domingo, 21 de mayo de 2023

SI TIENES TU LUNA EN GÉMINIS



LUNA EN GÉMINIS

Géminis es el signo de aire de la cruz mutable y está regido Mercurio. Esta combinación da una nota intelectual a los sentimientos, es decir, la razón actúa en el mundo emocional.

Con la Luna en Géminis esto puede manifestarse como sentido común pero también como pobreza emocional o como sentimientos superficiales. Sus reacciones espontaneas, su capacidad de adaptación, su inteligencia y su flexibilidad le convierten en alguien muy hábil en los asuntos de relaciones.

Curiosa por todo lo que pasa a su alrededor conoce muchas respuestas y le gusta dar información al respecto. Alerta, pronta en la réplica, inconstante e intranquila, reacciona a muchas cosas a la vez, encontrando gran satisfacción al hacer varias cosas al mismo tiempo. Así pues como tiene que dar abasto a un gran círculo de amistades, a menudo, promete más de lo que puede cumplir.

Con la Luna Géminis la persona puede desarrollar muy bien los trabajos de intermediaria, donde se necesiten reacciones rápidas. Es una comerciante excelente para la venta o la oferta de prestación de servicios. Sabe intuitivamente como convencer a las personas, tiene talento didáctico y fascina a los demás con sus palabras.

Puede adaptarse a nuevos contactos, no es fácil que sea fiel, ya que queda seducida por la multitud de posibilidades, lo que le hace difícil decir “no” y siempre está dispuesta a experimentar y vivir.

El elemento mutable es su elixir energético, allí “florece”, allí fluyen sus energías. Sus contactos y actividades son tan diversos que la multiplicidad y la dispersión pueden ocasionarle intranquilidad y nerviosismo. Con demasiada ligereza hace promesas fáciles que no puede mantener y después debe dar explicaciones e inventar excusas que pueden dejarla en evidencia. En el fondo quiere llevarse bien con todos y hacerlo todo bien, pero en muchas ocasiones no lo consigue.

Como la Luna Géminis reacciona con rapidez a los estímulos externos, las personas con esta Luna se pierden fácilmente en lo relativo; todas las cosas se meten en el mismo saco, les falta capacidad de  discriminación y profundidad en la valoración de las cosas. Piensan demasiado sobre los sentimientos y, si bien intentan solucionar los problemas sentimentales mediante comprensión, sufren bajo una dolorosa indecisión.

Por eso, las Lunas Géminis no manejan bien las crisis emocionales ya que pretenden hacerlas desaparecer mediante construcciones lógicas, y negándolas con cantidad de argumentos. Cuando por fin se dan cuenta de que no pueden resolverlas, le ponen nombre al factor que le ocasiona la perturbación y con guardarlo en el correspondiente cajón, lo dan por liquidado. Les encanta investigar y analizar los sentimientos de los demás, pero no están dispuestas a hacer lo mismo con sus propios sentimientos.

En el plano material, la Luna Géminis no tiene ninguna estructuración, es una Luna colectiva y esta expuesta de forma vulnerable a todas las influencias, orientándose por las normas establecidas en el entorno, Imita a sus colegas y parientes y, sin darse cuenta, se vuelve como ellos y, es que en realidad no tiene opinión propia. Para ella la verdad es relativa y a pesar de que es inteligente y reacciona con rapidez, con facilidad se pierde en el colectivo y no muestra ningún perfil propio.

La propia responsabilidad la delega en los demás, sobretodo en los amigos, los socios, y la familia. Con su habilidad especial puede obtener información que otros mantienen oculta, y consigue que le cuenten lo que quiere saber. Con determinadas posiciones en su horóscopo, tiene tendencia a contar cosas que le han confiado, ya que siendo Mercurio su regente tiene la tarea de transmitir mensajes e información, por eso le resulta difícil guardársela.

En las relaciones, a menudo la Luna Géminis experimenta una depreciación de todos los valores, experimentando el amor en la superficie, sin alcanzar profundidad. Cuando le sobrevienen problemas emocionales se mantienen a flote, se inventan algo, se las arreglan y, niegan tercamente que están en crisis, no les gusta afrontarlo y se niegan a sacar conclusiones de la situación en la que se encuentran.

Superación

La transformación tiene lugar en el signo opuesto Sagitario, el cual quiere exactamente lo contrario, quiere encontrar la verdad, los valores y el sentido de las cosas. Esto es precisamente lo contrario del impersonal elemento emocional de la Luna Géminis, en donde el amor en profundidad casi no puede experimentarse.

La Luna Géminis en la crisis es empujada hacia sus límites, los cuales antes no estaba dispuesta a sobrepasar. Cuando ya no puede más y la situación supera sus fuerzas, entonces debe decidirse a tomar el camino hacia adentro. Esa conversión interna solo es posible cuando la persona ha sido llevada a sus límites, al punto cero.

Pero para eso debe estar dispuesta a renunciar a la diversidad y a la multiplicidad. Debe dejarse capturar, decidirse por una persona, por una tarea y dejar el resto de posibilidades aunque sean muy seductoras. La transformación exige limitación de la libertad personal y el empleo de la propia fuerza de voluntad; Géminis debe dirigir sus sentimientos hacia una única meta.

Ante todo debe comprender que la dispersión no le ayuda a avanzar. Se puede sentir entre la espada y la pared y la limitación parece inevitable. Entonces la meta debe ser tan seductora que estabilice la capacidad de concentración y la ayude a superar el efecto de dispersión.

La Luna Géminis transformada es la maestra totalmente dedicada a los demás, que habla el lenguaje colectivo, que conoce las verdades eternas por haberlas experimentado en sí misma y, que puede transmitirlas a los demás de forma convincente, sabe que todas las cosas tienen dos caras y sabe decir la palabra adecuada en el momento adecuado.

Puede actuar de forma clarificadora y comprensiva en situaciones confusas y desembrollarlas de forma inteligente. Emocionalmente, sabe lo que es correcto y lo que no lo es, porque está en permanente intercambio con su propio YO, con su guía interno.

El principio de intercambio ayuda en esto a la Luna Géminis, como casi no puede dejar de dialogar consigo misma, puede intuitivamente diferenciar lo correcto de lo erróneo. Venus como regente esotérico después de la transformación se vuelve cada vez más fuerte. Mercurio deja todo lo que no tiene valor, la Luna Géminis transformada busca en todas las cosas una cualidad, un sentido con aspiración espiritual. En su propia profundidad busca “la perla auténtica” y el verdadero YO se encuentra a sí mismo.

De esta forma, se convierta en intérprete divina, en divulgadora de valores espirituales. El pensamiento semilla esotérico expresa este proceso:

“Reconozco mi otro yo y en la mengua de ese yo, crezco y resplandezco”


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