miércoles, 30 de julio de 2014

CUARTA DIMENSIÓN.


 
 
La conciencia de cuarta dimensión es la conciencia del punto, la longitud, la anchura, la altura, el volumen y el tiempo.

Conocida como el Plano Astral, la conciencia primaria de esta dimensión es el cuerpo astral, el cual tiene una vibración octava superior con una percepción cuatro-dimensional etérea del pasado, presente, donde el futuro es más fluido al ir cambiando las leyes del tiempo y el espacio. En la cuarta dimensión, se puede integrar la identidad de grupo, sin la perdida de nuestro ego personal, ya que es la última vibración donde los vehículos físicos son utilizados para contener lo conciencia individual. Sin embargo, debido a la naturaleza fluida del tiempo y el espacio, nuestras formas astrales, naturalmente se transforman.

Drunvalo Melchizedek, declaro que la cuarta dimensión es:


“Mil veces más interesante que la de aquí, (3ª dimensión).
Cada respiración es como una eternidad. Hemos perdido nuestra conexión con Dios aquí y no nos acordamos de lo que es tener a Dios en nosotros y a nuestro alrededor, moviéndose a través de nosotros, de manera que, lo que estemos pensando y sintiendo sea directamente creado.
Podríamos ir a la cuarta dimensión y recrear realmente la tercera dimensión. Entonces nos daríamos cuenta  de que lo que estamos pensando comienza a suceder, y la idea de la separación se vuelve algo sin sentido”.
 
Con esto podemos comprender lo difícil que es hablar de la cuarta dimensión desde la tercera.


Gran parte de nuestra vida de la tercera dimensión también existe en la cuarta dimensión en un formato de una vibración más elevada, pero no somos conscientes de ello debido a que la realidad no está en sintonía con nuestro tiempo y espacio físico.
Nuestra realidad astral, así como nuestras encarnaciones físicas no son perceptibles para nosotros mismos en la tercera dimensión, sin embargo  la cuarta dimensión es el reino  que sostiene la conciencia de los componentes de la primera y segunda dimensión, así como todas las experiencias del pasado de esta vida actual y todas las otras vidas de la tercera dimensión.


 Podemos ampliar nuestra conciencia de tercera a cuarta dimensión a través de ganar conciencia de los mecanismos internos de nuestro cuerpo físico, al recordar nuestros sueños, y al tener experiencias intensas de pasión, emoción, creatividad, y/o espiritualidad.

Richard Barrett señalo hablando de cuarta dimensión:

“La conciencia física es tridimensional, la conciencia del alma es de la cuarta dimensión. La conciencia tridimensional tiene cualidades básicas, de tiempo, espacio y materia. Están cualidades crean la experiencia de la separación, la muerte y la masa. La conciencia de cuarta dimensión tiene como cualidades básicas la temporalidad, la no-especialidad y la energía. Estas cualidades crean experiencias de unidad, del ser y el flujo, hay conciencia de la eternidad, donde el pasado y el futuro coexisten simultáneamente.


En la cuarta dimensión de conciencia existe un sólo un momento eterno que llamamos ahora y todo existe en formas de energía."
Algunas personas nacen con una conexión innata con su ser de la cuarta dimensión y deben "trabajar" para anclar su conciencia en un mundo de tercera dimensión que a menudo se siente ajeno y hostil.
Otros nacen sin esta conexión despertada, y por lo general se sienten más cómodos y "en casa" dentro del paradigma de la tercera dimensión.
Estas personas a menudo se sienten aisladas de las porciones dimensionales más elevadas, de sí mismos e incluso pueden no creer que siquiera exista el "yo superior".
Sin embargo, nuestro cuerpo astral existe, y su vibración más alta es nuestro Guía Espiritual.


Al igual que una persona en la cima de la montaña puede observar y guiar a los residentes del valle abajo, nuestro ser superior astral puede observar sobre la tercera dimensión y guiarnos. A través de la percepción expandida de nosotros mismos del Yo de la cuarta dimensión podemos crear grandes cambios en nuestro mundo físico.

La cuarta dimensión aún tiene la polarización de la luz y la oscuridad, y este reino no es necesariamente más amoroso, sobre todo en los sub-planos inferiores. En la cuarta dimensión el pensamiento y los sentimientos crean una realidad mucho más rápidamente que en la tercera dimensión, y el miedo puede crear el mal con tanta facilidad como el amor puede crear la belleza y la alegría.

Algo muy importante para nosotros es buscar la intención del alma que hay detrás de cada experiencia, para ver lo que estamos tratando de aprender. En el análisis final, la lección más importante es que nuestros ideales se convierten en nuestros destinos.

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