RECUERDOS DE ESPAÑA



Estos artículos los escribí pensando que….El que no conoce su historia….
Hablemos de los cincuenta; por aquellos años no se hablaba todavía de ocio. El ocio era como el turismo una conquista de la década, una conquista real y sobretodo mental.



 Entonces los trabajadores de la construcción detenían con frecuencia su trabajo para liar un cigarrillo; los taxistas esperaban lo que hiciera falta a sus clientes; los tranviarios realizaban paradas discrecionales a petición de los clientes; incluso los mecánicos se tomaban su tiempo para limpiar una tuerca o engrasar un motor.



 Dentro de una misma unidad de tiempo, la hora o la jornada, se hacían infinitamente menos cosas que diez años después. Y es que ni el tiempo ni las cosas estaban organizadas, bien sea porque la mentalidad rechazaba tal organización, o porque la precaria estructura económica del país dificultaba el trabajo seguido, continuado.



 Eso no quiere decir que se trabajase menos, que se descansase más, los que vivían del trabajo de sus manos tenían que trabajar muchas horas y ganaban muy poco.


Para los españoles todo lo que se conocía de Europa era “nuevo”, el hombre soviético; el americano, el sueco, el francés. Unos españoles creían que el hombre de la sociedad industrial y del consumo pronto se haría realidad en el país, otros pensaban que España rechazaría esa forma de vida, pero soterradamente, el proceso iba abriéndose camino.


 La radio pertenecía al horizonte de los objetos diarios, familiares, no exigía como la televisión, estar atento a su caja milagrosa; en consecuencia no fue nunca un elemento de separación entre el trabajo y el descanso. La radio fue la voz indiscutida de los años cincuenta, hasta que a finales de la década asomó la pequeña pantalla. Pero por aquellos años hacía el papel que hoy en día hace la televisión; era el vehículo de control social de las ideas. Ella mantuvo lo que debía significar España para los diferentes pueblos peninsulares y para las clases; aunque entonces era difícil hablar de clase y de pueblos. Ella perpetuaba la música española, con tópicos que, por una parte, imponían un estilo de vida y de mentalidad tradicionales y que, por otra parte, cerraban el paso a las modas, llenas de respuestas a las necesidades del presente, que corrían por el mundo.


La españolada-mezcla de lo andaluz con lo retrógrado- era la constante artística del arte segregado por los servidores de la España oficial, y sólo raramente los cuatro versos de una canción, una melodía o el tono de una frase, solían revelar el uno por ciento de lo que la gente tenía ganas de expresar y de oír.


 Los tebeos y los cómics poseían un mayor margen de concienciación, aunque su expresividad limitada, como la de los chistes, gráficos y hablados, difícilmente podían revelar otra cosa que el mal humor y la frustración general. Y eso en muy raras ocasiones, pues la norma eran las tiras de dibujos que a nivel muy primario se hacían eco de la guerra fría como arma contra el fantasma del comunismo y como justificación del poder. Y aquella violencia -la violencia de las hazañas bélicas- gustaba, porque expresaba la agresividad reprimida de la gente, aunque fuese con unos esquemas distintos de aquellos en que debía manifestarse realmente; pero la lejanía de los escenarios ( el Jabato y el Capitán Trueno) se prestaban a la proyección involuntaria de los propios deseos, frustraciones y violencias.


Y como en La Historia Interminable esta historia la seguiré contando en otra ocasión.

 

 
 
 
 
 
Y TUVIMOS FE….

 

Sería injusto hablar solo de nuestra España, sin pasar aunque sea de forma rápida un vistazo por el mundo. Cuando termino la segunda guerra mundial, Occidente se encontró con un vacío ideológico, (aparte del vacío estomacal).

 El comunismo tenía algo importante para conservar su fe, tenía que ayudar a los países pobres, contra el hambre, contra el lujo, contra la enfermedad en definitiva tenían ideales, pero en Occidente la gente cansada de la mentira y de la guerra sospechaba de cualquier idea, incluso hasta el liberalismo les resultaba sospechoso de convivencia con la injusticia y la opresión.

 

Entonces comienza un “trabajo” de reconversión a las masas; los políticos lo repiten constantemente en cualquier acto público; el Vaticano lo proclama en todas las iglesias; los medios de comunicación llevan el mensaje a todos los rincones; FE, hace falta tener fe, una fe, una creencia, una ideología que pueda acabar con los fantasmas de Europa y Norteamérica.

 Por lo cual se promovieron concursos para premiar, en plena guerra fría, algo que enalteciera y sublimara al mundo. Burnham propuso la deificación de los burócratas como salida inevitable de la lucha de clases.

 Otros pintaron de nuevo y hasta le hicieron la cirugía estética a la cara del Humanismo, otros, presentaron extensas memorias sobre los dioses, los ídolos, los mitos etc.


En fin; si al otro lado del Telón de Acero reverenciaban la fecundidad del ganado y los frutos del campo, en este lado soñábamos con las estrellas italianas; si ellos tenían un partido y un pueblo, nosotros teníamos el Papado y la Iglesia, la Corona y el Imperio Británico, la Nobleza y la reserva de valores.

 
Nunca se rezó tanto, se peregrino tanto, se besaron tantos niños pobres y se hizo tanta caridad. Truman y Adenauer hablaban de Dios antes de entrar en combate, Eisenhower se retrató junto a la Biblia familiar, los políticos franceses aparecían arrodillados en público, en definitiva se multiplicaron las oraciones, los golpes de pecho, las apariciones y los mensajes del Más Allá (parece que esto me suene).


Nosotros aquí en esta nuestra España éramos más afortunados, porque no solo teníamos a dios a nuestro lado, teníamos el beneplácito de Pío XII, que bendecía jubiloso el Estado de la Cruzada. Pero no sólo el espíritu soplaba desde arriba, los españoles henchidos de perfección levantaban con esfuerzo el conjunto monumental del Valle de los Caídos.

Pero el colofón, la apoteosis de lo divino se alcanzó con el Congreso Eucarístico de Barcelona, donde hubo obispos a docenas, sacerdotes a miles y peregrinos en manada desde el mundo entero.

 
España volvía a ser el ombligo del universo, era como en los tiempos de Carlos I, y todos juntos cantábamos el himno escrito por José María Pemán “De rodillas Señor, ante el Sagrario”.
Mientras en Gran Bretaña se corono a la Reina, en Europa se casó Rainiero con Grace Kelly (de Hollywood, que fuerte), se habló de las bodas, las separaciones, la soltería y todo aquello que supusiera noticias de la monarquía se convirtió en voz popular, los sucesos de la humanidad y de la naturaleza fueron alimento para todos, de esta forma el pueblo se sentía bajo la protección del estado, paternal y divino.

 
Por fin estábamos a salvo, y mientras mirábamos los “trapitos” ajenos arreglábamos el vestido de la hija mayor para que lo heredara la pequeña, tiempos mágicos donde por fin creíamos ver un esplendoroso amanecer, y es que a nosotros, a nuestra España, FE no le falta y si no a ver cómo nos íbamos a arreglar ahora, CON LA QUE ESTA CAYENDO.

 
 Qué seáis felices.

 
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RECUERDOS DE ESPAÑA. LA RADIO.

 
                         

LA RADIO.
El auge de la radio en España hay que atribuirlo a una gran comercialización de los aparatos de radio y a un continuo experimentar con diversos géneros radiofónicos que atrajeran al público.
 Estos géneros pueden definirse en dos: los concursos cara al público y los seriales radiofónicos.
 Los concursos se inventaban una España fácil y de jauja. Los novelones radiofónicos unían al anticomunismo militante todos los recursos para que las masas permanecieran en un estado de aturdimiento colectivo. De esta manera el serial heredaba la función que había tenido el folletín, cargados de intención política, y servidos por un medio que solo necesitaba electricidad para llegar al último rincón de cada oreja, y se limitaban a colaborar en la guerra fría junto con la OTAN con un espíritu lleno de generosidad ya que por aquel entonces España no estaba en esta entidad.
 La voz de los comisarios del pueblo turbaba el quehacer de las amas de casa a las cinco de la tarde, dando tema de conversación allí donde coincidieran más de dos mujeres. Los hombres sonreían al escucharlas con suficiencia, pero no dejaban de poner la oreja a los guiones nocturnos, y, además, su parcela de masculinidad radiofónica estaba cubierta por los programas que hablaban de futbol.
 Casi a mediados de la década los Festivales de San Remo consiguieron infiltrar la canción italiana en millones de orejas universales. Del “Volare” al “Ciao Ciao Bambina” media un periodo de esplendoroso dominio de la canción italiana sobre la conciencia receptora del público europeo y americano; y, como no los españoles, la mayoría de los cuales no estaban muy al corriente de gramática, cantaban en ¿italiano?, estas bellas y pegadizas canciones.
 La canción francesa llega al público mayoritario en los años cincuenta de la mano de Trener padre de la moderna canción francesa. Tenemos que distinguir entre la canción moderna de Francia y otro tipo de canción francesa que solo afectaría a las minorías. La primera hablaba de un dulce Francia, mientras que la segunda era la triste Francia, la triste Europa descarnadamente existencial.
España hizo una entrada triunfal con los éxitos de algunos de nuestros cantantes de canción moderna, (tengo que decir emulando a Cervantes: “de cuyo nombre no quiero acordarme”). Mientras la canción nacional que era idónea para el desarrollo de un género realista, y que contaba historias reales perdió interés y sus reivindicaciones murieron con ella, no pasaron a otro género y no consiguieron desbancar a la invasión extranjera.
Comienzan las ferias en los pueblos dando una sugestión visual de las modernas artes publicitarias, a ellas acuden en grupos: padres, hijos, sobrinos y nietos. Parejas de novios y expediciones de amigos que acuden a la feria como sustituto del cine y del baile.
Estas son las gentes que asombradas andan infatigablemente de un lado para otro, admirando un universo que, siendo, en última instancia, el suyo, apenas conocen y raras veces comprenden. Y así, entre feria y hambre, castañuelas y llanto, procesiones y odios, se va abriendo camino esta España mía…….Esta España nuestra.





España en los años 50.


Después de unos años de oscuridad –en sentido figurado-, los españoles vieron con asombro las primeras luces en los años cincuenta. Eran pocas luces, pero suficientes para marcar un contraste.


Al empezar la década se terminaron los “apagones” que durante un tiempo envolvían a la gente en miedo; a la soledad, a los bombardeos, a la policía, a la traición y a la muerte…..La electricidad proporcionaba seguridad, los trenes ya no se detenían como antes, en los túneles, y la sensación de pánico desaparecía a pesar de la lentitud y el silencio general.


Apareció una nueva moda en el vestir, los colores se abrieron paso a través de aquellos pardos y negros sucios, y las publicaciones se vistieron de primavera. El cine proyecto películas en tecnicolor, a pesar de que cuando los espectadores salían del cine comprobaban angustiados que los azules en la realidad, no eran tan azules, ni los rojos, ni los verdes eran reales. Eran míticos más que verdaderos, sin embargo los mitos tienen a veces una fuerza superior a la realidad.


Por eso los que vivieron aquellos tiempos, saben de unos contrastes- de la noche a la luz-, que los que vivieron después, no conocerán.


Los ojos españoles, brillaron ante las “novedades”, en las ferias de muestras se vendían aparatos de todas clases; el “túrmix”, la máquina de afeitar eléctrica, la lavadora, el plexiglás, las aspiradoras etc. Y aunque no todos podían comprar estas cosas, el mecanismo del deseo estaba puesto en marcha.


Esta década, enseño a los españoles a que las apariencias y el “brillo”, eran más importantes que una oscura realidad.


Desaparecerían las cartillas de racionamiento, y España iba a entrar en la ONU.


Hacía 1951, se puede situar la frontera entre las subversiones de estilo antiguo y las de tipo nuevo. Desaparecen los luchadores más significativos del bando republicano y rojo, y aparecen los jóvenes para quienes la Guerra Civil y sus causas son experimentadas con intensidad, pero no como experiencias traumatizantes, aunque este movimiento juvenil, no cuajaría hasta la segunda mitad de la década.


Y como la historia tiende a repetirse, en esta España con hambre, con miedo, pero siempre con esperanza, surge como un cuento de hadas…….La boda de la hija de Franco, con el Marqués de Villaverde, y es que cuando los españoles tienen problemas ya se sabe……….; la clase social alta los ayuda a superarlos, y si no, aquí tenemos la prueba:





EL SÉPTIMO DE CABALLERÍA
 
Y LLEGARON......

El primer síntoma de que los americanos se acercaban al régimen de Franco fue la llegada del almirante Sherman, enviado especial de Washington.
Después vinieron los créditos bancarios, las negociaciones, los acuerdos, los aviones, la VI Flota y los alegres chicos de la Navy en busca de chicas en el puerto.

 El 26 de Septiembre de 1953 se pactaron acuerdos de ayuda y defensa entre los Estados Unidos y España, en los mismos se acordaba la cesión de bases militares sobre territorio español a los Estados Unidos, y una ayuda económica de 226 millones de dólares.
Llegaron los americanos, y con ellos los chicles, los vaqueros, la leche en polvo y el queso de bola (Solo un trozo) que se repartía a la salida del colegio para que los niños la llevaran a sus casas. En ocasiones podía verse como los chicos se chupaban el dedo y lo metían en el escaso paquete de leche para de nuevo volver a chuparlo furtivamente.
Pero no todo era triste; fuimos predilectos de La Santa Sede Eclesiástica (la iglesia) y hasta se firmó un Concordato que mejor no rememorar.

La penicilina fue el medicamento más arraigado en España, por encima del Agua de Carabaña y el linimento Sloan, las botellitas de penicilina se convirtieron en una obsesión nacional, contra todo lo habido y por haber, lo curaban TODO, llegaron hasta levantar monumentos a Fleming, muy lejos de pensar que con el tiempo su viuda, ayudaría a derribar una dictadura; la griega.

En fin que los americanos se fueron introduciendo en la vida española con pequeñas y grandes cosas: sus actores, su circo, sus películas… la denominación yanqui colonizo también sueños y conciencias.
Una de las ayudas que los Estados Unidos aportaron a los países europeos para su reconstrucción después de la Segunda Guerra Mundial, fue el Plan Marshall, que a la vez estaba destinado a contener un posible avance del comunismo. El nombre se debe a que fue iniciativa del Secretario de Estado de los Estados Unidos, George Marshall. Pero España al no cumplir con los objetivos requeridos quedo exenta de recibirlo, lo cual hizo más penosa la recuperación.
Y al recordar aquella americanización no podemos dejar de rendir un breve homenaje a Berlanga y su película Bienvenido Mister Marshall , que nos muestra cómo era la España del momento y su famosa frase del pregón desde el Ayuntamiento “ Como Alcalde vuestro que soy os debo una explicación, y esa explicación os la voy a dar porque os la debo”.

Que genial, la gente de la época aunque no fuese muy consciente del porqué, ya que la mayoría no sabía nada de los trasiegos políticos tarareaban aquello de: Americanos vienen a España guapos y sanos, viva el tronío de ese gran pueblo con poderío……..
Hay esta España de charanga y pandereta………..esta España nuestra.








LA ALEGRIA DEL FUTBOL
 
En la década de los cincuenta comienza el mundo de los deportes con el gol de Zarra, en los Campeonatos del Mundo de Futbol, de Brasil en 1950.

Aunque no estoy segura de sí fue el gol lo que determino este comienzo o, el grito de alegría del locutor que retransmitía el partido: Matías Prats. España no gano el campeonato, ya que quedo en cuarto lugar, pero los españoles vinieron contentos porque le habían ganado a los ingleses, y como por aquel entonces estábamos un tanto cabreadillos por lo del Peñón, pues algo, es algo.
En los años cuarenta había futbol, pero no sé, quedaba un poco provinciano y parroquial, desde luego no era ni tenía el cache de los cincuenta.

 Podríamos decir que en los cuarenta se jugaba, en los cincuenta se hacía deporte, es lo que traen los tiempos modernos, todo cambia, bueno no todo, porque lo del futbol a pesar de que ya prácticamente estamos en Marte, no es que haya cambiado mucho. Pero hay en el fútbol de las cuarenta una libertades, una anarquía, un derroche de esfuerzos que hoy se podrían calificar de todo un despilfarro, nada comparable al futbol de los cincuenta, donde la aparición del defensa central era como la creación de un ministerio nuevo, encargado de agilizar y convertir el juego en toda una lucha eficaz.
 

España, no cosecho muchas victorias a lo largo de esta década, a pesar de sus grandes figuras, Kubala, Gento, Basorra y Di Stéfano, pero no por eso perdió el ánimo la afición, la cual convirtió a los jugadores en auténticas estrellas de un firmamento donde comenzaba a verse el Sol. Ahora los hombres dejaban de hablar de los políticos para hablar de los goles y claro de los locutores que con tan buenos pulmones gritaban GOLLLLLLLLL.


Las masas llenaban los estadios, tuvieran o no tuvieran llenos los estómagos y las esperanzas. El espacio se llenó de nombres de futbolistas, de gritos, de lamentos, desde los campos de fútbol hasta los aparatos de radio, y sirvieron de ánimo y alimento espiritual liberando a la gente del pesimismo, del aburrimiento, en los campos de cada ciudad, de cada pueblo, de cada barrio.

 Así pues en esta ocasión vaya el pequeño homenaje para Matías Prats que al gritar como un adolescente poseído dio el pistoletazo de salida al CONTAMOS CONTIGO, del desarrollo turístico, del triunfo de Massiel en la Eurovisión, de las autopistas de peaje, del VII Plan de Desarrollo……….. En fin de todo, AYYYYYYYY es que…..Somos los mejores. ¿O NO? Esto es España….esta España nuestra.
Dedico este pequeño articulo a mis dos futboleros de la familia: Juanjo y Juan.
(bueno y a todas las mujeres que con resignación soportamos los domingos de futbol)
 
 
 
                                                                MUJERES DE BANDERA
                                                                             
 
En los años cincuenta Hollywood, estaba un poco anquilosado en parte por sus formas artísticas y en parte por la competencia de otros países, sin dejar de lado el daño que la televisión hizo al cine.
Pero el ser humano saca siempre alternativas a las crisis, y que mejor alternativa cuando las cosas se ponen negras que: ¡Ponerles color!.Así que en todo el mundo se pone de moda, el cine en color; tecnicolor, agfacolor, roux color, sovcolor, etc. con el fin de que la gente encuentre nuevos alicientes en las salas de proyección.
 En el año 1952 surge el cinerama y, en 1953, el cinemascope. También se llego a hacer el cine en tres dimensiones, gracias a los lentes polaroides que producían imágenes esteoroscópicas. Al mismo tiempo se hicieron ensayos artísticos y nacionales de cine, que resultaron más eficaces y verdaderos.
A partir de 1950 muchos países empezaron a organizar su industria cinematográfica a gran escala, reflejando en sus películas los problemas locales, en Europa el país que representa mejor estas tendencias es Italia, y lo hace de una forma muyyyy italiana.
Y entonces, en España ocurre un fenómeno digno de tener en cuenta:Durante la guerra y la postguerra de España, las mujeres vestían de la forma más discreta posible, sus tonos eran más grises y pardos que de color, su finalidad, pasar desapercibidas. Bastante tenían con librar la batalla diaria de la supervivencia de su prole, fueron tiempos difíciles para ellas, los hombres en su mayoría cabizbajos unos, orgullosos otros, pero todos con el amargo sabor que deja la contienda estaban casi acostumbrados a ver moverse a esas sombras que, lo mismo podían ser la madre, la hermana o la vecina, tristes por dentro, sonrientes por fuera, sobretodo cuando sus hijos les pedían “mama aunque sea un trocito de boniato”. Heroínas no condecoradas con medallas ni desfiles pero en verdad; ganadoras de todas las guerras del mundo.
 Bueno pues entonces apareció de una forma púgnate e increíble; el cine italiano, y con el subneorrealismo cómico o erotizante que explotará por un lado la vía cómica de buenos actores, De Sica, Fabrizzi, Totó, etc. Y por otro lado los exagerados escotes de las primeras italianas bien alimentadas de la postguerra; la Lollobrigida la Pampanini Sofía Loren etc llamadas familiarmente “las atómicas” y tantas otras que hicieron despertar del letargo a los españoles, los cuales miraban a sus mujeres sabiendo que en ellas existía esa parte seductora y sensual que solo el tiempo y la paz dejaría aflorar.
Dedico este pequeño homenaje a las grandes mujeres de todo el mundo, sobre todo a las de "esta España nuestra", (vale a los hombres también), mira que son celosos, ¿a que sí ? .

 

 
 

INTELECTUALES Y GUAPOS

 
 

 

Tras la Segunda Guerra Mundial la literatura y el arte experimentan un silencio, debido a la “prudencia”, a la poca ayuda con la que contaban, y en buena parte porque no satisfacían las necesidades autóctonas.

En España se leían libros extranjeros, a pesar de que en esta década proliferaban los autores, tanto poetas como dramaturgos y novelistas, pintores y arquitectos.

La década de los cincuenta fue en este sentido una gran explosión.

Los autores y artistas se proponen en general, hacer un arte realista reflejando costumbres y sucesos nacionales, esto hace que consigan tener buena aceptación.

En el teatro español la censura se abre un poco para que Buero Vallejo, preso político durante buena parte de los años cuarenta conmocionara al público con obras como “En la ardiente oscuridad” o “Historia de una escalera”. Sartre y Camus llegaron a España a través de traducciones argentinas, aunque su influencia se limitó al área universitaria y dentro de ellas a una minoría.

 Los caminos de la libertad de Sartre o La Peste de Camus apenas rozaron la literatura española. La poesía, el teatro, la ciencia, la pintura etc…..todo florecía en el mundo, después de las guerras y peor aún de las postguerras, todo era creación y es lo que yo siempre digo que con el estómago vacío se piensa más.

 

En este torbellino de esplendor, mujeres de bandera, turistas. Rock and roll y todo lo demás, aparecen como dioses bajados del Olimpo: Marlon Brando desafiante, airado, con su chaqueta de cuero y sus ajustados pantalones tejanos;  y con una sexuada moto entre las piernas, esa visión de hombre entre centauro y vagabundo hizo soñar a más de una joven de la época (maduritas también).

 

Un día de verano en un programa de televisión dedicado a Tommy y Jimmy Dorsey apareció un joven insolente y con modales poco educados, era Elvis Presley que al cantar una bonita canción dio paso al nacimiento del rock, ¿y que nos dejó aparte de eso?, pues nos enseñó a mover al bailar el cuerpo de cintura para abajo, (fijaros y veréis como anteriormente al bailar solo se movía de cintura para arriba).

Y para el final (redoble de tambores) llega James Dean, huraño, tierno, colérico, inquieto y rebelde, de mirada dulce y miope, misógino pero amado por las mujeres, roído por una vida interior y en perpetua rebeldía contra un mundo absurdo, que se vengaría de él quitándole la vida a los veinticuatro años, en un entupido accidente de coche.

 

Las muchachas adolescentes americanas tocaban con reverencia las manchas de sangre de su maltrecho y potente Porsche, mientras que los muchachos copiaban su rebeldía y plantaban cara a una hipocresía social disfrazada de familias perfectas, comenzaba una nueva etapa, y aquí en España estábamos dispuestos a formar parte de ese esplendoroso, (así lo creíamos) y mágico mundo, siempre soñadores, siempre dispuestos COMO NO, a renacer de las cenizas.

 
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UN GRAN AÑO
 
 
 
 
Pasando como una brisa por la década de los años 50-60, llegamos al año 1966 y, si ahora nos parece que esto no tiene arreglo, no veáis como lo llevaban por aquel entonces.
Uno de los fenómenos más relevantes de 1966 fue el rechazo por parte de los jóvenes a las costumbres, a las formas sociales e incluso a las estructuras políticas, aunque esto ya venía haciéndose visible en años anteriores, en este año se rompieron las reglas del diálogo establecidas por los mayores.
Fue el año de la minifalda, el año de los atuendos de jovencita en el ropero de las abuelas. La música sentimental o las canciones protesta fueron sustituidas por música estridente para demostrar a los “papas” que los jóvenes no estaban de acuerdo con ellos.
El vocabulario de los mayores se amplió para reprender a los jóvenes por su falta de respeto y de moral. Años por fin de comienzo de libertad en todo el mundo, (bueno en las partes que podían).
En Enero de ese año a las cero horas cinco minutos del primer día, la ciudad de Nueva York se paralizaba, ante las 482 estaciones de “Subway” grupos de obreros formaban piquetes con pancartas, pidiendo un 30% de aumento en su salario y una jornada laboral de 32 horas.
Vietnam se convierte en una trágica obsesión, ya es la segunda o tercera guerra que padece, o más bien que padecen los indochinos que pagan con la vida, con la prostitución y con el dolor una guerra que les impone la tensión internacional.
En Hollywood muere a los setenta años Buster Keaton, algunas de sus películas se consideran obras maestras: “El cameraman”, “El navegante”, “El maquinista de La General”. Keaton con su fantasía matemática descansa ya, la risa está de luto por el hombre que no reía nunca.
Pero atención…. ¿Qué pasa en España?, pues aparte de cosas que son largas y profundas, en fin incontables, tenemos notición. Se busca una bomba H perdida en Palomares (Almería), y como suelen hacer los americanos la operación se llamó “flecha rota”, pero por más que la buscaron durante tres meses las fuerzas norteamericanas de la “Task Force”, no la encontraron. Tuvieron que encontrarla unos pescadores el 17 de Marzo cuando faenaban en el mar de gamba. Por si eso no fuera bastante, y ante el temor de que las aguas estuviesen contaminadas, ¿Quién arriesgo su vida para que los terrenos edificables no bajasen de precio? Bueno no hay que pensar mal, fue por seguridad, pues al rescate llego, el entonces Ministro de Información y Turismo, Fraga Iribarne, que con un gran estilo propio de Johnny Weissmuller (Tarzán) y acompañado del embajador norteamericano se bañó en las aguas contaminadas, y a la vista está lo bien que le sentó el baño.
Bueno hay quien dice…. Que si no fue allí, que si fue en otra playa… pero yo como no estaba pues no sé, lo dejaremos así. Bueno seguiremos hablando del 66 ya que pasaron muchas, muchas cosas, pero eso será.. otro día.
Mientras tanto, que seáis felices.

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