domingo, 15 de noviembre de 2015

ALMAS



 

"Usted Necesita caos en el alma

para dar a luz a un inicio danzante."

Fredrich Nietzche

 

A muchos de nosotros nos parece que estamos acercándonos de manera acelerada a nuestra meta evolutiva, y sin embargo, todavía estamos experimentando problemas emocionales y sentimientos de miedo, insuficiencia y confusión.

En este proceso de despertar, hay momentos en los que nos encontramos sobre el filo de una navaja, entre el “saber” y “no saber”. Este saber y no saber simultaneo, y el espacio entre los dos, es lo que nos mantiene confusos y desequilibrados.

 
Es como estar en un “bardo”, palabra tibetana para el espacio dentro de un espacio, el espacio entre las respiraciones, el espacio intermedio.

Colgamos allí, suspendidos en el limbo con un gran signo de interrogación, con malestar por estar en un lugar tan diferente y nuevo donde hay un instinto natural para simplemente congelarse, comprobando que funciona lenta y sigilosamente antes de tomar la siguiente respiración, el siguiente paso.

Y lo siguiente que hay que hacer es, ser y sentir, no es obvio.

De ningún modo….


Nuestro entendimiento básico de lo que significan la religión y la espiritualidad, se están erosionando rápidamente.

La comprensión de nuestro Ser, y la forma en que una funcionamos en el exterior y  en el interior está mutilada y moribunda. Y están  esos principios que se están desmoronando, sin nosotros saber que se están desmoronando hasta que –inesperadamente- nos damos cuenta de que de alguna manera nos sentimos extrañamente diferentes.

 

El ritmo es tan rápido ahora que nos preguntamos cómo podemos llegar del punto A al punto B.

¿Qué pasó con el tiempo entre los dos?

¿Hubo algún lapso o repentinamente llegue allí?

 

Mientras estamos asombrados con esa maravilla, somos bruscamente sacudidos  hacía un lugar diferente. Sin haber integrado plenamente nuestro último punto de referencia.

 

Las otras piezas de este rompecabezas son las crudas emociones que parecen estar surgiendo de la nada. Los centros de nuestras almas están abiertos y recibiendo. Ellos han estado recibiendo desde hace bastante tiempo, en grandes cantidades, informaciones que necesitamos como almas.

 

Y nos preguntamos, ya que estamos tan abiertos de esa manera, ¿Por qué seguimos sintiendo dolor? ¿No hemos ido más allá de eso? ¿No deberíamos estar libres del dolor de la ilusión?

La respuesta es NO, y está perfectamente en línea con el salto hacia adelante.

 

De hecho cuanto más avanzamos más nos damos cuenta de lo que no está alineado con Quienes Somos Realmente, y eso es lo que no hace sentirnos mal.

A medida que más cosas nuestras son expuestas y sanadas, hay más espacio disponible para integrar nuestro Yo autentico, dentro de nuestra forma actual de vida; Y esta es la cuchilla de doble filo. Nuestra presencia auténtica expulsa, sin piedad, nuestras sombras restantes y todo lo que viene con ello.

 

Parece ser que esta experiencia no termina hasta que no dejemos esta octava dualidad. Sin embargo, podemos llegar a un punto de una dualidad casi colapsante mientras estamos todavía en el cuerpo humano y, manifestarnos en total libertad.

Si vamos a incorporar plenamente lo que realmente somos, tenemos que dejar esta experiencia y empezar a crear nuestros propios mundos y galaxias. Somos seres en constante expansión, y no hay un límite para lo que podemos ser y crear.

 

Pero mientras conseguimos todo esto, hemos diseñado un rico y abundante cuerno de la abundancia que ofrece todo lo que necesitamos para tener una emocionante y, a veces aterradora experiencia de vida en la conciencia de la dualidad.

 

Fuente: Biblioteca Pleyades.

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