jueves, 31 de julio de 2014

LUZ DE ESTRELLAS.


 
En la Tierra están aquellas entidades tanto espirituales como de otros planetas, para traernos conocimientos y claridad.

La Tierra tiene un vínculo muy importante con Sirio, el cual nos remite a la creación. Se le asocia con Sumeria y Mesopotamia; cuna de la Civilización; con el antiguo Egipto; la Gran Pirámide; los Hopi, y está ligado al despertar gradual de la humanidad.

 Existimos basados en las energías electromagnéticas que a su vez crean polaridad, dualidad, opuestos, conflictos, y emociones. Todo esto nos da la ilusión de que la realidad se mueve en ciclos de tiempo, y utilizamos estos patrones y pensamientos para crear pistas que vinculen nuestro pasado, presente y futuro.

Estas pistas nos ayudan a “despertar” y entender quiénes somos y qué es lo que está sucediendo. A veces necesitamos de un acontecimiento trágico que nos ayude a despertar. La destrucción parece necesaria antes de seguir adelante en nuestra realidad tridimensional programada.

 Los antiguos Reyes Egipcios creían que dentro de ellos había un potencial que haría que el Ka o Espíritu- Alma formara un “cuerpo inmortal de luz”. Los egipcios creían que este poder era sacado del vientre de la Madre Divina Isis, y emanaba de su estrella, la más brillante en el cielo: SIRIO.

Algunas plantas contienen sustancias que capturaron de la energía radiante de Sirio, al igual que aquí en la Tierra la clorofila captura la energía del Sol.

En el antiguo Egipto, Sirio era la estrella más brillante, y la más importante en el cielo nocturno. Fue astronómicamente el fundamento de su sistema religioso. Era la encarnación de Isis, hermana y consorte del dios Osiris, quien apareció en el cielo como Orión.

Los Dogones  (África) conocieron y adoraron a Sirio A y a su Gemelo, la invisible Sirio B, durante los últimos 5.000 años. También tenían conocimiento de que en nuestro Sistema Solar los planetas circulan alrededor del Sol en órbitas elípticas, conocían cuatro lunas de Júpiter y los anillos de Saturno.

Los Dogones describen a Sirio como una estrella con un grupo de rayos rojizos a su alrededor, y dicen que este círculo de los rayos es “como una mancha en difusión”, pero que permanece siempre del mismo tamaño. Los Dogones han descrito perfectamente el patrón del ADN realizado por esta órbita elíptica de las dos estrellas Sirio A, y Sirio B, las cuales giran alrededor una de la otra. Creen que Sirio es el eje del universo, y que de él sale toda la materia y todas las almas en un gran movimiento en espiral.

Cada 49,9 años, Sirio A y B, llegan tan cerca uno de otro como sus órbitas lo permiten, creando enormes tormentas magnéticas entre ellos. A medida que se aproximan entre sí, ambas estrellas comienzan a girar más rápido al volverse más fuertes las fuerzas de sus mareas, dejándose caer por último, en un movimiento serpenteante, intercambiando lugares una con otra. Esta energía es finalmente liberada, fluyendo hacia las líneas del campo magnético del Sol, el cual las transmite como una lente a todos los planetas.

Todos los mitos de nuestros antepasados en la Tierra hablan de antiguos astronautas, dioses o alienígenas, que nos visitaron dejándonos conocimientos e información antes de partir, y con la promesa de volver.

Quizás este sea el momento de volver a encontrarnos.

miércoles, 30 de julio de 2014

CUARTA DIMENSIÓN.


 
 
La conciencia de cuarta dimensión es la conciencia del punto, la longitud, la anchura, la altura, el volumen y el tiempo.

Conocida como el Plano Astral, la conciencia primaria de esta dimensión es el cuerpo astral, el cual tiene una vibración octava superior con una percepción cuatro-dimensional etérea del pasado, presente, donde el futuro es más fluido al ir cambiando las leyes del tiempo y el espacio. En la cuarta dimensión, se puede integrar la identidad de grupo, sin la perdida de nuestro ego personal, ya que es la última vibración donde los vehículos físicos son utilizados para contener lo conciencia individual. Sin embargo, debido a la naturaleza fluida del tiempo y el espacio, nuestras formas astrales, naturalmente se transforman.

Drunvalo Melchizedek, declaro que la cuarta dimensión es:


“Mil veces más interesante que la de aquí, (3ª dimensión).
Cada respiración es como una eternidad. Hemos perdido nuestra conexión con Dios aquí y no nos acordamos de lo que es tener a Dios en nosotros y a nuestro alrededor, moviéndose a través de nosotros, de manera que, lo que estemos pensando y sintiendo sea directamente creado.
Podríamos ir a la cuarta dimensión y recrear realmente la tercera dimensión. Entonces nos daríamos cuenta  de que lo que estamos pensando comienza a suceder, y la idea de la separación se vuelve algo sin sentido”.
 
Con esto podemos comprender lo difícil que es hablar de la cuarta dimensión desde la tercera.


Gran parte de nuestra vida de la tercera dimensión también existe en la cuarta dimensión en un formato de una vibración más elevada, pero no somos conscientes de ello debido a que la realidad no está en sintonía con nuestro tiempo y espacio físico.
Nuestra realidad astral, así como nuestras encarnaciones físicas no son perceptibles para nosotros mismos en la tercera dimensión, sin embargo  la cuarta dimensión es el reino  que sostiene la conciencia de los componentes de la primera y segunda dimensión, así como todas las experiencias del pasado de esta vida actual y todas las otras vidas de la tercera dimensión.


 Podemos ampliar nuestra conciencia de tercera a cuarta dimensión a través de ganar conciencia de los mecanismos internos de nuestro cuerpo físico, al recordar nuestros sueños, y al tener experiencias intensas de pasión, emoción, creatividad, y/o espiritualidad.

Richard Barrett señalo hablando de cuarta dimensión:

“La conciencia física es tridimensional, la conciencia del alma es de la cuarta dimensión. La conciencia tridimensional tiene cualidades básicas, de tiempo, espacio y materia. Están cualidades crean la experiencia de la separación, la muerte y la masa. La conciencia de cuarta dimensión tiene como cualidades básicas la temporalidad, la no-especialidad y la energía. Estas cualidades crean experiencias de unidad, del ser y el flujo, hay conciencia de la eternidad, donde el pasado y el futuro coexisten simultáneamente.


En la cuarta dimensión de conciencia existe un sólo un momento eterno que llamamos ahora y todo existe en formas de energía."
Algunas personas nacen con una conexión innata con su ser de la cuarta dimensión y deben "trabajar" para anclar su conciencia en un mundo de tercera dimensión que a menudo se siente ajeno y hostil.
Otros nacen sin esta conexión despertada, y por lo general se sienten más cómodos y "en casa" dentro del paradigma de la tercera dimensión.
Estas personas a menudo se sienten aisladas de las porciones dimensionales más elevadas, de sí mismos e incluso pueden no creer que siquiera exista el "yo superior".
Sin embargo, nuestro cuerpo astral existe, y su vibración más alta es nuestro Guía Espiritual.


Al igual que una persona en la cima de la montaña puede observar y guiar a los residentes del valle abajo, nuestro ser superior astral puede observar sobre la tercera dimensión y guiarnos. A través de la percepción expandida de nosotros mismos del Yo de la cuarta dimensión podemos crear grandes cambios en nuestro mundo físico.

La cuarta dimensión aún tiene la polarización de la luz y la oscuridad, y este reino no es necesariamente más amoroso, sobre todo en los sub-planos inferiores. En la cuarta dimensión el pensamiento y los sentimientos crean una realidad mucho más rápidamente que en la tercera dimensión, y el miedo puede crear el mal con tanta facilidad como el amor puede crear la belleza y la alegría.

Algo muy importante para nosotros es buscar la intención del alma que hay detrás de cada experiencia, para ver lo que estamos tratando de aprender. En el análisis final, la lección más importante es que nuestros ideales se convierten en nuestros destinos.

ESTAMOS EN CASA.




Hemos alcanzado una frecuencia vibracional donde nada de menor vibración puede seguir existiendo. Se ha alcanzado la masa crítica suficiente para que las energías densas deban marcharse, y esa despedida será intensa en los próximos años.


Estamos en un punto que no tiene nada que ver con lo conocido, las cosas han ido ocurriendo poco a poco, creando el patrón necesario para construir la masa crítica para este escenario de desarrollo espiritual, y en él nos encontramos ahora.


De momento muchos de nosotros nos encontramos como faltos de energía, como aislados, solos, nos sentimos  ante un gran abismo y en nuestro interior sabemos que ha llegado el momento; la separación de los mundos.


Los mundos se separarán, y en una realidad se constituirá una forma más elevada del ser, mientras en la realidad restante se crearan  cambios y disoluciones de gobiernos y sistemas, desastres naturales y reajustes de gran intensidad. Viviremos una partida de la vieja realidad que nos llevará hacia una ascensión asombrosa, disponible para muchos de nosotros.
El proceso evolutivo está en su punto final, y comienza una nueva etapa mucho más feliz.


Durante estos cambios hemos experimentado y pasado por distintos procesos. En el físico podemos haber experimentado; ráfagas de frío, con imposibilidad de entrar en calor. La sensación de que nos falta el aire, lo que nos puede llevar a híper ventilarnos, ya que las energías son muy fuertes y nuestros cuerpos se sobrecargan. Palpitaciones y cansancio producidos por estar siendo reestructurados a nivel celular. Dificultad para dormir o dormir mucho y seguir cansados.


En nuestro cuerpo emocional y en el mental tendremos; incapacidad para decidir o sentir certeza de las cosas, indicando esto que estamos en transición de una realidad a otra, y nos sentimos confusos. Sentimientos disperso, perder cosas, y sentirnos con pérdida de poder, esto ocurre porque necesitamos saltar dentro de nuestro verdadero poder, de forma que nos encontremos y recobremos la confianza de saber quiénes somos. Espiritualmente sentiremos un deseo repentino, profundo e intenso de unidad y cooperación con todo, un sentimiento de conexión y hermandad, y la certeza de estar mucho más allá de todo esto.


Cuando estemos en niveles más altos de nuestro proceso de evolución espiritual, nuestras almas empezarán a mostrarse más y más. En este camino, siempre estaremos justo donde necesitemos estar, aquí no hay espacio para ningún error, ni equivocaciones posibles.
Durante el tiempo de reestructuración, puede parecernos que estamos ya de vuelta, que hemos alcanzado nuestro nivel espiritual, y de pronto rebotamos y algo nos vuelve a hacer sentir que estamos abajo, y de nuevo,  tenemos que volver a empezar.

No podemos avanzar hasta que no consigamos integrar la compasión, la caridad, el amor, la amabilidad y la paciencia. Y esto no es necesario solo porque estamos siendo reconectados como humanos de mayor vibración, lo que ocurre es que tenemos que estar preparados para tiempos en los que la humanidad pueda necesitarnos. Podemos imaginarnos actuando periódicamente en servicio de amor y cuidado cuando la humanidad esté experimentando cualquier tipo de bloqueo y aprisionamiento.

En estos cambios evolutivos la gente se unificará reuniéndose en comunidades, para aprovechar los alimentos que se volverán locales y privatizados, hasta que finalmente todos comprendamos nuestro propósito y podamos vivir en armonía  con la tierra, y con los seres que habitan sobre y dentro de ella.

lunes, 28 de julio de 2014

SABER QUIEN SOY.






LA LUZ ES DEMASIADO DOLOROSA PARA QUIENES VIVEN EN LA OSCURIDAD. Eckhart Tolle

 

El autoconocimiento es el medio que nos permite ser dueños de nuestros pensamientos, para de esa forma poder superar a través de la aceptación nuestros miedos y frustraciones. Al conocernos, podemos descubrir los comportamientos y actitudes que tenemos con nosotros mismos, y podemos empezar a escucharnos, atendernos y valorarnos, sabiendo lo que podemos hacer en cada situación.

Si no aprendemos a vivir  y ser felices de forma autónoma, nos relacionaremos con los demás esperando encontrar en ellos lo que nosotros no sabemos darnos. Pero nuestra espera será en vano, ya que no podemos recibir lo que no hemos cultivado antes en nuestro interior.

Aunque todos pensamos que siempre hacemos lo mejor, todos funcionamos condicionados por nuestras creencias, actitudes y conductas egocéntricas, muchas de las cuales no queremos ver ni reconocer. Por eso cuando alguien señala nuestros defectos o debilidades nos ponemos a la defensiva.

Más allá de nuestra reacción infantil, la madures emocional pasa a comprender y aceptar nuestro lado oscuro, lo que los psicólogos denominan “sombra”, de esa manera podemos dejar de proyectar nuestros conflictos internos sobre los demás y sobre el mundo que nos rodean.

El ser humano es especialista en huir del dolor, y cuando llegamos a la edad adulta tapamos y protegemos nuestras heridas tras una máscara, para de esa forma agradar a los demás. Pero ocurre que  de tanto llevarla, corremos el riesgo de olvidarnos de quienes somos, impidiendo curar las heridas emocionales derivadas de nuestros conflictos internos.

 Cuando reprimimos un sentimiento, es porque sentimos tanta culpa y miedo por la sensación que ni siquiera la sentimos de forma consciente, convirtiéndose al instante en una amenaza en el subconsciente que intenta  salir. La mente utiliza entonces mecanismos para mantener el sentimiento reprimido, “la negación y la proyección”, pueden haber más, pero estos dos son los más conocidos, ya que suelen ir juntos y se apoyan mutuamente; negamos a nosotros mismos los sentimientos, y, los proyectamos sobre el mundo que nos rodea.

Cuando la presión de los sentimientos reprimidos nos supera, la mente creará un acontecimiento “ahí fuera” en el que se dé rienda suelta y se desplace. De esa manera: Una persona con una gran cantidad de dolor reprimido, creará inconscientemente acontecimientos tristes en su vida. La persona miedosa precipitara experiencias aterradoras; la persona enfadada se rodeará de circunstancias indignantes; y la persona orgullosa estará constantemente siendo insultada.

Cuando aceptamos el compromiso de amarnos, estamos asumiendo la responsabilidad de crear en nuestro interior el bienestar que antes pretendíamos que nos proporcionaran los demás. Esto pasa también por cuidar nuestro cuerpo y nuestra alimentación, nuestro descanso y nuestro momento de relajación,  el síntoma más evidente de que estamos en el camino correcto es notar un aumento en la energía vital, lo que mejora nuestra salud física y emocional.

Adueñarnos de nuestros pensamientos nos convierte en creadores de nuestra experiencia interior, de nuestras emociones, sentimientos y estados de ánimo, siendo dueños de nuestro destino.

 

LA TÉCNICA DEL PERDON.




 
“Había una vez una isla, donde tan sólo vivían dos personas: uno era un acusado y el otro un policía. Un día el policía decidió encarcelar al acusado, pero notó que había un problema, pues el policía, dado que no había nadie mas en la isla, también tenía que estar todo el tiempo parado frente a la puerta de la cárcel, vigilando al criminal para que no se escapara. Aunque el policía era libre, tampoco podía disfrutar de su libertad y se sentía encarcelado”.

Eso mismo sucede cuando no perdonamos: encarcelamos al otro pero también nos encarcelamos a nosotros mismos.

Perdonar no es excusar las acciones de otros, consiste en darse cuenta de que nada ni nadie pueden dañarte a menos que tú mismo le des el permiso para hacerlo.

 El dolor ante los hechos es la interpretación y el valor que le das a la acción de esa persona que te ha herido. Si caminas por la calle y un borracho te grita cosas horribles, probablemente te ríes y no le das mayor importancia. Sin embargo, si una persona cercana a ti o no conocida hace lo mismo, probablemente te ofenda y te duela por toda la vida. Como verás, la acción es exactamente la misma, pero sólo tú puedes dar a los otros el permiso para herirte a través de lo que interpretas, o por el valor que le das al insulto, permitiendo en muchos casos que te lastime indefinidamente.

 Perdonar no es olvidar, pero sí es dejar ir el dolor del recuerdo. Si puedes recordar un momento en el que te han herido y puedes contarlo sin la emoción negativa atada a ese recuerdo, significa que ya has perdonado. En cambio, si sientes tristeza, ira, culpa o reproche, todavía lo estás viviendo, como un cáncer que te corroe y aunque no lo recuerdes conscientemente está ahí mortificando tus otras relaciones. Cuando puedas relatar ese momento como una anécdota y no como una tragedia, habrás superado ese paso trascendental y sabrás que has perdonado.

 La falta la comete tu agresor la primera vez, pero de ahí en adelante la ausencia del perdón hace que tú mismo te hieras eternamente con el recuerdo.

 Si quieres olvidarte de esa persona, dejarla libre es la única forma de hacerlo, pues mientras decidas no mirar de cerca esta situación para sanarla haces lo contrario: te mantienes ligado a esa persona que te hizo la ofensa. La llevas atada a ti por medio de una cadena invisible y cada vez que la recuerdas le envías directamente tu veneno, pero no sin antes sentirlo en tu propio cuerpo.

 Quizás tu dolor es tan grande que piensas que NO puedes o no quieres perdonar, pero como sabes que te estás haciendo daño a ti mismo y a tus relaciones con los demás debes hacer un esfuerzo. La falta de perdón sobre una situación es la principal causa de enfermedades mortales, bien se ha visto a una persona sanar totalmente luego de un perdón.

 LA TECNICA

 1.-La técnica de apertura 

Hasta en los momentos que sientes que no, puedes perdonar, es posible lograrlo porque dios sólo necesita una apertura en tu corazón. No se trata de negar tus sentimientos, sino de aceptarlos y estar dispuesto. Basta pronunciar dos palabras mágicas: ESTOY DISPUESTO. “Estoy dispuesto a perdonar”. Decir estas palabras y volver a decirlas cada vez que regrese el pensamiento de dolor es muy simple, solo se trata de repetir nuevamente: “Estoy dispuesto a perdonar por medio de mi Dios…” Al soltar tu dolor, vas a notar que Dios en algún momento te dará oportunidad para hacerlo.

 2.- Siente tus emociones, escribe y quema

 Para complementar el primer paso escribe en un papel toda tu experiencia. Escribe mientras sientes toda cada emoción de ira sin reprimirla. Por ejemplo: “Estoy sintiendo un dolor muy grande, tengo una opresión en el pecho, mis lágrimas son saladas. ¡Quiero gritar! No reprimas el dolor, siéntelo. Si lo sientes lo trasciendes. Si lo reprimes sólo lo albergarás en tu cuerpo. Vuelca en el papel toda tu ira, tu frustración y todos tus pensamientos. Cuando termines, toma el papel y quémalo. Al tirar las cenizas, pronuncia estas palabras: “Esto también pasará. Suelto y dejo ir todo rencor” Luego olvida y no pienses más en la situación.

3.-Ora por el bien de tu enemigo

 Quizás esto te parezca lo más difícil, pero cada vez que venga a tu mente la imagen de la persona que te ha faltado envía una luz rosada de amor y pronuncia la siguiente oración: “Que Dios te proteja y que encuentres tu más alto destino de amor y felicidad, ése es mi deseo” Al principio quizás tus palabras no fluyan con sinceridad, pero a medida que sigas con el ejercicio te aseguro que ocurrirán milagros. Muchas personas hieren a otras precisamente porque no tienen dicha propia. Estas personas al encontrar su propia felicidad liberan a los demás. Si practicas con fe y envías amor, es posible que cuando encuentres a esa persona nuevamente la veas diferente como resultado del verdadero perdón que le otorgaste. Pero recuerda, no puedes controlar los pensamientos y las emociones de otra persona, sólo puedes escoger ver las cosas de otra manera.

 De vez en cuando pasa inventario a tu vida y pregúntate si albergas en tu corazón resentimiento hacia otra persona, entidad o grupo. La meta es la de tener un corazón limpio de reproches y rencores.

 Luego de practicar eta técnica, es muy posible que se te revele una verdad respecto a tu reto por medio de un encuentro o de una información que hará que comprendas mejor la situación. Debes estar alerta, pues puede suceder  en cualquier lugar y  momento. Es importante que cuando llegue el encuentro con la verdad de la situación, estés dispuesto a actuar sin miedo ni orgullo, ya que otros factores pueden acabar por dañar la oportunidad. Espera el momento justo, si vas antes de tiempo puedes encontrar una pared y si esperas demasiado puede ser tarde y el rencor puede haber tomado más fuerza. Bajo la tutela de Dios hay un tiempo perfecto, cuando lo sientas, actúa y repite: “Estoy dispuesto a que mi ego sea humillado o herido a cambio de mi libertad sobre esta situación” Te aseguro que el cambio será altamente recompensado. Un ego dolido no es nada en comparación con el sufrimiento y dolor constante.

 Existen situaciones donde el encuentro con otra persona no es lo más indicado, como pasa cuando te ves involucrado con un criminal o con alguien que te maltrata, que es adicto a las drogas o alcohol, o como cuando te encuentras en la vida con alguna persona que te manipula o ejerce alguna clase de control enfermizo sobre ti, ya sea por codependencia o por obsesión, en esos casos el encuentro no es lo ideal y debes distanciarte. Nunca pases la mano sobre la cabeza de un perro rabioso porque sin duda te arrancará los dedos, sólo ora, suelta y espera el momento adecuado. Puedes perdonar incluso a una persona que no está consciente, que convalece, o que ya ha muerto, dado que el alma nunca muere. Somos uno, y al estar todos conectados por una red invisible, este ser recibirá todos tus sentimientos, buenos o malos y de la misma forma, tú recibirás la respuesta correspondiente a tu sentimiento, afectándote de la misma manera, estés consciente o no.

Suelta, deja ir y permite

 Es importante soltar, dejar ir y permitir, entregando totalmente la situación a Dios, sin esperar nada específico, ni que la solución venga como tú la deseas, ni que las personas reaccionen como tú quieres. Retira completamente tu apego al resultado. Si confías y logras desprenderte totalmente de la situación, el miedo, la culpa, la ira y la autocompasión desmedida, verás como la inteligencia de Dios, que rige todos los astros y el universo, lo resolverá. Desprenderse no es una forma de martirio, ni resignación, ni de inacción, por el contrario, es responsabilidad.

 Cuando digo soltar, no quiero decir que hay que dejarle a Dios todo el trabajo ya que debemos hacer nuestras propias elecciones, sólo que éstas deben ser por medo de Su guía. Así mismo debemos estar dispuestos a errar y aprender de nuestros desaciertos porque sólo por medio de la práctica aprendemos a discernir la guía correcta.

 “Un viajero en el desierto conversaba son un sabio sobre la Voluntad de Dios y sobre si debía confiarle todo a Él.

 Cuando el viajero le preguntó al sabio:

 ¿Qué puedo hacer en el desierto? ¿Dejo suelto a mi camello y confío en Dios?

 El sabio respondió:

 Ata tu camello y confía en Dios”

  Cuida tus pertenencias y tus afectos en el día a día, sé íntegro y coherente con tus valores. Entrega tu vida a Dios sabiendo que de todos modos no tienes ningún control sobre cómo las circunstancias van a resolverse, sólo puedes controlar, por así decirlo, eligiendo tu actitud, tus nuevos pensamientos y tus nuevas elecciones.

 Es importante que no manipules ni trates de resolver las cosas con tu mente, deja que todo fluya y permite que las cosas se desarrollen naturalmente. Pero eso sí, mantente alerta, escucha tu voz interior y actúa en el momento indicado, cuando las señales sean tan claras que no puedas obviarlas.

“Dejar ir significa desprenderse del resultado.

Cuando nos entregamos a la voluntad de Dios,

Dejamos ir nuestro apego a cómo las cosas van a desarrollarse fuera de nosotros,

Para prestar más atención a cómo las cosas

Van a desarrollarse en nuestro interior”.

 
Articulo de J.A. Marcos Fonfria

 

domingo, 27 de julio de 2014

TENSIÓN ARTERIAL




HIPERTENSIÓN. (Demasiado alta)

 La imagen de una persona padeciendo hipertensión es la de una olla a presión. Esto le ocurre a la persona cuando acumula, durante largos períodos, pensamientos y emociones que no expresa; la persona siente que es hipersensible y se controla mal. Las iras y contrariedades son reprimidas, en su interior, suele aplazar  para más tarde las cosas que debe decir por miedo o falta de confianza en sí mismo. Esto hace que acabe viviendo en constante tensión nerviosa, porque lo ve todo como una montaña, y cree que no será capaz de realizar sus proyectos. De esta manera, su mente comienza a crear  fabulas, lo cual aumenta sus problemas y su culpabilidad; esto hace que rápidamente su “presión” aumente.

El deseo de controlarlo todo, y poder resolver las situaciones se hace insostenible, viviendo un miedo profundo a ser rechazado sintiéndose en peligro y siempre en guardia.

La hipertensión que vive la persona, puede también hallar su fuente en el miedo a la muerte, consciente o inconscientemente, y en el deseo de sacar el máximo provecho a su vida, porque piensa que está perdiendo su tiempo y no va a poder realizar sus objetivos.

Su afirmación para sentirse mejor debe ser:

“Tengo que aprender a dejar salir el vapor suavemente. Evito la acumulación que provoca la explosión. Aprendo a tener confianza en mí mismo”.

HIPOTENSIÓN  (demasiado baja).

 La hipotensión se halla en una persona cuya presión es demasiado baja, aun así, puede que tenga una presión por debajo de lo normal y sin embargo hallarse en plena forma, lo que indicaría que es la adecuada para ella ya que su calidad de vida no está afectada.

De lo contrario, si no se encuentra bien, puede indicar que su deseo de vivir está ausente; tiene la sensación de que nada funciona bien, y que es inútil hacer esfuerzos porque de todos modos cree que las cosas seguirán sin funcionar. Se siente vacía de energías y no consigue llevar el peso de los acontecimientos. Se abandona al desánimo, su alma ya no está en sus acciones. Vive en el victimismo teniendo la sensación de que su vida es un callejón sin salida. La hipotensión puede llevar a la persona a una pérdida de consciencia, es el signo del que quiere huir de sus responsabilidades, de ciertas situaciones o personas porque el hecho de enfrentarse a cosas, le pueden llevar a realizar acciones que no le apetece hacer.

Su afirmación para sentirse mejor  debe ser:

“Tengo confianza en mí mismo y realizo mis tareas con presteza. Elijo dejarme guiar por mi fuerza interior”

 

DECODIFICACIÓN BIOLÓGICA.




 
 Nos hemos acostumbrado a la enfermedad como si fuese una entidad invasora de nuestro cuerpo. Pero en realidad la enfermedad es una señal del organismo para indicarnos que es necesario un cambio, por eso nos paraliza, nos “detiene” de nuestra envolvente rutina, para que podamos restablecer el equilibrio perdido.

Tengamos presente siempre, que todo lo que le ocurre a nuestro cuerpo, incluida la enfermedad, somos nosotros mismos, no tenemos ninguna enfermedad, porque todo está ocurriendo en un mismo organismo compuesto de células. En nuestro interior no hay separación; somos seres electromagnéticos, un manojo de neuronas interactuando con el resto de células. Por lo tanto, la división no existe, no “tenemos” ningún reuma, somos el reuma, y este nos estaría indicando donde y que tipo de “problema” tenemos, nos está dando información de procesos que no estamos haciendo bien, y por falta de conciencia no nos enteramos.

Las enfermedades que desarrollan los organismos podrían ser el reflejo codificado de un estrés psíquico personal o heredado de nuestros progenitores, ahondar en el origen simbólico de la enfermedad, serviría para curarla.

En algunos países europeos está bastante extendida una forma diferente de comprender la enfermedad. Unos le llaman decodificación biológica, otros, biología total.

Olivier Soulier, un médico francés especialista en esta terapéutica asegura que “las enfermedades deben comprenderse como la interacción de dos fuerzas ancladas en lo más hondo de la existencia”. Se trata de la biología y el espíritu o si se prefiere, el cerebro y el corazón. Quizá resulte más familiar para la mayoría hablar de somatización, pero la simbología va un poco más lejos.

Los síntomas y los signos de la alteración son las palabras de un alfabeto de símbolos en las que se encierra su causa y también su tratamiento. Algo así como un jeroglífico tras el que se oculta la respuesta para la curación. Cada patología lleva un mensaje muy preciso al que la padece, un mensaje sobre su propia existencia como individuo y como parte de una familia.

Tal vez pueda resultar extraño para muchos, pero al observar con más detalle hasta nuestro propio lenguaje confirma la idea de la simbología. Cuando algo nos disgusta exclamamos “no lo trago” o “no puedo digerirlo”. Se habla de mala bilis o se dice “me repatea el hígado” para referirnos a estados de cólera. Pues bien, todas esas expresiones reflejan exactamente el simbolismo físico de las emociones.

Esta forma  terapéutica es absolutamente individualizada, pero hay algunas reglas más o menos generales. Los trastornos del tracto digestivo tienen mucho que ver con la aceptación de lo que viene del exterior. Los matices dependen absolutamente de la vivencia de cada persona. Pongamos un ejemplo simple. Una mala jugada puede vivirse como algo imposible de tragar o como un asunto difícil de digerir. En el primer caso, se manifestaría como una alteración de la garganta y en el segundo en forma de malestar digestivo, vómitos…

En lo que se refiere al hígado y la bilis, la simbología asocia la cólera y la rabia a la función hepática. Incluso la ciencia experimental está empezando a confirmar lo que predica la biología total. Recientemente se ha encontrado una relación entre la pérdida de masa ósea y la depresión. Simbólicamente la pérdida de hueso está asociada a un sentimiento de desvalorización.

Robert Poskin utiliza una imagen que ilustra muy bien lo que se oculta en nuestras redes neuronales. “El cerebro automático es el disco duro de un ordenador en el que se han instalado los programas de la supervivencia animal, de la especie y de nuestra genealogía. En el momento que se enciende el ordenador, el nacimiento, hay programas que se ponen en marcha de forma automática. Después están los programas que se abren con un doble clic.”

Éstos se van insertando con las experiencias de la vida, las expectativas que se ponen sobre nosotros, las creencias que vamos acumulando o heredando. El doble clic lo da un acontecimiento vital estresante que despierta todos los anteriores. La enfermedad física es la mejor solución de supervivencia porque disminuye drásticamente el estrés psíquico que de otro modo sería insoportable para nuestro cerebro. Veamos un ejemplo sencillo del funcionamiento del doble clic. La piel es el mayor órgano del organismo, más de dos metros cuadrados de superficie para el interactuar con el exterior. Simboliza pues el contacto.

Cuando un bebé sufre estrés debido a la separación de su madre después del parto es altamente probable que desarrolle un eccema. Ese bebé, cuando más tarde a lo largo de su vida experimente otra situación de separación, real o imaginaria, revivirá inconscientemente el momento en que le separaron de su madre y muy probablemente tendrá un brote de eccema.

Otro ejemplo de la lógica biológica. Cuando una experiencia es difícil de digerir, el cerebro automático que, una vez más, no distingue entre real, imaginario o simbólico manda a las células del estómago el mensaje ‘multiplicaos para que podamos digerir el trozo y tener una posibilidad de vivir’. Y las células comienzan a dividirse. O sea que una posible solución de supervivencia inmediata sería desarrollar un cáncer de estómago. De hecho, se ha comprobado que la mucosa digestiva tumoral es 10 veces más eficaz para digerir que la normal.

En definitiva debemos de empezar a QUERERNOS mucho más. A estar por la labor de darnos más confianza a nosotros mismos, ya que todo está ocurriendo en un mismo organismo -el de cada uno- y si atendemos a la cuántica está en nosotros la semilla de la propia CONCIENCIA. Somos Conciencia. Por tanto, ese “cuerpo” superior si sabe lo que hace. Hay que cambiar el “chip” y observar, asociar y meditar lo que queremos decirnos mediante la enfermedad.

Pero no luchemos contra nosotros mismos. Inmersos en pleno proceso de enfermedad y por tanto de mayor vulnerabilidad, eso ¡debe de ser lo último que hagamos! Demos a nuestras células razones para seguir viviendo de forma equilibrada y armónica; no restemos, en definitiva. Porque la Conciencia lo único que está haciendo es ALUMBRAR espacios internos que permanecen en la sombra.

 

CREANDO UNIVERSOS,





SOMOS CREADORES.

El campo quántico conforma nuestro universo, y nosotros formamos parte de él. Somos creadores de nuestra realidad física la cual consideramos sólida y tenemos el convencimiento de que no podemos cambiar las situaciones por más que lo deseemos.


Nuestro universo está hecho de energía y electromagnetismo. Se ha descubierto que existen partículas más pequeñas que los átomos, estas partículas se denominan subatómicas y no están hechas de materia, son sólo energía, lo cual quiere decir que no existen en el mundo físico.


Según los científicos son tan diminutas que solo saben de su existencia por el rastro que dejan en los aceleradores de partículas. Parecen existir solo cuando son observadas, y solamente cuando se toma la decisión de ver una partícula la onda de energía invisible se convierte en una entidad concreta (sólida).

 La atención dirigida hacia esa energía reconocible como una onda, es lo que crea la realidad que llamamos mundo físico, dicen los científicos que el observador es el creador de la partícula o masa física del universo.
El resultado de esto es que nosotros, somos quienes creamos a partir de lo invisible (partícula subatómica), con el simple hecho de observarlo. Nosotros también somos un conjunto de átomos moléculas y partículas, tanto atómicas como subatómicas, por lo tanto no somos sólidos como solemos pensar, nuestro cuerpo se regenera en su totalidad en un lapso de 7 años.


Al ser parte de este campo quántico que funciona a base de energía y electromagnetismo, somos una masa de energía, funcionamos gracias a ella y somos como un magneto ambulante.
La física quántica es una de las más modernas ramas de la investigación científica que se desarrolló con el afán de entender la naturaleza de la realidad física, ella confirma y respalda la teoría de que “nuestros pensamientos crean nuestro mundo”, ya que describe con precisión matemática cómo se comportan las partículas que conforman nuestra realidad física.



Esta ciencia nos dice que los electrones se pueden comportar de ambas formas, tanto como partículas, como en forma de ondas de energía invisibles.
Cuando se convierten en ondas, estos “electrones” no se pueden localizar; es como si no existieran, pero existen como campos de probabilidades. Cuando se encuentran en el estado de partícula, el campo de probabilidades se colapsa y se convierte en un objeto sólido.



Los electrones se convierten en materia sólida (o partículas) cuando están siendo observados, y cuando se les deja de observas se convierten nuevamente en ondas de energía invisibles.
En esencia el mundo está construido por partículas y el observador, que tiene el poder de convertir un electrón en partícula sólida o hacerla desaparecer somos nosotros.
Todavía podemos ir más allá diciendo que es posible crear nuestro día intencionadamente, como nosotros queremos que sea.


Pensemos en las cuestiones siguientes:


¿Qué pasaría si los pensamientos que tenemos al despertar tienen el poder de afectar todo lo que suceda durante el día?.



¿Y si todos nuestros pensamientos influenciaran nuestro mundo en su totalidad?



Si aprendiéramos a dirigir nuestra intención hacía las partes de nuestra vida que aun no son visibles y les diéramos vida, tomaríamos nosotros el timón de nuestra vida,  creando las cosas de manera intencional.



Desde un punto de vista espiritual pensemos que nuestros pensamientos afectan a la realidad y por lo tanto nuestra vida entera. Desde ese convencimiento haremos un pequeño pacto y diremos:



Estoy tomándome un tiempo para crear mi día, sembrando en el campo quántico. Ahora es un hecho que nuestro ser interior (el observador) está observándome, y es él quien dirige la energía creadora.



Y sintiendo esta unión digo:



“Envíame una señal hoy de que prestaste atención a las cosas que creé,
Envíame  cosas de una manera en que yo no las espere, para que me sorprenda de mi habilidad de experimentar esas cosas y muéstramelas de cierta forma que no tenga duda que provinieron de ti.”



 

sábado, 26 de julio de 2014

EL OBSERVADOR INFLUYE


 

En 1965 Richard Feynman fue galardonado con el Premio Nobel de Física, junto con Shin-Ichio Tomonaga y Julian Schwinger.


Feynman era un enamorado de la naturaleza, le gustaba saber cómo y porque ocurrían las cosas y encontraba en la esencia de la naturaleza una belleza y un placer que solo descubren aquellos que se esfuerzan por entender sus mecanismos. Era incapaz de resolver las cosas si no las entendía hasta sus más mínimos detalles, y sobre todo no se quedaba quieto hasta no descubrir aquello que no entendía.


 Fue un genio capaz de ver sencillas las cosas aparentemente complicadas, y tenía una capacidad fuera de lo normal para apreciar lo evidente.
Se sintio “atrapado” por la curiosidad de descubrir si era posible la teoría del experimento de la doble rendija de Thomas Young: “ Supongamos que lanzamos dos piedras en un estanque de agua. Cada una de las piedras provocará una serie de ondas concéntricas, estas se mezclarán dando lugar a lo que se denomina interferencia”. Young iluminando una doble rendija, demostró en 1801, la naturaleza ondulatoria de la luz. Solo las ondas interfieran no así las partículas.



Parecía el final de una larga discusión histórica. ¿Está la luz formada por partículas -fotones- o es en realidad una onda? Un siglo más tarde, en los albores de la física moderna, la cosa terminó en empate.


 La luz tiene naturaleza dual y a veces se comporta como si estuviese compuesta por partículas mientras que otras, es una onda.
Feynman propuso que el experimento de Young se realizase con partículas poniendo así en evidencia la naturaleza dual de la materia. Imagino un experimento donde partículas diminutas, electrones, por ejemplo, fueran lanzadas a una pantalla con dos rendijas suficientemente cercanas. Los electrones atravesarían ambas ranuras, cual onda de luz, y se recogería un diagrama de interferencia en una segunda pantalla.


Aunque Feynman propuso el experimento a finales de 1950, nunca pensó que pudiera realizarse, pero en 1961 Claus Jönsson lo logró, utilizando para ello un haz de electrones.
La versión más ambiciosa del experimento la realizó Akira Tonomura en 1989, confirmando trabajos previos de Pier Giorgio Merli. Tonomura logró lanzar contra la doble rendija electrones, de uno en uno, asegurándose así que cada electrón pudiera tan solo interferir consigo mismo.


Básicamente el experimento consiste en lo siguiente. Cada electrón llega a la doble rendija y, al comportarse como una onda, atraviesa las dos rendijas simultáneamente. Al otro lado de las rendijas se produce la interferencia, que es recogida en una segunda pantalla.  Y ahora viene, por fin, lo más sorprendente. Si, intrigados, tratamos de averiguar por cuál de las dos rendijas pasó en realidad el electrón, este se comporta como una partícula y desaparece el diagrama de interferencia.

De alguna manera, el electrón se da cuenta de que lo observamos y cambia su naturaleza. El observador influye por tanto en lo que sucede. Se ha tratado de mil y un formas diferentes de saber por dónde pasa el electrón, sin perturbarlo. Todo ha sido en vano.

Pocas personas en la historia han sido Premio Nobel por sus logros en física teórica, han pintado por encargo una mujer torera desnuda, han reventado cajas fuertes del ejército, han explicado física a Einstein, han tocado la frigideira en Brasil y han sido declarados no aptos para el servicio militar por incapacidad mental. Todos los que lo conocieron recuerdan su sencillez, honestidad, sentido del humor e ingenio.


Feynman murió de cáncer el 15 de Febrero de 1988. Hasta 15 días antes de su desaparición, estuvo impartiendo clases.
 Feynman ha sido uno de los científicos más importantes en la historia de la física en el siglo XX. No sólo por sus descubrimientos, sino por ser un gran luchador contra las posturas dogmáticas y pseudocientíficas.



TIEMPOS PARALELOS




 
Por el momento, todos compartimos el mismo planeta, sin embargo a medida que se acerca el cambio de vibración de nuestro Sistema Solar la separación entre sectores de población crece. Comienza con una antipatía entre los individuos, hasta alcanzar la separación de caminos, una separación de líneas de tiempo que concluye con la separación de dimensiones.


 Nuestro Sistema Solar esta pasando por una región del espacio tiempo con condiciones que varían mucho de las nuestras, hacía el exterior del centro galáctico están los brazos espirales que tienen una frecuencia gravitatoria muy alterada. Como nuestro Sistema Solar se mueve alrededor de este centro galáctico, cíclicamente entra y sale de estos brazos de espiral, por lo que todos los planetas y el Sol experimentarán un cambio en su potencial gravitatorio.


Si el tiempo real es un bucle, cruzando el tiempo cero y entrando en el hiperespacio saldríamos de ese bucle, y a partir de ese momento se abrirían otros bucles para nuestro proceso evolutivo.

Estos serían tiempos paralelos, y ahí la relatividad dejaría de ser para entrar en la física cuántica, porque si reducimos el tiempo a cero, ya no hay diferencia entre causa y efecto, ambos existen como un solo estado de principio a fin, simultaneo y superpuesto.

Esta opción está representada en la mecánica cuántica como una “fase cuántica” particular, un solo ángulo de alineamiento o posición a lo largo de la función de onda.
A diferencia de las partículas que existen como cosas tangibles en un único universo, una función de onda es la colección de posibles estados de esta partícula como existentes simultáneos a través de todos sus universos paralelos.


Cuando la conciencia observa una función de onda, automáticamente selecciona un sola fase de la onda y la convierte en una posibilidad de experiencia.
Actualmente estamos todos compartiendo el planeta en la misma línea de tiempo y es porque estamos enganchados a la misma fase cuántica fundamental, y por lo tanto a la misma realidad primaria, colectivamente pegados en el fondo del mismo campo gravitatorio, como canicas amontonadas en el fondo de una depresión en una lámina de goma.



Si pasáramos por una región del espacio-tiempo alterada, o si una onda de potencial gravitacional pasara a través de nosotros, nuestra realidad colectiva se disolvería.


Entonces cualquier cosa sucedería, cualquier cosa sería posible, el futuro y el pasado se fundirían en un solo instante de la eternidad, y nuestra conciencia impulsada hacia el hiperespacio se expandiría hasta el infinito.

jueves, 24 de julio de 2014

EJERCICIOS OCULARES.




Ejercicios para la visión.
La gimnasia ocular fortalece los músculos y mantiene ágiles los ojos, su realización metódica es una práctica de re educación visual que permite mejorar la funcionalidad de los ojos y mantiene la capacidad visual en buen estado. Son también pues, beneficiosos para aquéllos que, a pesar de tener buena visión, quieran tonificar este órgano tan castigado en la vida moderna. Si bien son unos ejercicios que requieren tiempo y paciencia. Es también un ejercicio de voluntad que puede aportar grandes beneficios; deben ir incorporándose a la vida diaria hasta que no comporten ningún esfuerzo, es decir, hasta que la re-educación visual haya conseguido su objetivo: recuperar la forma natural de mirar. A menudo el problema que se plantea es de pereza disfrazada en forma de falta de tiempo: siempre hay algo más urgente que hacer. Pero la simplicidad de la mayor parte de estos ejercicios permite que sean realizados en poco tiempo y en cualquier lugar y momento. Los hay que ni tan sólo son ejercicios: dormir bien, con la luz apagada, evitar malas posturas... Cuidar nuestros ojos es una cuestión de atención y de tomar consciencia del propio cuerpo, observar qué es lo que nos lleva a enfermar y qué es lo que nos conduce a la recuperación. A la hora de cuidar de nuestra visión, es fundamental ante todo evitar todas aquellas situaciones que produzcan debilidad de la musculatura ocular: cansancio excesivo de los ojos, forzar la vista, malas condiciones de iluminación, bajar los ojos con frecuencia, falta de higiene de los ojos, uso de substancias nocivas para el embellecimiento, etc.

En cuanto a los ejercicios, los hay de diferentes tipos: los activos, que persiguen un objetivo determinado, y los de relajación, que buscan este estado imprescindible para realizar los activos y mantener la vista sana. 

Ejercicios activos

- Mirada analítica: Uno de los malos hábitos de los ojos defectuosos es pretender abarcarlo todo en una sola ojeada, hecho que provoca una fijación de la mirada. Los ojos de los aborígenes de tribus en estado más primitivo tienen una movilidad continua. No fijan los ojos en ningún punto, sino que recorren todos los detalles y extraen una visión de conjunto. Esta es la forma saludable de mirar. La sociedad industrial ha propiciado la modificación de la visión natural que se traduce básicamente en una fijación de la mirada. Para impedirlo, es necesario que los ojos estén en continuo movimiento, tomando cada vez un pequeño detalle del conjunto y que la mirada se vaya moviendo rápidamente de un lugar a otro. De esta manera, el conjunto se dibujará de una manera más nítida a la vez que no representará un esfuerzo extraordinario para los ojos. Hasta que no se adquiera ese hábito, es un ejercicio muy beneficioso practicarlo con una imagen, un paisaje o fragmento, analizando sus partes poco a poco, moviendo rápidamente los ojos.

- Acomodación: Con una revista o un libro en la mano iniciar la lectura manteniéndolo lo más cerca posible de los ojos, empezar a alejarlo lentamente hasta tener el brazo estirado, volver a aproximar la página sin interrumpir la lectura, y así hasta veinticinco veces consecutivas. Después dejar el libro y colocar el dedo índice entre los ojos, lo más cerca que sea posible de la cara, en posición vertical, alejarlo paulatinamente. Finalmente volver a acercarlo, pero siempre muy lentamente. Repetir unas veinticinco veces.

- Gimnasia directa: Este ejercicio tiene la finalidad de habituar el ojo a mirar en todas direcciones y recuperar así la flexibilidad de la musculatura, a la vez que afloja la tensión. Con la cabeza y los hombros relajados pero sin moverse, empezar a mirar primero a la derecha y después a la izquierda y viceversa. A continuación de arriba a abajo. Seguidamente se mirarán las cuatro esquinas de una habitación, i después de unos cuantos días se pasará a la rotación visual recorriendo un círculo con los ojos unas veinte veces en cada sentido. Otra forma de gimnasia directa es cruzar los ojos. En contra de las amenazas maternas de que podrían quedarse así de por vida, mirarse la nariz es una forma de estirar la musculatura. Estos ejercicios pueden resultar al comienzo un poco dolorosos, incluso producir como una especie de mareo debido a que los ojos se encuentran en tensión. Este dolor irá desapareciendo a medida que avance el ejercicio, pero es importante no forzar los ojos en exceso.

- Alternancia: Dirigir la mirada a un lugar oscuro, mantenerla allá unos segundos y mirar hacia un lugar muy iluminado. Efectuar una pausa en esta posición antes de mirar otra vez al lugar oscuro y así sucesivamente. - Balanceo: Este ejercicio se practica de pie, con los pies separados unos 30 cms. y dejando que los brazos caigan libremente, a continuación se inicia un suave balanceo moviendo el cuerpo de un lado a otro. Hay que mover todo el cuerpo, no sólo la cabeza o el tronco, e ir levantando los pies alternativamente. Este ejercicio dispone de dos posibilidades: el balanceo corto y el amplio. En el balanceo corto los pies se separan unos 50 cm. aproximadamente. Hay que situarse delante de una ventana o paisaje, de manera que se disponga de un objeto cercano y otro más alejado. La oscilación debe ser lenta y acompasada. Hay que mantener la mirada en el objeto cercano. Al oscilar hacia la derecha parecerá que el paisaje se mueve hacia la izquierda en relación con el objeto cercano. Cuando se haya observado durante un buen rato, cerrar los ojos, y, sin dejar el movimiento, evocar la imagen, con los mismos movimientos. En el balanceo amplio los pies deben estar más separados y la oscilación debe ser mayor oscilación mayor. Este ejercicio es especialmente beneficioso para los miopes.

- El Guiño: Es uno de los ejercicios más sencillo, y puede hacerse en cualquier momento, ya que simplemente se trata de eso, de guiñar el ojo. Guiñar el ojo permite eliminar los cuerpos extraños, al mismo tiempo que asegura una buena distribución de las secreciones lagrimales, es como un masaje. En el momento de cerrar el ojo, debe apretarse al máximo, tensando toda la musculatura ocular, y en el momento de abrir, relajar.

- La puerta: Situar el dedo índice a un palmo de los ojos y mirar a un punto lejano. Al cabo de un rato el dedo se desdoblará y formará una puerta sin travesaño superior, es decir, que el objeto lejano que se está enfocando quedará enmarcado por la imagen de los dos dedos. En el momento en que intentemos enfocar los dedos, la imagen doble desaparecerá y sólo encontraremos uno de ellos. Probablemente una de las dos imágenes aparecerá más borrosa que la otra, eso significa que el ojo contrario está menos relajado o es más débil. A medida que se vaya practicando este ejercicio, los dos dedos tienen que ir adquiriendo la misma intensidad. - Adaptación: En este caso son necesarios dos calendarios, uno grande colgado en la pared y uno pequeño para tener en la mano. Fijar la vista, primero con un ojo y después con el otro, en el número uno del calendario pequeño y seguidamente en el del grande, y así con cada número de los dos calendarios. La adaptación resulta especialmente beneficiosa para los ojos miopes, ya que les acostumbra a cambiar de enfoque y visualizar, a partir del calendario pequeño, los números del calendario mayor.

- Ojo de pirata: Las gafas acostumbran a graduarse para cada ojo de forma separada. Esta práctica desajusta todavía más el equilibrio y la coordinación de los ojos. Un buen ejercicio para profundizar en el trastorno de cada ojo y posibilitar así el restablecimiento de la coordinación es la utilización de un parche durante espacios cortos de tiempo a lo largo del día. Los parches para los ojos pueden adquirirse en cualquier farmacia. Tapar un ojo con el parche y hacer los ejercicios visuales, o simplemente efectuar las actividades cotidianas, siempre que el ojo descubierto no fuerce su capacidad, ya que en este caso sería contraproducente. Tapar el mismo ojo cada día un rato, mientras se está en casa tranquilamente o dando un paseo, tomando consciencia de cuáles son las sensaciones y sentimientos que provoca. Al cabo de una semana, o el tiempo que se crea necesario, cambiar el parche al otro ojo, comprobando cuáles son las diferencias en la percepción del mundo, las respuestas emocionales y físicas. Es posible que un ojo tenga la capacidad visual muy por debajo del otro, y por este motivo no realice determinados movimientos a la hora de mirar. Con este ejercicio cada ojo realizará de este modo todos los movimientos necesarios para la visión.

Relajación

La relajación es el componente indispensable que persiguen muchos de los ejercicios destinados a mejorar la vista. Muchos de sus trastornos se deben a la tensión y la fijación de la mirada, por lo que la relajación constituye un paso imprescindible para la curación. Los ojos, para su buen funcionamiento, deberían estar siempre en un estado de relajación dinámica, pero muchas veces eso resulta imposible ya que el cuerpo no se encuentra relajado. Es por eso que debe atenderse no sólo a la relajación de los ojos sino al estado general del cuerpo. Si es posible, se recomienda hacer ejercicios de relajación o meditación antes de los ejercicios visuales para que el cuerpo esté y siga relajado. Al ser éste un punto tan importante para el buen funcionamiento de la vista, en los momentos en que los ojos no son necesarios en la actividad que se esta efectuando, tenerlos cerrados o simplemente en un estado de pasividad que permita que estén distendidos.

-Rotación del cuello: Los movimientos rotativos del cuello constituyen una buena relajación, ya que a menudo ése es un punto en el que se acumula tensión y queda agarrotado. También un breve masaje en la nuca hace un efecto similar. Es una buena manera de empezar los ejercicios, o también durante un descanso en el trabajo o durante la lectura. 

- Palmeado: Este es un ejercicio básico destinado al descanso de los ojos. Consiste en poner las palmas de las manos sobre los ojos cerrados, con los codos encima de la mesa. Las manos no deben efectuar ninguna presión, se trata de relajar, pero como más oscuridad se consigue mejor. De esta manera durante unos diez minutos se relajarán los ojos. En el caso de que la visión sea normal o casi normal se verá el campo visual totalmente negro, si no es así es probable que aparezcan manchas grises o de color, franjas luminosas... pero a medida que mejora la vista, estas franjas van desapareciendo. Sea como sea, no debe atenderse a las manchas, ya que en ese caso los ojos no se relajarían. - Parpadeo: Es un ejercicio que consiste en abrir y cerrar los ojos, tal y como se parpadea normalmente pero a más velocidad. Los párpados tienen un papel primordial en la protección de los ojos, del buen funcionamiento de éstos depende en gran parte de que la vista sea buena o mala. Parpadear tiene dos funciones: conceder cierto descanso a los ojos, aunque sea de forma instantánea, aislándolos de la luz, y humedecer los ojos. Cuando la visión es normal, el parpadeo es constante, aproximadamente cada cinco segundos, pero cuando se fuerzan los ojos y se fija la mirada, la tendencia es a disminuir la frecuencia del parpadeo. La práctica repetida estimulará su asimilación inconsciente. Este ejercicio, al ser tan sencillo puede practicarse tan a menudo como uno quiera.

- Acupresura: Para mejorar la circulación y en contra de las tendencias del endurecimiento del tejido muscular se ha demostrado la eficacia de la acupresura diaria; estimula los nervios y los puntos de energía relacionados con los ojos. Consiste en realizar un masaje, apretando ligeramente con los dedos o los nudillos en movimiento circular a los laterales del nacimiento de la nariz; encima de la ceja, en la parte central; por debajo de los extremos exteriores de las cejas, las sienes y la parte superior de los pómulos. Hay otro punto situado en la mano, en el pliegue entre los dedos pulgar e índice, allá donde con la mano cerrada, acaba la arruga. Cuando hay tensión acumulada, se nota una pequeña bola. La acupresura afloja la tensión de la musculatura, y es una buena práctica para relajar los ojos durante largos períodos de lectura o esfuerzo ocular. No es necesario hacer todos los ejercicios que se han descrito. Cada persona debe elegir aquéllos que le parezcan más adecuados a sus circunstancias y que pueda practicar con más facilidad. Es conveniente realizar cada día dos de los ejercicios como mínimo, dependiendo de la disponibilidad de tiempo. Cuando se domina perfectamente un ejercicio, es oportuno pasar a otro o alternándolos de manera adecuada. Muchos de ellos pueden asimilarse en la vida cotidiana y llevarlos a término a ratos perdidos o mientras se lleva a cabo otra actividad.

Por otro lado, hay más factores que benefician la capacidad visual y resultan de gran ayuda durante el proceso de recuperación.

- Baños de sol: La moda de las gafas de sol empezó hacia 1914, antes de aquella época había muy poca gente que llevara, y el que lo hacía despertaba la compasión de los demás, ya que consideraban que padecía alguna enfermedad o que era ciego. Mantener el sol alejado nos lleva al aislamiento de nuestro entorno y aumenta el abismo entre el mundo interior y el exterior. Además, impide la carga del hipotálamo al cerebro a través de los nervios de la vista, que se abre al mundo exterior al globo ocular. De manera que el uso de las gafas de sol no es nada recomendable, ni para los ojos sanos, a no ser en casos excepcionales. El sol es un regenerador del cuerpo en general, y muy beneficioso para los ojos. Aumenta la vitalidad y relaja los órganos. Para los baños de sol oculares, se cierran los ojos y se dirige la cara hacia el sol, desplazando muy lentamente la cabeza de derecha a izquierda y viceversa. Después palmear durante unos segundos y se repite la exposición al sol. También se pueden abrir los ojos muy levemente de vez en cuando, como en un flash. Los baños de sol son recomendables con bastante frecuencia y de corta duración.

- Agua fría: Es recomendable lavar los ojos con agua fría varias veces al día. Así se estimula la circulación sanguínea de los ojos y su entorno de una manera similar como con la acupresura.

- Alimentación: La nutrición juega un papel preponderante en las enfermedades de la vista. Es pues, un elemento imprescindible para la recuperación, así como también para el mantenimiento de una vista sana. En principio, debería hacerse un replanteamiento general que condujera a un proyecto de cambio, o simplemente ajustar la dieta para mantener un régimen de alimentación saludable. Dependiendo de las condiciones de cada uno, la adaptación tendría que ser mayor o menor. Actualmente se consume una cantidad desmesurada de proteínas, por tanto es recomendable efectuar una dieta de eliminación de proteínas o un ayuno de proteínas. Eso se puede hacer durante un período de unas 8 ó 10 semanas, en el que se excluirán de la dieta la carne, el pescado, los huevos y los productos lácteos de cualquier tipo. A partir de entonces será suficiente efectuar una modificación de la dieta normal, ingiriendo estos productos de forma moderada (1 ó 2 veces por semana) procurando que éstos sean de la mejor calidad. Así se cubre la necesidad de proteínas sin producir acumulación. Es necesario evitar grasas de origen animal, conservas, preparados a base de harina blanca, pasteles,, bombones y dulces en general, productos congelados, la sal refinada, el tabaco y el alcohol. Consumir frutas, verduras y hortalizas frescas y de temporada; cereales, especialmente integrales; frutos secos, hierbas aromáticas, ajo y perejil, miel pura...



Texto extraído de 
lacomunidad.elpais.com

miércoles, 23 de julio de 2014

SOBREPROTECCIÓN


 
Una persona que no se esfuerza para alcanzar lo que quiere o para superar sus limitaciones y a quien otros le resuelven la vida, se convierte en alguien perezoso, limitado, inseguro y se estanca en su desarrollo personal.

Aquellos individuos que recibieron todo en su infancia, sin tener que esforzarse o esforzándose muy poco, se convierten, de adultos en las víctimas eternas que sólo saben quejarse y reclaman constantemente cuando no reciben todo lo que quieren sin hacer nada para ello más que manipular.

Esas personas fueron condicionadas por sus padres a que todo lo merecían con tan sólo extender su mano. Y como aprendieron eso en su familia, creen que todos los demás tienen la misma obligación de cuidarlos y cubrir todas sus necesidades. Muchas veces, se sienten incapaces de esforzarse, de realizar un trabajo digno, o de  lograr hasta las cosas más sencillas, tratan de obtener todo sin esfuerzo, pues, en el fondo, tienen miedo de no ser capaces de lograr obtener algo a partir de sí mismos y esto, les genera una sensación de inferioridad ante los demás.

Es muy frecuente ver la dificultad que tienen estas personas, para ser responsables de sí mismos, y menos de otros, simplemente porque no se sienten capaces, o porque no quieren perder su lugar de privilegio ante los demás. Están convencidos de que todos los que están a su alrededor, son responsables de ellos y que deben ayudarles siempre que tengan algún problema grande o pequeño.

Si el apoyo que esperan no llega, culpan a todo el mundo, incluso a la vida misma, de injustos, de egoístas por negarse a darles “lo que ellos merecen”, llegando a caer en depresión al sentirse abandonados por el entorno.

 Su autocompasión y su creencia de merecimiento es tal, que anula la compasión que puedan tener por los demás, a los que consideran “servidores”.
Sólo los padres más déspotas impiden que sus hijos desarrollen sus propios potenciales para vivir. Ellos creen que están haciendo bien, pero están empleando una forma de abuso al anular a sus descendientes.