viernes, 16 de junio de 2017

TU CUERPO


 
 
La mayoría de veces no estamos en contacto con nuestro cuerpo, solo lo transportamos. El contacto supone una profunda sensibilidad. Puede que incluso no sintamos el cuerpo. El caso es que solo cuando  estamos enfermos lo sentimos. Cuando tenemos jaqueca, sentimos la cabeza, si nos duele una pierna es cuando nos damos cuenta de que la tenemos…. solo somos conscientes de nuestro cuerpo cuando algo va mal.

Si todo va bien, no somos conscientes de ninguna parte del cuerpo, pero en realidad es el momento en el que podríamos tener ese contacto, cuando todo va bien, porque cuando las cosas van mal es la enfermedad la que hace contacto con aquello que no funciona bien, y que nos produce malestar.

Casi hemos perdido la capacidad de ponernos en contacto con el cuerpo cuando nos sentimos bien, y eso es algo que tenemos que remediar. Hay que volver a recuperar la sensibilidad y el contacto con nuestro cuerpo, para eso lo mejor es dedicarle un tiempo. Puedes recostarte en el césped o la hierba en el campo; cierra los ojos, y siente la sensación de lo que está pasando dentro de ti. Metete en un rio. El agua está tocando tu cuerpo y cada célula se está refrescando. Siente en el interior cómo la frescura penetra célula por célula, cómo se adentra en el cuerpo. El cuerpo es un gran fenómeno, uno de los milagros de la naturaleza.

Siéntate al Sol. Deja que sus rayos penetren en tu cuerpo. Siente el calor según entra hasta lo más profundo, cuando toca las células y llega a los huesos. El Sol es la vida. Con los ojos cerrados siente lo que está pasando. Permanece alerta, mantente atento y disfruta. Poco a poco llegaras a ser consciente de una sutil  armonía, una hermosa música que suena continuamente en tu interior. Entonces sabrás que has hecho contacto con tu cuerpo, siendo consciente de lo que ocurre en él y anticipando cualquier tipo de anomalía que te ocurra.

Una investigación llevada a cabo durante treinta años, llego a importantes conclusiones. Uno de los descubrimientos es el siguiente: siempre que aparece una enfermedad, durante los seis meses anteriores, el cuerpo ha estado mandando señales. Cuando aparece entonces te das cuenta, y a veces, puede que te des cuenta cuando te lo diga un médico. Si fuéramos conscientes sentiríamos que en la electricidad del cuerpo, en la bioenergía algo está cambiando, y que si no lo remediamos descenderá al físico. Si no puedes detectar las anomalías de tu cuerpo es porque no tienes contacto con él.

Por lo tanto, es aconsejable ser lo más sensible posible respecto al cuerpo. Escúchalo, siempre te está diciendo cosas, pero cuando estas concentrado en tu cabeza nunca lo escuchas. Cuando haya un conflicto entre la mente y el cuerpo, casi siempre tiene más razón el cuerpo, porque el cuerpo es natural, la mente es social; el cuerpo pertenece a la vasta naturaleza y la mente pertenece a la sociedad, tu sociedad, edad y tiempo particulares. El cuerpo tiene profundas raíces en la existencia, la mente tan solo oscila en la superficie.

Siente tu corazón, es el centro, todo el cuerpo vibra a su alrededor, lo mismo que todo el Sistema Solar gira alrededor del Sol. El cuerpo entero es un Sistema Solar y se mueve alrededor del corazón. Empezaste a vivir cuando el corazón comenzó a latir, y morirás cuando deje de hacerlo. No dejes de estar al tanto de él, puedes sentirlo, pero solo si llegas a estar alerta de todo tu cuerpo lo conseguirás.

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