jueves, 26 de marzo de 2020

PRIMAVERA SIN ALERGIAS


 Si eres sensible a los pólenes y otros alérgenos, puedes prevenir y tratar los efectos de la alergia con plantas, dieta y otros cuidados naturales.

Las alergias se producen a raíz de nuestra interacción fisiológica y bioquímica con el medio que nos rodea, incluidos los alimentos, el aire que respiramos (especialmente el polen) y la ropa que vestimos.

Alérgenos. Todos estos elementos están llenos de sustancias naturales o artificiales, e incluso microbios, que son identificados como alérgenos por nuestro sistema inmunitario.

Más sensibles. Las alergias al polen, y a otras cosas, son más frecuentes en primavera, sobre todo las respiratorias, aunque también las de la piel.

Desencadenantes. Ello se debe a la presencia en el aire de pólenes diversos que desencadenan una rinitis, asma o urticaria, generalmente en personas que las han padecido antes. Aparte de los pólenes, hay otras sustancias naturales que también pueden desencadenar una alergia primaveral, como hongos, esporas, insectos y pelos de animales.

Síntomas habituales

Respiración afectada. Estos alérgenos suelen provocar una respuesta de tipo respiratorio, con afectación de ojos, (picores, lagrimeo), nariz, senos craneales, faringe, bronquios y pulmones. Los pólenes de árboles, malezas y plantas muy comunes son los que suelen producir más alergias. La fiebre del heno es la rinitis alérgica, posiblemente la más común de las alergias primaverales.

Manifestaciones físicas. Sin embargo, la alergia se puede presentar de múltiples formas: ahogos, asma, colon irritable, congestión nasal, conjuntivitis, diarrea, dolor de cabeza, edema de pies o manos, erupciones, eccemas, faringitis, hiperactividad, lagrimeo, otitis de repetición, picores, tos y vaginitis.

Dieta preventiva.

Cuida lo que comes. Aunque es una alergia mayoritariamente respiratoria, debemos vigilar no consumir alérgenos que puedan aumentar nuestro estrés inmunológico y empeorar el proceso alérgico.

Verduras y frutas. Se recomienda una dieta rica en estos alimentos todo tipo de frutas (excepto cítricos), verduras (excepto maíz tierno y tomates), arroz integral o blanco, almendras, nueces, piñones, pipas de girasol y patatas.

Evita lácteos y gluten. Reduce los lácteos y derivados de tu dieta. Los lácteos forman mucosidad. Reduce, asimismo, los productos de trigo: contienen gluten, una proteína especialmente alergizante. Sustitúyelos por arroz o avena.

Hidrátate bien. Bebe una buena cantidad de agua, que te ayudara a realizar la depuración interna.

Solo buenas grasas. Reduce al máximo o elimina las grasas cocidas o fritas. Una cantidad razonable de grasa de origen natural (aceites vírgenes, frutos secos....) nos dará los aportes necesarios de ácidos grasos esenciales.

4 PLANTAS PARA COMBATIR LAS ALERGIAS

Helicriso. (Hely Chrisum sp) Se considera antialergico, por un posible estimulo de las glándulas suprarrenales. Se usan los capítulos florales en infusión por vía interna y externa.

Grosellero negro. (Ribes nigrum) Las hojas, en infusión, fortalecen la sangre y regulan la alergia. En fresco, sobre la piel actúan como revulsivo y vesicante, estimulando la circulación sanguínea.

Escaramujo. (Rosa canino) Regula el sistema inmunitario. Puedes preparar una tisana con las cuatro plantas a partes iguales (1 cucharadita de cada), dos o tres veces al día.
Dr. Josep Lluis Berdonces

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