domingo, 27 de julio de 2014

TENSIÓN ARTERIAL




HIPERTENSIÓN. (Demasiado alta)

 La imagen de una persona padeciendo hipertensión es la de una olla a presión. Esto le ocurre a la persona cuando acumula, durante largos períodos, pensamientos y emociones que no expresa; la persona siente que es hipersensible y se controla mal. Las iras y contrariedades son reprimidas, en su interior, suele aplazar  para más tarde las cosas que debe decir por miedo o falta de confianza en sí mismo. Esto hace que acabe viviendo en constante tensión nerviosa, porque lo ve todo como una montaña, y cree que no será capaz de realizar sus proyectos. De esta manera, su mente comienza a crear  fabulas, lo cual aumenta sus problemas y su culpabilidad; esto hace que rápidamente su “presión” aumente.

El deseo de controlarlo todo, y poder resolver las situaciones se hace insostenible, viviendo un miedo profundo a ser rechazado sintiéndose en peligro y siempre en guardia.

La hipertensión que vive la persona, puede también hallar su fuente en el miedo a la muerte, consciente o inconscientemente, y en el deseo de sacar el máximo provecho a su vida, porque piensa que está perdiendo su tiempo y no va a poder realizar sus objetivos.

Su afirmación para sentirse mejor debe ser:

“Tengo que aprender a dejar salir el vapor suavemente. Evito la acumulación que provoca la explosión. Aprendo a tener confianza en mí mismo”.

HIPOTENSIÓN  (demasiado baja).

 La hipotensión se halla en una persona cuya presión es demasiado baja, aun así, puede que tenga una presión por debajo de lo normal y sin embargo hallarse en plena forma, lo que indicaría que es la adecuada para ella ya que su calidad de vida no está afectada.

De lo contrario, si no se encuentra bien, puede indicar que su deseo de vivir está ausente; tiene la sensación de que nada funciona bien, y que es inútil hacer esfuerzos porque de todos modos cree que las cosas seguirán sin funcionar. Se siente vacía de energías y no consigue llevar el peso de los acontecimientos. Se abandona al desánimo, su alma ya no está en sus acciones. Vive en el victimismo teniendo la sensación de que su vida es un callejón sin salida. La hipotensión puede llevar a la persona a una pérdida de consciencia, es el signo del que quiere huir de sus responsabilidades, de ciertas situaciones o personas porque el hecho de enfrentarse a cosas, le pueden llevar a realizar acciones que no le apetece hacer.

Su afirmación para sentirse mejor  debe ser:

“Tengo confianza en mí mismo y realizo mis tareas con presteza. Elijo dejarme guiar por mi fuerza interior”

 

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