lunes, 24 de febrero de 2014

SER, HACER, TENER.


 
En el Universo nada se desperdicia, todo se transmuta para utilizarse de nuevo en otra forma. Si estás en un trabajo equivocado, donde tu propósito, tu talento y tus energías no están siendo aprovechados al máximo y para el bien común, este ciclo terminará para darte la posibilidad de avanzar hacia tu lugar ideal. La crisis actual no es otra cosa que los intentos de la balanza para equilibrar el mundo. Hemos abusado de los recursos de la Tierra; hemos desperdiciado nuestra energía sin reponerla; y en ambos casos hemos creado enfermedad. Lo mismo ocurre con nuestro espíritu, tenemos que nutrirlo con pensamientos positivos, de ayuda, amor y servicio si queremos estar equilibrados.

Si eres de los que han perdido algo en este momento, tranquilízate, no decaigas y obsérvate, pues a pesar de la aparente quietud el péndulo continúa moviéndose. La vida es un eterno cambio, lo que sí es completamente cierto es que nunca perdemos algo sin ser debidamente compensados a través de la Ley de Compensación:

“Toda acción tiene una reacción

de la misma intensidad en sentido contrario”
Isaac Newton

  Al no respetar los derechos de los demás, no estás respetando los tuyos, de la misma manera, al no utilizar debidamente tu propio talento, también le quitas al mundo y a los demás la oportunidad de disfrutar de tu don. Piensa que tú eres como una célula, aparentemente pequeña e insignificante, pero única en su misión: El TODO no podría ser EL TODO si tú no existieras y no compartieras tu misión con los demás.

Si piensas que necesitas un cambio para tener fama, reconocimiento y éxito material, y esa es tu única intención, ten presente que, no importa los éxitos que logres alcanzar, siempre sentirás un vacío y una constante insatisfacción. El propósito más alto que debes alcanzar es tu despertar a través de la conexión con la Fuente Primaria, elevar tu conciencia será la única forma y el único medio para encontrarte a ti mismo. Antes de TENER, primero hay que experimentar el SER, para luego HACER, con la intención adecuada y al final OBTENER, aquello que te corresponda.

 Nuestra voz interna nos habla con claridad en los primeros años de nuestra vida, pero con el tiempo es muy posible que nuestros padres y la sociedad sin saberlo, la hicieran callar.

A veces parece que llegamos a nuestro norte por casualidad. Sin embargo, al examinar de cerca nuestro recorrido, entendemos que todos aquellos caminos aparentemente equivocados y torcidos, nos llevaron finalmente a nuestro destino.

Pero ¿Cómo podemos orientarnos hacía nuestro verdadero propósito? En silencio, interiorizando, meditando. Y entonces desde ese punto de serenidad que da estar a solas consigo mismo, podemos preguntarnos: 

¿Qué hago mejor que muchos otros?

¿Para qué te buscan los demás?

¿Qué te gustaba hacer cuando eras pequeño?

¿Qué actividad puedes hacer durante horas sin que te des cuenta de que pasa el tiempo?

¿Qué trabajo realizarías aunque no te pagarán un sueldo?

¿Qué experiencia de niño o de adulto marco tu vida?

¿Si tuvieras todo el dinero y el tiempo del mundo qué harías?

¿Si tuvieras la oportunidad de tener otra vida y estar en un lugar donde nadie te conociera, qué harías?

 Preguntas así te pueden conducir hacía tu propósito, el cual es un pacto que has hecho antes de encarnar en la Tierra, es la razón que dará sentido a tu vida, la senda que te conducirá a amar (ser), a perdonar y servir (hacer), que te llevará a dar y recibir, agradecer y disfrutar plenamente todos tus ciclos, sean placenteros o no (tener).

 Tu eres ese SER tan importante para TODOS, que no puedes privarnos de tu PRESENCIA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario