domingo, 25 de junio de 2017

EL JUICIO





LA ELECCIÓN

 
El concepto de “juicio” tiene muchos significados, pero hay dos tipos básicos.

 
Uno es una función operativa muy necesaria en donde tomamos continúas decisiones: que pensar, hablar y decidir sobre la adaptación personal.

La otra es una determinación más controversial en el corazón o la mente, en la que podemos clasificar, categorizar y etiquetar ideas externas, situaciones y personas en un sentido más estático.

 
Estos dos pueden mezclarse en una mezcla difícil de desenredar, no importa si provienen de nuestro ser egoico o de entidades operativas sobre nosotros.

El aspecto fascinante de esto es muy similar al lenguaje.

El juicio como las palabras pueden o bien potencias y liberar o son muy perjudiciales para nosotros y para los que nos rodean. Esto es especialmente cierto con respecto a aquellos que “juzgamos” si proyectamos dicha información de baja vibración a otros a través de los pensamientos o las palabras.


El espejo y la elección


“Cuando juzgas a otros, no los defines  a ellos, te defines a ti mismo”


Todo lo que percibimos es un espejo de nuestra propia realidad creada, incluyendo cualquier realidad externa o realidades compartidas que hemos elegido aceptar y adoptar. No hay nada externo que “culpar”, elegimos la realidad en la que vivimos.

 

La “realidad” colectiva más densa y más oscura no es más que una construcción energética grupal, y otra vez un reflejo de la conciencia individual que ha acordado algo que parece “convincente” o “creíble” de alguna manera o forma, por lo tanto “solidificándola “en cierto sentido.

 
Aunque somos conscientes y capaces como seres que tienen acceso a la verdadera realidad en varias dimensiones, al nacer aquí en una realidad 3D es muy fácil identificarse con este marco de destino inferior y por tanto olvidar lo que realmente somos.


Aceptamos el desafío de la separación sabiendo que sería una lucha para vivir en el olvido y después despertar y recordar lo que realmente somos.

Esta es la emoción de estar en este asombroso planeta, vivir una experiencia muy especial y ser saboreada y disfrutada al máximo.


Cuando recordamos que esto es simplemente una experiencia, todo se vuelve muy claro. La polaridad o dualidad es ilusoria desde el punto de vista de nuestra verdadera naturaleza dentro de las realidades mucho más profundas, sin embargo, existe aquí para nuestra enseñanza.

 
Estamos aquí para aprender y recordar.

 
Gran parte de los traumas que hemos experimentado al ser nacidos y criados en esta realidad 3D parecen inevitables. Es todo un espejo para aprender de ello, y así liberar las energías recogidas que nos están reteniendo. No importa de dónde vinimos. Ahora que somos conscientes de estas influencias, de previas acciones inconscientes y de las conductas adictivas del bucle de repetición podemos decidir continuar sometidos a ellas o no.


Este es el desafío que todos enfrentamos…


Sin tener conciencia de nuestros propios estados de ser, no podemos entender la proyección externa del grupo, y menos la de otros individualmente. Por lo tanto, el juicio es una forma muy básica de energía inconsciente.

Aquí es donde entra el juicio equivocado. Lo que nos afecta, y como nos afecta, es una oportunidad de aprendizaje. No es momento de atacar ni condenar, sino un tiempo para aprender.


Por lo tanto el espejo, lo que vemos, es lo que estamos proyectando, o aquello a lo que reaccionamos, a menudo es lo que yace inconscientemente en estado latente dentro de nosotros. Una gran oportunidad para aprender con cada experiencia, no hay juicio, solo aprendizaje.

El juicio a los demás solo nos limita a nosotros mismos, no tiene nada que ver la otra persona. Llegamos a conocernos, no solo por lo que nos inspira, sino por lo que nos “altera” y nos molesta.


Además, tenemos que pensar que cada persona puede estar experimentando algo por su propio proceso de aprendizaje y crecimiento. No necesitamos sintonizarnos con ello si no queremos, esa es nuestra libertad de elección. Fijarnos en algo supuestamente negativo  es alimentarlo.


Los mundos sin límites son nuestros para fabricarlos, recordarlos y darnos cuenta de ellos. No permitamos que los extremos muertos de las mentalidades de juicio y culpar al espejo nos detenga. Aprendamos de ellos y caminemos a lo largo del camino.

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