viernes, 27 de marzo de 2020

LA CIENCIA DEL SONIDO



El matemático griego Pitágoras fue el primer científico destacado en examinar la naturaleza del sonido y de la vibración. Pitágoras creía, con una intuición notable, que todas las formas de materia del universo emiten vibraciones, desde las estrellas más distantes hasta las partículas más diminutas de la tierra: "Todos estos sonidos y vibraciones forman una armonía universal, en la que cada elemento, aunque siga teniendo su propia función y su propio carácter, contribuye a todo". 

En la descripción más poética de Pitágoras sobre la relación entre sonido y materia, dijo: "la piedra es música congelada".

Pitágoras también creía que el sonido y la música en concreto, podía ser un mecanismo poderoso de curación. Llamaba a ciertos cantos, ritmos y melodías la "medicina musical". Aplicó ciertos sonidos para curar algunos estados enfermizos, y tuvo tanto éxito que los médicos que le siguieron utilizaron sus protocolos durante cientos de años.

Casi 2.500 años después de Pitágoras, los físicos cuánticos han demostrado que el antiguo matemático tenía razón: todos los entes del universo emiten vibraciones, por muy sutiles que sean. El físico Fritjof Capra, en El tao de la física, escribió: "Los modelos rítmicos aparecen a lo largo del universo, desde lo más pequeño hasta lo más grande. Los átomos son modelos de ondas de probabilidad, las moléculas son estructuras vibrantes, y los organismos vivos manifiestan modelos múltiples e interdependientes de fluctuaciones.

Otro destacado físico cuántico, Michio Kaku, comparó la materia sólida con los distintos tonos producidos por las cuerdas de un violín. Dijo: "La respuesta a la vieja pregunta de qué es la materia es simplemente que la materia consiste en partículas que son distintos nodos de vibración de la cuerda, como el sol o el fa. La música creada por la cuerda es en ella misma materia".

Un experto en canto, el doctor Robert Gass también ha contribuido significativamente a desarrollar esta perspectiva: " El sonido es un puente importante entre dos mundos, un puente entre el espíritu y la materia. A través de la energía vibratoria que es el sonido, el mundo invisible puede hacerse visible y tocar este plano físico".

Diversas partes del cuerpo humano también resuenan con determinadas frecuencias de sonido. Por ejemplo, las cavidades del seno, resuenan con tonos y frecuencias particulares. Los tonos agudos tienden a resonar en cavidades y estructuras más pequeñas, mientras que los tonos graves resuenan en cavidades y estructuras mayores. 

Por eso, ciertas palabras y sonidos tienen efectos directos sobre áreas distintas del cuerpo y, por lo tanto, pueden aprovecharse terapéuticamente. 

El investigador Alfred Tomatis ha demostrado que el sonido puede utilizase terapéuticamente para tratar disfunciones del sistema nervioso. sus investigaciones indican que los sonidos agudos dan energía al sistema nervioso (o lo cargan, utilizando su terminología), mientras que los sonidos graves descargan la energía del sistema nervioso. Este tipo de terapia de sonido se ha utilizado con éxito en el tratamiento de lesiones neurológicas, trastornos del sueño y dificultades de aprendizaje. 

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