lunes, 26 de diciembre de 2016

GEMINIS 2017





GEMINIS

DEL 20 DE MAYO AL 22 DE JUNIO

Géminis es un signo que pertenece al elemento Aire, está representado por los  gemelos simbolizando la dualidad, la versatilidad y la necesidad de comunicarse con los demás.

En la constelación del signo, destacan los gemelos Pólux y Cástor. El primero era inmortal mientras el otro era mortal, lo que viene a significar que hay dos tipos básicos de este signo; uno tiende a estar bien formado y comunicado, con atracción por la cultura y de comportamiento educado. El otro, en cambio, puede ser inquieto, nervioso, emotivo y hasta oportunista. Ambos suelen ser simpáticos, elocuentes e incluso convincentes.

Géminis tiene la facultad de adaptarse a las circunstancias y es capaz de variar de actitud y comportamiento según con quien se halle. Tiene  capacidad para contactar con las personas y para el intercambio de información, ya que necesita al otro para verse reflejado a sí mismo.

Pronósticos para el 2017.

Este año se presenta para los nativos de Géminis con grandes oportunidades. Podrás desarrollar tu creatividad y tu autoestima, pero también veras favorecidas tus actividades laborables. Tiempo de conquista y expansión vital que te invita a realizar aquello que más te guste.

Estas terminando un periodo de importantes compromisos en tus relaciones personales, en el cual has sentido una gran responsabilidad sobre tus espaldas o una exigencia importante por parte de tus seres más cercanos. Es cuestión de tener perseverancia y capacidad de compromiso para que todo avance correctamente. Es conveniente que prestes atención  a los compromisos que asumes,  con  quién y por cuanto tiempo.  Si canalizas bien las energías que recibes este año serán una gran base para tu futuro. 

De algún modo sentirás que debes descubrir tu verdadero poder y realización personal, y para ello tendrás que profundizar en tu interior para superar miedos e incertidumbres, dejar atrás aspectos del pasado, renovarte. Los sentimientos y las emociones son fundamentales en este cambio que te toca atravesar. No obstante, deberás tener en cuenta que los cambios difícilmente suceden si se emplean únicamente los pensamientos. En estos momentos, debes tener claro que para tu evolución el mayor logro no es el que realices en el exterior, sino en tu interior.

Este es un buen año para recuperar vitalidad, para realizar actividades que te hagan sentir vivo, recuerda que la energía funciona cuando la pones en marcha, de lo contrario como todo en la vida se va apagando. También puedes realizar cosas creativas que además de resultarte beneficioso para tu salud puede reportarte beneficios económicos. No dejes que las relaciones personales supongan para ti un estrés o un exceso de obligaciones, ya que eso podría darte problemas al alterar tu delicado sistema nervioso.

Has pasado por un tránsito planetario que te ha exigido muchas obligaciones y responsabilidades, ahora estas energías se están suavizando, aun así ten en cuenta que todavía pueden presentarse asuntos o relaciones del pasado que tengas que resolver. Es el momento de cumplir con los compromisos adquiridos, tener la capacidad de construir bases estables en tus relaciones personales y laborales, para que todo funcione adecuadamente en el futuro.

Es un año donde debes dejarte guiar por tu instinto, esto hará que encuentres el camino adecuado para obtener ganancias en todos los campos, no solo en el económico. Piensa como y donde invertir tus energías para crear nuevas líneas de crecimiento en los negocios o en la forma de generar recursos. Pero ten presente que todo lo que realices debe tener una base, de lo contrario podrías entrar en actitudes excesivamente especulativas o buscar funcionar a golpes de suerte, lo que podría tener consecuencias desagradables.

Cuidado con los excesos, ya que hace años que tus relaciones personales han estado marcadas por circunstancias económicas o profesionales. Este año puede ser definitivo para poner las cosas en su sitio. Por un lado te conviene repasar lo que has hecho estos últimos años y procurar no tener asuntos pendientes. Por otro lado, es cuestión de escoger bien los compromisos y las relaciones para cualquier trato que tengas que hacer.

Disfruta y vive el 2017 con energía e ilusión, seguro que será un año estupendo.

EMOCIONES PRISIONERAS


A veces, quisiéramos correr como lobos y encaramarnos a la montaña más alta para poder aullar y contarle a la luna todo lo callado, todo lo escondido y jamás dicho en voz alta. Quizás podamos hacerlo pronto, cuando la indecisión, las apariencias y el miedo al “qué dirán” no sean más que una molesta bruma.
Vivimos en una cultura que se resiste a la emoción, todos lo sabemos. Tanto es así, que cuando un niño cumple cinco años empieza ya a desarrollar ciertos mecanismos de represión, contendrá las lágrimas, se guardará ciertas palabras y bajará el rostro, cumpliendo así parte de esos mandatos tan habituales en el mundo de los adultos, a saber: “no llores, no digas, no expreses” (Robert Lee Frost)
Iniciarse desde bien temprano en “la cultura de las emociones prisioneras” no tiene una única consecuencia. No solo supone llegar a la madurez siendo un esclavo de los silencios y las verdades, a menudo, el niño al que se entrena en el aprendizaje de la emoción soterrada, acaba encontrando múltiples formas a través de las que expresar lo escondido, canales por donde emerge a menudo la agresividad, la rabia o el desafío constante.
Decía Sigmund Freud que la mente es como un iceberg. Solo la séptima parte de ella emerge fuera del agua, el resto, yace soterrado, sumergido en un universo helado donde habita todo lo callado, lo reprimido y todas las palabras que hemos elegido reservar por miedo a las consecuencias.
En más de una ocasión, cuando un conocido nos ha preguntado aquello de “¿Te ocurre algo? No tienes buena cara”, hemos respondido con un apresurado “No, no. Estoy bien. Todo va bien”. Con esa frase sellamos una retirada a tiempo, utilizando un formalismo común que todo el mundo practica el de las falsas apariencias. Porque a nadie le importa que nuestras partes rotas se sostengan en un hilo, porque entendemos que el dolor emocional es para los rincones privados de uno mismo.
No obstante, el verdadero problema nace muchas veces de nuestra incapacidad para desahogarnos ante personas que nos importan, No lo hacemos porque pensamos que “exhibir” el dolor, la molestia o la inquietud supone perder nuestro poder personal.
De algún modo, el revelarle a los demás que no somos felices , por determinadas circunstancias o por hechos muy concretos, hace que desarrollemos cierta “codependencia”, es decir, nos sentimos más responsables de cómo reaccionan los demás ante este hecho en concreto,, que de nuestras propias circunstancias.
 Atribuirle más valor a la posible reacción ajena que al problema de base hace que optemos por dejar las cosas como están. Hemos callado tanto tiempo que aguantar un poco más, a nuestro parecer, no importa. Pero no es conveniente. Nadie es un eterno funambulesco de sus propias cuerdas flojas, porque tarde o temprano esa cuerda se romperá y acabaremos cayendo. Lógicamente, cuanto más alto hayamos escalado en esta dinámica, el golpe y las consecuencias serán mayores.
Eres todo lo que has callado, pero mereces ser libre.
Este dato es curioso y vale la pena recordarlo: cuando algo nos desagrada, nos hace daño o nos molesta, como una palabra de agudo desprecio, el cerebro tarda apenas 100 milisegundos en reaccionar emocionalmente. Más tarde, en apenas 600 milisegundos registrará esa emoción en nuestra corteza cerebral. Para cuando nos digamos a nosotros mismos aquello de “no me afecta lo que he escuchado, voy a hacer como si no me importara”, ya será tarde, porque nuestros mecanismos cerebrales ya han codificado ese impacto emocional.
Nos han enseñado que demostrar nuestras auténticas emociones es malo, que quien dice la verdad agrede y que siempre será mejor hacer uso de una mentira sutil antes que poner en voz alta una amarga verdad. Pero no es cierto. Se puede ser asertivo sin ser agresivo. Es más, sería bueno que empezáramos a cambiar la clásica idea de que la emoción es lo opuesto a la razón, porque tampoco es cierto.
Permitirnos experimentar plenamente los sentimientos nos ayuda muchas veces a entender nuestras necesidades. Ofrece luz a muchos vacíos de pensamiento donde a menudo, los llenamos de falsas ideas: “si aguanto un poco más, las cosas pueden mejorar”, seguro que no sentía lo que me ha dicho, mejor hago como si no pasara nada”. Entender, escuchar y sentir en plenitud nuestras emociones es una necesidad vital que practicar cada día.
Debemos iniciarnos en el arte de la asertividad, en el sano ejercicio del “yo siento-yo merezco”. Debemos aullar a la luna, a la noche y al día todo lo que somos, lo que necesitamos y lo que valemos. Ya basta de priorizar en cada momento y a cada segundo las emociones ajenas a las propias. Es el momento de vivir sin miedo.  
 

domingo, 18 de diciembre de 2016

SER Y DEJAR SER



La gente hace cosas que no siempre armonizan con nuestros gustos, con nuestros principios o valores. Sin embargo, solo tú decides si te afectan o no. Porque amargarnos por lo que no se puede cambiar es perder calidad de vida. Al fin y al cabo, se trata de algo tan sencillo como “ser y dejar ser”.

En física cuántica existe un concepto conocido como “entrelazamiento cuántico” que inquietó siempre al propio Albert Einstein y que, de algún modo, puede aplicarse al comportamiento humano. Según este principio cuando dos partículas toman contacto entre sí cambian en algún aspecto para siempre. Aún más, aunque no estén cerca una de la otra, aquello que han creado juntas, impacta a su vez en el resto de partículas.

Este entrelazamiento cuántico también nos caracteriza a todos nosotros. Es fácil de entender, pongamos un ejemplo. Tenemos un compañero de trabajo con una afición muy particular: sembrar críticas. El mal humor que nos produce su comportamiento y actitud se introduce cada día en nuestra mochila emocional, hasta el punto de que ese malestar puede afectar al trato con nuestra familia.

Todos somos como partículas caóticas chocando las unas con otras e imantando determinadas cargas emocionales. Lo que unos hacen otros lo sufren y los que lo sufren comienzan una cadena de contagio de ese sufrimiento. Es necesario romper esta interconexión que diezma día a día la calidad de nuestras relaciones. Eduquemos a nuestra mente para que sea capaz de tomar distancia y romper este juego de fuerzas.

Estamos seguros de que a estas alturas de la vida habrá muchas cosas que ya no te afecten. Has aprendido que no es bueno esperar tanto de las personas, que es mejor ser cauto y dejar que el trato cotidiano te revele la auténtica esencia de ese supuesto amigo.

No obstante, y a pesar de todo tu bagaje experiencial, aún tropiezas con la misma piedra: la de la decepción. Porque en estas nuestras selvas comportamentales, la conocida frase de “ser y dejar ser” se convierte muy a menudo en un “yo soy y no te dejo ser”.

¿Cómo evitar que este tipo de actitudes nos afecten? No se trata en absoluto de ser pasivos, de llevar a cabo la “no resistencia” donde convertirnos poco a poco en dianas de todas las flechas envenenadas. El conocido analista laboral y escritor Daniel Pink nos introduce un término muy interesante a la vez que útil en este mismo contexto: La flotabilidad.

Para comprenderlo basta con visualizar una preciosa boya suspendida en el mar. Este objeto sabe muy bien lo que es y cómo la trata el océano, sin embargo, jamás se hunde. Siempre está a flote sobre la superficie sin importar los embistes del océano o las tormentas. Esta resistencia mental proviene de ese punto sutil de equilibrio y fortaleza donde uno sabe muy bien cuáles son sus valores, sus firmezas interiores y sus amarres emocionales.

Las personas esperamos y merecemos respeto, consideración y reconocimiento. Cuando uno de estos pilares se viene abajo tenemos pleno derecho a defendernos, a reaccionar y a protegernos. Sin embargo hay que tener claros varios aspectos.

“Tú eres tú y yo soy yo” Lo que otros digan o piensen de nosotros NO determina lo que somos. No importa cuánto fuego salga por sus bocas, ni qué tipo de veneno deseen lanzarnos. Quien decide si se quema o no somos nosotros. Quién tiene el poder para retirar la mano y elegir no envenenarse también somos nosotros.

“Te acepto por cómo eres”. Aceptar a una persona no implica estar de acuerdo con lo que dice o hace. Supone dejar de pelear con ella para aceptarla como alguien diferente a nosotros. Aceptar por tanto en este caso es renunciar a más peleas, a invertir más tiempo, esfuerzo y sufrimiento en lo que no vale la pena.

Así mismo, en esa renuncia que genera aceptar a una persona por cómo es para ser libres, también hay cierta armonía. Es desprenderse de algo para recuperar un equilibrio interno: para subir a flote de nuevo.

Hablábamos al inicio del principio de “entrelazamiento cuántico”. Sabemos que no estamos solos en nuestros entornos, en estos campos gravitacionales donde todos chocamos con todos en un baile en ocasiones desafinado.

En este juego de fuerzas e interacciones, como decía el propio Einstein, casi siempre nos llevamos algo de los demás. Intentemos por tanto no quedar imantados solo por la carga negativa, esa que de algún modo, podemos contagiar a nuestros seres más queridos.

Dejemos, simplemente, que los demás sean como deseen ser. Permite que el hablador hable, que el desordenado pierda tiempo en su desorden. Deja que el amargado se amargue la vida y que el criticón se envenene con su propia lengua.

Déjalos ser como bien quieran, pero cuando estén cerca de ti, no olvides COMO ERES TÚ.

sábado, 17 de diciembre de 2016

TAURO 2017



 
 

TAURO

Del 19 de Abril al 20 de Mayo

Tauro está simbolizado por un buey, representa la fuerza de la primavera y la densidad de la vegetación. Es un signo de Tierra que suele darle mucha importancia a su seguridad material y económica, pero no por eso deja de apreciar las Leyes que rigen el Universo.

Podemos comprobar que en este signo existen dos tipos básicos, uno movido por la pasión por la vida y por disfrutarla; otro campechano y tranquilo, aunque puede que encontremos algunos nativos en los que convivan las dos facetas.

De sentidos bastante desarrollados suelen ser atractivos y sensuales. Les gusta disfrutar de los placeres de la vida. Les resulta muy beneficioso vivir en un entorno armonioso y sereno. Tienen cualidades para la decoración y el arte.

De temperamento conservador es muy difícil que cambie su escala de valores, esto es los que puede hacer que algunos de ellos sean lentos o perezosos, pero, en contrapartida, tienen una gran determinación para conseguir sus objetivos. En ocasiones suelen caer en la fijación y la tozudez.

Tauro en el 2017.

Todo año cuando empieza marca unas tendencias energéticas que nos inclinan a reconsiderar, valorar y en ocasiones cambiar determinados hábitos que nos impiden avanzar. Este año te toca trazar una nueva filosofía, tanto en tus círculos laborales como en tu salud y tu alimentación. Es un año para crecer, efectuar un importante reciclaje y aprender cosas nuevas. También para dedicarle tiempo a tu salud consiguiendo una mayor calidad de vida.

La vida te está marcando un camino muy distinto al que tu pensabas desarrollar y, en ocasiones te sientes como atrapado por un destino que te obliga, y puede resultarte penoso. Piensa que es un momento de cambios, céntrate en tu interior y podrás entender cuál es tu lugar en el mundo en estos momentos. Participa en círculos sociales que se interesen por las filosofías espirituales o artísticas, la comunicación abrirá el camino hacia nuevos horizontes. Es la oportunidad de encontrar el equilibrio entre tu fe y tus conocimientos, entre tu filosofía de vida y su aplicación en la vida cotidiana.

Los cambios de este año pueden llegar de forma sorprendente o por las vías menos esperadas, la salud y el trabajo se influirán mutuamente. En esta etapa puedes aprender mucho sobre nutrición, bienestar etc. Ten cuidado en no caer en la condescendencia o la exageración, esto podría influir en tu físico, podrías  engordar.

Sentirás que tienes muchas cosas que descubrir, aprender e incluso buscar el poder del conocimiento. Conocerás a personas afines para crecer conjuntamente hallando estímulos mutuos. Es cuestión de adaptarte a los cambios sociales que entren en tu vida, compartiendo y aportando ideas y experiencias. Mentalízate porque una nueva filosofía entra en tu vida, y tendrás que adaptarte para que todo funcione correctamente.

El 2017 será para ti un año en el que tendrás  que centrarte mucho en tu mundo laboral. Es una etapa de oportunidades, crecimiento y expansión, por lo que sería conveniente que efectuaras un reciclaje de tus conocimientos, puede ser a través de los estudios, de algún viaje o actividad destinados a elevar tu preparación. El mundo actual cambia muy rápidamente y ponerse “al día” te facilitara las cosas.

Podrás ver como mejoran tus sistemas de trabajo y la filosofía del mismo. Se prudente con las iniciativas que desarrolles, analiza las cosas antes de ponerlas en marcha, ya que de lo contrario puedes caer en una especie de desilusión, quizás por esperar más de lo que debías. Piensa que aprovechar las oportunidades dependerá básicamente de tu preparación.

Cuidado con las finanzas compartidas, tanto de la pareja como de los socios (si los tuvieras). Un tiempo que exige mucho orden, reorganización y buen criterio para llevar las cosas adelante.

La reflexión, interiorización y orden  te aportaran la seguridad en todas las facetas de tu vida. Defender tu espacio y respetar el de los demás es primordial para que avances positivamente. Disfrutar de tu tiempo y organizar tu trabajo es primordial. Este año puede ser para ti un gran avance en lo que emprendas si aprovechas bien sus influencias.

FELIZ 2017.

sábado, 10 de diciembre de 2016

ARIES 2017

 
 


ARIES

Del 20 de Marzo al 19 de Abril.

Con Aries comienza el Zodiaco, es signo de Fuego y representa el momento en el que tras el nacimiento, comenzamos a vivir como seres individuales. El impulso de Aries hace que el nativo tenga espíritu de líder, le gusta iniciar, ser el primero el más rápido, el mejor. Su sed de conquista le lleva a iniciar proyectos, aunque se desanima si estos se alargan demasiado, lo que le lleva en ocasiones a abandonarlos.

Aries es impulsivo e impaciente, en ocasiones emprende proyectos que pueden entrañar riesgos sin ser muy consciente del peligro. Pero sin embargo tiene miedo al sufrimiento o a los problemas físicos.

En sus relaciones personales prefiere el trato directo, sin demasiada retorica o preparación. En el fondo es como un niño, algo caprichoso, que quiere las cosas ya, de lo contrario se aburren o se enfadan, aunque los enfados suelen durarle poco.

Aries veamos que influencias puedes tener este 2017:

Este año se presenta cargado de cambios tanto en el terreno profesional como personal. Tendrás que dejar a un lado tu estabilidad y garantías para atreverte a ser autentico, y desde ese fluir contribuir a una mejora tanto para ti como para la sociedad.  Estas atravesando una etapa muy importante, seas consciente o no, en la que cuanto más fiel seas a ti mismo mejor te funcionaran las cosas. Te conviene relacionarte con personas que te ayuden a conseguir tus objetivos. Deberás estar atento a lo que ocurre a tu alrededor, ya que lo que tú eres y tus relaciones determinan, no solo tu situación profesional y social, sino también tú futuro.

Hace tiempo que te encuentras en un mundo de contradicciones que muchas veces te trae de cabeza. Por un lado sabes que tienes que afrontar cambios que te obligaran a apartar lo viejo e introducirte de lleno en unas nuevas experiencias. Por otro lado, buscas certezas o conocimientos sólidos con los que cimentar tu vida. Tendrás que combinar la evolución e innovación constante que estas experimentando con las certidumbres que vayas adquiriendo.

Te conviene controlar el sistema nervioso y ser capaz de mantenerte en calma en medio de tantos retos y de tantos cambios. Encontrar el equilibrio y la paz interior, confiando en la madurez, la sensatez y las normas que hay que respetar. Fíate de tus experiencias, de tu propio cuerpo, pero no dejes de avanzar. Estas en el momento apropiado para la introspección, la vida interior y la exploración del subconsciente.

Es una buena oportunidad para introducirte en una alimentación más integral que comprenda tanto las cuestiones físicas como las anímicas o espirituales. Estarás más sensible de lo normal, procura pues estar atento a lo que comas, al tiempo que dedicas a tus descansos y a las influencias que recibes de tu entorno social. El estrés de las relaciones también puede repercutir en cambios hormonales.

En tus relaciones personales es un gran año para relacionarte con personas afines a ti, tanto en el terreno personal, como en el laboral y social. Tendrás que ser consciente de con quién y cómo te relacionas. Piensa en que consiste para ti la riqueza de una buena relación, ya que será fácil que te llegue el momento de elegir una determinada opción.

Este año tendrás muchas oportunidades para hacer negocios, alianzas, firmar contratos etc. La prudencia sin embargo tendrá que presidir cualquier acuerdo. Déjate llevar por tu intuición  no algas nada que no te inspire confianza.

Te conviene tener en cuenta que, para ti, es tiempo de innovar, descubrirte y experimentar, de abrir nuevas vías tanto para tu crecimiento personal como para los negocios o para descubrir nuevas fuentes de ingresos. Buena etapa para cerrar o resolver satisfactoriamente asuntos del pasado.

Feliz 2017.

miércoles, 30 de noviembre de 2016

LO QUE ESCONDE EL DESORDEN





Dicen que varios de los grandes genios han sido un verdadero monumento al desorden. Sin embargo, ser desordenado no te convierte en genio. Así como ser excesivamente ordenado tampoco te hace mejor persona, los extremos nunca son buenos. En el mundo actual el tiempo escasea y dedicarle tiempo a el cuidado de la casa no es fácil.

Pero eso no quiere decir que todo tenga que estar manga por hombro. Se puede mantener un espacio básicamente ordenado, sin necesidad de invertir demasiado tiempo en ello. Todo es cuestión de organizarse y adoptar algunos hábitos. ¿Por qué algunas personas no lo logran? ¿Qué hay detrás de su desorden compulsivo?

EL SIGNIFICADO DEL DESORDEN.

En general, el desorden en los espacios que habitamos es señal de desorden en nuestro mundo interior. Permanecer saturado de objetos, significa estar saturado de ideas y proyectos sin resolver. El desorden lanza un mensaje de confusión interna, falta de estructuración y falta de definiciones.

Los estudiosos del Feng Shui aseguran que el desorden tiene diferentes significados, dependiendo del lugar en donde se acumule.

Esto es lo que indican al respecto:

El desorden o los objetos amontonados en zonas que están a la entrada de una casa significan un profundo temor a relacionarte con otras personas.

El desorden o los objetos amontonados en la cocina o los espacios en donde se preparan alimentos significan fragilidad emocional y resentimientos.

El desorden o los objetos amontonados en los armarios significan dificultad para analizar y controlar los sentimientos y emociones.

El desorden o los objetos amontonados debajo de los muebles indican que se es muy dependiente de la opinión de los demás y se da gran importancia a las apariencias.

El desorden o los objetos amontonados detrás de las puertas es una expresión de miedo a ser rechazados por los demás y de la convicción de sentirse vigilado.

El desorden o los objetos amontonados en el escritorio o el sitio de trabajo significan miedo, frustración y necesidad de control sobre las situaciones.

El desorden o los objetos amontonados en  el garaje indican temor a lo nuevo y falta de destreza para actualizarse.

El desorden o los objetos amontonados en los pasillos significan miedo a expresarse, a decir directamente lo que se desea.

El desorden o los objetos amontonados en la sala es miedo a ser rechazado por la sociedad.

El desorden o los objetos amontonados en el comedor tienen que ver con sentirse controlado por la familia e inseguro de uno mismo.

El desorden o los objetos amontonados por toda la casa significan que tenemos ira reprimida y que nos sentimos apáticos y desinteresados por la vida.

LAS VENTAJAS DE SUPERAR EL DESORDEN


No es necesario que tengamos nuestros espacios como “una tacita de plata”. De hecho, preocuparnos demasiado por el desorden nos resta energía para cosas más importantes y nos vuelve exigentes, huraños y neuróticos.

Lo que sí es importante es poder habitar espacios que nos resulten agradables y fáciles de manejar. No es razonable estar a cada rato buscando cosas que se extravían por tanto desorden, ni deprimirnos con solo mirar el estado de nuestro lugar de trabajo o vivienda.

Una de las primeras causas del desorden es que quizás no has clasificado bien los objetos y, por eso mismo, hay muchas cosas que no tienen un lugar definido en donde deban estar. Es importante analizar cuáles son los tipos de objetos que hay en la casa o en la oficina, conformar categorías o grupos de objetos y definir dónde debe guardarse cada grupo.

Lo siguiente es trabajar en tu mente para disponerte a hacer lugar a lo nuevo. Mientras mantengas objetos que no necesitas, o conserves las cosas simplemente por conservarlas, te será imposible avanzar. Es necesario deshacerte de todo aquello que ya no es necesario. Lo que no hayas usado en el último año, debe ir a la basura o a un espacio de bodega.

Convéncete de que limpiar tu lugar es también limpiar tu mente, depurar tu entorno, sanear tu vida. Decídete a pasar a un nuevo nivel y despójate de los objetos que conforman un entorno en el que nada nuevo tiene cabida.

domingo, 20 de noviembre de 2016

VIVENCIAS.


 
Cada uno de nosotros hemos pasado por alguna vivencia que nos ha cambiado para siempre. Es como atravesar un umbral y mirar atrás para descubrir con cierta tristeza, que ha perdido algo. Tal vez sea la inocencia, o la certeza de que la vida no lleva inscrita la promesa de una felicidad perenne.

Según Rafaela Santos, psiquiatra y presidenta del Instituto Nacional de Resiliencia, las personas solemos pasar de media por dos hechos complicados que nos pondrán a prueba. Son vivencias que escapan a nuestro control, y para las cuales, no siempre estamos preparados. Al menos en apariencia.

Porque lo creamos o no, nuestro cerebro presenta una ingeniería perfecta que nos alienta a sobrevivir, a sacar fuerzas de las flaquezas para volvernos a abrir paso ante tanta espesura emocional. Pero, así como los hechos traumáticos nos obligan a aprender y avanzar, también los hechos positivos tienen poder. Porque la felicidad aporta sabiduría, templanza y conocimiento.

Las personas somos el resultado de todas nuestras vivencias, pero sobre todo, de lo que hemos aprendido de ellas. Todo, absolutamente todo, nos esculpe y nos da forma en nuestros valores, en nuestras virtudes y en nuestros defectos. El tiempo, nuestra mente y nuestra voluntad son los grandes artesanos de lo que somos en estos momentos.

TODO LO QUE HEMOS PASADO: LA ESCULTURA DE LA VIDA.

Ante una decepción afectiva tenemos dos opciones, amargarnos y perpetuar el dolor o bien asumir el final de un ciclo y avanzar. Asimismo, ante la pérdida de un ser querido, también hay dos únicos caminos, hundirnos o mirar al horizonte de nuevo. Si pensamos en ello, pocas veces se nos abren dos opciones tan claras, pero a la vez tan complejas.

Sin embargo, comprender que solo existe un camino correcto, no basta para que la persona aúne toda su determinación y voluntad para emprender ese proceso de recuperación. “Entender” y “hacer” son dos dimensiones muy complejas en el campo psicológico. Es como decirle a una persona con depresión que debe ser más feliz. Lo entiende, no hay duda, pero necesita estrategias, predisposición, ayuda y esfuerzos.

Hemos de ser capaces de asumir que la vida trae secuelas, sin embargo, al final se aprende a vivir con ellas. No seremos la misma persona, de eso no hay duda, pero daremos forma a una persona diferente: alguien mucho más fuerte.

SER COMO EL BAMBÚ, SER COMO LA ARCILLA, SER COMO LOS LOBOS.

Todo hecho traumático se vive como un golpe. Aunque más bien deberíamos describirlo como una quemadura, porque es así como lo siente nuestro cerebro.

Las rupturas afectivas, por ejemplo, provocan una respuesta muy intensa en la corteza somatosensorial secundaria y la ínsula dorsal, áreas relacionadas claramente con el dolor físico, como lo que experimentamos por ejemplo, al sufrir una quemadura. Si no logramos gestionar de forma adecuada la pérdida, la ruptura o ese suceso impactante. Nuestro cerebro quedaría sometido a un estado de estrés postraumático persistente donde la persona queda, literalmente, fragmentada.

Para reducir el impacto de estas vivencias, podemos entrenarnos en tres sencillas estrategias que nos pueden ser muy útiles también en las dificultades del día a día.

TRES CLAVES ILUSTRATIVAS PARA APRENDER A SER RESILIENTES.

Los recursos psicológicos implicados en la gestión de los cambios se pueden entrenar en nuestra cotidianidad. Si lo pensamos bien, no hay día en que no debamos enfrentarnos a una renuncia, a algún pequeño cambio, reto o desafío. Todo momento es bueno para adquirir adecuadas competencias. Solo así estaremos preparados cuando la vida nos ponga a prueba.

Tres sencillas claves para conseguirlo.

La sabiduría del bambú. El bambú es la planta que crece más rápido en el mundo vegetal. Ahora bien, ese crecimiento acontece después de unos años donde se dedica solo a favorecer un adecuado crecimiento interior. Echando raíces, nutriéndolas. Más tarde, ni el más feroz embiste de viento logra derribar al bambú Porque es flexible, porque cuenta con un mundo interior fuerte y resistente. Vale la pena imitar este proceso: fortalecer los pilares de nuestra personalidad y nuestro mundo emocional y adquirir esa flexibilidad con la cual, impedir que la adversidad nos golpee hasta vencernos.

Seamos arcilla, adaptémonos a los cambios. Pocos materiales nos dan tantas posibilidades a la hora de expresar nuestra creatividad. Asumamos esa característica, seamos capaces de cambiar de forma con valentía y originalidad para superar esos momentos complejos.

El lobo conoce a sus depredadores y se defiende. Pocos animales son tan ávidos a la hora de intuir a sus enemigos. Sobreviven en condiciones extremas, lo dan todo por su manada, son observadores y saben luchar.

El lobo, antes que feroz es sabio. Imitar alguno de sus comportamientos nos puede ayudar a superar esos terrenos complejos que nos trae la adversidad. Porque un corazón fuerte es el reflejo de un alma que conoce a sus prioridades y que no duda en darlo todo por aquello que ama.

Valeria Sabater.

miércoles, 16 de noviembre de 2016

LOS CUATRO EGOS


 
 
 
Alejandro Jodorowsky nos habla de que no tenemos un solo ego, sino cuatro que son como cuatro caballos qua hacen avanzar el carro de nuestro YO corporal.

 
1-INTELECTO: Produce ideas, lo mental.

2-EMOCIONAL: Produce sentimientos, la vida emocional.

2-SEXUAL-CREATIVO: Produce deseos, es la fuerza libidinal.

4-MATERIAL: Es nuestro cuerpo con sus necesidades básicas y la vida material.

 
Estos serían algunos ejemplos:

 
Ego intelectual o energía intelectual.

 
El filósofo que vive en su cabeza, que puede acabar sus días recluido en su mente. Quedando desconectado de su cuerpo, de sus emociones y de su creatividad. Es una persona que considera que todo el universo es algo racional y teme aquello que no puede explicar intelectualmente.

 
Ego emocional.


Aquí tendríamos a los seguidores “fanáticos” de cualquier partido político, de futbol o de cualquier “gurú” al que puedan seguir. Realizan cantos colectivos, unen sus emociones conectadas con una determinada manera de entender la vida, impregnados de un sentimiento de afinidad.

 
El ego emocional también nos habla de sentimientos y nos conecta con el corazón. Está relacionado con la familia,  con nuestros abuelos, hermanos, tíos padres etc. Al igual que evaluamos las ideas, para conservarlas o deshacernos de ellas según su grado de utilidad y belleza, también debemos examinar nuestros sentimientos para ver si son auténticos o no. Todo sentimiento que  nos lleve a la guerra o la confrontación es algo de lo que deberíamos prescindir. Los sentimientos auténticos son aquellos que nos conducen a la paz.

 
Ego libidinal o energía sexual y creativa.

 
Queda representado por aquel que sólo vive para seducir o ser seducido. La persona que dice que en  la vida sólo hay sexo y olvida incluso sus capacidades creativas.

 
Ego material o energía material.

 
El ejemplo más visible es el cuerpo musculados del personaje que vive en un gimnasio, obsesionado por la dieta y la comida con pocas calorías. Otra de las caras de este ego es la necesidad de mantener una edad corporal determinada, entre 25 y 35 años. Luchando contra el paso del tiempo a golpe de bisturí. Este es un ego que no desea desaparecer.

 
Nuestro problema es que mezclamos los cuatro centros (egos) creyendo que son uno solo y que este es solo de naturaleza intelectual.

Cuando en realidad deberían de estar equilibrados, porque cuando uno se desarrolla en exceso, los otros tres se desarrollan en defecto, quedan inmaduros, reprimidos, insatisfechos.

Jodorowsky discrepa con algunas corrientes espirituales defensoras de la idea de que tenemos que matar al ego para llegar a tener un nivel de consciencia elevado.  Dice que el ego no hay que matarlo, sino domarlo.

 
A veces compara nuestro ego con un perro, cuyas cuatro patas, esas cuatro energías, deben ir encaminadas en la misma dirección. Si cada pata lleva un camino distinto, el perro se cae. No llega a ningún sitio.

Es lo que pasa cuando pensamos una cosa, queremos otra, deseamos algo diferente y hacemos lo contrario.


También nuestra mano tiene una disposición que nos permite comprender los cuatro egos y la quinta esencia.

El dedo índice es el que representa el ego intelectual, a su lado tenemos el dedo corazón que representa al ego emocional, a continuación el anular se conecta con el ego libidinal y el meñique representa el material o corporal.

Podemos ver como el pulgar es otra cosa, se separa de los otros cuatro, representa nuestra quinta esencia.


Estos cuatro centros no se comunican entre sí (tienen lenguajes diferentes) y llevan su propia vida independiente los unos de los otros. Y por eso resulta necesaria una cierta sabiduría interior, que Alejandro  Jodorowsky llama la quinta esencia y que debe traducirnos el lenguaje de los mismos.

Su papel consiste en hacer que todos estos lenguajes se vuelvan compatibles entre sí a fin de que el intelecto comprenda al corazón, al sexo y al cuerpo.

 
Si no es así, somos nosotros los que seguimos al ego, y vamos encaminados a metas que no son las esenciales.


1-El intelecto quiere ser, debes enseñarle  a no ser. (Mente vacía)


2-El corazón quiere ser amado y amar, debes proporcionarle paz. (Corazón lleno)

 
3-El sexo quiere crear debes enseñarle a morir (mutación del ego en esencia impersonal)

 
4-El cuerpo quiere actuar, debes enseñarle a meditar (Lo inmovilizamos durante unos minutos al día)


Alinearnos con nuestros deseos no es más que poner de acuerdo las cuatro energías para que persigan juntas la misma meta en el camino. Como cada una habla un lenguaje diferente, son como instrumentos musicales que nada tienen que ver el uno con el otro.

 
Es nuestro Ser Esencial, el conductor del carro del que hablamos al principio, el que hace de traductor, de mediador y el que debe hacer de director de orquesta para que  los cuatro instrumentos toquen la misma melodía.

 

sábado, 12 de noviembre de 2016

HERIDAS




 
Las heridas más profundas no las hacen los cuchillos. Las hacen las palabras, las mentiras, las ausencias y las falsedades. Son heridas que no se ven en la piel, pero que duelen, que sangran, porque están hechas de lágrimas tristes, de esas que se derraman en privado y en callada amargura.
Quien ha sido herido navega durante un tiempo a la deriva. Más tarde, cuando el tiempo cose un poco esas fracturas, la persona se da cuenta de algo. Percibe que ha cambiado, aún se siente vulnerable, y a veces comete el peor error posible: crear una férrea barrera de autoprotección. En ella, clava la desconfianza, el filo de la rabia e incluso la alambrada del rencor. Mecanismos de defensa con los que evitar ser lastimados una vez más.
Pero nadie puede vivir eternamente a la defensiva. No podemos convertirnos en inquilinos de las bahías de nuestras soledades, en expatriados de la felicidad. Gestionar el sufrimiento es una labor descarnada y concienzuda, que como diría Jung, requiere reencontrarnos con nuestra propia sombra para recuperar la autoestima.
Propiciar de nuevo esa unión es algo que nadie podrá llevarlo a cabo por nosotros. Es un acto de delicada soledad que haremos casi a modo de iniciación. Solo quien logra enfrentarse al demonio de sus traumas con valentía y decisión consigue salir airoso de ese bosque de espinas envenenadas. Aunque eso sí, la persona que emerge de este escenario hostil ya no volverá a ser la misma.
Será más fuerte.
El bálsamo del alma herida es el equilibrio. Es poder dar el paso hacia la aceptación para liberar todo lo que pesa, todo lo que duele. Es cambiar esa piel frágil y herida por una más dura y más hermosa que arrope ese corazón cansado de pasar frío. Ahora bien, hay que tener en cuenta que existen muchas raíces subterráneas que siguen alimentando la raíz del dolor. Ramificaciones que lejos de drenar la herida, la alimentan.
Odiar nuestra vulnerabilidad es, por ejemplo, uno de esos nutrientes. Hay quien la niega, quien reacciona frente a esta aparente debilidad. Vivimos en una sociedad que nos prohíbe ser vulnerables.
Sin embargo, un bálsamo para la mente herida es aceptar sus partes más frágiles, sabiéndonos heridos pero merecedores de encontrar la tranquilidad, la felicidad. Lo importante es querernos lo suficiente para aceptar esas partes rotas sin rencores. Sin convertirnos en renegados del afecto propio y ajeno.
Otra raíz que alimenta nuestra mente herida es la carcoma del resentimiento. Lo creamos o no esta emoción tiende a “intoxicar” nuestro cerebro hasta el punto de cambiar nuestros esquemas de pensamiento. El rencor prolongado cambia nuestra visión de la vida y de las personas. Nadie puede hallar bálsamo alguno en el interior de esta jaula personal.
Esas heridas profundas e invisibles habitarán para siempre en lo más hondo de nuestro ser. Sin embargo, tenemos dos opciones. La primera es ser cautivos del dolor eternamente. La Segunda, es quitarnos la coraza para aceptar y sentir la propia vulnerabilidad. Solo así, llegará la fortaleza, el aprendizaje y ese paso liberador hacia el futuro.
Todos arrastramos nuestras partes rotas. Nuestras piezas perdidas en esos rompecabezas que no llegaron a completarse. Una infancia traumática, una relación afectiva dolorosa, la pérdida de un ser querido…Día a día nos cruzamos los unos con los otros sin percibir esas heridas invisibles. Las batallas personales que cada uno ha librado perfilan lo que somos ahora. Hacerlo con valentía y dignidad, nos ennoblece.
Hemos de ser capaces de reencontrarnos. Los rincones quebrados de nuestro interior nos alejan por completo de ese esqueleto interno donde se sustentaba nuestra identidad. Nuestra valía, nuestro autoconcepto. Somos como almas difuminadas que no se reconocen al espejo o que se convencen a sí mismas de que ya no merecen amar o ser amadas de nuevo.
Claves para sanar las heridas con valentía.
En japonés existe una expresión, “Arigato zaisho”, que se traduce literalmente como “gracias ilusión”. Sin embargo, durante mucho tiempo se le ha dado otra connotación realmente interesante dentro del crecimiento personal. Nos demuestra la sutil capacidad que tiene el ser humano de transformar el sufrimiento, los rencores y las amarguras en aprendizaje.
Abramos los ojos desde el interior, para ilusionarnos de nuevo. Porque centrarnos en la tortura que generan esas heridas nos aleja por completo de la oportunidad de adquirir conocimiento y perspicacia.
Para lograrlo, hemos de ser capaces de evitar que nuestros pensamientos se conviertan en ese martillo que, una y otra vez, golpea el mismo clavo. Poco a poco el agujero será más grande.
Frenar los pensamientos recurrentes de angustia, rencor o culpa es sin duda el primer paso. Asimismo, es conveniente también focaliza toda nuestra atención en el mañana.
Cuando nos encontramos en esa habitación oscura donde solo os acompaña la amargura y el rencor, las perspectivas de un futuro se apagan, no existen. Hemos de acostumbrarnos poco a poco a la luz. A la claridad del día, a generar nuevas ilusiones, nuevos proyectos.
Es posible que a lo largo de la vida nos hayan “enterrado” con el velo del dolor que generan esas heridas invisibles. No obstante, recuerda, somos semillas. Somos capaces de germinar aún en las situaciones más adversas para decir en voz alta: “Arigato zaisho”

domingo, 6 de noviembre de 2016

LO QUE SALE DEL CORAZÓN.......


Lo que sale del corazón, no siempre llega al corazón de los demás. Todos hemos experimentado  alguna vez haber hecho algo por una persona con inmenso cariño y ser correspondidos con el sabor de la indiferencia. Como si la bondad, lejos de hablar un lenguaje universal se perdiera a veces en extraños dialectos.
No siempre hablamos de la disonancia entre lo que uno da y lo que más tarde recibe. Nos referimos a esa sensación desoladora de sentir como el corazón ajeno no ve, no siente no percibe lo que otros hacen por él o por ella. Sabemos que el amor es invisible, pero si los demás no lo intuyen a través de nuestros actos es como si de algún modo, nada tuviera sentido.
Expertos en ciencias del comportamiento y de la empresa nos dicen, que la bondad es una desventaja para el éxito social. De algún modo, la persona noble que actúa desde la honestidad irá saltando de decepción en decepción en este complejo rio de la competividad que define nuestro mundo moderno.
Sin embargo, a pesar de ello somos muchos los que elegimos actuar de este modo. Porque, el hacer las cosas desde el corazón es un valor personal en el que vale la pena invertir tiempo y esfuerzos. Sin embargo, no podemos negar que las decepciones duelen.
Cuando alguien hace algo desde el corazón, armoniza múltiples dimensiones. Se enlaza la propia identidad, el valor de la reciprocidad, el deseo de propiciar el bien, de conferir bienestar, alegría e ilusión. La persona que actúa con bondad debería sentirse, efectivamente, reafirmada al ver que toda la energía invertida en hacer el bien funciona. Que su propósito tiene un fin útil, sin embargo…. No siempre es así.
Podríamos dar muchos ejemplos: desde el anciano que lo dio todo en el pasado por el bien de sus hijos y ahora, es recompensado con la soledad, hasta el adolescente que busca integrarse con respeto y afecto a su grupo de iguales y es recibido con burlas e insultos. No podemos olvidar tampoco a la pareja que cuida detalles, que incluye al felicidad de la persona que ama en los primeros puestos de su lista de prioridades, que se preocupa, que construye, que invierte… si nada de esto se ve, si nada de esto se valora, es que ese amor no sirve. No vale. Es un sucedáneo de amor que es mejor reformular o desechar.
Quien hace las cosas desde el corazón y no es reconocido, acaba viviendo poco a poco en su isla de soledad. De algún modo, nos acabamos pareciendo un poco a Próspero, el personaje de la “Tempestad” de William  Shakespeare.  Alguien que tras ser herido por la adversidad y la traición, acaba recluido en una isla solitaria en compañía de su hija, en un mundo feérico, sosegado y espiritual donde inevitablemente la única protagonista sigue siendo la tristeza.
Hay que vivir con integridad, no renuncies a lo que eres.
Ya lo dijo Tolstoi en su momento: A un gran corazón ninguna ingratitud lo cierra, ninguna indiferencia lo cansa. Nos sentiremos solos, no hay duda. Sin embargo, si actuar con honestidad tiene un precio, y es el del desengaño tendremos que asumirlo. Siempre será mejor ser uno mismo que vivir en contra de nuestras raíces. De nuestro auténtico ser.
Ahora bien, para sobrevivir en este mundo complejo, conviene integrar una serie de “anclajes” emocionales y cognitivos a los que aferrarse para evitar daños colaterales. Porque la bondad no es sinónimo de ingenuidad, sino de coraje de alguien que es fiel a aquello que le dicta el corazón.
No debemos convertirnos en unos complacientes profesionales. No hay mayor fuente de sufrimiento que la de quien intenta hacer feliz a todo el mundo.
Nunca vayas en contra de tus propias necesidades para actuar “según lo que pensamos que el otro espera de nosotros.
Tampoco es bueno obsesionarse con ser recompensados por cada cosa que hacemos. La bondad  no exige tributos, le basta con actuar en sincronía con sus valores.
Recuerda que la entrega constante no fortalece tu autoestima. A veces nos obliga a enterrar las ilusiones. Así que no dudes en “entregarte” a ti mismo/a de vez en cuando. Ganaras en salud y equilibrio personal.
Entiende también que quien es ciego a los actos pequeños de amor cotidiano, también lo será en todo lo demás. Porque el auténtico amor no necesita de grandes demostraciones para ser reconocido.
El arte del buen querer es sabio atendiendo los pequeños detalles,
esos que se ofrecen de corazón….