sábado, 14 de junio de 2025

LLEGA EL VERANO.....



LLEGA EL VERANO…

Y, durante este periodo, tenemos ganas de viajar, descubrir cosas nuevas y disfrutar al máximo, Y nada podría ser más adecuado a esta época, porque gracias a todos los productos que ofrece el verano podemos alimentar y refrescar nuestro organismo disfrutando del sabor y color de nuestras frutas y vegetales.

Las frutas y las hortalizas de verano son las que más propiedades hidratantes tienen, aportándonos "agua orgánica", con propiedades únicas. Estas son algunas de ellas.

La ciruela

La ciruela Claudia reina verde se distingue de todas las demás por ser la variedad más dulce y exquisita. El color de su piel es verde oscuro y la pulpa verde pálido. Es muy dulce y muy jugosa.

Aporta potasio en abundancia y casi nada de sodio, por lo que es diurética y ayuda a regular suavemente la tensión arterial. La fibra y el sorbitol estimulan los movimientos intestinales, de ahí que se recomiendo en caso de estreñimiento.

La sandia

La refrescante sandia, (es agua en un 90%), no solo apaga la sed en verano, su temporada natural, sino que actúa como una auténtica y revitalizante bebida "isotónica" gracias a su riqueza en vitaminas.

Dos buenas tajadas de sandía proporcionan solo 96 calorías. Sin embargo, aportan casi la mitad de vitamina C que se precisa al día y hasta la quinta parte de las B1 y B6. Las más dulces suenan a hueco, están firmes y pesan más que las que están verdes.

El pepino

Una de las funciones del agua es limpiar o depurar el organismo. Y en esta misión el pepino desempeña un papel destacado. Su popularidad en toda la ribera mediterránea hace que lo encontremos en recetas veraniegas de diferentes países, desde cremas como el tzarziki griego o sopas como el gazpacho andaluz a ensaladas variadas donde se combina lo mejor de la huerta en verano.

Un pepino mediano (250 gramos) aporta solo 30 calorías, pero también el 18% del ácido fólico, el 13% de la vitamina C y el 10% del magnesio que se precisa al día. Es diurético y depurativo, y si se come con la piel, se aprovechan sus lignanos o fitoesteroles, que, junto con la fibra, ayudan a reducir el colesterol. Estos compuestos también contribuyen a la prevención de las enfermedades cardiovasculares y de varios tipos de cáncer.

La berenjena.

El vistoso color morado de la berenjena revela una de sus principales virtudes: su riqueza en antocianinas que reducen la oxidación del colesterol y contribuyen a proteger el corazón.

Es agua en un 93%, por lo que resulta ligera si se cocina con poco aceite. Y aporta pequeñas dosis de minerales y vitaminas del grupo B. Además estimula la función hepática, lo que ayuda a digerir las grasas.

El pimiento

En las ensaladas de verano no debería faltar el pimiento. Los meses de calor constituyen su temporada natural y es entonces cuando brinda toda su frescura y sabor. Además, casa de maravilla con otras hortalizas veraniegas, como el tomate o el pepino.

Es un campeón en la vitamina C: un solo pimiento rojo proporciona el triple de lo que se precisa al día. Es, además, una buena fuente de las otras dos vitaminas antioxidantes, la A y la E, así como de B6 y ácido fólico.

La acedera

En primavera y verano es posible disfrutar de la acedera, una verdura de hoja poco conocida pero cuya gran riqueza en vitamina C y hierro invita a reivindicarla en la mesa. 

El sabor recuerda al limón y da un toque de frescor a ensaladas, sopas, purés y tortillas, pues se toma cruda o cocida. Proporciona fibra (3%) y resulta muy depurativa. La combinación de vitamina C y hierro la hace recomendable para  prevenir y combatir la anemia. Una ración de 50 g aporta el 10% del hierro necesario al día.

Al poseer oxalatos--como las espinacas--se desaconseja su consumo habitual en las personas que sufran de tendencia a formar cálculos renales.

FELIZ VERANO


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