viernes, 10 de marzo de 2023

EL ETERNO RETORNO...



EL ETERNO RETORNO DEL QUE HABLA NIETZSCHE.

Si hoy te dieran la noticia de que la vida que has vivido se va a repetir una y mil veces, ¿Cómo te sentirías? Esta es precisamente la pregunta que se encuentra detrás del eterno retorno de Nietzsche y del vitalismo que impregna su filosofía.

A partir de la célebre frase Dios ha muerto, Nietzsche pretende explicar un principio complejo de manera breve. Expresa que los seres humanos estamos preparados para dejar de creer en un ente superior, un pastor del rebaño que llevaría a la desvalorización de los valores supremos y de la ley moral. En contraposición, entiende que el individuo, con una actitud de superhombre que rechaza la moral del rebaño, logra hacerse cargo de la propia vida, alejándose de la visión determinista de la existencia.

Su pensamiento revolucionario pone en jaque la concepción cristiana que regía el mundo occidental y abre así la posibilidad de ver al mundo y a los individuos desde otra perspectiva. ¿A qué se refiere con el eterno retorno? ¿Cuán es el valor de esta doctrina?

¿Quién fue Nietzsche?

Estamos hablando de uno de los filósofos occidentales más relevantes del siglo XIX. Friedrich Nietzsche nació en 1844 en Alemania. Su madre quería que fuera pastor, por lo que veinte años después ingresa a la Universidad de Bonn a estudiar Teología. Sin embargo, pese al descontento de su madre, al año siguiente se traslada a la Universidad de Leipzig a estudiar Filología clásica.

Influenciado por los pensamientos de Arthur Schopenhauer y por la música de Richard Wagner, se empieza a interesar por la Filosofía y termina creando obras reveladoras.  Entre las más destacadas  están El nacimiento de la tragedia por el espíritu de la música, Así habló Zaratrusta y La gaya ciencia.

En sus obras desarrolla su interpretación de la tragedia en la Antigua Grecia, la muerte de Dios, el fin de la religión como modelo de valores en la sociedad moderna y en eterno retorno. Desde su punto de vista nihilista, el cristianismo inventó un mundo  ideal e inexistente que no hace otra cosa que limitar la libertad de los individuos.

A finales de 1889, sufre un colapso mental irreversible y, con signos evidentes de locura, es internado en la clínica psiquiátrica de Basilea. En deterioro mental se aísla en una casa familiar que compartía con su hermana Elisabeth en Weimar. Muere el 25 de agosto de 1900.

El tiempo desde una concepción cultural

¿Cómo entendemos el tiempo? Como una flecha. Es decir, con un comienzo (pasado), con un presente y con una consumación final. (Teológicamente nombrada como el fin de los tiempos).

Para los griegos, el tiempo era circular, cíclico. Ellos usaban dos palabras para referirse al tiempo: Kairós y cronos. La palabra Kairós representa el tiempo oportuno y profundamente relevante que ocurre en el tiempo gromos (el cronológico, el que simplemente transcurre)

Estar en Kairós es sentirse en sintonía con el momento presente. En simples palabras.se trata de tomar decisiones conscientes en el aquí y el ahora. Es adueñarse de la propia vida y entender que no es azar no obra del destino.

Nietzsche expresa que hemos normalizado una concepción del tiempo que se basa en las ideas del cristianismo y plantea que debemos salir de la idea del tiempo en forma de flecha, porque esta mirada escatológica nos hace estar siempre a la espera de algo maravilloso, pagando el precio de vivir una vida ajena o alejada de los propios deseos. Propone amar auténticamente a la vida, independientemente de un futuro prometedor y asumir que en el presente está la totalidad de la vida.

El eterno retorno de Nietzsche

Esta idea no da por sentada la posibilidad de vivir en ciclos infinitos. Es una cuestión hipotética en lugar de un hecho. No está planteada en términos de reencarnación, sino que supone ser una prueba reflexiva para la propia voluntad y existencia.

 Los negadores de esta concepción sugieren que las cosas ocurren por destino o por azar, y que no dependen de uno, Para ellos, la vida es cruel e injusta, a la espera del paraíso celestial. En este sentido, se cree que la vida como tal no vale la pena, y que solo cobraría sentido en el futuro.

En cambio Nietzsche se basa en el principio existencial de que la vida termina para plantear la importancia de no centrar nuestras expectativas de vida en una promesa futura. Más bien, propone vivir el presente con tanta intensidad que queramos repetirlo con lo bueno y lo malo, las alegrías y los dolores. El tema moderno sería: disfruta tanto del presente que lo quieras vivir de nuevo.

Se trata de una afirmación de la vida, ya que el eterno retorno se construye en cada decisión, en cada instante. A través de este concepto, Nietzsche intenta llamar a la voluntad humana. Esta es la doctrina de vida del superhombre, dispuesto a abatir la moral decretada por el cristianismo, junto a rebaños que obedecen y pastores que predican y crear una nueva moral en la que el hombre es su propio juez y verdugo.

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