lunes, 4 de abril de 2022

LA TAQUIPSIQUIA.....



LA TAQUIPSIQUIA…..cuando la mente va demasiado rápido

Cuando hablamos de taquipsiquia nos referimos a la aceleración patológica de la actividad psíquica o pensamiento. Esta aceleración del pensamiento es un trastorno cuantitativo de velocidad y puede manifestarse con o sin verborrea. En el caso más extremo se puede llegar a lo que se conoce como fuga de ideas.

Síntomas de la taquipsiquia

Una consecuencia del aumento de la velocidad del pensamiento es que se produce una dificultad para poder llegar a una conclusión, ya que todo pensamiento está comprometido por una nueva idea recién formada, creando muchas veces desorden en el cerebro del sujeto, verborrea, distracciones y predominio de asociaciones disparatadas.

La taquipsiquia se define entonces como aumento significativo de la velocidad de pensamiento, y disminución del tiempo de respuesta, aumento de las palabras por minuto, mayor espontaneidad y se caracteriza por un incremento del flujo de ideas que aparecen en la mente, saltando de una idea a otra constantemente. Este salto de una idea a otra ocurre, en general, antes de que el primer pensamiento o idea haya terminado.

La taquipsiquia proviene del griego de las palabras Tachýs (rápido) y psyché (alma o mente) y no se considera una enfermedad como tal, sino un signo clínico que orienta al psicólogo o psiquiatra para el diagnóstico diferencial. Está incluida dentro de las llamadas alteraciones del curso del pensamiento. Hay dos tipos de ritmos de pensamiento, si este se presenta enlentecido o inhibido se denomina bradipsiquia, (este está relacionado con cuadros depresivos o algunos tipos de esquizofrenia) o acelerado, que sería el caso de la taquipsiquia.

La taquipsiquia o aceleración de la actividad psíquica, puede ser muy desagradable, ya que produce la sensación de perder el control del pensamiento, desencadenando en ocasiones una verborrea imparable.

¿Qué la causa?

El origen de la taquipsiquia es diverso, puede ocurrir por consumo de estimulantes, por estados de angustia o ansiedad o por sufrir algún trastorno psicológico.

Es propio de algunos trastornos psíquicos o enfermedades mentales. Especialmente lo podemos ver en aquellos trastornos que cursan con crisis delirantes como la psicosis o la manía, es decir, en estados patológicamente eufóricos.

De manera aislada se da sobre todo en la manía unipolar, también puede verse en el síndrome mixto o manía disfórica, donde se presenta con más frecuencia que en el trastorno bipolar en el cual es menos frecuente, aunque en las fases maniacas del trastorno bipolar también puede observarse tanto taquipsiquia como fugas de ideas.

Un término muy usado en la taquipsiquia es el del pensamiento ideofugal, que es característico de la fase maníaca, el paciente pasa de un tema a otro, cada frase tiene más o menos relación con la anterior o con los estímulos que proviene del ambiente.  Son típicos de esta forma de pensamientos tener una gran elocuencia llena de datos a medio camino y una gran falta de autorreflexibilidad que permita detenerse a la persona.

Sin embargo, las asociaciones que hace el paciente no son absurdas no extrañas, están con relación a situaciones del ambiente, al tema que precede el discurso, etc. Por lo que el discurso puede ser perfectamente comprensible.

La taquipsiquia puede evolucionar hacia la fuga de ideas, término usado para designar la taquipsiquia característica de la fase maniaca  y que consiste en el que el discurso ya pasa a ser incomprensible, el pensamiento va demasiado rápido y no tiene relación con el ambiente sino por leyes de asociación pasiva del pensamiento, contigüidad, consonancia y contraste. En casos extremos puede que el pensamiento sea más rápido que el lenguaje y el paciente no pueda articular palabra.

Tratamiento de la taquipsiquia

 Para el tratamiento es básico aprender a controlar nuestra actividad mental, es decir, nuestros pensamientos, para que estos no se pierdan en divagaciones.

Así, los ejercicios de atención son muy recomendables. En ejemplo sería, antes de acostarse, observar la fotografía de una persona que resulte agradable. Observar bien los detalles del rostro, ojos, nariz, boca, intentando memorizar el rostro. Luego, una vez apagada la luz se ha de intentar evocar el rostro de la fotografía.

Una vez realizado el ejercicio varias veces, se deberá intentar evocar la imagen sin necesidad de ver la fotografía. Con la práctica, debería de bastar recrear el rostro para poder recordarla con precisión. Este ejercicio se debería de completar con el rostro de alguien que consideremos desagradable, de esta manera, no forzaremos la concentración solo en aquello que nos gusta.

Este ejercicio de concentración puede ser muy útil para desacelerar el pensamiento, de todos modos, la taquipsiquia es un signo de que algo no funciona con normalidad, por lo que se hace necesario acudir a un psiquiatra o psicólogo clínico para poder realizar una evaluación concreta.

Existen muchas técnicas enfocadas al control mental que pueden ser de utilidad, pero siempre dependerá del tipo de dificultades que se presente. Teniendo en cuenta esto, hay diferentes orientaciones dentro de la psicología que pueden ayudar una vez realizada la valoración y el diagnóstico y descubrir que es lo que está causando el síntoma y ver cómo se puede abordar y modificar.

Fuente: Mónica Leiva


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