En el
Universo nada se desperdicia, todo se transmuta para utilizarse de nuevo en
otra forma. Si estás en un trabajo equivocado, donde tu propósito, tu talento y
tus energías no están siendo aprovechados al máximo y para el bien común, este
ciclo terminará para darte la posibilidad de avanzar hacia tu lugar ideal. La
crisis actual no es otra cosa que los intentos de la balanza para equilibrar el
mundo. Hemos abusado de los recursos de la Tierra; hemos desperdiciado nuestra
energía sin reponerla; y en ambos casos hemos creado enfermedad. Lo mismo
ocurre con nuestro espíritu, tenemos que nutrirlo con pensamientos positivos,
de ayuda, amor y servicio si queremos estar equilibrados.
Si eres de
los que han perdido algo en este momento, tranquilízate, no decaigas y
obsérvate, pues a pesar de la aparente quietud el péndulo continúa moviéndose.
La vida es un eterno cambio, lo que sí es completamente cierto es que nunca
perdemos algo sin ser debidamente compensados a través de la Ley de
Compensación:
“Toda acción tiene una reacción
de la misma intensidad en sentido contrario”
Isaac Newton
Al no respetar los derechos de
los demás, no estás respetando los tuyos, de la misma manera, al no utilizar
debidamente tu propio talento, también le quitas al mundo y a los demás la
oportunidad de disfrutar de tu don. Piensa que tú eres como una célula, aparentemente
pequeña e insignificante, pero única en su misión: El TODO no podría ser EL
TODO si tú no existieras y no compartieras tu misión con los demás.
Si piensas
que necesitas un cambio para tener fama, reconocimiento y éxito material, y esa
es tu única intención, ten presente que, no importa los éxitos que logres
alcanzar, siempre sentirás un vacío y una constante insatisfacción. El
propósito más alto que debes alcanzar es tu despertar a través de la conexión
con la Fuente Primaria, elevar tu conciencia será la única forma y el único
medio para encontrarte a ti mismo. Antes de TENER, primero hay que experimentar
el SER, para luego HACER, con la intención adecuada y al final OBTENER, aquello
que te corresponda.
Nuestra
voz interna nos habla con claridad en los primeros años de nuestra vida, pero
con el tiempo es muy posible que nuestros padres y la sociedad sin saberlo, la
hicieran callar.
A veces
parece que llegamos a nuestro norte por casualidad. Sin embargo, al examinar de
cerca nuestro recorrido, entendemos que todos aquellos caminos aparentemente
equivocados y torcidos, nos llevaron finalmente a nuestro destino.
Pero ¿Cómo
podemos orientarnos hacía nuestro verdadero propósito? En silencio,
interiorizando, meditando. Y entonces desde ese punto de serenidad que da estar
a solas consigo mismo, podemos preguntarnos:
¿Qué hago
mejor que muchos otros?
¿Para qué te
buscan los demás?
¿Qué te
gustaba hacer cuando eras pequeño?
¿Qué
actividad puedes hacer durante horas sin que te des cuenta de que pasa el
tiempo?
¿Qué trabajo
realizarías aunque no te pagarán un sueldo?
¿Qué
experiencia de niño o de adulto marco tu vida?
¿Si tuvieras
todo el dinero y el tiempo del mundo qué harías?
¿Si tuvieras
la oportunidad de tener otra vida y estar en un lugar donde nadie te conociera,
qué harías?
Preguntas
así te pueden conducir hacía tu propósito, el cual es un pacto que has hecho
antes de encarnar en la Tierra, es la razón que dará sentido a tu vida, la
senda que te conducirá a amar (ser), a perdonar y servir (hacer), que te
llevará a dar y recibir, agradecer y disfrutar plenamente todos tus ciclos,
sean placenteros o no (tener).
Tu
eres ese SER tan importante para TODOS, que no puedes privarnos de tu
PRESENCIA.
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