domingo, 6 de diciembre de 2020

EL AMOR COMO ARTE DE VIVIR


 "El amor no es un sentimiento fácil para nadie", advierte el psicólogo y humanista Erich Fromm. Amar significa incorporar otra vida a nuestra existencia, fundir la carne y el corazón, dilatar nuestra experiencia, ser dos sin renunciar a nuestra identidad. El amor no consiste en encerrarse en una burbuja con la persona amada, sino en abrirse al mundo y al conocimiento. Amar implica arriesgarse, abandonando la seguridad que proporciona la rutina.  "El amor es un arte", no una transacción.

Erich Fromm nació y creció en una familia de judíos ortodoxos. De joven, leía el Talmud  y se planteó incluso ser rabino. Dos acontecimientos traumaticos despertaron en su interior el deseo de hallar explicaciones más allá del ámbito religioso. Cuando solo tenía doce años, se suicido una joven pintora amiga de sus padres. Descubrió que nada de lo que le habían enseñado hasta entonces servia para comprender por qué se había producido esa tragedia.

Su desconcierto aumento dos años más tarde con el estallido de la Primera Guerra Mundial. Erich que había nacido en la ciudad alemana de Fráncfort en 1900, no pudo entender el odio contra ingleses, franceses, rusos, norteamericanos y otras nacionalidades. De nuevo se pregunto: "¿Por qué?". La ira aventada por el conflicto bélico le pareció inaceptable e irracional.

Fromm estudió Derecho y Sociología, pero ambas disciplinas le dejaron insatisfecho, pues no le proporcionaron las respuestas que esperaba. Su matrimonio con la psicoanalista Frieda Riechmann le acerco a las teorías de Freud y propició su ruptura definitiva con la religión.

En 1934 huyó de la Alemania nazi, que había suprimido los derechos y libertades de la población judía. Se traslado a Estados Unidos.

Clásicos del pensamiento.

Autor de una prolífica obra, tres de sus libros son verdaderos clásicos del pensamiento: El miedo a la libertad, El arte de amar y ¿Tener o ser?.

El miedo a la libertad apareció en 1941, cuando el totalitarismo nazi parecía una fuerza imbatible. Fromm señala que la aparición de la conciencia racional rompe "la unión originaría con la naturaleza, característica de la existencia animal". El sentimiento de estar solo, escindido, empuja al ser humano a someterse a cualquier clase de autoridad (política, afectiva, religiosa) para vencer su aislamiento.

Fromm llama a esta actitud "masoquismo", que es el comportamiento opuesto al "sadismo", cuyo objetivo es dominar al otro. Ambas conductas son patológicas y fallidas, pues lo único que puede liberar al ser humano de la soledad es el amor. El apego al suelo, la sangre, la autoridad o el grupo posee un carácter "incestuoso", ya que es una regresión orientada a no afrontar los riesgos de la libertad y el peso de la responsabilidad.

Durante siglos, se han proclamado que la obediencia es una virtud, pero Fromm opina que desobedecer nos hizo humanos, libres, responsables, creativos, inconformistas. "El pecado original, lejos de corromper al hombre, lo hizo libre, fue el comienzo de su historia" El mito de Prometeo, que desafió a los dioses, robándoles el fuego, indica el camino que debe seguir el ser humano para continuar evolucionando. 

La libertad es el fruto de la desobediencia. De hecho, la pervivencia de la especie depende de la capacidad de decir "no". La humanidad se destruirá a sí misma si "obedece a las arcaicas pasiones del miedo, el odio y el ansia de posesión". Fromm piensa que las naciones democráticas disfrutan de una libertad real, positiva, pero amenazada por la manipulación mediática, la publicidad esclaviza a los seres humanos, creándoles necesidades artificiales y rebaja la discusión política a mero espectáculo. 

El arte de amar se publicó en 1956, cosechando un éxito colosal. Explicaba que el verdadero amor no consiste en ser amado, sino en amar. Y no debe confundirse con el "enamoramiento" o fascinación que nos produce una persona física y socialmente atractiva. En la sociedad de consumo se tiende a mercantilizar las relaciones sociales y sentimentales. 

Amar no es poseer un objeto, sino adentrarse en la intimidad de otra persona sin expectativas irracionales que conducirían inevitablemente al fracaso. amar no es enredarse en un frenesí sexual irreflexivo, sino caminar hacia la unión interpersonal: "El sexo sin amor solo alivia el abismo que existe entre dos seres humanos de forma momentánea". El amor no es sumisión ni dominancia, sino libertad y autonomía. 

El amor es una forma de crecimiento personal que nos hace más humanos y solidarios: "Si amo a otra persona, me siento uno con ella, pero con ella tal cual es, no como yo necesito que sea". No todas las formas de amar son iguales, sin embargo Fromm estudia el amor entre padres e hijos, el fraternal, el erótico, el amor a uno mismo y a Dios.

¿Tener o ser? se publicó en 1976, cuando la economía mundial empezaba a tambalearse por la crisis del petróleo. El libro es una feroz crítica de la sociedad de consumo, donde se valora al ser humano por lo que tiene y no por lo que es. Fromm formula la utopía de una "Ciudad sel Ser" cuyo fundamento es "la alegría de dar y compartir, no la ambición de acumular y explotar". La auténtica libertad consiste en la "disponibilidad de renunciar a todas las formas de tener para ser sin fisuras" Fromm, que había vivido en México, propone como ejemplo a las comunidades indígenas, con un inexistente sentido de la propiedad. Los bienes se consideran comunales y se usan en función de las necesidades colectivas.


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