sábado, 31 de mayo de 2014

SATURNO SEÑOR DEL KARMA (PRIMERA PARTE)




SATURNO, SEÑOR DEL KARMA.


Saturno es nuestro maestro cósmico, él nos enseña a instaurar un orden y un sistema en nuestra vida, nos presenta la realidad kármica personal a la que todos necesitamos hacer frente a fin de evolucionar. Lo que Saturno nos dice con sus influencias en nuestra carta astral es lo que tenemos que hacer, y como buen MAESTRO, lo que es mejor para nosotros.

Cuando nos enfrentamos a factores desconocidos, nos planteamos toda una serie de preguntas prácticas. ¿Cómo reorganizo mi vida? ¿Cómo establecer prioridades? ¿Qué responsabilidades tengo que asumir para que las cosas me funcionen bien?. Todas estas preguntas pueden tener respuesta si  estudiamos el signo del zodiaco en el que se encuentra Saturno, Él puede ser nuestro conductor personal.

Estas breves indicaciones que pongo a continuación, pueden ayudarnos a conocer mejor nuestro camino de realización.
 
SATURNO EN LOS DIFERENTES  SIGNOS DEL ZODIACO.

 

SATURNO EN ARIES.

Es muy probable, que en vidas pasadas hayas sido guerrero o un aventurero, quizás pertenecías a alguna tribu indígena. Lo que sí es muy posible es que tus miedos interiores, tus miedos Kármicos sean estar sola, asumir riesgos, actuar, ser independiente, la violencia y la ira. Es necesario que cuando ocurra algo, corras algún riesgo, después de reflexionar al respecto, y que después pases a la acción cuando sea necesario. Tendrás que desarrollar la fuerza de voluntad necesaria para ser más dinámica y tomar la iniciativa. Tu necesidad Kármica es descubrir la auténtica independencia en todos los niveles. Deseas tener energía física y estar fuerte, sientes la necesidad de ser competitivo y ganar, para tu propia satisfacción. Has de saber cuándo forjar un nuevo comienzo, ya que el camino hacia tu evolución pasa por ser más consciente, más segura de ti misma, y también tener más motivaciones propias. Para eso tendrás que imponer tus propios criterios cuando sea necesario.

SATURNO EN TAURO.

Con Saturno en Tauro podías haber sido en alguna de tus vidas pasadas agricultor, banquero o constructor. Por eso tus miedos internos o Kármicos pueden ser; la pobreza, la perdida de bienes  y propiedades y la inseguridad material. En esta vida tendrás que integrar los valores materiales y los espirituales, creando una realidad práctica que te ayude a aumentar tu autoestima. La necesidad de fomentar tu seguridad, tanto en tu interior como en tu entorno, es muy fuerte. Una vez que te comprometas a explorar y manifestar tus cualidades creativas, te darás cuenta de que tienes la sabiduría necesaria para crear una firme base “terrena” y construir sobre ella con paciencia y determinación. Edificar un hogar, respetar la tierra y disfrutar de las comodidades y felicidad en ese lugar son las cosas que te realizan. El camino de tu evolución pasa por tener un intenso sentido de los valores personales que te reconfortan y proporcionan seguridad y serenidad.

SATURNO EN GÉMINIS.

Cuando Saturno está en el signo de Géminis nos indica que, en vidas pasadas hemos sido escritores, vendedores o conferenciantes. Nuestros posibles miedos Kármicos pueden ser: las críticas y habladurías sobre nosotros, que nos manipulen con palabras, no saber expresar lo que pensamos etc. Nuestra meta en esta vida debe ser, la estructura y organización de una base intelectual práctica y segura, ya que necesitaremos constantemente recopilar información  y compartirla, llegando  a ser  buenos comunicadores capaces de compartir  ideas, pensamientos y filosofía. Trataremos de ser por tanto camaleones de las comunicaciones, desarrollando nuestra capacidad de hablar con personas de distintas condiciones y con necesidades muy diferentes. El camino que nos ayudara en nuestra evolución, consiste en crear intelectualmente ideas inteligentes, desafiantes y productivas, y comunicarlas al mayor número de personas.

SATURNO EN CÁNCER.


Si Saturno está en la Casa de Cáncer, es muy probable que en otras vidas hayas sido madre, cocinero, un niño abandonado o una mujer emocional. Tus miedos Kármicos son: ser demasiado emocional y vulnerable, no sentir amor, no tener hijos, no recibir los cuidados necesarios y no valorar las emociones delos demás. Tendrás que aprender a comprender y expresar tus emociones, ser receptivo y sensible a las necesidades emocionales de los demás. Al mismo tiempo has de salir de tu sombrío estado de ánimo, y ser más juvenil, más infantil incluso. Proponte crear y construir un entrono hogareño emocionalmente seguro y feliz para tu familia. El camino que conduce a tu evolución pasa por estar más conectado a necesidades de amor y cuidado de los demás, comprendiendo sus sentimientos.

SATURNO EN LEO.

En el signo de Leo, Saturno te indica que en vidas pasadas has sido un dirigente, un actor, un niño eterno o un jugador. Así que tus miedos en esta vida pueden ser: no tener la aprobación de los demás, envejecer, divertirte, sufrir un atentado y que los demás no te tomen en cuenta. Ahora, en esta vida, tendrás que saber que para mandar  antes tienes que aprender a ser un líder inspirado; y llegar a ser un modelo de fuerza  y amor. Aprende a amar, a respetar, y respetarte a ti mismo en lugar de pedirles a los demás que lo hagan, así te convertirás en un maestro. Encuentra la fuerza de ánimo y la voluntad necesarias para asumir riesgos que, en última instancia, te conducirán a la confianza en ti mismo y a la autoafirmación. Trata de comprender al niño alegre y espontaneo que llevas dentro. Se creativo en tus diversiones y actividades, conecta con los demás de corazón a corazón. El camino de tu evolución pasa por tener confianza en ti mismo, por ser un ejemplo para los demás, un maestro brillante para aquellos que buscan en ti esas cualidades.

SATURNO EN VIRGO.

Este aspecto indica que, en vidas pasadas puedes haber sido médico, enfermera, líder sindical, criado o activista en defensa de los derechos de los animales. Es posible que tus miedos Kármicos sean: los médicos y enfermeras que no saben cumplir con su trabajo, cometiendo errores y anteponiendo las ganancias materiales a su profesión, no ser perfecto, ser organizado en exceso, no comprender y caer enfermo. Es responsabilidad tuya en esta vida, comprender el auténtico significado de la perfección, interior o exterior. Ponte al servicio de los demás, especialmente en lo relativo a la salud física y emocional. Sé organizado y eficiente, pero no te obsesiones con los extremos de lo que está bien y lo que está mal, con lo que es correcto y lo que es incorrecto. Consigue un elevado nivel  de discernimiento utilizando tu capacidad analítica y lógica. En lugar de dejarte abrumar por los detalles, incorpóralos en un sistema que estimule la productividad. El camino que conduce a tu evolución pasa por convertirte en portavoz del discernimiento, de fomentar la buena salud y la coherencia interna, tanto la personal como la ajena.

domingo, 25 de mayo de 2014

¿SOY WENDY?





El síndrome de Wendy se puede definir como un conjunto de conductas que realiza la persona por miedo al rechazo, por la necesidad de sentirse aceptada y respaldada y por temor a no ser querida. En definitiva, es por una imperiosa necesidad de seguridad: “Cuando La persona actúa como madre de su pareja, liberándole de responsabilidades, se puede decir que es Wendy.

Tras un Peter, siempre se encuentra una persona que se encargue de hacer todo aquello que él no hace, Peter no existiría sin una Wendy que lo aguantase.

La madre que despierta todos los días a su hijo para que no llegue tarde al trabajo, la esposa que asume todas las responsabilidades en casa, la que  toma las decisiones y la que justifica la ineficacia de su pareja ante los demás; está actuando bajo el síndrome de Wendy.

Estas algunas de las conductas que definen a una persona que padece el síndrome:

Sentirse imprescindible.

Pensar que el amor es sacrificio y resignación.

Evitar a toda costa que el otro se enfade.

Intentar continuamente que la pareja sea feliz.

Insistir en hacer las cosas por la otra persona.

Pedir disculpas por todo lo que no ha hecho, o no ha sabido hacer.

Siempre hay que tener en cuenta, que la persona que actúa de esa forma lo hace por miedo al abandono y el rechazo.

Para quienes sufren el trastorno, su forma de actuar es una necesidad y no consideran que lo están haciendo mal, sino que con su actitud, cubren unas necesidades de afecto, pertenencia y seguridad. Por eso la superación del problema, depende de la capacidad de quien lo sufre de reconocer que su conducta está equivocada. Tendrá que reconocer sus propios miedos y a partir de ahí aprender a tener su propio sitio. En definitiva se trata de:

Establecer relaciones equitativas, escuchar los problemas de los demás, pero sin sentirse obligado por ello a resolverlos.

Incrementar la autoestima personal.

Acostumbrarse a decir NO.

Aprender a madurar, a pensar que cada uno es responsable de su vida.

No asumir los deberes y responsabilidades del otro.

Ser consciente de que los cambios de hábitos son lentos, y no se producen de la noche a la mañana.

Estas pautas sirven como prevención y superación de este trastorno, aprendiendo la persona a defender sus derechos sin agredir a los demás ni dejarse avasallar.

viernes, 23 de mayo de 2014

METATRÓN



 

El Libro de Enoc, perteneciente a la tradición Merkavah, describe la transformación de Enoc en el arcángel Metatrón. Su nombre aparece escrito de dos maneras; un nombre de seis letras, que se piensa que es el de Enoc transformado en ángel, y otro de siete que consideran que es el  Metatrón primordial, una emanación de Dios. Metatrón es la décima y última emanación. Se relaciona con la Presencia Divina en la Tierra.

En el Zohar se llama a Metatrón “el joven”, que podría significar “sirviente”, este texto identifica a Metatrón como el ángel que guio a los israelitas en el éxodo. También se dice que cuando Enoc estaba en la Tierra, se dedicó a escribir un libro que contenía los secretos de la sabiduría hasta que fue llevado al Cielo para convertirse en ángel. Dios le permitió a Enoc continuar este mismo ministerio en el Cielo. Todos los secretos sobrenaturales fueron puestos en las manos de Metatrón quien a su vez los ponía en manos de quienes los merecían.

Metatrón es el ángel patrón de los niños, a los que guía tanto en la Tierra como en el Cielo, ayuda a los niños índigo y cristal a superar los obstáculos de su evolución. Los padres pueden pedir a Metatrón que guie a sus hijos en su educación, espiritualidad y desarrollo de sus habilidades psíquicas.

Por ser un ángel que una vez fue humano, a Metatrón se le asocia con los arcángeles Gabriel y Samael cuando trabajan como ángeles de la muerte. El los supervisa cuando ayudan a las almas a hacer su transición del plano físico al espiritual.

Es el guardián de los registros akásicos, al que se puede pedir ayuda para perfeccionar nuestra alma. Los registros akásicos son una manera de explorar las vidas pasadas pues contienen “la mente de Dios”, o la memoria de todo lo acontecido desde el principio de los tiempo. Metatrón tiene acceso a la sabiduría divina, y la ofrece a los ángeles guardianes para ayudar a los seres humanos en su evolución.

Metatrón se encarga de dirigir la ascensión y activación del cuerpo de luz del ser humano. Es un ángel poderoso que, porque fue humano, conoce el camino de la iluminación. Representa el potencial de transformación y purificación del alma cuando se propone trascender la materia para unirse al espíritu puro de la divinidad.

domingo, 18 de mayo de 2014

COLORES EN NUESTRA VIDA.



 
 
Nuestro universo tiene un brillante espectro de colores. Cada color vibra en un nivel que corresponde a una parte del cuerpo y a la emoción que se aloja allí, y en consecuencia se corresponde también con un signo del zodíaco.

Los colores pueden provocar un cambio en nuestras emociones, proporcionarnos paz y serenidad, reconfortarnos el alma o impulsarnos a la acción. Los colores estimulan, electrizan, relajan, alivian e incluso curan. Dadas nuestras asociaciones  subjetivas, los colores pueden dar forma a nuestra experiencia. En la meditación, el color es un vehículo importante para potenciar y sanar nuestro mundo interior, mientras a nuestro alrededor nos ayuda a crear ambientes que nos resulten apropiados desde el punto de vista energético.

Los colores tienen además de una importancia simbólica, un potencial emocional especifico. Estas son sus correspondencias con los signos del zodiaco y sus propiedades físicas y emocionales:

ROJO: ARIES.

Simboliza: la voluntad, la autoafirmación, la fuerza, la ira.

Características:

Estimula, alegra, entusiasma y alienta; proporciona una rápida energía; es un antídoto contra la depresión; fomenta la ira constructiva; aumenta la fuerza física.

VERDE: TAURO.

Simboliza: el crecimiento, la primavera, el amor, la prosperidad.

Características:

Promueve la serenidad, ayuda  a evolucionar, proporciona armonía y equilibrio interior, aumenta la fertilidad.

AMARILLO: GÉMINIS.

Simboliza: el estímulo intelectual, la claridad mental.

Características:

Estimula el potencial creativo; fomenta el enfoque cerebral, favorece la comunicación, potencia la comprensión, promueve el enriquecimiento educativo, aumenta la capacidad de estar libre de perjuicios.

AZUL PLATEADO: CÁNCER.

Simboliza: los sentimientos profundos, la calma, la serenidad.

Características:

Fomenta la relajación, estimula la expresión creativa, ayuda a acceder a las emociones, calma la ira y la agitación, protege de las influencias emocionales negativas.

DORADO: LEO.

Simboliza: las verdaderas relaciones de corazón.

Características:

Crea confianza en uno mismo, desarrolla el amor y el respeto por uno mismo, proporciona cálidas relaciones con los demás, estimula el coraje.

NARANJA: VIRGO.

Simboliza: la curación, la energía.

Características:

Produce una sensación de bienestar, reduce la depresión, disminuye los miedos, aumenta la curación física cuando las emociones han creado dolor, inspira la confianza en uno mismo.

ROSA: LIBRA.

Simboliza: el equilibrio, la armonía y la cooperación.

Características:

El color rosa nos favorece la comprensión en nuestras relaciones, estimula la creatividad, crea una atmosfera de refinamiento, aumenta la armonía y el equilibrio, fomenta la cooperación

ROJO OSCURO: ESCORPIO.

Simboliza: la fuerza, la sexualidad, la pasión.

Características:

Libera de antiguos miedos kármicos, fomenta la determinación y el impulso, potencia la pasión sexual, proporciona un incremento de energía duradera.

PURPURA: SAGITARIO.

Simboliza: la experiencia trascendental.

Características:

Aumenta la expansión filosófica, potencia la conciencia espiritual, propicia un aumento de la intuición,  aumenta la comunicación con el alma, fomenta el optimismo.

MARRÓN: CAPRICORNIO.

Simboliza: el pragmatismo y la fiabilidad.

Características:

Favorece la concentración en la realidad, fomenta la disciplina y la responsabilidad, mantiene el foco puesto en los objetivos, promueve la conexión con el cuerpo para sanarlo.

AZUL ELECTRICO: ACUARIO.

Simboliza: la individualidad y la originalidad.

Características:

Fomenta la unicidad, estimula la necesidad de humanismo, favorece la innovación, potencia la capacidad de estar libre de prejuicios, fomenta la racionalidad.

LAVANDA: PISCIS.

Simboliza: el espíritu, la conexión con Dios.

Características:

Aumenta la conciencia espiritual, fomenta la armonía con niveles de conciencia superiores, limpia los canales psíquicos, favorece el perdón, promueve la comunicación con el alma, crea estados meditativos que ayudan al descanso y la curación.

Los colores nos rodean, utilizar sus cualidades nos puede ayudar, por lo que es conveniente  que prestemos atención a aquellos colores que nos atraen, y saber descifran su simbología. Llevar con nosotros el color que sintoniza con nuestra vibración,  nos aporta energía y vitalidad.

sábado, 17 de mayo de 2014

MAYO 2014




Sabemos que no son momentos fáciles, vivimos con los pies bien plantados en este planeta y en medio de una humanidad en caos. Avanzar en medio de la confusión requiere de una sólida coherencia interior, sin la más mínima duda del lugar que cada uno ocupa en el gran concierto cósmico. Los espíritus valientes, seguros y confiados de su tarea en la tierra, se permiten abrirse a la iluminación de este momento.

Después de la Gran Cruz Cósmica de abril, muchos han experimentado los cambios que necesitan, otros están a punto de hacerlo cuando Marte comience su marcha directa el 20 de mayo. Otras personas atravesaron ese evento con una sensación de caos y desconcierto. Y otros abandonaron este plano.

Cuando se presenta un período de eventos caóticos, se produce un entrecruzamiento de diferentes líneas de tiempo, como si las dimensiones colisionaran entre sí. Se borran los límites, emergen fuerzas caóticas de los viejos paradigmas que presionan para no desaparecer, estas fuerzas pueden estar representadas entre otras cosas por las mafias, la corrupción, el fundamentalismo, los líderes que quieren seguir manipulando al rebaño.   


Para el humano común las viejas energías se mezclan con las nuevas formas de vida, por lo cual la mente se confunde, no puede discernir  entre lo correcto y lo incorrecto, entre lo real y lo  ilusorio. Lo nuevo es incierto si no se han aventurado a explorar su interior y confiar en su poder personal. El mundo de las formas y las seguridades materiales de la 3D siguen siendo una atracción seductora para el humano convencional que  no ve más allá de sus necesidades.
Hay muchas almas dormidas que están haciendo peligrar el plan porque olvidaron su compromiso espiritual para este momento.
Encontrar el eje para centrarse no suele ser fácil. Se requiere una fuerte decisión de la voluntad para permitir que la iluminación y el recuerdo del alma se haga presente en el ahora.

La Luna Llena de Tauro te facilita este Recordar. Desde el 14 de mayo hasta el plenilunio del 13 de junio tienes una gran ventana de oportunidades para alinearte con tu propósito de vida. ¿Cuál es tu lugar, has encontrado tu “nota única”, tu resonancia personal en el Entramado Cósmico? Este es un momento cósmico de mayor claridad e iluminación para encontrar tus respuestas.
 
Si bien experimentamos  situaciones de aparente confusión, son empujones evolutivos de aceleración cuántica. ¿Qué significa esto? Que cada uno de nosotros es una partícula de vida resonando en el gran entramado de la Creación. Y como partículas, somos parte de otras partículas que están resonando en otro lugar del universo, se lo suele llamar  nuestro doble dimensional o espíritu. Buscamos unirnos a esa otra parte nuestra, que está conectada con la Fuente de Vida, en el origen.

Cuando nos separamos del Creador, de la Fuente, una partícula quedó vibrando en la Fuente, otra tomó cuerpo humano. Somos una partícula de Dios haciendo una experiencia humana para regresar a la Unidad.  A esto se le suele llamar Ascensión. Sin embargo antes de regresar a la Unión con la divinidad nos encontramos con todas las partes separadas de la Creación, son “nuestros semejantes”, los llamados humanos dormidos o desconectados y sus acciones destructivas, violentas, opositoras, sin amor del verdadero, en fin, todas las distorsiones a la conservación de la vida.  Se necesita una capacidad de profundo amor infinito para aceptar los caminos de la evolución sin juzgar.  Ellos también son nuestras partes separadas, porque Todos Somos la Unidad. 


Dentro de nuestro ser, a la altura de la glándula Timo está esa partícula de vida que busca reconectarse con su origen Cósmico. Hay un latido específico en tu corazón donde experimentarás la Unidad.  La Ascensión no es solamente subir escalones evolutivos, es encontrar tu Código específico, tu nota única dentro del Sagrado Templo del Corazón.

Las purísimas energías que fluirán a partir del 14 de mayo están disponibles para todo ser humano que se abra a recibir la Iluminación de su Ser.
Necesitamos muy especialmente la iluminación para comprender qué nos está pasando en estos momentos tan particulares. Recordemos que la luz ilumina en la oscuridad, no resuelve problemas. Muchos piden luz y cuando ven la realidad se asustan y retroceden. Cada uno debe encargarse de resolver la oscuridad que lo rodea, por ahora no hay gobierno o institución preparados para resolver el caos, porque esto requiere un nivel de integración de conciencia que ellos no tienen tiempo ni interés de experimentar.


Las energías de la iluminación llegan en forma de códigos de luz, impactos lumínicos, sueños, sensaciones diferentes, activaciones hormonales. No hay que interpretar con la mente, hay que recibir en el corazón y dejarse fluir en el nuevo estado de conciencia que se produzca. El espíritu fluye sanando y llenando espacios vacíos en suaves  impulsos lumínicos.

Ana María Frallicciardi

jueves, 15 de mayo de 2014

ENERGÍA ASTROLÓGICA DEL CUERPO.


 
Nuestro cuerpo es uno de los medios más amplios para expresar nuestro inconsciente. Nuestra fisiología funciona como un barómetro infalible de nuestro estado, tanto emocional como físico. Es importante saber que cada parte de nuestro cuerpo tiene una conexión con un signo del zodiaco. La siguiente lista puede  ayudarnos a conocer las conexiones:

ARIES:                Cabeza, cerebro, ojos y cara.

TAURO:              Cuello, garganta y orejas.

GÉMINIS:            Manos, brazos, hombros, pulmones y sistema nervioso.  

CÁNCER:            Pecho y estómago.

LEO:                    Corazón, parte superior de la espalda, y costados.

VIRGO:                Vesícula,  hígado, intestinos y páncreas.

LIBRA:                 Riñones y parte inferior de la espalda

ESCORPIO:        Órganos de la reproducción, genitales, recto y vejiga.

SAGITARIO:        Muslos y caderas.

CAPRICORNIO:  Rodillas y parte inferior de las piernas.

ACUARIO:           Tobillos y sistema circulatorio.

PISCIS:                 Pies.

El lado derecho del cuerpo simboliza el principio masculino: externo, directo, orientado hacia la acción, energético y consciente. Como agente del tiempo, representa el presente y el futuro.

El lado izquierdo del cuerpo, simboliza el principio femenino: receptivo, emocional, intuitivo, pasivo e inconsciente. En el plano temporal, remite al pasado y puede ayudarnos a comprender enfermedades  o accidentes Kármicos. El lado izquierdo puede ser un valioso aliado para ayudarnos a comprender recuerdos de vidas pasadas.

EJEMPLO:

Supongamos que al subir una escalera tropiezas y te lastimas la rodilla izquierda. Las rodillas son un símbolo de Capricornio, el signo de las normas, la responsabilidad, la estructura, la disciplina, el compromiso, la realidad, la cautela, la rigidez, la arrogancia, la inflexibilidad y mucho más. Tal vez te indique que has estado soportando la carga de demasiada responsabilidad en el trabajo y necesites un descanso. Es posible que hayas sido demasiado inflexible con tu entrono y necesites modificar tu conducta. O tal vez necesitas comprometerte más, o ser más disciplinada en determinado ámbito de tu vida. Utiliza pues las palabras de Capricornio y eso te ayudara a descifrar el mensaje simbólico que te está dando tu inconsciente.

Esto lo podremos aplicar a cada parte de nuestro cuerpo, para conocernos mejor y tener una buena calidad de vida.

martes, 13 de mayo de 2014

LOS SIMBOLOS Y EL INCONSCIENTE





 

“El sueño es la pequeña puerta oculta en el santuario más profundo e íntimo del alma, la puerta que se abre a esa noche cósmica primigenia que era el alma entes de que existiera un yo consciente, y que seguirá siéndolo mucho más allá de lo que un yo consciente podrá alcanzar jamás”

Carl Jung


En “la estructura y la dinámica de la psique”, Jung define el inconsciente como: “Todo lo que sé, pero en lo cual no pienso en este momento; todo aquello de lo que una vez fui consciente, pero que ahora he olvidado; todo lo que he percibido por mis sentidos, pero que mi mente consciente no ha registrado; todo lo que, involuntariamente y sin prestar atención, siento, pienso, recuerdo, deseo y hago; todas las cosas futuras que están formándose en mí y que alguna vez haré conscientes; todo esto es el contenido del inconsciente”.

La parte inconsciente de nuestra personalidad, o “sombra”, contiene muchos de los rasgos y características que conscientemente rechazamos y, en consecuencia, reprimimos. Por temor a los recuerdos oscuros que podríamos desenterrar y los estragos que nos podrían causar, tenemos muchas veces miedo de nuestro inconsciente.

Así podemos considerar que nuestro inconsciente puede ser nuestro mejor amigo, un almacén de información que deseamos hacer consciente. Lo difícil es cómo acceder a esa información, porque nuestro inconsciente no tiene una vía de comunicación directa con nuestra mente consciente. Además, mientras que nuestra mente consciente nos proporciona una información más literal, el lenguaje del inconsciente es en su mayor parte simbólico.

Analizar los sueños puede ser una experiencia iluminadora que nos ofrece un profundo nivel de comprensión, siempre y cuando sepamos interpretar los símbolos que nos brinda nuestro inconsciente. También es importante relacionar la simbología onírica con los símbolos astrológicos, ya que el hacerlo nos aporta una gran cantidad de datos importantes. Para tener una idea podemos estudiar algunas estructuras simbólicas:

Si soñamos con una casa, algo que es bastante corriente, recordaremos la estancia o estancias en las que nos encontramos: el sótano representa lo interno, lo desconocido- nuestro inconsciente-; el primer piso puede ser nuestro yo o nuestra personalidad, el desván nuestro lado espiritual etc. También tenemos la oportunidad de situar el sueño en un contexto temporal: las casas viejas suelen simbolizar recuerdos del pasado, o bien soñamos que vivimos en nuestra casa y en el sueño nos dicen que no es nuestra. Analizar todas estas cuestiones aunque nos parezca un poco lioso, todo es cuestión de práctica y voluntad de conocernos. La siguiente lista te ayudara a encontrar correspondencia entre las partes de una casa y los signos del zodiaco:

Aries: la entrada, el recibidor, una antesala.

Tauro: el jardín, los muebles.

Géminis: el pasillo, el teléfono, el garaje.

Cáncer: la cocina, la sala de estar, los grifos.

Leo: la habitación de los niños, el cuarto de juegos, el cuarto de la televisión.

Virgo: el cuarto de baño, la ducha, la lavadora.

Libra: los objetos artísticos o decorativos, el salón.

Escorpio: el sistema séptico de la casa, el inodoro.

Sagitario: el balcón, la terraza, la biblioteca, el desván.

Capricornio: el comedor, el tejado, el despacho.

Acuario: la instalación y los aparatos eléctricos, ordenadores.

Piscis: todo el sistema de desagües de la casa.

Al relacionar estos símbolos, podemos aplicar las cualidades de cada signo a la estructura del sueño, y de esta forma comprender que es lo que nos está indicando. Por las noches antes de dormir pide a tus guías que te ayuden a recordar los sueños. Siente que estas preparada para conocer qué recuerdos están almacenados en tu inconsciente, y afirma que no tienes miedo de conocerlos.

domingo, 11 de mayo de 2014

PERSONALIDAD



 
Nuestra personalidad es la lente a través de la que vemos nuestra vida. A través de ella reaccionamos ante el mundo y experimentamos y enjuiciamos acerca de él, abarca nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestras sensaciones, motivaciones y sueños, además lleva el sello de nuestra historia familiar.

A nivel inconsciente, nuestra personalidad nos conecta con nuestro sistema de creencias, aprendidas de nuestros padres; nos pone en contacto con nuestros niño interno; con nuestros recuerdos, buenos y malos, con nuestros sueños, con nuestro miedos y traumas.

Pero ocurre, que en ese nivel profundo, existen también recuerdos de experiencias de vidas pasadas, con información importante de quienes y qué hemos sido. Toda esta información, se transforma en fuente de motivación de nuestros impulsos, de nuestros miedos a afrontar el presente y de nuestras relaciones.

Todas las relaciones importantes nos facilitan información acerca de nuestros puntos ciegos. Jung pensaba que cuanto más profundamente reprimimos los pensamientos y sentimientos respecto de nosotros mismos, más intensamente los creamos fuera de nosotros como conflictos y caos. Atraemos a otras personas para que nos enseñe precisamente lo que conscientemente no queremos saber de nosotros mismos. Una vez que comprendamos esto, seremos capaces de transformar aquellos comportamientos que necesitan un cambio.

A menudo, las experiencias de nuestra vida suelen influir en la dirección de la personalidad, haciendo que nos desviemos del camino evolutivo que teníamos trazado. Nuestro desafío, como adultos espirituales que somos, es encontrar la ruta adecuada en la que nuestra personalidad, alineada con nuestro espíritu pueda avanzar. Solo entonces nos sentiremos plenos y equilibrados, recordando por fin el camino a Casa.

domingo, 4 de mayo de 2014

DECIRTE.....HASTA PRONTO.



En ocasiones, nos podemos ver sumergidos en una relación que nos resulta frustrante, dolorosa y triste. Notas que estas estancada, te preguntas ¿Qué ocurre?, porque no funcionan las cosas, ¿acaso no ve la otra persona lo maravilloso de nuestra relación?.

Analizando las cosas comencé a pensar porque podría ser así, que ocurría para que estando unidos, tuviésemos esa desunión. Y sentí; que nuestra relación podía estar existiendo en distintas dimensiones. Cada uno de nosotros sentía vibraciones distintas, la conexión que yo sentía, no era sentida por la otra persona, por lo que yo estaba sosteniendo un espacio energético, que ella no estaba dispuesta a compartir conmigo.

La dimensión, vibración y frecuencia que cada uno elige, son parte de las experiencias que ha venido a experimentar, por lo que podemos entrar en relaciones que tengan frecuencias distintas, y aunque les aportemos la nuestra, ellos no tienen por qué seguirnos, al contrario, en nuestro afán por igualarnos puede que se sientan coaccionados e incluso que nos rehúyan.

Esto puede ocurrirnos en todas las áreas de nuestra vida, no solo en las relaciones de pareja, aunque es más frecuente que ocurra cuando estamos atados emocionalmente con alguien. A veces sostenemos nuestro espacio energético para que los demás nos acompañen allí,  pero es inútil, porque al no compartir nuestra visión podemos estar juntos cierto tiempo, pero después cada uno tiene que seguir su camino, y en el intento podemos perder mucha energía.

Estos desequilibrios podemos considerarlos fruto de nuestra evolución, de nuestro crecimiento espiritual, y conforme nos acercamos a dimensiones superiores, nos daremos cuenta de que cada cual camina a su ritmo, y no todos recordamos que relación tuvimos con la otra persona en vidas pasadas.  Y en el caso de que una de las dos personas se diera cuenta de la relación que tuvieron, no pueden compartirlo pues no lo entenderían, ya que es muy difícil evolucionar todos al mismo tiempo, aunque todos  vayamos al mismo lugar.

Cuando nos damos cuenta podemos sentirnos rechazados, no entender porque ocurren las cosas, y nos preguntamos ¿Qué podemos hacer?. Pues nada, liberarnos y liberarlos, seguir nuestro camino y relacionarnos con personas que estén alineadas con la dimensión, frecuencia y vibración en la que cada uno se encuentre. Esto nos puede ocurrir también con nuestra familia biológica, y al estar con ella por contratos álmicos la separación puede ser más dolorosa, ya que sentimos que estamos rompiendo un compromiso, y que deberíamos prestarles ayuda. Pero no es así, y muchas veces no les hacemos, ni nos hacemos ningún bien al intentarlo, el camino tiene que andarlo cada uno por su propio pie.

La vida es una escuela de aprendizaje muy valiosa, aceptar que cada cual se expresa desde su nivel energético nos proporcionara paz y equilibrio, pudiendo desconectar de aquellos contratos álmicos que nos tienen atrapados y recuperando nuestra energía. Cada uno de nosotros tiene que estar en su centro, y todos los estados son buenos, simplemente son distintos, respiremos con alegría nuestro paso hacia nuestras respectivas dimensiones y seremos más felices.

sábado, 3 de mayo de 2014

PETER PAN.



Hacia el final de la adolescencia, cada persona empieza a orientar su vida hacía una determinada dirección. El problema surge cuando existe la negación a superar esa etapa y resistirse a crecer y afrontar responsabilidades.

Si no se supera esta fase, ocasiona problemas emocionales, como baja autoestima, ya que se quiere todo, sin renunciar a nada de lo que se tiene. La persona no está dispuesta a ponerse en la piel de los demás para conseguir sus metas  y objetivos, no obstante se queja y culpa a los demás  de lo que le ocurre. Al no sentirse parte del problema, ni por un momento piensa en cómo podría solucionarlo.

Peter Pan es el personaje de literatura infantil, creado por James Matews Barris en el año 1904. El protagonista de la historia, fue usado por el psiquiatra Eric Berne en 1966, para describir al niño que todos llevamos dentro, centrado en sus propias demandas y necesidades.

Dan Kiley,  en el año 1983, definió el síndrome de Peter Pan como el conjunto de rasgos de la persona que no sabe o no quiere renunciar a ser hijo, quedándose atrapado por su infancia.

Entre las características por las que podemos reconocer a un “Peter Pan” están:

Quieren que los demás cubran sus necesidades, y que le den lo que pida, si no es así se enfada. Su comportamiento sigue siendo el de un adolescente. Tiene idealizada su juventud, de la que habla más que de su futuro. Tiene miedo a la soledad. Es inseguro, aunque no lo demuestre. Su actitud está más centrada en recibir, pedir y criticar que en dar, querer o hacer. No se quiere comprometer, ya que piensa que esto será un obstáculo para su libertad.

Con frecuencia un Peter, busca tener a su lado una persona que cubra sus necesidades básicas. Considera a los demás responsables de que las cosas no le salgan bien. Está centrado en sí mismo, en sus disgustos, en su estrés, en su exceso de trabajo, y aunque disfrute de éxito profesional, o económico… no está contento, ya que siente que la vida no tiene la firmeza y la estabilidad que le gustaría.

A pesar de que no se siente satisfecho con lo que tiene, no se ve con fuerza para solucionarlo, ya que eso implicaría hacerse mayor…tener RESPONSABILIDAD.

viernes, 2 de mayo de 2014

¡¡¡¡¡¡ES MIO!!!!!!!


                                         
                                           
El ego se identifica con lo que se tiene, con lo que se posee, pero la satisfacción es efímera y de corta duración. Oculto dentro de este ego existe un sentimiento profundo de insatisfacción, de “no tener suficiente”, de estar incompleto. “Todavía no tengo suficiente”, dice el ego, cuando lo que realmente quiere decir es: “Todavía no soy suficiente”.

El concepto de la propiedad, es una ilusión creada por el ego, para dotarse así mismo de solidez y permanencia, poder sobresalir y ser especial. Pero como es imposible encontrarnos a nosotros mismos a través de lo que tenemos, el ego desarrolla un impulso más fuerte y profundo: el deseo. El ego se alimenta de la necesidad de poseer más, y el deseo lo mantiene vivo, es una necesidad psicológica de tener más cosas con las cuales identificarse.

 
En algunos casos, la necesidad psicológica de tener más cosas, o la sensación de la carencia del ego se transfiere a nivel físico, produciendo en la persona un apetito insaciable. Cuando esto ocurre tenemos que comprender que el hambre está en su mente, no en el cuerpo, y que esto se curaría si la víctima, en lugar de identificarse con la mente, pudiera entrar en contacto con su cuerpo y sentir las verdaderas necesidades del mismo.

Algunos egos son tan fuertes que persiguen su propósito con determinación despiadada, sin embargo la misma energía que los alimenta crea una energía opuesta de igual intensidad, lo cual provoca su caída. Entretanto, siembran la infelicidad para la persona y su entorno, sus deseos son contradictorios, llegando a no saber lo que desean y terminando por no desear: el momento presente.

Como resultado de este deseo insatisfecho viene el desasosiego, la inquietud, el aburrimiento, la ansiedad y la insatisfacción. No hay contenido que pueda proporcionar una sensación duradera de logro mientras esa estructura mental siga existiendo.

Las formas de pensamiento de mi y mío, más que, quiero, necesito, preciso tener y no tengo suficiente, no se relacionan con el contenido, sino con la estructura del ego. Mientras no se reconozca la existencia de esas formas de pensamiento y permanezcan en el inconsciente, estamos sujetos a creer en ellas; estamos condenados a manifestar esos pensamientos inconscientes, condenados a buscar sin encontrar, porque cuando operan esas formas de pensamientos no hay nada que pueda satisfacernos.

Independientemente de lo que tengamos, no podremos ser felices; siempre estaremos buscando algo que prometa mayor realización, y que encierre la promesa de completar el ser incompleto, de llenar esa sensación de carencia que llevamos dentro.