jueves, 3 de diciembre de 2020

CAMBIANDO UN MUNDO SOÑADO



Has conocido tanto la alegría como la tristeza, el mayor éxtasis y el mas profundo de los dolores. A veces la alegría ha sido tan intensa que te a roto el corazón, y otras veces la tristeza ha sido tan abrumadora que has llegado a sentir una extraña e inesperada alegría en su centro. En ocasiones la felicidad y el desconsuelo han resultado indistinguibles y te han recordado lo que hay más allá de ambas: Tu imperturbable presencia.

Amigo mío, el mundo te ha dado mucho más de lo que jamás pudieras imaginar, y ahora estás dispuesto a devolverle algo a cambio. Deseas ser una fuerza sanadora, creadora; quieres resultar edificante y subir el ánimo de los demás. Sin embargo, cuando estás solo te asaltan demasiadas dudas. 

¿Cómo puedes cambiar el mundo sin ofrecer resistencia al estado en el que se encuentra actualmente?  ¿Cómo puedes transformar el planeta mediante el amor y la aceptación y no a través  de la intolerancia y la guerra? ¿Deberías mostrar tu rabia, posicionarte en un bando concreto, convertirte en un misionero enfurecido o vivir como un buscador exhausto perpetuamente insatisfecho para poder llevar a cabo la transformación creativa que persigues? ¿Es ese el mejor uso que puedes hacer de tus talentos y capacidades? ¿De verdad quieres vivir en el miedo, en la rabia y la culpa?

Se produce una gran sanación cuando nos realineamos con el universo tal y como es pero a la vez mantenemos en nuestro corazón la imagen de cómo sabemos que podría ser y, simplemente dejamos de compararlos a ambos.

Mantén la vista puesta en el objetivo, pero sin oponerte al momento presente. Esta es la gran paradoja de la transformación y el secreto para cambiar el mundo sin cambiarlo en absoluto. 

A la mente le resulta imposible entender lo creativas, inteligentes compasivas y espontaneas que pueden llegar a ser las acciones que surgen de una posición de total aceptación del AHORA. No puede comprender cómo el hacer puede brotar sin esfuerzo del no hacer.

La aceptación no es tolerancia o pasividad; la aceptación te hace estar radicalmente vivo y comprometerte apasionadamente con este sorprendente mundo soñado.

Fuente: La senda del reposo. Jeff Foster

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