Todas las cosas que existen en el mundo humano tienen
origen en la imaginación. Todo brota de
ella, las grandes obras de arte, los bellos sistemas filosóficos, pero también
los panes de conquista y dominación. Unos usan la imaginación para crear
jardines, otros para inventar sistemas de humillación más eficaces. Cabe
preguntarse a que se debe esta diferencia.
Seguramente
la diferencia no es otra que el nivel de conciencia de cada uno.
Todo la que pensamos, lo que deseamos, lo que somos
capaces de imaginar y construir, surge de nuestro nivel de conciencia.
Hay siete niveles de conciencia, y cada nivel define una
humanidad distinta. No existen “personas” en el mundo: existen personas número
1, número 2 o número 3. Cuando hablamos de amor, memoria, voluntad, amistad,
odio etc., debemos considerar que nada de esto existe por si solo.
Una persona número
2, por ejemplo, tendrá una voluntad número 2, un arte número 2, una política número
2, y así sucesivamente. En realidad las mismas palabras sirven para definir
cosas muy distintas y siempre relativas.
¿Qué
es por ejemplo el raciocinio?
En realidad, todos los seres humanos razonan: el criminal
razona, el fanático religioso razona, todos, hasta los más paranoicos, razonan
a su manera; pero la razón del número 1 no es igual que la del número 2, 3, o 4……
Existen siete niveles de conciencia, pero solo nacemos y
vivimos en los 3 primeros. La conciencia humana no se ha desarrollado más allá
del número 3, y no podrá desarrollarse si no hacemos algo para impulsar ese
salto evolutivo.
Hay personas 1, 2, 3, o 4 (es decir, en proceso de
convertirse en 4) en todas las culturas, en todos los países, en todas las clases
sociales. La clasificación de los niveles de conciencia no es una clasificación
de los seres humano, sino una forma de explicar un hecho evolutivo.
Podemos hablar de sociedades más evolucionadas que otras,
pero en todas las sociedades hay individuos 1, 2, y 3. Nadie es por otra parte,
absolutamente 1, 2 y 3, aunque este tipo de conciencia pueda ser la preponderante.
Todos recibimos el influjo, de un modo u otro, de todos
los niveles, incluso del 4, 5, 6 y 7, porque todos tenemos todo en nuestro
interior.
Continuara….
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