sábado, 23 de diciembre de 2023

LOS 5 SÓLIDOS PLATÓNICOS


 

Los 5 sólidos platónicos representan cada uno de los 5 elementos fundamentales de la naturaleza: Tierra, Agua, Fuego, Aire y Éter.

Tetraedro: este sólido tiene cuatro caras triangulares iguales y representa el Elemento Fuego.

Cubo (Hexaedro): el cubo tiene seis caras cuadradas iguales y se asocia con el Elemento Tierra.

Octaedro: el octaedro tiene ocho caras triangulares iguales y se asocia con el Elemento Aire.

Dodecaedro: el dodecaedro tiene doce caras pentagonales iguales y se asocia con el Elemento Éter.

Icosaedro: el icosaedro tiene veinte caras triangulares iguales y se asocia con elemento Agua.

Los sólidos platónicos son formas geométricas que tienen una gran importancia en la filosofía y la ciencia. Cada uno de estos sólidos está asociado con uno de los 5 elementos de la naturaleza, y se dice que simbolizan diferentes aspectos de la existencia humana y del universo.

 

PROPIEDADES DE LOS 5 SÓLIDOS

 

EL TETRAEDRO

 

Elemento Fuego. Su correspondencia es el plexo solar y el plano mental. Este maravilloso triángulo tiene 6 aristas, cuatro caras triangulares y cuatro vértices. Color amarillo.

A este sólido geométrico, se le conoce como “el símbolo de la sabiduría” y representa el poderoso fuego sagrado. Este elemento primordial tiene la capacidad de equilibrar la energía magnética polarizada y, gracias a los cuatro triángulos equiláteros que se unen en un punto podemos aprender mucho sobre nuestras propias acciones.

 

Se relaciona con la energía que nos permite tener ideas renovadas que impulsarán a nuevas acciones. Atrae fuerza, voluntad, generosidad, energía, valor, justicia, decisión y confianza en el presente y el futuro.

 

EL HEXAEDRO (cubo)

 

Elemento Tierra para la conexión física y material. Especialmente indicado para trabajar en las áreas del cuerpo asociadas al chakra raíz. También puedes aprovechar su uso en momentos de intensa emoción o para conectarte con la tierra. Color rojo.

 

El Hexaedro es una herramienta que ayuda a obtener claridad en los objetivos y las finanzas. Sus 6 cuadrados simétricos te ayudarán a alinear tus pensamientos y propósitos en el plano físico para lograr la forma de vida que deseas. Recuerda que tienes el poder de aclarar tus situaciones personales y tomar las decisiones que te acerquen a realizar tus sueños.

 

EL OCTAEDRO

 

Elemento de Aire y Red Etérica. Es un poderoso símbolo que representa el Elemento Aire y alberga una red etérea. Está asociado con nuestro cuarto chakra y puede traernos mucha paz y armonía emocional. Color verde.

 

Esta hermosa forma geométrica tiene la capacidad de integrar varios aspectos mentales dentro de uno mismo, incluso aquellos que parecen no estar relacionados. Su función principal es la integración, convirtiéndose en un símbolo de la comunicación y el pensamiento sabio.

 

El Octaedro posee el poder de refinar la materia y otorgar habilidades como la comprensión, persuasión, positividad y energía equilibrada. Sus numerosos beneficios incluyen; tener éxito en las ventas, relaciones armoniosas, salud perfecta y un corazón feliz. Aprovechemos la energía transformadora del Octaedro, e integremos nuestros pensamientos y experiencias para despertar nuestro verdadero potencial  y prosperas en todas las áreas de la vida.

  

EL ICOSAEDRO


Elemento Agua en el Plano Espiritual. Está relacionado con el segundo chakra (bajo vientre), una zona del cuerpo que es clave para nuestra energía y vitalidad. Significa que en tu proceso de transformación y regeneración interior, este sólido te ayudará en gran medida. Será tu aliado para transformar y cambiar esas emociones que te han obstaculizado en el pasado.

El Icosaedro es mucho más que una simple representación material, es la semilla de donde proviene la vida. Tiene una capacidad increíble de armonizar tus ciclos femeninos, disminuir la retención de líquidos y filtrar las envidias.

También te ayudará a encontrar la calma u aclarar tus emociones. La energía del icosaedro te permitirá revelar sentimientos ocultos y liberar esos bloqueos emocionales que no te permiten avanzar.

 

EL DODECAEDRO

Un símbolo del Universo y el Éter. El Dodecaedro nos conecta con el Universo y el misterio que nos rodea, Nos enlaza con el yo interior más profundo y nos recuerda que somos una parte integral del todo. Se relaciona con el quinto chakra, que abarca la garganta, el cuello, la boca, la nariz y los oídos. Por lo que la obstrucción de este chakra puede afectar la expresión de nuestra verdadera personalidad y la conexión con nuestras emociones más profundas.

El Dodecaedro se considera el Quinto Elemento, que nos llena de energía y nos da el poder de manifestar cualquier cosa que deseemos. Es una forma materna primordial que nos da origen y nos guía en nuestro camino evolutivo.

¡Recuerda que tienes todo el poder dentro de ti para crear la vida que deseas!

 

viernes, 22 de diciembre de 2023

SI TU SIGNO ES CAPRICORNIO



CAPRICORNIO: 22 DE DICIEMBRE AL 19 DE ENERO

ZONA DEL CUERPO: RODILLAS

En el signo de Sagitario el mundo es un cáliz  preparado para que lo llenen de sabiduría. Todo es una enseñanza, una lección, una oportunidad. Capricornio entra en el cuadro habiendo aprendido mucho y dispuesta a convertir el conocimiento en algo útil y práctico. No para ella necesariamente, sino para la comunidad que la rodea.

Capricornio es la realista del zodiaco; está aquí para encontrarse con la sociedad y luego hacer todo lo posible para hacerla avanzar un paso más. Es ambicioso y de fuerza de voluntad encarnadas, y está aquí para canalizar esas capacidades en actos por el bien mayor.

Capricornio es un signo de tierra, y como tal estable, práctica y resistente. De todos modos, tiene el impulso hacia delante para realizar lo que debe, y son sus rodillas (la zona corporal relacionada con el signo) las que la llevan ahí. Las articulaciones de las rodillas encarnan este intercambio entre estabilidad y movilidad, por ser una zona que debe soportar el peso de todo el cuerpo al moverlo del suelo. 

Nuestra naturaleza Capricornio (como también las rodillas) nos exige un equilibrio; nos recuerda que debemos hacer  lo que sea para conseguirlo, y al mismo tiempo ser diligentes y respetuosos en los pasos que damos para llegar a eso. Su causa la supera, y necesita paciencia para que ocurra, igual como el tiempo y la atención que son necesarios para hacer bien el pino o entrenarse en un maratón. En cambio, si uno desea llegar a la postura final o al final de la carrera a toda costa simplemente porque eso es lo que dictamina la mente, pues, ay de las rodillas que son una parte susceptible de Capricornio.

Capricornio actúa con responsabilidad por el bien mayor.

Actuar es ejercer energía o fuerza, y en la naturaleza de Capricornio está el iniciar la actividad. Pero a diferencia de otros signos de esta categoría, actúa teniendo presente el resultado. La Cabra marina no está aquí para el viaje sino para el objetivo final del viaje, como su tocaya la cabra que trepa resueltamente por la montaña con la perseverante intención de llegar a la cima.

Así como el animal de cuatro patas hace el ascenso como escaladora fuerte y resuelta, la cabra de la constelación también tiene paciencia. El acto basado en el resultado es como un juego de niños; con la mira puesta en el premio, a Capricornio no le importa cuánto tiempo tarda en conseguirlo. Lo hace para ganar, lo que, en lo referente a la energía de este signo, significa crear estructuras duraderas, distintivas, que dejen huella en el mundo. Muchas veces estas estructuras no son físicas sino teóricas.

Cuando uno se apropia de su vida, todo comienza en uno mismo, pero dado que existimos en un contexto más grande (familia, barrio, ciudad, país, mundo), esta propiedad se extiende finalmente al todo más grande. Ambas están relacionadas. A eso se debe que cuidar de la propia salud, lo incluye cuánto comemos, cuánto tiempo dormimos y cuánto ejercicio hacemos, influye en nuestra contribución a la comunidad La Cabra marina Capricornio es buena para trepar por rocas y piedras, procede de modo estable, perseverante, independiente y fuerte. Esta Cabra marina tiene trabajo por hacer, y no es mucho lo que obtiene para ella de sus meticulosos planes; esto es así incluso respecto a sus necesidades, ya que es propensa a anteponer los intereses de su familia y del trabajo a los suyos. De ahí su relación con el bien mayor.

Pero para cumplir bien sus responsabilidades no puede dejar totalmente de lado sus necesidades y tampoco podemos nosotros, Así pues, es importante aprender a ayudar a nuestra naturaleza Capricornio a conectar personalmente con el bien mayor, no considerarlo algo distinto. Sus necesidades , las tuyas, las de ellos, las mías, todas están conectadas. Pero con esa naturaleza tan seria, tan constante, a la Cabra marina le es muy fácil prescindir de su bienestar; cuando ocurre esto, si uno se niega a conectar con lo que desea, predomina la tristeza.

La mayor parte del tiempo la Cabra marina está dispuesta a olvidar sus emociones para hacer lo que considera necesario hacer. Pero no nos engañemos; aunque no se caracteriza por ser afectuosa ni expresiva, siente muchas emociones y si no las reconoce y canaliza, estas pueden manifestarse en comportamientos muy caprichosos. Por lo tanto, nuestra Cabra marina interior normalmente necesita soltar las riendas y echar una cana al aire a su manera, no sea que exagere en sus trabajos (con lo cual se resentirían sus rodillas).

Por otro lado, si la Cabra marina se deja llevar demasiado por sus deseos, que no impulsada por el bien mayor, podría encontrarse con que sus planes no encuentran apoyo; que por mucha paciencia y diligencia que haya puesto en hacerlos, sus planes no van a dar sus frutos, ni siquiera a la larga.

Manifestaciones físicas de una naturaleza Capricornio que busca servirse a sí misma podrían ser:

Debilidad de los músculos y tendones que rodean la rodilla (de los muslos o las piernas). Sensación de debilidad, inestabilidad o flojedad en las rodillas. Dolor o molestia en la rodilla al moverla o sentarse. Desvió, mala alineación de la rodilla. 

Capricornio es el décimo signo del ciclo zodiacal. Su energía reconoce nuestro sentido de responsabilidad y el modo de aplicarlo con paciencia y perseverancia a un bien mayor.

Si nuestra practica naturaleza Capricornio nos sumerge demasiado en el trabajo o los trabajos, sin otra causa que la propia, podríamos experimentar diferentes síntomas en las rodillas (dolor, bloqueo o incapacidad para flexionarlas, crujidos)

Cuida de tu Capricornio interior con preguntas, ejercicios y actividades que centren la atención en las rodillas. Hazlo para llegar a la cima de tu montaña procurando divertirte en el camino.

 

EL CANSANCIO



El cansancio me produce la sensación de estar sin pilas. Interiormente estoy vació. ¿A dónde fue mi motivación? Mis inquietudes, mis miedos, mis penas y mis heridas interiores me llevan a luchar y a resistir. En vez de centrar mi energía para encontrar el punto común de mis dificultades, la esparzo en demasiadas direcciones a la vez.

Desespero incluso de encontrar una solución. Vivo cierto cansancio frente a la vida, un cansancio interior porque debo debatirme para seguir adelante. Es posible que aparezca la depresión. Tengo un sentimiento de incompetencia, de carencia y ausencia de interés. Esto indica una pérdida de dirección y de intención, una necesidad de recuperar la alegría interior y el amor por la vida.

Todo esto indica que necesito un tiempo de pausa, de descanso, para hacer balance y recuperar mi energía. Dejo de engancharme al pasado y acepto vivir el instante presente porque cada instante me trae la energía y la fuerza que necesito.

 CANSANCIO CRÓNICO O ENCEFALOMIELITIS FIBROMIALGICA.

La encefalomielitis Fibromiálgica puede suceder después de un achaque viral y puede durar varios años. También puede que se produzca porque el sistema de defensa natural de mi cuerpo, mi sistema inmunológico, está debilitado. Puede que mi estado emocional este también afectado, debido a una depresión, estrés, falta de motivación, agotamiento por cansancio excesivo, etc.

Relación psicosomática

Mentalmente estoy agotado/a y esto se refleja en mi inestabilidad emotiva. Físicamente, padezco dolores de cabeza y mi fuerza muscular disminuye poco a poco. El menor esfuerzo me causa un cansancio intenso. Perdí el gusto de vivir. ¿Dónde están mis sueños y ambiciones? También tengo miedo de la vida y de las responsabilidades.

Esta es la conclusión

Me siento incapaz de responder a lo que se espera demi. De hecho, la enfermedad me permite retirarme, es mi excusa para no actuar y quizás, un medio de recibir más atención. Así me siento más seguro en mi enfermedad que en mi “enfrentamiento” con la vida. ¿Qué es lo que estaba viviendo en el momento del achaque viral? ¿Había decidido dejar mi hogar? ¿Acababa de vivir un deceso, una ruptura, un rechazo?

Cambio de pensamiento

Tomo consciencia de que todo esto está vinculado con el amor, o sea el amor que siento por mí. Y acepto, aprender a amarme más. Soy la persona más importante en mi vida. Aprendiendo a amarme, hago las cosas para mí, y las disfruto en cada instante.

Forma parte del universo en donde la reciprocidad es Ley. Me amo y así atraigo el amor de los demás y los amo también. Tengo confianza en el Universo que me ayuda cada día a avanzar y estar en perfecto estado de salud.


jueves, 21 de diciembre de 2023

SOLSTICIO INVIERNO 2023




SOLSTICIO DE INVIERNO

Dependiendo de la correspondencia con el calendario, el Solsticio de Invierno tiene lugar entre el 20 y el 23 de diciembre en el hemisferio norte. Era la fecha en que las tinieblas eran derrotadas por la luz, que vencía sobre ellas.
Antecedentes históricos:
La Actual navidad fue originalmente una fiesta cósmica, era un tiempo de celebración de un nuevo  comienzo, la oportunidad para empezar y que todo fuera mejor.

Más tarde cuando fue establecido el catolicismo romano por Constantino, aproximadamente en el año 325 de la era occidental actual, las tradiciones egipcias, babilónicas y romanas fueron introducidas en el cristianismo.

El festival del solsticio de invierno entre el 21 y el 25 de Diciembre, pasó a ser la fecha oficial del nacimiento de Jesús y la antigua costumbre de entregar regalos y presentes, fue acomodada a los supuestos magos que visitaron al niño Jesús.

Según el historiados de religiones E. Roizton Pike, "los persas y los egipcios, los fenicios y los sirios, los griegos y los romanos y otros muchos pueblos de la antigüedad, celebraban aquel día el parto de la reina de los cielos, la Madre Celestial y el nacimiento de su hijo, el Dios Solar, Dionisio o Baco, Miltra  o Apolo, Zoroastro u Horus, etc., todos anteriores al Cristo cristiano, y todos ellos llamados "El Salvador", y nacidos de una virgen entre el 20 y el 25 de diciembre, esto es: la fecha del solsticio de invierno, también llamado "La puerta de los Dioses".

Antes de cristianizarse esta fiesta, los pueblos de Europa encendían hogueras en los campos para ayudar al Sol, en un acto simbólico para que "no perdiera fuerzas". En su consciencia interna sabían que el fuego destruye lo malo y lo dañino.

En los países orientales. con ritos y creencias distintas, se celebran estas fiestas conservando en todas ellas la misma esencia: rendir un homenaje al Sol, que en ese día tiene un especial protagonismo: en el hemisferio norte es el día más largo y, por consiguiente, el poder de las tinieblas tiene su reinado más corto y en el hemisferio sur ocurre todo lo contrario.

LA ANTIGUA ROMA

En la antigua Roma en diciembre se celebraba la Saturnalia, en honor al reinado del dios Saturno sobre Roma en la Edad de Oro. En esa edad, la tierra en Roma producía abundantemente y no había guerras ni discordia. 

Durante la Saturnalia se celebraban fiestas durante una semana entera, con comilonas y abundante bebida. A lo largo de esa semana se invertía el orden social: los amos servían a los esclavos, los esclavos se convertían en amos y desempeñaban altos cargos del estado. 

La fiesta también era una celebración del fin de las tinieblas y el comienzo de un nuevo año. A continuación un fragmento de las palabras que la sacerdotisa pronunciaba para el rito de la Saturnalia: 

" Esta es la noche del solsticio, la noche más larga del año. Ahora las tinieblas triunfan y aun así todavía queda un poco de luz. La respiración de la naturaleza está suspendida, todo espera, todo duerme. El Rey Oscuro vive en cada pequeña luz. Nosotros esperamos al alba cuando la Gran Madre dará nuevamente a luz al Sol, con la promesa de una nueva primavera. Así es el movimiento eterno, donde el tiempo nunca se  detiene, en un círculo que lo envuelve todo. Giramos la rueda para sujetar la luz. Llamamos al Sol del vientre de la noche, Así sea"

Feliz Solsticio 


miércoles, 13 de diciembre de 2023

SIMBOLOGÍA Y SALUD




Nos hemos acostumbrado a la enfermedad como si fuese una entidad invasora de nuestro cuerpo. Pero en realidad la enfermedad es una señal del organismo para indicarnos que es necesario un cambio, por eso nos paraliza, nos “detiene” de nuestra envolvente rutina, para que podamos restablecer el equilibrio perdido.


Tengamos presente siempre, que todo lo que le ocurre a nuestro cuerpo, incluida la enfermedad, somos nosotros mismos, no tenemos ninguna enfermedad, porque todo está ocurriendo en un mismo organismo compuesto de células. En nuestro interior no hay separación; somos seres electromagnéticos, un manojo de neuronas interactuando con el resto de células. Por lo tanto, la división no existe, no “tenemos” ningún reuma, somos el reuma, y este nos estaría indicando donde y que tipo de “problema” tenemos, nos está dando información de procesos que no estamos haciendo bien, y por falta de conciencia no nos enteramos.

Las enfermedades que desarrollan los organismos podrían ser el reflejo codificado de un estrés psíquico personal o heredado de nuestros progenitores, ahondar en el origen simbólico de la enfermedad, serviría para curarla.

En algunos países europeos está bastante extendida una forma diferente de comprender la enfermedad. Unos le llaman decodificación biológica, otros, biología total.

Olivier Soulier, un médico francés especialista en esta terapéutica asegura que “las enfermedades deben comprenderse como la interacción de dos fuerzas ancladas en lo más hondo de la existencia”. Se trata de la biología y el espíritu o si se prefiere, el cerebro y el corazón. Quizá resulte más familiar para la mayoría hablar de somatización, pero la simbología va un poco más lejos.

Los síntomas y los signos de la alteración son las palabras de un alfabeto de símbolos en las que se encierra su causa y también su tratamiento. Algo así como un jeroglífico tras el que se oculta la respuesta para la curación. Cada patología lleva un mensaje muy preciso al que la padece, un mensaje sobre su propia existencia como individuo y como parte de una familia.

Tal vez pueda resultar extraño para muchos, pero al observar con más detalle hasta nuestro propio lenguaje confirma la idea de la simbología. Cuando algo nos disgusta exclamamos “no lo trago” o “no puedo digerirlo”. Se habla de mala bilis o se dice “me repatea el hígado” para referirnos a estados de cólera. Pues bien, todas esas expresiones reflejan exactamente el simbolismo físico de las emociones.

Esta forma  terapéutica es absolutamente individualizada, pero hay algunas reglas más o menos generales. Los trastornos del tracto digestivo tienen mucho que ver con la aceptación de lo que viene del exterior. Los matices dependen absolutamente de la vivencia de cada persona. Pongamos un ejemplo simple. Una mala jugada puede vivirse como algo imposible de tragar o como un asunto difícil de digerir. En el primer caso, se manifestaría como una alteración de la garganta y en el segundo en forma de malestar digestivo, vómitos…

En lo que se refiere al hígado y la bilis, la simbología asocia la cólera y la rabia a la función hepática. Incluso la ciencia experimental está empezando a confirmar lo que predica la biología total. Recientemente se ha encontrado una relación entre la pérdida de masa ósea y la depresión. Simbólicamente la pérdida de hueso está asociada a un sentimiento de desvalorización.

Robert Poskin utiliza una imagen que ilustra muy bien lo que se oculta en nuestras redes neuronales. “El cerebro automático es el disco duro de un ordenador en el que se han instalado los programas de la supervivencia animal, de la especie y de nuestra genealogía. En el momento que se enciende el ordenador, el nacimiento, hay programas que se ponen en marcha de forma automática. Después están los programas que se abren con un doble clic.”

Éstos se van insertando con las experiencias de la vida, las expectativas que se ponen sobre nosotros, las creencias que vamos acumulando o heredando. El doble clic lo da un acontecimiento vital estresante que despierta todos los anteriores. La enfermedad física es la mejor solución de supervivencia porque disminuye drásticamente el estrés psíquico que de otro modo sería insoportable para nuestro cerebro. Veamos un ejemplo sencillo del funcionamiento del doble clic. La piel es el mayor órgano del organismo, más de dos metros cuadrados de superficie para el interactuar con el exterior. Simboliza pues el contacto.

Cuando un bebé sufre estrés debido a la separación de su madre después del parto es altamente probable que desarrolle un eccema. Ese bebé, cuando más tarde a lo largo de su vida experimente otra situación de separación, real o imaginaria, revivirá inconscientemente el momento en que le separaron de su madre y muy probablemente tendrá un brote de eccema.

Otro ejemplo de la lógica biológica. Cuando una experiencia es difícil de digerir, el cerebro automático que, una vez más, no distingue entre real, imaginario o simbólico manda a las células del estómago el mensaje ‘multiplicaos para que podamos digerir el trozo y tener una posibilidad de vivir’. Y las células comienzan a dividirse. O sea que una posible solución de supervivencia inmediata sería desarrollar un cáncer de estómago. De hecho, se ha comprobado que la mucosa digestiva tumoral es 10 veces más eficaz para digerir que la normal.

En definitiva debemos de empezar a QUERERNOS mucho más. A estar por la labor de darnos más confianza a nosotros mismos, ya que todo está ocurriendo en un mismo organismo -el de cada uno- y si atendemos a la cuántica está en nosotros la semilla de la propia CONCIENCIA. Somos Conciencia. Por tanto, ese “cuerpo” superior si sabe lo que hace. Hay que cambiar el “chip” y observar, asociar y meditar lo que queremos decirnos mediante la enfermedad.

Pero no luchemos contra nosotros mismos. Inmersos en pleno proceso de enfermedad y por tanto de mayor vulnerabilidad, eso ¡debe de ser lo último que hagamos! Demos a nuestras células razones para seguir viviendo de forma equilibrada y armónica; no restemos, en definitiva. Porque la Conciencia lo único que está haciendo es ALUMBRAR espacios internos que permanecen en la sombra.


martes, 12 de diciembre de 2023

VIBRACIÓN Y AMOR




Hemos alcanzado una frecuencia de vibración  donde nada  menor puede seguir existiendo. Se ha alcanzado la masa crítica suficiente para que las energías densas deban marcharse, y esa despedida será intensa en los próximos años.

 

Estamos en un punto que no tiene nada que ver con lo conocido, las cosas han ido ocurriendo poco a poco, creando el patrón necesario para construir la masa crítica para este escenario de desarrollo espiritual, y en él nos encontramos ahora.

 

De momento muchos de nosotros nos encontramos como faltos de energía, como aislados, solos, nos sentimos  ante un gran abismo y en nuestro interior sabemos que ha llegado el momento; la separación de los mundos.

 

Los mundos se separarán, y en una realidad se constituirá una forma más elevada del ser, mientras en la realidad restante se crearan  cambios y disoluciones de gobiernos y sistemas, desastres naturales y reajustes de gran intensidad. Viviremos una partida de la vieja realidad que nos llevará hacia una ascensión asombrosa, disponible para muchos de nosotros.
El proceso evolutivo está en su punto final, y comienza una nueva etapa mucho más feliz.

 

Durante estos cambios hemos experimentado y pasado por distintos procesos. En el físico podemos haber experimentado; ráfagas de frío, con imposibilidad de entrar en calor. La sensación de que nos falta el aire, lo que nos puede llevar a híper ventilarnos, ya que las energías son muy fuertes y nuestros cuerpos se sobrecargan. Palpitaciones y cansancio producidos por estar siendo reestructurados a nivel celular. Dificultad para dormir o dormir mucho y seguir cansados.

 

En nuestro cuerpo emocional y en el mental tendremos; incapacidad para decidir o sentir certeza de las cosas, indicando esto que estamos en transición de una realidad a otra, y nos sentimos confusos. Sentimientos disperso, perder cosas, y sentirnos con pérdida de poder, esto ocurre porque necesitamos saltar dentro de nuestro verdadero poder, de forma que nos encontremos y recobremos la confianza de saber quiénes somos. Espiritualmente sentiremos un deseo repentino, profundo e intenso de unidad y cooperación con todo, un sentimiento de conexión y hermandad, y la certeza de estar mucho más allá de todo esto.

 

Cuando estemos en niveles más altos de nuestro proceso de evolución espiritual, nuestras almas empezarán a mostrarse más y más. En este camino, siempre estaremos justo donde necesitemos estar, aquí no hay espacio para ningún error, ni equivocaciones posibles. Durante el tiempo de reestructuración, puede parecernos que estamos ya de vuelta, que hemos alcanzado nuestro nivel espiritual, y de pronto rebotamos y algo nos vuelve a hacer sentir que estamos abajo, y de nuevo,  tenemos que volver a empezar.

 

No podemos avanzar hasta que no consigamos integrar la compasión, la caridad, el amor, la amabilidad y la paciencia. Y esto no es necesario solo porque estamos siendo reconectados como humanos de mayor vibración, lo que ocurre es que tenemos que estar preparados para tiempos en los que la humanidad pueda necesitarnos. Podemos imaginarnos actuando periódicamente en servicio de amor y cuidado cuando la humanidad esté experimentando cualquier tipo de bloqueo y aprisionamiento.

 

En estos cambios evolutivos la gente se unificará reuniéndose en comunidades, para aprovechar los alimentos que se volverán locales y privatizados, hasta que finalmente todos comprendamos nuestro propósito y podamos vivir en armonía  con la tierra, y con los seres que habitan sobre y dentro de ella.

 

domingo, 10 de diciembre de 2023

RESISTENCIA AL CAMBIO




¿QUE ES LA RESISTENCIA AL CAMBIO?

Algunos lo llaman cambio, otros progresos e incluso hay quienes lo llaman adaptación. Algunas personas desarrollan prácticamente una fobia al cambio mientras que otras son casi adictas a la novedad que estos implican. Las primeras prefieren la regularidad la previsibilidad y las cosas a la antigua. Los adictos a los cambios aman la novedad, lo diferente y la incertidumbre.

En cualquier caso, la vida es sí misma es un cambio. Ya lo había dicho Schopenhauer: “El cambio es la única cosa inmutable”. Por eso, es fundamental desarrollar un nivel de tolerancia al cambio que nos permita lidiar con las transformaciones sin que estas afecten demasiado nuestro equilibrio psicológico.

¿QUÉ ES LA RESISTENCIA AL CAMBIO INDIVIDUAL?

El concepto de resistencia al cambio en las organizaciones es muy conocido, pero la resistencia al cambio personal es una idea menos popular, si bien no deja de ser muy importante.

En psicología el concepto de resistencia al cambio se refiere a las personas que experimentan una angustia emocional provocada por la perspectiva de una transformación o por el cambio que se está produciendo.

Durante los primeros años de la Psicología, la resistencia al cambio individual se analizaba simplemente como un problema de motivación. Por tanto, se pensaba que para eliminar esa resistencia bastaba conseguir que la persona se motivara.

Sin embargo, ahora sabemos que cuando alguien se resiste al cambio es porque existen diferentes áreas problemáticas, ya sea debido a características de personalidad, su historia de vida o su situación actual. Desde esta perspectiva, la resistencia al cambio personal es una increíble oportunidad para bucear en nuestro interior.

De hecho, podemos sentirnos motivados por el cambio pero si algo nos retiene, como el miedo, la motivación no será suficiente para vencer la resistencia. Por eso un cambio siempre es una oportunidad de autodescubrimiento.

El ciclo de la resistencia al cambio personal

Kubler-Ross propuso un ciclo emocional que las personas siguen en los casos de duelo pero que se aplica perfectamente a cualquier otro tipo de cambio en la vida que nos neguemos a aceptar.

 Etapa de choque. Es el estado de parálisis por análisis o bloqueo emocional inicial cuando nos exponemos por primera vez a la perspectiva del cambio. En ese estado no solemos reaccionar, por lo que otras personas pueden pensar que hemos aceptado de buena gana la transformación pero en realidad lo que sucede es que nuestro sistema emocional está “congelado”. Nuestra mente racional aún no ha procesado el cambio y lo que este significa. A medida que lo asumimos, podemos sufrir una crisis de ansiedad o ir presentando otras reacciones físicas.

Etapa de negación. En esta fase negamos el cambio, implica un  poco cerrar los ojos ante la realidad y cualquier evidencia de que la transformación en necesaria está ocurriendo. Lo normal es que sigamos con nuestra vida, como si nada hubiera pasado, con la ingenua pretensión de que la necesidad de cambiar desaparezca. Esto sucede porque al aferrarnos a las rutinas cotidianas, recuperamos la sensación de control.

Etapa de la ira. Cuando no podemos seguir negando el cambio, lo usual es responder con rabia, frustración e ira. En esta fase salen a relucir todos los sentimientos que se reprimieron  durante las etapas anteriores. También es común que nos preguntemos por qué tiene que pasarnos algo así.

Etapa de negociación. Es una fase en la que intentaremos encontrar una salida, aunque normalmente es en vano ya que en realidad aún estamos resistiéndonos al cambio. En esta etapa aún no hemos aceptado el cambio sino que intentamos encontrar una “solución” para evitarlo.

Etapa de depresión. En esta etapa finalmente aceptamos que el cambio es inevitable. Sin embargo, no lo aceptamos de buen grado y podemos reaccionar deprimiéndonos o irritándonos.

Etapa de prueba. Es una fase en la que la resistencia al cambio finalmente va desapareciendo porque nos damos cuenta de que necesitamos reaccionar. Entonces comenzamos a buscar soluciones realistas y buscamos nuevos patrones de afrontamiento que se adapten a la realidad. En esta fase comenzamos a hacer pequeños experimentos que nos acercan al cambio nos permiten mirarlo desde nuevas perspectivas.

Etapa de aceptación. Es la última fase donde volvemos a encontrar el equilibrio que se había roto con el cambio. Encontramos y ponemos en práctica nuevos patrones de comportamiento adaptativos que nos ayudan a reconstruir nuestra identidad bajo las nuevas circunstancias.

10 excusas que te mantienen atrapado en el pasado

Somos conscientes de que el cambio es la única constante de la vida. Sin embargo, queremos cambiar y a la vez seguir siendo los mismos o haciendo las mismas cosas. Esa dicotomía genera una resistencia, a menudo a nivel inconsciente.

1.   No comprender que el cambio es necesario. En algunas circunstancias podemos no tener muy claro que es necesario cambiar, sobre todo si nos sentimos relativamente seguros y cómodos en nuestra zona de confort. Si pensamos que las cosas que hemos hecho así durante tantos años seguirán funcionando y no hay motivos para cambiar, nos resistiremos a cualquier transformación.

 

2.   Miedo a lo desconocido. El miedo a lo que no se conoce y a la incertidumbre es una de las principales razones de la resistencia al cambio. Como norma, solo nos lanzamos a lo desconocido si creemos que lo que nos espera vale la pena pero si no estamos seguros de qué encontraremos, nos resultará muy difícil abandonar nuestra posición, donde nos sentimos seguros y tenemos todo relativamente bajo control.

 

3.   Falta de competencia y temor al fracaso. Se trata de un factor de resistencia al cambio que muy pocas personas admiten pero que se encuentra en la base de ese temor. Cuando creemos que no tenemos las habilidades, competencias o fuerzas necesarias para enfrentar la transformación, muchas veces no lo reconoceremos pero reaccionamos resistiéndonos a la transición.

 

4.   Apego a los hábitos. Si hemos hecho determinadas cosas de cierta forma durante mucho tiempo, será muy difícil cambiar esos patrones. No solo se trata de hábitos de comportamiento sino también de maneras de relacionarnos, pensar o sentir. Esto se debe, entre otros factores, a que en nuestro cerebro ya existen “autopistas neuronales” por las que esos hábitos discurren rápidamente, por lo que cambiarlos requeriría construir otras, y nuestro cerebro suele tender siempre a aplicar la ley del mínimo esfuerzo.

 

5.   Imposición. Cuando percibimos que el cambio es impuesto por alguien y que no tenemos no voz ni voto, la primera reacción suele ser el rechazo. A la mayoría de las personas no les gustan los cambios impuestos, por lo que si no se les consulta, la disposición al cambio es mínima.

 

6.   Agotamiento y saturación. En muchos casos la resistencia al cambio está provocada porque se sobrepasó precisamente el nivel de tolerancia al cambio; es decir, la persona ha estado sometida a tantas transformaciones que ha desarrollado un rechazo a estas, como resultado del agotamiento y la saturación.      

 

7.   Disonancia cognitiva. En algunos casos el cambio representa un punto de ruptura con algunas de nuestras creencias u opiniones, lo cual genera una disonancia cognitiva que no estamos dispuestos a asumir.

 

8.   Escasa motivación. Todo cambio siempre demanda movilizar determinados recursos, por lo que si no tenemos la motivación suficiente, o si no se trata de una motivación intrínseca, nos resistiremos a esa transformación.

 

9.   Mal momento. En muchas ocasiones la resistencia al cambio está provocada porque la transformación llega en un mal momento de la vida. Puede ser que esa persona esté travesando una situación difícil o que tenga otros proyectos y no está preparada para hacerle frente a otro cambio.

 

10. Predisposición personal ante el cambio. Existen personalidades con una mayor disposición al cambio mientras que otras se apegan más a lo conocido. Las personalidades con rasgos neuróticos, con un locus de control interno y con una escasa tolerancia a la ambigüedad son más resistentes al cambio.


sábado, 2 de diciembre de 2023

SI TU SIGNO ES SAGITARIO




SAGITARIO: 22 DE NOVIEMBRE AL 21 DE DICIEMBRE

 ZONA DEL CUERPO: CADERAS Y MUSLOS

Con Sagitario dejamos el recorrido zodiacal de la parte superior del cuerpo y nos concentramos en la parte inferior, comenzando por las caderas. Claro que el cuerpo funciona como un todo unificado, así que esta decisión superior-inferior es sólo de nombre. Pero la lección del Centauro es alinear conscientemente las dos partes y lo que representan. Porque Sagitario está aquí para evolucionar el cuerpo como vehículo para el alma, haciéndonos aspirar a los ideales más elevados y puros como un objetivo permanente.

Sea cual sea su viaje, el Centauro recibe sus lecciones con ayuda de sus caderas, la zona del cuerpo que corresponde al signo Sagitario. Perfectamente equilibradas para la lucha de Sagitario, estas dos grandes articulaciones están puestas entre las partes superior e inferior del cuerpo. La parte superior va desde la pelvis a la cabeza, e incluye la espalda, el cuello, las extremidades superiores y los órganos internos (llamados colectivamente tronco); la parte inferior va hacia abajo a partir de la pelvis y comprende los muslos, las piernas y los pies.

Podemos notar las caderas instaladas en lo profundo a cada lado de la entrepierna, y su profundidad es fuente de su fuerza física. Las fuertes caderas están formadas por huesos fuertes, la pelvis y el fémur. La pelvis es una ancha cavidad ósea que soporta el peso de la parte superior del cuerpo y transfiere su fuerza a las extremidades inferiores. Este es uno de los huesos que por su posición capacita al ser humano para erguirse sobre dos pies, rasgo anatómico que nos distingue de nuestros hermanos vertebrados.

Adondequiera que nos lleve el viaje, ya sea al aeropuerto o a un ashram, las caderas nos sirven para caminar hasta allí. Para llegar adonde queremos, se requiere no sólo movimiento sino también una dirección; en eso está el trabajo principal de todo Centauro; debe seguir una dirección, y su camino lo induce a elegir la superior, aquella que lo satisface en cuerpo y alma.

La palabra latina Sagittarius significa “arquero”. Y el símbolo de la constelación Sagitario es, acertadamente, una flecha. Esta flecha está dirigida por el Centauro, ser mitad hombre mitad animal, que la apunta hacia el amplio horizonte; tensando la cuerda de su arco dispara la flecha, dejando una ardiente huella para el osado viaje que lo induce a dirigir su cuerpo hacia lo que anhela su alma.

¿Cómo elegimos nuestra dirección en la vida?

No hay dirección correcta ni incorrecta, sino sólo la que nos sirve mejor. La verdadera dirección es la que proviene de nuestra verdadera naturaleza, de un conocimiento filtrado por la mente, pero que también es más grande; es ese sutil sentido de finalidad, como si el alma hubiera venido a esta vida con una misión por cumplir, la que divisamos de vez en cuando. Nuestro Sagitario está aquí para reconocer eso que divisamos, para inducirnos a confiar en eso y luego ayudarnos a seguir su dirección, lleve a donde lleve.

Según la mitología griega, hubo un tiempo, en que los centauros vagaban por la Tierra. Estos seres mitad hombre y mitad caballo, vivían en las montañas de Tesalia; se albergaban en cuevas, cazaban animales salvajes para alimentarse y para luchar usaban piedras y ramas. En las obras clásicas griegas y romanas, desde la Odisea de Homero a Las metamorfosis de Ovidio, estos centauros representaban las tendencias más primitivas del hombre; saqueaban ciudades, robaban mujeres y bebían más vino que Dionisos (el dios griego del vino).

Pero este cuento admonitorio es sólo la mitad de la historia, porque estos seres también eran humanos; cada centauro tenía un tronco humano que se elevaba de su cuerpo equino, i representaba los ideales más elevados del hombre. Así como los primeros centauros eran esclavo de sus naturalezas animales, sus descendientes fueron otra clase de centauros que honraban sus aspectos humanos más elevados. Estos fueron los maestros y médicos que tenían sabiduría y visión profética.

Uno de estos centauros se llamaba Quirón, amigo y maestro del gran guerrero Hércules. Un día cuando estaba ayudando a Hércules, Quirón fue herido, por error, por una flecha envenenada. Zeus, como regalo al buen centauro, lo alivio de su dolor y lo ascendió a los cielos convirtiéndolo en la constelación de Sagitario. Así el Centauro pasó a ser el símbolo zodiacal del signo Sagitario.

Parte del viaje de nuestro Centauro exige fe en el plazo divino; fe en que lo que deseamos y necesitamos llegará a su debido tiempo (lo que no siempre está sintonizado con nuestro sentido del tiempo).  Si no, nos encontraremos refunfuñando por el fracaso de nuestros bien ideados planes con una indignación que creemos justa.

Estas son las manifestaciones físicas producidas por no conseguir lo que nuestro Sagitario considera justo:

Tensión o rigidez en los músculos de las caderas

Músculos de las caderas desequilibrados (por ejemplo los abductores)

Muslos girados hacia dentro o hacia fuera de modo fijo

Limitación en los movimientos de las caderas

Dolor en las articulaciones, en torno a los trocánteres mayores o en la zona glútea

Dolor en los nervios de la zona glútea o en la parte posterior del muslo.

Otras: Excesos en la comida o bebida, desequilibrio hepático

Sagitario es el noveno signo del zodiaco. Su energía reconoce nuestra naturaleza superior e inferior, y pide que sea la superior la que dirija.

Sintoniza tu Sagitario interior con preguntas, ejercicios y actividades que centren la atención en las caderas. Hazlo para aspirar a las estrellas de modo que esto oriente tu rumbo en la Tierra.

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