sábado, 5 de noviembre de 2022

EL SUEÑO


Un tercio de nuestra existencia (220.000mhoras en 60 años) nos la pasamos con los párpados cerrados, en un misterioso y desconocido estado que denominamos sueño. Pero, ¡ojo! Todo este tiempo es un tiempo activo y en él ocurren muchos cambios tanto en las actividades mentales como en las funciones corporales, y todas ellas de enorme trascendencia para nuestro equilibrio físico y psíquico. En definitiva, cumple una función reparadora para nuestro organismo, ayuda a la recuperación de energía, la termorregulación, la consolidación del aprendizaje y la memoria, entre otras muchas funciones.

Es importante mencionar que sobre la importancia de los sueños ya nos hablaba Aristóteles, y muchos personajes históricos nos han dejado constancia de sus sueños: Julio Cesar, Descartes, Bismarck, Hitler y muchos otros. Sin embargo, no fue sino hasta 1900, cunado Sigmund Freud publica su obra La Interpretación de los Sueños, y a partir de aquí los sueños fueron objeto de estudio científico.

FASES DEL SUEÑO

FASE I. Es la fase del sueño ligero. El sueño de esta fase es poco reparador. El tono muscular disminuye en comparación con el estado de vigilia, y aparecen movimientos oculares lentos.

FASE II. En esta fase el sistema nervioso bloque las vías de acceso de la información sensorial, lo que origina una desconexión del entorno y ocupa alrededor del 50% del tiempo de sueño del adulto. El tono muscular es menor que en la fase I, y desaparecen los movimientos oculares.

FASE III. Es un sueño más profundo (denominado DELTA), donde el bloqueo sensorial se identifica. En esta fase no se sueña, se produce una disminución del 10 al 30 por ciento en la tensión arterial y en el ritmo respiratorio, y se incrementa la producción de la hormona del crecimiento. El tono muscular es aún más reducido que en la fase II, y tampoco hay movimientos oculares.

FASE IV. Es la fase de mayor profundidad del sueño, en la que la actividad cerebral es más lenta. Al igual que en la fase III, es esencial para la recuperación física y, especialmente, psíquica, del organismo. En esta fase, el tono muscular está muy reducido. No es la fase típica de los sueños, pero en ocasiones pueden aparecer, en forma de imágenes, luces, figuras…sin una línea argumental.

FASE REM. Se denomina también sueño paradójico, debido al contraste que supone la atonía muscular (relajación total) típica del sueño profundo, y la activación del sistema nervioso central (signo de vigilia y estado de alerta). En esta fase se presentan sueños, en forma de narración, con un hilo argumental, aunque sea absurdo.

La actividad eléctrica cerebral de esta fase es rápida. El tono muscular nulo (atonía muscular o parálisis), impide que la persona dormida materialice sus alucinaciones oníricas y pueda hacerse daño. Las alteraciones más típicas de esta fase son las pesadillas, el sueño REM son atonía y la parálisis del sueño.

ALGUNOS PROBLEMAS DEL SUEÑO

Todos podemos “perder el sueño” puntualmente, esto puede ser por varias razones, por ejemplo, situaciones que conllevan estrés, problemas de salud y medicamentos, trabajo por turnos, beber alcohol, comer muy cerca de la hora de acostarse, etc. Sin embargo, la mayoría de estas situaciones son puntuales. Cuando esto no es así, cuando está siendo constante el problema, tenemos que tomar medidas, pues puede ser indicador de que tenemos alteraciones en el sueño. Vamos a conocer sólo algunas de las más comunes:

INSOMNIO

Hay muchos factores que intervienen en la aparición y mantenimiento del insomnio. Entre los más importantes destacan los psicólogos (tendencia a dar vueltas a las cosas, dificultades para manejar las emociones negativas, creencias erróneas en relación con el sueño, con los siguientes hábitos inadecuados), el estrés y el miedo a no dormir.

Los dos tipos principales del insomnio son:

Insomnio primario: cuando la causa que lo provoca no se identifica fácilmente o no está asociado a ninguna otra enfermedad.

Insomnio secundario: aparece como consecuencia de diferentes causas, tales como una enfermedad, un trastorno mental, el consumo de ciertas sustancias o medicamentos, existencia de problemas ambientales (ruido, temperatura) o sociales (problemas familiares y laborales, cambios de horario por trabajo o viajes)

HIPERSOMNIA

Hablamos de un trastorno del mecanismo del sueño, que se caracteriza por un sueño excesivo, constante e involuntario. Tendríamos gran dificultad para mantenernos despiertos, y esto nos causaría un deterioro funcional significativo, entre los que tendríamos: fatiga, cansancio, pérdida de concentración y sensorial, problemas de movimiento y una gran pérdida de atención en nuestro entorno.

En la mayoría de los casos no se tiene dificultad para conciliar el sueño, éste es continuo, pero no reparador. Se suele tener problemas al levantarse sintiéndonos confusos e irritables, presentando lo que se conoce como borrachera de sueño y que afecta la transición sueño-vigilia.

SONAMBULISMO

Es un trastorno que ocurre cuando caminamos o realizamos otra actividad estando aún dormidos. Nos podemos parar y lucir como si estuviéramos despiertos, levantarnos y caminar o realizar actividades complejas. Algunas personas incluso conducen un vehículo mientras están dormidas.

El episodio puede ser muy breve (unos cuantos segundos o minutos) o puede durar hasta 30 minutos o más, pero la mayoría de los episodios duran menos de 10 minutos. Si no se les molesta, los sonámbulos regresarán a dormir. Esta alteración puede ocurrir a cualquier edad, pero sucede con mayor frecuencia en los niños de 5 a 12 años de edad, y parece ser hereditario.

NARCOLEPSIA

Es un trastorno del sueño que causa somnolencia excesiva y ataques de sueño incontrolables y frecuentes durante el día. Por lo general a horas inapropiadas. Estos periodos de somnolencia extrema se dan cada 3 o 4 horas, este impulso de dormir es irrefrenable e incapacitante.

Más de la mitad de los individuos con narcolepsia puede experimentar una pérdida del tono muscular y debilidad repentinas (cataplexia) desencadenada por una emoción súbita, así como parálisis del sueño, en la cual momentáneamente hay incapacidad para moverse o hablar al despertarse.

Alrededor de la mitad de los individuos con narcolepsia pasa por estados parecidos al sueño, entre el sueño y la vigilia (alucinaciones hipnagógicas). La narcolepsia se origina por concentraciones bajas de mensajeros químicos en el cerebro (dopamina y noradrenalina), y por factores genéticos.

  

Alrededor de la mitad de los individuos con narcolepsia pasa por estados parecidos al sueño, entre el sueño y la vigilia (alucinaciones hipnagógicas). La narcolepsia se origina por concentraciones bajas de mensajeros químicos en el cerebro (dopamina y noradrenalina), y por factores genéticos.

 

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