LILITH EN CANCER
Este
aspecto de Lilith hace que la persona sea exigente en sus relaciones personales
e imponga unas condiciones específicas en su vida doméstica, allí desempeñara
el papel de una criatura frágil y oprimida que es incapaz de cuidarse sin la
ayuda de los demás. Esto también puede manifestarse por el deseo de jugar con
las experiencias emocionales. La persona tiende a ser ansioso, voluble e
intrusivo, dependiendo de su estado de ánimo y las circunstancias.
Puede
tener problemas con la familia inmediata, así como con las mujeres mayores, con
ambos padres pero más a menudo con la madre.
El nivel inferior
Aquí
la persona es portadora de un impulso que la ayuda a ocultar sus malas
intenciones, esto la hace particularmente peligrosa. Conoce las debilidades de
otros, así como la forma de ganar su confianza. Es el karma de un traidor a su
patria o a sus padres, alguien que despreciaba la idea de la maternidad, un
individualista, oportunista escondiéndose en su propia concha.
Los
problemas más importantes pueden venirle de las personas más cercanas, que no
la entienden y terminan apartándose de ella incluso convirtiéndose en sus
enemigos. Las personas que conoce a menudo acaban haciéndole daño. Es el
reflejo, el aprendizaje que debe realizar para comprender lo que ella misma
hizo en encarnaciones pasadas, en las que se desprendió de sus raíces, de su
familia. Puede por lo tanto verse forzada a abandonar su país, por
varias razones.
Tiene
que tener precaución con el agua, puede tener accidentes que llevan desde
padecer una inundación a intoxicarse por algún líquido. La persona tiene que
pasar por todo esto sin volverse una amargada, permaneciendo verdaderamente
humana a pesar de las pruebas a las que debe enfrentarse.
El
nivel superior
Con buenos aspectos en este nivel la persona tiene una perfecta relación con sus padres. Tiene un buen instinto para relacionarse con los demás, y sabe darse cuenta de sus intenciones. Recibe lo sembrado por ella en vidas anteriores, en las que trabajo por las tradiciones culturales y espirituales de su pueblo, ayudando a que encontrara el equilibrio perfecto. Ahora, la persona adquiere la capacidad de adaptarse fácilmente a cada circunstancia y sentirse como en casa en cualquier lugar donde se encuentre. Su mandamiento principal en esta vida: honrar a sus padres y antepasados, amar a su país y volver a su fuente.
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