La cefalea es un dolor opresivo (como un casco sobre la
cabeza). Suele afectar a las dos mitades de la cabeza y empieza generalmente
por la frente, A diferencia de la migraña, a los afectados no les molesta ni los ruidos ni la luz.
Las cefaleas primarias responden a la dificultad de
solucionar un problema por medio del intelecto. Como es necesario aportar más
nutrientes al cerebro, se produce una vasodilatación. Conflicto en relación con
la actividad cerebral. Culpa y control (exceso o déficit) de una situación
concreta.
Las personas propensas a padecer cefaleas son aquellas
que ocultan, que borran las cosas, que no quieren afrontar la realidad, que actúan
como si no pasará nada, como si no tuvieran ningún problema. Viven dramas, como
todos los demás, pero su sistema de defensa consiste en negar todo. Niegan sus
emociones o sus experiencias consideradas “negativas”. Es decir, intentan dejar
sus problemas a un lado.
Se trata de individuos cerebrales, muy mentales, de carácter
rígido, que intentan demostrar continuamente, a todo el mundo, que son perfectos y que a
ellos nunca les sucede nada “malo”, con gran afán de superación y que no se
conforman con nada.
Cefaleas en racimo: Es un dolor que afecta a un lado de
la cabeza y que puede involucrar lagrimeo de los ojos, párpados caídos, y
congestión nasal.
Conflicto de impotencia y desvalorización intelectual en
el clan o en el grupo.
Es muy recomendable para los afectados de cefaleas tomar
consciencia de sus negaciones; necesitan ser conscientes del estrés y aceptar y
expresar sus emociones y sus conflictos internos.
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