martes, 16 de febrero de 2021

UN RESPLANDOR DIFUSO....



Un resplandor difuso de rayos gamma ilumina el corazón de la Vía Láctea

En el corazón de la Vía Láctea existen rayos cósmicos convertidos en aceleradores de partículas que generan rayos gamma con una potencia inimaginable que luego impactan en la tierra.

Desde el disco de la Vía Láctea, la región de nuestra galaxia en la que se acumulan la mayor cantidad de estrellas y planetas, están emergiendo rayos gamma con una potencia que supera con creces cualquier cosa que se pudiera construir o imaginar en la Tierra.

Lo ha descubierto una investigación del experimento Tíbet AS-gamma, un observatorio de rayos cósmicos situado en Yangbajing, China, a 4300 metros sobre el nivel del mar. Los científicos chinos y japoneses que operan dicho observatorio, ahora han vuelto a asombrar al mundo.

Energía inesperada

En un artículo que ha sido aprobado para su publicación en la revista Physical Review Letters, Explican que los rayos gamma detectados por el observatorio tienen una energía superior a la del petaelectronvoltio o PeV.

Si comparamos esta energía con la que es capaz de generar el LHC del CERN en ginebra comprobamos que este acelerador de hadrones ha llegado a los 14 teraelectronvoltios (TeV) de potencia. Un PeV equivale a mil TeV.

Los investigadores creen que esos aceleradores de partículas originan los potentes rayos cósmicos, las misteriosas partículas que atraviesan toda la galaxia y bombardean constantemente nuestro planeta.

La mayoría de las partículas que componen los rayos cósmicos son protones o núcleos de átomos y, cuando chocan con desechos cósmicos esparcidos por la galaxia, pueden producir los rayos gamma.

Los autores de la investigación señalan además que esos potentes rayos gamma se originan en los cósmicos que vagan erráticos por la galaxia, como resultado de la interacción de protones con el medio interestelar.

Campos magnéticos

Consideran por tanto que los rayos cósmicos se aceleran más allá de las energías PeV en nuestra galaxia y que se extienden por el disco galáctico, modulados por sus campos magnéticos.

Eso significa que nuestra galaxia está repleta de rayos cósmicos mucho más potentes de lo que se pensaba hasta ahora, y que han quedado al descubierto al comprobarse la energía de lo rayos gamma que generan.

Cuanto mayor es la energía de los rayos gamma, mayor es la energía de los rayos cósmicos de los que proceden, señalan los científicos.

Esta constatación confirma que los potentes rayos PeV no solo se originan, sino que también se propagan por el disco galáctico, produciendo un resplandor difuso de rayos gamma de energías externas que un observatorio tibetano ha por fin detectado y medido.

Fuente: Eduardo Martinez de la Fe 


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