No hay prisa. el verano nunca se apresura para que llegue antes el otoño. Una pequeña brizna de hierba no trata de crecer más rápido que las que tiene a su lado. Los planetas giran perezosamente en sus órbitas. Este universo ancestral no tiene ninguna prisa.
Pero la mente, sintiéndose tan dividida de la totalidad, quiere respuestas ahora, quiere soluciones hoy mismo, quiere saberlo todo desesperadamente. Quiere llegar a esas conclusiones que tanto aprecia y valora. Y, en última instancia, quiere tener el control.
Sin embargo, tu no eres esa mente; la mente es un aspecto de la totalidad, pero por sí misma no puede abarcar la totalidad.
Así, ve más despacio, amigo mío. Respira profunda y conscientemente. Confía en el lugar en el que estás, el lugar del "aún no hay respuesta", el precioso lugar del no saber. Se trata de un lugar sagrado, pues está hecho al cien por cien de vida. Está lleno, saturado, cargado, empapado de vida.
No te apresures hacía la siguiente escena de la película del "yo". Estate aquí, en esta escena, en el Ahora -la única escena que existe-.
El Ahora es el lugar en el que descansan las preguntas, y el el que brotan las soluciones creativas.
Jeff Foster
La senda del reposo
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