domingo, 13 de julio de 2014

FREUD Y JUNG.







Este articulo revivió en mí la gran admiración que he sentido por estos grandes hombres, sobre todo por Jung, el cual me ha sido de gran ayuda. Espero que os guste tanto como a mí.

 FREUD Y JUNG: UNA AMISTAD AL ROJO VIVO.
Jung y Freud se encontraron por primera vez un mes de Febrero en 1907. El psiquiatra suizo tenia 31 años, trabajaba en un clínica de Zurich y admiraba al autor de La interpretación de los sueños, que a sus 50 años seguía siendo persona non grata para el mundo académico. Se habían intercambiado textos. Coincidían en su interés por los mecanismos de la neurosis… eran la pareja “padre-hijo ideal” que, por distintos motivos, ambos ansiaban.

 Freud invitó a Jung a su casa en Viena. La fascinación entre el judío agnóstico y el espiritual hijo de un pastor protestante quedo patente en su primera conversación: duro 13 horas. Y su apasionada colaboración, seis años… que acabaría abruptamente. Tras su encuentro en Viena, Freud le escribió:  “ Mi querido Jung, prométame que nunca desechará la teoría sexual. Es lo más importante de todo. Debemos hacer de ello un dogma inexpugnable contra la negra avalancha del ocultismo”. pero la libido, teoría y practica sería la clave de su ruptura.

¿Mantenía Freud relaciones con su cuñada, como afirma Jung que esta le dijo, o fue un rumor para perjudicarlo? “ Yo lo consideraba una personalidad superior en la que proyectaba la imagen del padre ideal- escribió Jung- ante  éste triangulo amoroso no podía aceptar ya la autoridad de Freud”. Este, por su parte, se enteró de que su “intachable” amigo, ya casado, fue amante durante cinco años de una joven paciente suya, Sabina Spielrein.

 Aunque las divergencias crecen, Freud habla de Jung como su sucesor. Viajan tres meses a EE.UU. para divulgar el psicoanálisis. Es el punto álgido de su intimidad. Se cuentan mutuamente sus sueños, pero de conferencia en conferencia las diferencias se agrandan. Un vienés arrogante, amargado y materialista, según Jung, choca con un suizo entregado al sociologismo y la mística, según Freud.

Su último encuentro fue en Múnich, en un congreso psicoanalítico donde Jung daba una conferencia, Freud se desmaya y Jung que era alto y fuerte, lo tumbo en un sofá. Así, tan físicamente quedó demostrada su rivalidad. Poco después sendas cartas la sellaron: “Propongo que abandonemos nuestras relaciones personales enteramente”, escribe Freud. “Accedo a su deseo de abandonar nuestra amistad, pero nunca tirare la mía con su persona” le responde Jung.

Ese es el final de la relación entre los dos grandes genios del psicoanálisis, ambos se complementaron, dejando un sendero abierto para el conocimiento a la humanidad.

Texto compilado de un articulo de Gloria Otero.

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