QUEMADURAS
La quemadura, por diferentes fuentes físicas (calor,
frío, etc.), provoca una lesión de la piel. La piel es el límite entre el interior y el exterior, la frontera
entre mi universo interior y el mundo alrededor de mí. Hay algo que me quema en
el interior: un profundo dolor, emociones profundas y violentas
inhibidas (ira, pena, desesperanza) de tal modo que giro todo esto contra mí
bajo forma de culpabilidad y de auto - castigo (quemadura).
Una quemadura puede implicar varios niveles del cuerpo
(carne, tejido blando, líquidos del cuerpo, a veces los huesos). Una quemadura
‘emocional” o “mental” se manifiesta físicamente de un modo muy fuerte y
agresivo. Compruebo la parte del cuerpo quemada. Para las manos, es probablemente porque me siento muy culpable de
realizar algo que está vinculado con una
situación en el presente. Para los
pies, se refieren al porvenir y la orientación próxima de mis acciones. Puede
que viva un miedo a conocer una nueva persona o una nueva situación porque
estoy consumido por el deseo de
conocer a esta persona o esta situación. Quizás tema que mis proyectos se vayan
en humo. También puedo tener un deseo
ardiente de hallarme con una persona a quien amo.
También puedo comprobar
el tipo de quemadura: los líquidos
(agua hirviente, gas) pueden estar vinculados con una reacción emocional violenta en cambio una quemadura con una
sustancia más sólida (brasa, metales, etc.) implica más una quemadura
(combustión) en los planos mental o
espiritual. Existen diferentes tipos de quemaduras que se clasifican en función de su profundidad. Así,
todo lo que ha sido dicho anteriormente es válido para lo que sigue con más o
menos intensidad, según la “profundidad” de la quemadura.
Así, las quemaduras de primer grado que tocan la parte superficial de la piel tal como una
insolación, pueden implicar la contrariedad en las situaciones de mi vida. Las
de segundo grado se refieren más a
una pena relacionada con uno o diversos aspectos de mi vida que juzgo
importante. Las quemaduras de tercer
grado, que afectan la piel en toda su profundidad, pueden atacar un
músculo, un tendón o un órgano. Dichas quemaduras
corresponden a una ira y una agresividad intensas que perforan mis
protecciones naturales tanto físicas como psíquicas.
No se puede volver
físicamente atrás en los casos de quemaduras
graves. Sin embargo, todas las calidades divinas (amor, ternura, respeto,
etc.) pueden manifestarse para permitirme integrar la experiencia de una quemadura importante.
En vez de sólo ver las dificultades y los
problemas en mi vida, acepto desde mi mente a mi corazón, ver ahora el amor en
cada situación de mi vida. El
amor está por todas partes y quedo abierto al sacar las lecciones de las
experiencias que vivo. Es el proceso normal de integración en el nivel del
corazón.

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