domingo, 20 de marzo de 2022

LA MENTALIDAD PARADÓJICA



La vida nos sitúa a veces en situaciones contradictorias y a tener que elegir entre un camino y su contrario. Desarrollar una mentalidad paradójica, sin embargo, nos permite aprovechar estas situaciones tan complejas.

En tiempos de incertidumbre, dificultades y cambios, estamos casi obligados a aceptar la incomodidad existencial como estilo de vida. Las cosas no son fáciles y no asumirlo, lo complica quizá un poco más.

Por ello, se nos sugiere que en el actual contexto de complejidades asumamos una mentalidad paradójica. Se trata de un enfoque que sabe lidiar con lo extraño contradictorio.

Puede que así de pronto esta propuesta nos parezca peculiar y difícil de entender. Sin embargo, lo cierto es que casi cada día nos enfrentamos a múltiples paradojas personales. ¿Sigo con este trabajo que me aburre o me atrevo a emprender algo nuevo? ¿Invertimos en nuestra empresa en eficacia o lo hacemos en innovación? ¿Debo reñir a mi hijo por eso que ha hecho mal o lo dejo pasar?

La cotidianidad está llena de hechos que nos empujan a tener en cuenta una realidad y su contraría. Irse o quedarse. Arriesgar o ser prudente. Hablar o guardar el secreto. Parece que, de algún modo, siempre estemos obligados a tener que decantarnos por una cosa y descartar su opuesta, porque así lo marca el sentido lógico.

Sin embargo, la mente paradójica elimina la narrativa de “esto o lo otro” y opta por tenerlo todo en cuenta a la hora de decidir. Esto lo convierte en una perspectiva psicológica muy interesante….

¿En qué consiste la mentalidad paradójica?

Albert Rothenberg es un reconocido psiquiatra de la Universidad de Harvard que fue el primero en hablarnos de la mentalidad paradójica. Lo hizo en 1996 tras entrevistar a más de 22 premios Nobel, genios del momento y análisis históricos de grandes figuras de la ciencia, el arte o la tecnología.

Esas investigaciones se recogieron en el libro Flight from Wonder An Investigation of Scientific Creativity. Algo que pudo descubrir es que las figuras más creativas concebían de forma simultánea una idea y su contraria.

Por tanto, la mentalidad paradójica define la capacidad de manejar pensamientos conflictivos o contradictorios y obtener beneficio de ello. Es un rasgo de tolerancia a la frustración, eficiencia y flexibilidad capaz de permitir al ser humano alcanzar el éxito.

El valor de aceptar las tensiones y las contradicciones de la vida. Sabemos que este concepto puede parecer poco lógico y contraintuitivo. Porque la verdad es que pocas cosas nos generan tanto estrés como la contradicción. Es más, el cerebro experimenta ansiedad ante la información disonante, ante la contraposición, el antagonismo, la antinomia….Sin embargo, si nos acogemos a ese rumor caótico, podemos energizarnos de muchas maneras.

Trabajos de investigación como los realizados en la Universidad Renmin destacan algo importante. La adaptación de una mentalidad paradójica nos permite sacar partido de las tensiones para generar respuestas más creativas e innovadoras.

El poder del conflicto y la actitud que impulsa la superación

La mentalidad paradójica saca provecho de la tensión cognitiva. Lo hace saliendo de la zona de confort para abrirse paso hacia nuevas y valiosas perspectivas. Esto, por sí mismo, es un valor psicológico de gran poder y relevancia.

Porque el cerebro, aunque nos sorprenda, está precondicionado, para el conformismo, para reducir como sea el estrés de la contradicción y por ello, opta siempre por la opción que genere menor resistencia.

Es decir, si tenemos por delante varias opciones que elegir (dejar el trabajo, quedarme o emprender algo nuevo) la mente siempre opta por la salida menos conflictiva (quedarme, seguir con mi vida tal y como ahora). Ahora bien, esa pasividad o ese conformismo tienen en sí misma una desventaja oculta. Quien elude la contradicción no promueve el cambio ni el atrevimiento no la conducta innovadora.

Pensar como Einstein para tener una mentalidad paradójica

Sabemos que poner en práctica la mentalidad paradójica puede darnos muchas ventajas, pero ¿Cómo hacerlo? El doctor Albert Rothenberg de la Universidad de Harvard analizó  cómo razonaba y pensaba Albert Einstein.

Algo que definía al padre de la teoría de la relatividad era, precisamente, apreciar las contradicciones cotidianas, porque con ellas podía romper sus ideas preconcebidas. Esa es el clave, ese el gran secreto.

Veamos algunas estrategias sencillas para desarrollar la cognición paradójica:

Cuando te enfrentes a las tensiones y problemas cotidianos, intenta apreciarlos en términos de curiosidad y enriquecimiento. Un desafío no siempre es una amenaza. Verte en una encrucijada no implica que debas optar por la salida más fácil. Mira ese reto con perspectiva y apertura, no solo con miedo.

Aprende a tolerar la incomodidad. La vida está llena de paradojas y contraindicaciones. Asume ese hecho e intenta procesarlo desde un punto de vista innovador. Es más, tal y como nos explica Jerry L. Eletcher, otro experto en este tipo de enfoque y autor del libro Paradoxical Thinking, el ser humano es una criatura contradictoria. Somos capaces de sentir amor y odio a la vez, ilusión y miedo al mismo tiempo. También es necesario tolerar esa ambivalencia interna.

Pon distancia mental del problema y ten en cuenta perspectivas más amplias. Genera todas las ideas que te sean posibles ante un mismo problema, aprecia cada dato, corriente e información. Todo es útil para permitirle avanzar de manera innovadora.

Para concluir, desarrollar unas buenas cualidades paradójicas requiere tiempo y romper muchos viejos esquemas mentales. Se trata de un método revolucionario capaz de transformar nuestra realidad en épocas difíciles.

 Fuente: Valeria Sabater

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