jueves, 10 de agosto de 2023

PODER ENERGETICO




Todo emite energía, ya sea positiva o negativa. Intuitivamente, percibimos la diferencia entre una persona positiva y otra negativa. La música, los bosques, los libros, los animales, las intenciones y la totalidad de la vida emiten energía que puede ser "calibrada" en cuanto a su esencia y grado de verdad.

Cada nivel de conciencia (o patrón atractor) es calibrado en una escala logarítmica de poder energético que va del 1 al 1000. El nivel de completa iluminación (1000), en la parte superior, representa el más elevado posible en el reino humano; es la energía de Jesucristo, Buda y Krishna. El nivel más bajo (20) se encuentra en la parte inferior, y representa la mera supervivencia.

Una simple prueba muscular revela la diferencia: los estímulos negativos (por debajo de 200) debilitan el músculo al instante, mientras que los positivos (por encima de 200) lo fortalecen. Si estamos por encima del nivel de coraje (200), la gente nos busca porque le damos energía (poder) y tenemos buena voluntad hacia ella. Por debajo de este nivel, las personas nos evitan porque les robamos energía (fuerza) y queremos usarlas para nuestras propias necesidades, materiales o emocionales.

Escala básica, desde las energías más elevadas hasta las inferiores:

Paz (600): La paz se experimenta como perfección, felicidad, fluidez y unidad. Es un estado de no dualidad más allá de la separación y del intelecto, la paz que sobrepasa todo entendimiento. Se describe como iluminación y entendimiento.

Alegría (540): Es el amor incondicional e inmutable, a pesar de las circunstancias y las acciones de los demás. El mundo se ilumina con una exquisita belleza, que se ve en todas las cosas. Se desarrollan la aproximación a la unidad y al descubrimiento del Ser, un sentimiento de unidad con los demás y una preocupación por su felicidad. Prevalece la sensación de autorrealización y autosuficiencia.

Amor (500): Es una forma de ser que perdona, nutre y apoya. No procede de la mente sino que sale del corazón. El amor se centra en la esencia de una situación, no en los detalles. No se toma posición, se ve el valor intrínseco y la amabilidad de todo lo que existe.

Razón (400): Este aspecto distingue al ser humano del animal. Existe la posibilidad de ser objetivo y tomar decisiones rápidas y correctas. La ciencia, la filosofía, la medicina y la lógica son expresiones de este nivel. 

Aceptación (350): Esta energía es fluida, relajada, armoniosa, flexible y libre de resistencias internas. "La vida va bien. Tú y yo estamos bien. Me siento conectado". Cumples con la vida en los términos de la vida. No hay necesidad de culpar a los demás ni a la vida.

Voluntad (310): Esta energía sirve a la supervivencia en virtud de una actitud positiva que da la bienvenida a todas las expresiones de la vida. Es amable, servicial, quiere ayudar y tratar de estar al servicio.

Neutralidad (250): Esta es una forma de vida cómoda, práctica y relativamente libre de emotividad. Se está bien de cualquier manera. Está libre de posiciones rígidas, no es crítica ni competitiva.

Coraje (200): Esta energía dice: "puedo hacerlo". Es determinada, está entusiasmada con la vida, la productividad, la independencia y la autocapacitación. Es posible la acción eficaz.

Orgullo (175): "Mi manera es la mejor", dice este nivel. Se centra en el logro, el deseo de reconocimiento, lo especial y el perfeccionismo. Se siente "mejor que..." y superior a los demás.

Ira (150): Esta energía supera el origen del miedo por medio de la fuerza, las amenazas y el ataque. Es irritable, explosiva, amarga, volátil y resentida. Le gusta vengarse, como cuando se dice: "Ya te enseñare".

Deseo (125): Siempre busca la ganancia, la adquisición, el placer, obtener algo que esta fuera de uno mismo. Es insaciable, nunca está satisfecha, y anhela. "He de tenerlo", "¡Dame lo que quiero, y dámelo ya!".

Miedo (100): Esta energía ve peligros en todas partes. Es evasiva, defensiva, está preocupada por la seguridad, es posesiva y celosa de los demás, inquieta, ansiosa y vigilante.

Sufrimiento (75): Hay impotencia, desesperación, pérdida, pesar, separación, depresión, tristeza. Predomina el sentimiento de ser un perdedor. Desaliento: "no puedo seguir".

Apatía (50): Esta energía se caracteriza por la desesperanza, el hacerse el muerto, ser un "peso" para los demás, estar inmovilizado y los sentimientos de "no puedo" y "¿A quién le importa?". La pobreza es común a la apatía.

Culpa (30): En este campo de energía, uno quiere castigar y ser castigado. Esto conduce al rechazo de uno mismo, al masoquismo, a los remordimientos, a sentirse mal y al autosabotaje. "todo es culpa mía". Es común la propensión a los accidentes, la conducta suicida y la proyección del odio sobre sí mismo y los demás, que son los "malos". Es la base de muchas enfermedades psicosomáticas.

Vergüenza (20): Se caracteriza por la humillación, como cuando se enrojece de vergüenza. Tradicionalmente, se la ha acompañado con el destierro. Es destructiva para la salud y lleva a la crueldad con uno mismo y con los demás.

Los niveles de energías. También están asociados con los centros de energía del cuerpo, los "chakras". Los Chakras son centros de energía a través de los cuales fluye la energía, una vez que se despierta el nivel coraje ("200).

En el mapa de la conciencia, los chakras se calibran de la siguiente manera: coronilla (600), tercer ojo (525), corazón (505), plexo solar (275), chakra base o raíz (200).

Este sistema de energía tiene un impacto directo sobre el cuerpo físico. La energía de cada chakra fluye a través de canales, llamados "meridianos", a todo el cuerpo energético, que es como un esquema del cuerpo físico. Cada meridiano se relaciona con determinado órgano, y cada órgano está asociado a una emoción particular. Cada emoción negativa desequilibra la energía de un meridiano del sistema y su órgano asociado.

Por ejemplo, la depresión, la desesperación y la melancolía están vinculadas al meridiano del hígado, por lo que estas emociones tienden a interferir con la función hepática. Cada sentimiento negativo afecta a un órgano del cuerpo y, a medida que pasan los años, dicho órgano enferma y con el tiempo falla.

Todas las emociones inferiores son limitaciones y nos ciegan a la realidad de nuestro verdadero SER. A medida que ascendemos por la escala, y nos acercamos a la parte superior, empieza un nuevo tipo de experiencia. En la parte más elevada de la escala se encuentra la realización del verdadero SER.

A medida que conseguimos más libertad conseguimos más libertad, afloran la conciencia espiritual y la intuición. Esta es la experiencia común de todos los que entregan (apartan) sus sentimientos negativos. Se vuelven cada día más conscientes. Aquello que es imposible ver o experimentar en los niveles inferiores de la conciencia se hace evidente por si mismo, y es obvio, en niveles superiores.

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