jueves, 24 de febrero de 2022

LA PUERTA DEL CORAZÓN



El corazón son los sentimientos. La puerta a “sentir” es la decisión humana.

La decisión es la base y el eje de la rueda; es el círculo y la elipse; es el punto y la línea. Cada modelo de decisión de como resultado un tipo de ser humano.

El confiado, el exigente, el libertador, el optimista, el desapegado, el altruista, etc. Son “modelos de decisión”. Estos modelos son la base de la experiencia del Alma. Cuando el Alma trata de disponer o “desarrollar” una experiencia, lo hace bajo uno o varios de estos  modelos. Normalmente no más de tres, para así concretar las vivencias y dirigir o enfocar sus experiencias.

La puerta hacía el corazón es la oportunidad de vivir todo ello “asociado al” mundo de los sentimientos; no es una tarea fácil porque es un mundo “conectivo” y mucho más real que el propio mundo mental creado.

Sentir es más verdadero, pero muchos lo consideráis peligroso; y por eso rechazáis “conectaros” entre vosotros.  A la par que elegís una vida espiritual (conexión vertical) asumís erróneamente que podéis vivir desconectados (horizontalmente) con vuestros iguales.

La conexión del sentimiento es “esférica”, no lineal. No puede dirigirse “sólo” donde uno quiere (hacia entes espirituales) y olvidarse de los humanos más cercanos. Uno se conecta “con todo”, no sólo con lo que elige La puerta del corazón se abre para “sentir”. No se puede vivir aislado cuando uno abre su corazón

Cuando se atraviesa esa puerta. La mente reaparece como un mero instrumento, un utensilio de la consciencia; deja de dominar y se vive en otra realidad. Se usa de la razón y del intelecto como partes de la mente, pero la voluntad elige vivir asociándose al sentimiento y siendo consecuente con la información real que llega cruzando esa puerta, ya que se descubre que es de doble dirección.

Uno queda abierto y expuesto bajo modelos de sensibilidad nunca hasta entonces soñados.

El universo de lo real aparece con fuerza.

Fuente: Conversaciones con el doble cuántico. Joshua. S. Santos


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