domingo, 2 de junio de 2019

DEPRESIÓN Y APATÍA



Uno de los mayores bloqueos que tenemos que superar para superar la depresión y la apatía es la tendencia a culpar. Culpar es todo un tema en si mismo. Examinarlo puede resultar gratificante. Para empezar, hay una gran recompensa en culpar. Conseguimos ser inocentes, podemos disfrutar de la autocompasión, además de ser mártires, victimas y los destinatarios de las simpatías de los demás.

Pero la mayor recompensa en que conseguimos ser victimas inocentes....el otro es el malo.

Culpar es la mayor excusa del mundo. Nos permite seguir siendo limitados y pequeños sin sentirnos culpables. Pero tiene un coste; la perdida de la libertad. Además, el papel de victima conlleva percibirse como débil, vulnerable e indefenso, que son los principales componentes de la apatía y la depresión.

El primer paso para dejar de culpar es darnos cuenta de que lo hacemos.

Hemos de ser honestos y darnos cuenta de que culpamos porque elegimos culpar. Esta es la verdad, por más justificación que queramos hallar en las circunstancias. No es una cuestión de buenos o malos; simplemente se trata de responsabilizarnos de nuestra propia conciencia.

La atracción de culpar surge en la primera infancia, como un hecho cotidiano, en el aula, el recreo, con los hermanos etc. En realidad, culpar solo es otro delos programas negativos que hemos permitido que nuestra mente adquiera, porque nunca nos hemos parado a cuestionarlo.

Para superar la necesidad de culpar es necesario ver la satisfacción secreta y el placer que obtenemos de la autocompasión, el resentimiento, la ira y las excusas que nos damos a nosotros mismos, y empezar a entregar todas estas pequeñas recompensas.

El propósito es pasar de ser una victima de nuestros sentimientos a elegirlos. Si nos limitamos a reconocerlos y observarlos, comenzaremos a desarmarlos. Entonces estaremos ejerciendo una elección consciente. Así hacemos un movimiento importante para salir de la ciénaga de la impotencia.

Para superar la resistencia y asumir la responsabilidad de nuestros programas y sentimientos negativos, nos conviene ver que provienen de un pequeño aspecto de nosotros mismos. La naturaleza de esta parte más pequeña de nosotros mismos es pensar negativamente, por lo que el inconsciente tiende a aceptar fácilmente su limitado punto de vista.

Pero esa no es la totalidad de nuestro ser; más allá del pequeño ser está nuestro SER.

Es posible que no seamos conscientes de nuestra grandeza interior. Es posible que no estemos experimentándola, pero está ahí. Si nos desprendemos de las resistencias a ella, podremos empezar a experimentarla. Y nuestra vida sera mucho más completa.

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