Luna Llena en Capricornio
Como siempre la luna llena de Capricornio pisa fuerte y
llama la atención por su potencia, aunque sea una luna en exilio, no por ello
será débil sino todo lo contrario.
Y es que sucede que la luna en Capricornio cuando sucede
en el modo de esta fase lunar, se convierte en especial. La luna en Capricornio
no es fácil, pues es seria, demasiado fría y distante, casi inaccesible;
representa una roca pero más bien es el fondo de la roca misma. Imaginemos una
montaña tan inmensa con esa altura pero hay más dentro de esa montaña que está
bajo la tierra, y no se ve, pero si cavamos como si fuéramos mineros, vamos a
encontrar un tesoro.
El tesoro de la luna llena en Capricornio puede no ser
tan bonito, incluso puede resultar impactante, pero siempre será un tesoro
preciado. Y esto sucede por una razón: con la luna en Capricornio cuando está
llena sucede algo siempre que saca a la luz algo que debe ser mostrado aunque
duela, como manda la obra de Saturno que muestra la cruda realidad para que
aprendamos y espabilemos, porque hay algo que se nos está escapando, algo que
no sabemos y está escondido, y conocer esa verdad es de suma importancia para
que llevemos a cabo una misión en nuestro aprendizaje.
Por eso cuando la luna se pone llena en Capricornio
suelen suceder eventos que son duros, pero son muy necesarios. Pueden ir desde
conocer una verdad incómoda a descubrir la verdadera naturaleza de una
situación o de una persona que estaría mostrando su peor cara, pero conocer esa
cruda realidad es un deber, término tan asociado a Saturno con su
disciplina.
Esta luna llena sucede en un tiempo importante del año.
Estamos en ese momento en el cual el sol cruza la estrella Sirio, "la
abrasadora", situada en Cáncer bajo la constelación de Canis Maioris, el
Perro; aquí se mezclan dos tipos de adorables animales que tienen un carácter
parecido, eso dicen los biólogos, pues dicen que los cangrejos son como los
perritos del mar, defensores de lo suyo y territoriales, fieles al grupo,
gregarios. Es en este tiempo cuando comienza oficialmente la canícula en el
hemisferio norte, el período más abrasador del año, adoptando el prefijo
"can-icula" de perro: un tiempo de perros asociado a la estrella fija
de Sirio y la constelación en la cual se encuentra.
Por eso es normal estar más rabioso en este tiempo del
año, calor horrible bajo el cual no se puede hacer nada, ambiente cargado, mal
humor, y eso convierte este tiempo en uno en el que se está "como los
perros", es decir, rabiosos. Este año la canícula se produjo el día 3 de
julio y tendrá una duración aproximada hasta el día 11 de julio, pero la
canícula no tiene fechas fijas, y dice el refranero popular española que la canícula
dura "de Virgen a Virgen". Por lo tanto, para averiguar cuándo sucede
la misma cada año, tomaremos como referencias dos celebraciones marianas del
calendario litúrgico: desde la Virgen del Carmen el día 16 de julio hasta la
Asunción de la Virgen el día 15 de agosto; este sería el período para
orientarnos.
Y la primera luna llena que sucede rondando la fecha de
la primera Virgen que marca el inicio de la canícula es la luna llena de
Capricornio, terminando en la luna llena de Acuario aproximadamente, para
cuando acaba el calor o al menos, baja la temperatura y el calor se hace más
llevadero en general.
Esa es la potencia de la luna llena de Capricornio: con
la rudeza de Saturno añadido al rigor canicular. Por eso nunca será una luna
cualquiera, sino una luna que puede pesar bastante y nunca será indiferente.
En esta luna llena de Capricornio de julio de 2025 no hay
mayores estrellas fijas que impacten sobre la posición de la luna o el sol, y
eso ya la va a convertir en más llevadera, pues recordemos que apenas estamos
saliendo del castigo de Algol recibiendo a Urano, ya más calmada la cosa, pero
regresarán a hacer conjunción en noviembre y diciembre. Urano por su parte ha
entrado en Géminis el día 7 de julio y esto será como un remolino total a nivel
planetario, pues agita mentes e ideas, y aquello que debe ser arrasado y
suscita cambios bruscos en inesperados con el fin de redefinir nuestras ideas y
pensamientos, porque hace falta algo que debe cambiar sobre todo a nivel
mental.
Tanto la luna como el sol carecen de posiciones malas,
sólo hay una tensión hacia Quirón en Aries en forma de cuadratura, lo cual
indica que cierto daño aparece y eso se ha podido notar incluso los días
previos a la luna llena, revelando una situación dolorosa de nuestra realidad,
que esté ocurriendo a nuestro alrededor y a la que necesitamos prestar nuestra
atención porque incluso nuestra propia supervivencia depende de saber esa
verdad durísima, cruda, pero sumamente necesaria, aunque nos duela.
Saturno que acaba de entrar en Aries se sitúa en
conjunción a Neptuno que también ha efectuado el cambio desde Piscis hacia
Aries, y aquí se mezclan las energías muy diferentes de dos signos, pues
Saturno busca la estructura fuere, mientras que Neptuno es más idealista y
tiene su mente puesta en los sueños. Esto viene a ser la re-definición de
nuestros sueños e ideales que sería lo suyo tuvieran una nueva base, con más
cimiento y mejor construidos. Hace falta que se construya algo nuevo en
nuestras vidas pero para que esto suceda se tiene que derribar la construcción
anterior: si esto sucede, es porque lo que se ha construido anteriormente es
inválido, de pobre calidad y es inservible, perjudicial para nosotros
mismos.
Por eso la crudeza de Saturno es así de clara y
contundente: nos va a mostrar algo que nos duela y no basta con esconder la
cabeza, evitarlo y mirar para otro lado. Si ha pasado en estos días una
revelación dura debemos enfrentarla cuanto antes, solucionarla lo antes
posible, porque si no esa mentira o situación dolorosa seguirá formando parte
de la mala construcción como un ladrilló añadido que hará que lo construido
estalle tarde o temprano y la situación se convierta ya en irreversible.
Mejor derribar aquello que es malo y nos está consumiendo
(aunque no lo queramos reconocer), mejor enfrentar esa durísima realidad y
ponerle fin al problema antes que seguir haciéndolo más y más grande; pues será
muchísimo peor, terminará reventando.
Lo bueno de esta posición es que muchos sueños se pueden
hacer realidad, pues es la representación de la manifestación de lo que se
sueña siempre y cuando sea realista.
Saturno tiene un papel fundamental y recoge realmente la
esencia de esta luna llena. Está bastante bien aspectado en general teniendo
solo una posición de tensión como lo es la cuadratura hacia Júpiter, que forma
parte del ciclo Saturno-Júpiter que comenzó en diciembre de 2020, y lo hizo
como conjunción, luego pasa a cuadratura, y marca el tercer y penúltimo
encuentro entre ellos. Ahora está la cuadratura y mala no es, sino que se trata
de una posición incluso positiva. Esta cuadratura comenzó en agosto de 2024 y
el pasado 15 de junio se volvió a poner exacta por última vez para pasar a las
siguientes posiciones, y de aquí se sacan cosas buenas, aunque se está
alejando, está muy presente y bien activa.
La expansión de Júpiter con su optimismo tan
característico, se verá de frente con la disciplina restrictiva y el realismo
de Saturno, mezclándose aquí dos naturalezas muy distintas entre sí, pero que
van a trabajar conjuntamente para generar un resultado de crecimiento personal
que se va a producir tras haber experimentado situaciones negativas,
frustrantes o de inhibición y bloqueo. Es decir, que la luna llena de
Capricornio que nos suele mostrar un lado crudo en muchas ocasiones, nos pone
ese asunto encima de la mesa, pero esta cuadratura nos ayuda a resolver ese
problema sacando mucho provecho en nuestro crecimiento personal, con el fin de
realizar un aprendizaje que será de suma importancia para nosotros.
Es por ello que en estos días veraniegos nos vamos a encontrar con alguien que ejercerá la figura de mentores para nosotros y que serán personas fundamentales pues van a ser ese "maestro" que nos enseñará una lección valiosísima acerca de esos problemas que nos acechan y de esa situación en la vida que nos pesa. Por eso esta luna llena de Capricornio no será tan rígida y negativa como las anteriores que hemos tenido en veranos pasados, siendo las lunas de los años 2022, 2023 y 2024 lunas durísimas que nos mostraban la peor cara de lo que nos rodea.
Lectio Stellae
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