viernes, 18 de febrero de 2022

ME SIENTO MAL.....



Me siento mal emocionalmente: ¿Qué hacer?

El dolor emocional pesa, ahoga y en muchas ocasiones impide avanzar. Sin embargo, es posible gestionarlo para desahogarse y renacer.

“Me siento mal emocionalmente, pero no sé por qué, solo siento que algo anda mal”. Todos conocemos el malestar emocional. Esa sensación en la que se entremezclan los sentimientos de tristeza, la ira, la desesperanza o la incapacidad y que nos abruma tanto que estamos deseando soltar o que desaparezca.

En estos casos, hay diferentes estrategias que podrían ayudarte a lidiar con esas emociones para seguir adelante. Sin embargo, si el malestar que experimentas es muy intenso, lo más recomendable es buscar orientación profesional.

A veces, esta sensación podría ser signo de un problema mayor, como un trastorno depresivo o ansiedad. Por lo tanto, es esencial que acudas a un especialista que pueda evaluar tu situación y hacer un diagnóstico preciso.

¿Por qué me siento mal emocionalmente?

Para empezar, es importante recordar que las emociones, positivas o negativas, surgen a causa de algún suceso externo o interno. Por ejemplo, cuando alguien nos sorprende con un buen regalo es probable que sintamos alegría. Entonces, sentir malestar emocional también responde a una causa subyacente y es esencial identificarla.

De esta manera, podemos planificar una intervención sobre ese malestar. Cabe destacar que decir “me siento mal emocionalmente”, puede abarcar toda una serie de factores distintos. A continuación, conoceremos las causas más frecuentes de esta situación.

Estrés

El estrés es una respuesta natural del organismo en una gran variedad de situaciones, y hasta cierto punto es adaptativo. No obstante, cuando el estrés se prolonga en el tiempo, empieza a causar estragos en la salud. Por lo tanto, experimentar malestar a nivel emocional puede ser un signo de que el estrés está pasando factura.

Un estudio de Naseem (2018) evaluó la influencia del estrés laboral en la felicidad de trabajadores de telecomunicación. En los resultados se encontró que este afectaba la capacidad de sentir alegría de forma significativa. Entonces, te recomendamos evaluar cómo está tu nivel de estrés y si existe la posibilidad de que influya en el problema.

Pérdida

Sentirse mal emocionalmente puede relacionarse con alguna pérdida. La muerte de un ser querido, una ruptura amorosa o incluso perder un trabajo son eventos que inician un proceso de duelo. En este sentido, El duelo puede causar sentimientos de tristeza profunda, desesperanza y dolor emocional.

Si estas atravesando una experiencia así y sientes que no estás bien, es algo natural. Lo normal es que, al cabo de un tiempo, esas emociones se apacigüen y puedas procesar la perdida. En cambio, si se vuelven más intensos y te impiden ser funcional, es necesario buscar atención profesional.

Problemas familiares o de pareja

Por lo general, convivimos con nuestra familia o nuestra pareja. Si hay algún tipo de conflicto que cree un ambiente tenso, podría aparecer el malestar; incluso si no nos encontramos en el mismo lugar.

Quizá al principio no lo notamos, pero a medida que pasan los días y la situación se intensifica, también lo hacen los sentimientos. De este modo, podrían ser la causa de esa sensación incómoda que llevamos y no sabemos explicar bien.

Depresión

Sentirse mal emocionalmente no siempre es sinónimo de depresión; lo que puede suceder es que bajo unas determinadas condiciones, puede encajar con este diagnóstico: digamos que está alineado con él.

Si esta sensación se prolonga durante mucho tiempo, sientes desesperanza o tienes ideas suicidas podrías estar pasando por una depresión. Otros síntomas comunes son la falta de apetito, dormir mucho o muy poco y la apatía.

Ansiedad

La ansiedad puede volverse clínicamente significativa por muchas razones. Además puede vincularse a varias situaciones de la vida cotidiana, como socializar.

Se trata de un estado que puede producir síntomas fisiológicos, como taquicardia, sudoración, temblores, dolor en el pecho, pesadillas, etc. Sumado a esto, a nivel psicológico, causa preocupación constante y pensamientos rumiantes e intrusivos.

¿Qué puedes hacer si te sientes mal emocionalmente?

Lo más recomendable para abordar el malestar emocional es identificar la causa del mismo y atenderla. Por ejemplo, si crees que los problemas en el hogar pueden estar causando ese sentimiento, podrías intentar hablar con tu familia y hallar soluciones. Sin embargo, hay una serie de recomendaciones generales que son útiles:

Habla con personas cercanas a ti

Conversar acerca de lo que sientes con personas que te apoyen puede aliviar un parte del malestar. Estos pueden ser amigos de confianza, familiares o pareja.

Cuando sientes que alguien te escucha y te sientes comprendido, es más fácil deshacerse de ese pensamiento que te dice que estás solo con tu dolor. Además, el apoyo de los otros es esencial para regular el malestar emocional.

Haz ejercicio físico

Chekroud et al. (2018) publicaron un estudio sobre la relación entre el ejercicio físico y la salud mental. Los autores concluyen que quienes practicaban ejercicio con frecuencia sufrían menos problemas de salud mental. Recordemos que el ejercicio físico produce la segregación de hormonas en el organismo que generan sensación de bienestar.

Además, hacer ejercicio brinda energía y mejora la salud general, lo que nos hace menos propensos a la depresión y ansiedad. Con esto no queremos decir que debes hacer una rutina de ejercicio extenuante. Actividades como salir a caminar o ir en bicicleta al menos media hora al día son suficientes para producir beneficios.

Aprende de tus emociones

Cuando analizas lo que sientes, puedes entender mejor qué te ocurre. Un ejemplo clásico es la tristeza, que puede aparecer tras una pérdida y enseña lo mucho que valorábamos a esa persona, relación u objeto.

De este modo, ya vimos que el malestar emocional puede abarcar grupos de emociones distintas. Si nos enfocamos en ellas y tomamos consciencia de su existencia, es más sencillo entender la causa del malestar. Además, esto nos ayuda a darle un nuevo significado a la experiencia.

Evita tomar decisiones de forma impulsiva

En medio del dolor, la ira o la tristeza es posible que te sientas tentado a tomar decisiones impulsivas. Sin embargo, ten en cuenta que una elección sin razonamiento puede tener consecuencias negativas. Como resultado, el malestar emocional que experimentas podría agravarse. En esa situación, lo mejor es regular tus sentimientos antes de llevar a cabo una elección.

Para finalizar, es importante enfatizar que el objetico principal no es enfrentarse a las emociones o ignorarlas; al hacerlo, probablemente solo conseguiríamos que el malestar aumente. Más bien se trata de comprenderlo, saber qué nos dice y ver qué podemos hacer. No obstante,  si sientes que tu estado anímico te impide seguir con tu vida, la mejor opción es buscar ayuda.

Fuente La Mente es Maravillosa. Autor; Ebiezer López

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