sábado, 10 de agosto de 2019

ALIMENTOS QUE TE PROTEGEN





De todos los alimentos que nos aportan salud, vamos a fijarnos sobre todo en aquellos que por su potencial efecto antiinflamatorio puedan ser útiles en la modulación de la inflamación, en los que actúan restaurando la flora intestinal dañada, y en aquellos que puedan ayudarnos a modular algunos síntomas como la depresión, la ansiedad o la fatiga. 

Algas. La espirulina, la chlorella y otras algas azules y verdes aumentan la cantidad de lactobacillus y bifidobacterias en el tracto digestivo.

Azafrán. Puede ser útil para modular casos moderados de ansiedad y depresión. Su principio activo, el safranal, puede modular los cambios de humor, los estados de tristeza o euforia, la melancolía, la apatía, las alteraciones del sueño. También estimula la producción de serotonina y noradrenalina. Puede mejorar los síntomas depresivos leves y la ansiedad.

Canela. Gracias a sus polifenoles, reduce los niveles de glucosa en sangre y mejora los de colesterol y triglicéridos.

Chucrut. Col fermentada en agua y sal (salmuera) acompañada a veces de especias. Mejora la flora intestinal, establece el pH del intestino delgado, mejora el proceso digestivo y la absorción de nutrientes.

Cúrcuma. Es el más potente antiinflamatorio natural existente.

Kéfir. Procedente de la fermentación de la leche mediante hongos y bacterias. Existe kéfir de leche, de agua y de té o kombucha, y su efecto beneficioso vendría dado porque ayuda a la regeneración de la flora intestinal que ha sido dañada.

Kimchi. Es una receta coreana de verduras en adobo rica en probioticos.

Jengibre. Se ha utilizado clásicamente para el asma por su efecto antiinflamatorio sobre la vía aérea alérgica. Este efecto, causado por la supresión de la respuesta inmune mediada por las células Th2, podría ser aplicado en muchas enfermedades autoinmunes.

Nueces. es un producto natural "casi perfecto" por su alto nivel de antioxidantes y proteínas. además de ser fuente omega-3, un potente antiinflamatorio, las nueces son ricas en polifenoles que podrían tener efectos beneficiosos en el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y las neurodegenerativas.

Resveratrol.  El resveratrol es un polifenol presente en el vino blanco (0, 16- 0,30 g/l) y en el vino tinto ( 2,5 g/l). Posee una potente acción antiinflamatoria, antioxidante y antícancerigena.

Sopa de miso. Es rica en probióticos.

Semillas de chía. Presentan un importante efecto antiinflamatorio y disminuyen los niveles de proteína C reactiva debido a que son ricas en omega-3.

Semillas de lino. El vegetal más ricos en omega-3.

Té verde. Un estudio llevado a cabo en 2011 en la Universidad de Oregón probo que un polifenol presente en el té verde (epigalocatequina-3-galato) podía modular el sistema inmunitario aumentando el número y la acción de los linfocitos T reguladores in vitro mediante un mecanismo epigénetico. 

Tempeh. Procedente de la fermentación de la soja con Rhizopus oligosporus, es rico en probióticos.

También las terapias naturales te ayudan. 

Las terapias naturales pueden resultar de extraordinario interés en el manejo del estrés, el dolor, el sueño y la fatiga.

El Reiki. Aplica una energía sanadora, de forma local y a distancia. se ha visto que tiene capacidad para modificar las ondas cerebrales: produce un estado de relajación y tranquilidad, sensación de serenidad, mejora del patrón del sueño y, a través del control del estrés, activa la carbonización del sistema inmunitario.

Yoga. Ha mostrado beneficios como cambios en la frecuencia cardíaca, presión sanguínea, respuesta galvánica (eléctrica) de la piel, frecuencia respiratoria, la glucosa sanguínea (en diabetes tipo 2 y personas sanas), el tiempo de retención respiratoria, las reacciones visuales y auditivas y el la presión intraocular. 

Acupuntura y moxibustión. La acción de la acupuntura sobre el dolor podría explicarse por la estimulación de receptores nerviosos (fibras nerviosas de pequeño calibre A delta) al nivel de la piel y el tejido subcutáneo. Asimismo, libera péptidos opiáceos endógenos y oxitocina. Lo estudios de neuroimagen funcional muestran que actúa sobre las áreas cerebrales relacionadas con el dolor.

Taichi y Chi Kung. Estas técnicas orientales han demostrado tener una acción beneficiosa sobre la osteoporosis, el equilibrio, el trabajo muscular global, las articulaciones, la memoria y la atención, la presión sanguínea, la frecuencia cardíaca, la actividad parasimpática (que se encarga de restablecer la energía corporal), el sueño, los niveles de colesterol, los niveles de glucosa sanguínea y la función inmunitaria. También tiene efectos beneficiosos sobre el dolor.

Meditación y Mindfulnes. Un estudio publicado en la revista  Neurology evidencia una mejora significativa en la calidad de vida, la fatiga y la depresión en pacientes de esclerosis múltiple. Mejoran también mucho los síntomas depresivos.

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