lunes, 6 de septiembre de 2021

SEÑALES: FLUIR CON LAS SINCRONÍAS



Lo que nos sucede es algo que se puede cambiar pero se tiene que vivir para poder realizar esa transformación. Aprende como hacerlo

Al activar nuestras capacidades innatas, la mente adormecida despierta y se orienta hacia el camino por el que en conciencia debemos transitar, un camino en el que, cuando las barreras caen y los obstáculos se reducen, somos capaces de situarnos a favor del flujo de las sincronías.

¿Qué son las sincronías?

Las sincronías son señales en el camino de la vida, mensajes velados que nos llevan a entender la ficción de una supuesta realidad mecanicista y estructurada bajo el dominio de la razón.

Es como si estuviésemos en un bosque rodeados de árboles que no nos permiten tener perspectiva para encontrar el camino de salida: si lográramos elevarnos por encima, enseguida veríamos por dónde transcurre ese camino e incluso adónde nos conduce.

Esta perspectiva que nos eleva por encima de nosotros mismos, de ese nosotros que está sujeto al yugo de la razón, permite que  con nuestras acciones facilitemos las sincronías que nos resultan favorables para crear nuevos caminos.

Empieza por asumir la realidad

Saber que podemos cambiar nuestro rumbo cuando queramos es algo realmente importante en la vida. Pero antes debemos admitir que lo que estamos viviendo, sea lo que sea, es justo lo que debemos estar viviendo. Si no fuese así, no asumiríamos la realidad y no podríamos variar el rumbo de las sincronías que nos han traído hasta aquí.

Aferrarse a la idea de lo terrible que puede ser los que nos ha sucedido, de que no nos lo merecemos o no es justo, es una trampa para la mente, que de esta forma queda aprisionada en el sufrimiento.

Al asumir la realidad, lo que sucede se transforma y podemos continuar adelante, dejando atrás el sufrimiento y toso aquello que lo provocó, sumándonos a las sincronías de forma consciente.

En realidad, no hay que combatir el sufrimiento, el temor o la duda; no se trata de sobreponerse a ellos. Suele ser una pérdida de tiempo y de esfuerzo, además de que a menudo termina creando el efecto contrario. Simplemente hay que comprender por qué están ahí, que significado tienen en nuestra vida y qué podemos aprender de esas situaciones.

EXISTE UNA REALIDAD DETRÁS DE LA FICCIÓN DE LA MENTE

Nos sobreponemos a nosotros, o mejor dicho, a lo que creemos que somos, lo que, por lo general, es una ficción de la mente y del entorno en el que vivimos. Entonces, cuando vamos más allá de esa ficción, empezamos a ver la realidad; las cosas se sitúan en su lugar y nosotros en el nuestro, y juntos navegamos por el inmenso flujo de las sincronías.

Es así como entendemos que no importa lo que sucede, lo verdaderamente relevante es que hagamos todo lo que esté de nuestra parte para comprender lo que ocurre y actuar en consecuencia.

Pero que sea algo favorable o no lo sea, en buena medida no depende de nosotros, sino también de las múltiples sincronías.

Lo que realmente depende de cada uno de nosotros es cómo nos situamos ante lo que sucede, y esto es lo que define nuestra vida y cómo la vivimos, conscientes y abiertos a experimentar todos los acontecimientos, o inconscientes y cerrados a los cambios y experiencias vitales. Hemos de entender que no podemos ir contra el movimiento sincrónico de la vida y del universo.

ELIGE FLUIR CON SERENIDAD Y CONSCIENCIA

Desafortunadamente, muchas veces actuamos de modo inconsciente y desconocemos que nos hallamos ante múltiples posibilidades y que está en nuestras manos elegir aquellas que nos permiten fluir con la existencia y situamos en el lugar correcto.

No es fácil comprender el alcance y la magnitud de las sincronías, pero no hay que apelar solo a la razón; es la intuición la que tiene la respuesta para dejar de luchar contra los acontecimientos y sumamos al flujo de las sincronías. Con nuestra práctica, percibimos todo lo que hacemos de forma sincrónica.

Todo movimiento, respiración, sensación o pensamiento se transforma en un fluir continuo, en una mente serena y consciente que engloba toso lo que sucede y todo lo que existe en nosotros.

Estamos cerca de nuestro despertar interior cuando sincronizamos nuestra mente con las sincronías de nuestra vida. Las sincronías se hallan cómodas con nuestra mente intuitiva y libre, libre de dogmas y de fe, y se ocultan de las mentes que son solo racionalistas y creyentes.

ABRE LA PUERTA DE LAS SINCRONÍAS

¡Ábrela! Si observas con atención serena el mundo que te rodea, abrirás la puerta de las sincronías. Pueden darse en grandes y pequeños eventos de la vida. A medida que somos conscientes de nosotros y de lo que nos rodea, mayor facilidad tendremos para advertir estos sucesos sincrónicos y sumamos a ellos.

Veamos una sencilla práctica que nos ayude a situarnos conscientemente en nuestra realidad y nos abra la puerta de las sincronías.

“De pie, con las piernas ligeramente abiertas y las plantas de los pies bien afianzadas en el suelo, la espalda erguida y la cabeza recta, cierra los ojos. Coge aire profundamente mientras echas los brazos hacia atrás; una vez llenos los pulmones, exhala el aire con fuerza al tiempo que llevas los brazos extendidos frente al cuerpo, como si siguiesen el impulso de la brusca exhalación. Puedes repetir un par de veces. Quédate quieto, con los brazos sueltos a ambos lados del cuerpo y tan solo espera a ver qué sucede.

Tu cuerpo probablemente comenzará a moverse inconsciente y ligeramente; a veces con movimientos rotatorios a la altura de la cadera o del cuello, o con cualquier otro que libere bloqueos de percepción inconscientes que se patentizan   en el cuerpo. Simplemente observa lo que sucede.

El mero acto de observar afecta a lo que se observa. El observador no está separado ni es diferente del objeto observado en la mente. Nos hacemos uno con lo observado y nos convertimos en participantes de nuestra vida, de nuestros pensamientos y decisiones. Y liberados de cuerpo y mente, las sincronías empiezan a mostrarse en los sucesos del día a día.

Raúl de la Rosa

 

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