestos y actitudes, ya que estos nos hablan de la emoción que está viviendo nuestro interlocutor.

Si bien la empatía se desarrolla fundamentalmente en la infancia y guarda una estrecha relación en la forma en  que los padres han sabido reconocer las emociones del niño, también es cierto que se puede aprender a detectar ciertas señales en los gestos, ciertos matices de voz o movimientos corporales, que puedan darnos pistas acerca de los que sienten los demás.

Si tenemos una actitud de extrema concentración en las palabras, si a medida que nos están hablando vamos preparando en nuestra cabeza las respuestas que daremos a continuación, es difícil que percibamos la carga emocional que acompaña el discurso de nuestro interlocutor. Otro tanto ocurre cuando nos preocupamos demasiado por dar una buena impresión, porque estamos mucho más pendientes de nosotros mismos observándonos --desde afuera-- que de la persona con quien intentamos comunicarnos.

Para poder detectar los movimientos emocionales de los demás debemos, ante todo, interesarnos en ellos como personas; mostrarnos abiertos, comprensivos y permeables. Si nos encerramos en un muro de prejuicios y miedos, no solo no vamos a poder entender  en toda su amplitud lo que nos quieren transmitir, sino que tampoco podremos comunicar certeramente nuestros propios puntos de vista, porque éstos no son sólo pensamientos puramente racionales, conceptos fríos, sino que siempre están teñidos por las emociones que nos despiertan.

Gracias a la empatía podemos saber lo que otros necesitan. Sin esa cualidad, es realmente difícil poder desarrollar una solidaridad correctamente enfocada.

miércoles, 13 de enero de 2021

ACEPTAR LO QUE NO TIENE EXPLICACION



Pérdidas, engaños, fracasos, giros del destino...Pocas cosas son más complejas que aceptar aquello que carece de sentido para nosotros. ¿Cómo hacerlo? ¿Cómo procesar todo eso que escapa a nuestros control y que nos deja un gran sufrimiento?

Si hay algo que nos repiten con frecuencia es aquello de "debes aceptar lo que no tiene explicación". Sin embargo, ¿cómo hacerlo? ¿Mediante qué mecanismo psicológico podemos asumir, sin sufrimiento o contradicción, muchas de las cosas adversas que nos suceden? No nos es sencillo aceptar lo que nos duele ni dar por valido lo que nos enfada o nos roba la calma.

Las personas nos resistimos ante los infortunios de la vida. Somos esos seres que, desde el inicio de los tiempos, siempre se han preguntado por qué las cosas son como son. El hacernos preguntas y enfrentar la realidad nos ha ayudado a veces a avanzar como sociedad, a transformar lo que nos envuelve y conquistar nuevas cimas. Sin embargo, no todo se puede cambiar.

No podemos variar los cursos de los ríos ni tampoco, esos giros problemáticos que a veces, nos trae el destino. Ya desde niños, estamos obligados a aceptar que hay cosas que no pueden cambiarse y sobre las cuales, no tenemos control. Saber manejar ese complejo nudo emocional que se desprende de esas vivencias es clave de bienestar. Lo analizamos.

Aceptar lo que no tiene explicación: claves para conseguirlo.

A lo que te resistes, persiste. Esta frase tan conocida de Carl Jung encierra una gran verdad. Todo aquello que no aceptamos pasa a perseguirnos como si de una sombra se tratase. Algo así se ve con frecuencia en el ámbito médico e incluso psicológico. Hay personas, por ejemplo, que evidencian una clara sintomatología asociada a una depresión y, aun así, lo niegan. Solo es una mala época, se dicen. Solo es un mal bache, ya pasará. Insisten.

Sin embargo, esa temporada complicada deriva poco a poco en una realidad casi desesperada, en la que el abatimiento es más elevado y el pozo emocional más profundo. De este modo, si hay algo que se asume desde el ámbito clínico es que todo proceso de mejora se inicia cuando el paciente asume la realidad de su problema.

Ahora bien.....¿por qué nos cuesta tanto? ¿Qué explica que nos sea ta complicado aceptar esa faceta más dura de la vida?. El psicólogo y Premio Nobel Daniel Kahneman nos habla del sesgo de positividad o de ilusión. Las personas, tenemos, por así decirlo, una tendencia innata a pensar que las cosas no son tan malas como parecen y que todo acabará solucionándose. Es más, también es común creer que al final le hallaremos un sentido y una explicación a todo.

El sufrimiento derivado de estos enfoques mentales puede ser devastador. Es necesario que asumamos otras ideas.

Sustituye un "por qué" por un "cómo"

Si nos resistimos aceptar lo que no tiene explicación es básicamente por obsesionarnos en saber por qué suceden ciertas cosas. Las personas somos así, necesitamos saber. Porque el conocimiento nos ofrece claridad, sensación de control y templanza. El no saber qué hay detrás de ciertas cosas nos genera un gran desasosiego.

Ahora bien, tal y como señalaba el filósofo Leonard Peikoff, a menudo, el concepto de "causa" no es aplicable a gran parte de las cosas, incluyendo el propio universo. Porque muchas de las dimensiones que nos envuelven son entidades que no están bajo nuestro control e incluso de nuestra comprensión.

Lo mismo sucede con los infortunios, las pérdidas, la adversidad....Muchas de esas cosas se suceden solo porque sí, porque a veces, la casualidad juega mal a los dados y en ciertos momentos, nos toca pasar una época complicada. En esas situaciones de complejidad, debemos dejar de ofuscarnos en el "por qué" para pensar en un "cómo". ¿Cómo afronto está vivencia? ¿Qué es lo que debo hacer ante esta situación? ¿Cómo puedo sentirme mejor?

Aceptar la situación no es estar de acuerdo con ella.

Aceptar lo que no tiene solución no es estar de acuerdo con ella. No es claudicar ni demostrar que queremos lo que nos está sucediendo. Asumir la realidad de los hechos no implica tampoco claudicar, ni aún menos obligarnos a sentirnos bien o tener paz ante ese infortunio.

La aceptación no es un acto de pasividad, es un acto de templanza que debemos promover con sabiduría. Implica aceptar cada emoción sentida por contradictoria que sea y es a su vez dejar de pelearnos ante la realidad de lo hechos para asumir que las cosas son como son y ese será nuestros mejor punto de partida.

La aceptación no es un fracaso, es un acto de valentía.

Aceptar lo que no tiene explicación no nos convierte en alguien débil que debe tragar a regañadientes un fracaso. En realidad, este acto de asunción puede interpretarse como un ejercicio de gran valentía. Algo así solo es propio de quienes aúnan grandes dosis de fortaleza para dejar de negar la evidencia. 

Hacerlo, ya es un verdadero éxito.

Aceptar lo que no tiene explicación te pondrá en movimiento

El sufrimiento nos encapsula. Nos envuelve en una capa de ámbar con la cual, quedar solidificados al malestar, al dolor que no termina y que poco a poco erigirá la capa de la depresión. Aceptar lo que no tiene explicación es una forma de romper ese envoltorio y promover por fin el movimiento.

Es una liberación con la que dejar de luchar contra nosotros mismos y nuestras circunstancias para navegar del presente hacia el futuro. Al abrirnos sin resistencias a lo que sucede aquí y ahora, nos damos la oportunidad de ir sanando poco a poco, de poner un pie delante de otro para permitirnos progresar.

 Aceptar es fluir y es a su vez permitirnos ir de la mano con el ritmo de la vida. Con menos miedo.

Valeria Sabater

lunes, 4 de enero de 2021

TÚ ERES EL UNO



No busques amor. No salgas de ti mismo para tratar de encontrarlo en otra persona. El amor no es un objeto, ni se puede dar ni se puede quitar.

No es un sentimiento, un estado ni una experiencia cumbre, sino lo que es, la Presencia misma.

No confundas el amor con la atracción, la atracción viene y va, puede disminuir con el tiempo o puede irrumpir inesperadamente con la fuerza de un volcán. No confundas el amor con tus deseos, pues estos también son impermanentes y transitorios. 

No lo confundas con sentimientos de felicidad o de placer, con la excitación del sistema nervioso. Estos estados pasajeros no pueden durar mucho --durar no es algo que esté en su naturaleza--. Incluso las promesas que hoy parecen tan seguras y probablemente hacemos con la mejor de las intenciones pueden desvanecerse el día de mañana, romperse y olvidarse.

Sin embargo el amor no se desvanece. No es algo que pueda disminuir con el tiempo. No es una mercancía, una forma de intercambio. El amor es un campo que se extiende dentro de nosotros, fuera de nosotros y entre nosotros, un campo en el que los pensamientos, los sentimientos e incluso los planes para el futuro que más sólidos y estables nos parecen pueden aparecer y desaparecer. 

El amor incluye tanto la esperanza como la pérdida, tanto el entusiasmo como el hastío, tanto la más terrible decepción como la más dichosa felicidad. El amor es el campo en el que aparecen las formas cambiantes, el suelo que nos sostiene al caminar, al sentarnos, al hablar o callar, cuando experimentamos nuestros sentimientos en presencia de los demás, cuando nos ocupamos de los asuntos cotidianos, cuando comemos, cuando tenemos esperanzas por algo, cuando nos despedimos, y también cuando intentamos amar.

El amor es mucho más grande que nosotros. No lo generamos con nuestras palabras, con nuestras acciones ni con nuestras intenciones, pero no obstante estamos constantemente acogidos en su seno, sostenidos por él en su inmensidad, sin importar lo que hagamos o dejemos de hacer. Nos casamos, nos divorciamos; somos amigos, somos amantes; nos separamos, sufrimos juntos; nacemos, morimos....Pero el campo permanece imperturbable.

Nadie nos ha dado nunca su amor; esa es la mayor ilusión. Simplemente a veces la presencia del otro hace que lo recordemos, que reconozcamos la eternidad en medio de lo cotidiano  y que después le adjudiquemos el mérito a esa otra persona. Pero lo cierto es que el amor jamás ha venido de fuera de nosotros, simplemente entramos en contacto con nuestra propia Presencia, nos rendimos al amor que somos y que nos es imposible no ser.

E igualmente nunca nadie nos ha arrebatado el amor; simplemente nos hemos olvidado de él y hemos "culpado" a la otra persona. Y después buscamos el amor de nuevo, percibiendo su ausencia, perdiéndonos en el relato del "amor perdido", quedando atrapados una vez más en el drama del que se ha quedado "solo".

Y sin embargo, el amor siempre estuvo ahí, incluso en su propia ausencia aparente. Estaba presente incluso en la pérdida, pues no se puede fracturar; una ola nunca puede aplastar al océano. 

No busques el amor, no busques la luz, sé tú mismo esa luz, ofrécela. La alegría que proviene de amar a otro es infinitamente mayor que la que proviene de buscar el amor de otro o aferrarte temerosamente a él, porque muy en el fondo sabes perfectamente bien que es una ilusión, que aquello que siempre has anhelado jamás puede provenir de fuera de ti. Tu eres el UNO; siempre has sido el UNO.

Y la búsqueda termina exactamente donde comenzó, en la Presencia. Pero desde el punto de vista del amor, no ha ocurrido nada. Nada en absoluto.

Fuente La senda del reposo. Jeff Foster