domingo, 6 de marzo de 2022

¿QUÉ ES LA OSCURIDAD?



La oscuridad es la luz y la energía condensadas, densificadas, hasta límites insospechados. En el Origen, la luz y la energía gozaban de infinita libertad para realizar la Creación. Todo fue dispuesto así. La recreación de la idea Original, manifestada en el mundo de la forma.

La oscuridad está formada por la separación y el olvido. Es distorsión de la Idea Original. Es una consecuencia en sí misma y por ello no puede participar en la Creación. Ese es su mayor dolor, y su mal profundo.

Cuando no permites a alguien que se exprese en sus ideas y pensamientos, es entonces cuando la oscuridad se forma. La castración, limitación y restricción conducen al dolor y este, a la oscuridad. Estáis hechos para brillar, crecer y recrear; no para ocultaros y apagaros.

La base del Universo son las estrellas y los soles, fuentes creadoras de vida. Los agujeros negros fueron una necesidad posterior. Cuando un ser humano se expresa y brilla, no cabe en él la oscuridad. Un ser que se encuentre en esa oscuridad, ha de tratar por todos los medios de buscar su expresión, su palabra, sus argumentos y, si puede, tratar de ser creativo con todo ello.

Los escritores, artistas, pintores, compositores, sabéis bien de todo esto. Os sentís vivos cuando creáis, cuando generáis un nuevo ser, una nueva composición. Todo en la naturaleza tiene esa tendencia a la expresión. Todo en la naturaleza tiene esa tendencia  a la expresión, a la diseminación, a la reproducción de sus contenidos en nuevas formas más perfectas, sublimes y en concordancia con su entorno.

La vida se adapta y fluye allá donde se le permite

La oscuridad es la “negación” de la libertad de la vida. No expresarse o no dejar expresar, ser, o sentir a otros, es lo que provoca oscuridad. El dolor es el paso intermedio. Es la señal de alerta. Cuando un ser humano sufre, experimenta dolor. Aún mantiene fe y esperanza, para intuir que ese sufrimiento pasará.

Si el dolor aumenta y el sufrimiento no cesa, antes de morir o desaparecer, la luz se convierte en oscuridad. Apaga sus últimos latidos de consciencia, y se encierra para defenderse. A partir de ese instante, volver a desenvolver la luz será un proceso doloroso, largo y peligroso, tanto para el propio ser como para quienes pretendan ayudarle.

Fuente: Conversaciones con el Doble Cuántico. Joshua S. Santos

 

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