Las opiniones negativas sobre el cuerpo afectan a la mente, y esta reprime al cuerpo,. de este modo, el cuerpo otorga poder a la mente. Ella rige algunos de los movimientos involuntarios y voluntarios del cuerpo. Piensa: "Soy el cuerpo". Y divide las necesidades de aquel en aceptables e inaceptables. Interpreta las necesidades del cuerpo como si fuesen las suyas.
La mente siempre quiere calidad y cantidad, de modo que, aunque el cuerpo está saciado, la mente puede percibir que el cuerpo necesita alimentarse. El Juez de la mente compara de modo desfavorable el cuerpo con un ideal y lo culpa de "necesitar" comida. Lo considera culpable, aunque es ella la que provoca que el cuerpo coma demasiado.
Aspiramos a cambiar el modo en que tratamos nuestro cuerpo. Lo mejor que podemos hacer es respetar sus limitaciones, ver la belleza del cuerpo ( el nuestro y el de los demás). En cada edad, en cada momento, sea cual sea su aspecto, podemos encontrar en él belleza. Nuestro cuerpo pertenece al Ángel de la Muerte. Nos ha sido prestado. Podemos sentir gratitud por todos sus miembros y todas sus funciones.
También es bueno controlar el modo en que buscamos la aceptación. Cuando dudamos de nuestra propia opinión sobre nuestro cuerpo, preguntamos a los demás: "¿Como me ves?". Una opinión negativa puede destruir nuestra visión interior de nosotros mismos. Y, entonces, esa necesidad de aceptación hace que cedamos nuestro poder y que, a la vez, alentemos a nuestros Juez y Victima.
Las necesidades del cuerpo y de la mente son dos cosas distintas. El ejercicio físico permite al cuerpo recuperar su propio poder. Los ejercicios evitan la infinidad de opiniones negativas que muchas personas se han forjado de su propio cuerpo. Cuando hacemos ejercicios, empezamos por considerar el placer de estar vivo.
Somo seres multidimensionales y nuestro cuerpo esta formado por órganos multidimensionales. Tenemos que honrar nuestro corazón, nuestros pulmones, nuestros intestinos....todas las partes de nosotros mismos. Cada una de ellas posee su propia conciencia.
Cuando hagas ejercicios, escucha siempre tu cuerpo. Intenta despertar cada una de sus partes y procura recuperar su bienestar. Libera las emociones almacenadas por doquier. El objetivo de estos ejercicios no es ganar fortaleza sino liberar emociones para alcanzar la armonía interna eliminando las toxinas del cuerpo. A medida que se liberan las toxinas emocionales, se produce una armonía entre los órganos y una corriente de energía total entre los chakras.
Mientras haces los ejercicios mantén la postura y explora el intento del movimiento. Los movimientos de todos los sistemas de ejercicios expresan la belleza del cuerpo humano. En cada posición, el cuerpo es como una escultura.
Esta es una secuencia de ejercicios que vigorizan todo el cuerpo.
Ponemos énfasis en la conexión entre nuestro cuerpo y la madre Tierra. En los ejercicios están representados los cuatro Elementos: Tierra, Aire, Fuego y Agua. El cuerpo humano es Tierra. La columna, el encéfalo y el sistema nervioso son Fuego. El sistema circulatorio es Agua y los pulmones son Aire.
Empieza respirando Fuego. Piensa en dos centros principales del cuerpo la parte inferior de la columna y la glándula pineal, que conectan con el elemento del Fuego. La glándula pineal, situada en el centro de la zona de la frente, es sensible a la luz. Es el punto de conexión entre nuestro cuerpo y el Sol. Para respirar Fuego, toma Aire con ruido de gárgaras en la parte posterior de la garganta. Expulsa el Aire entre los dientes con un ruido siseante.
Inhala una respiración del Sol a través de la glándula pineal hasta la base de la columna.Cuando inhales, visualiza que te desplazas hacia el centro de la Tierra y que te ofreces a ella. Exhala mientras visualizas que traes la respuesta de la Tierra y la mandas al Sol. A través de la respiración, invitamos al Sol y a la Tierra a unirse en nuestro cuerpo. Reunimos las energías de ambos.
Nuestros nervios están en contacto directo con todas las células de nuestro cuerpo. Nuestra respiración les aporta vigor y vitalidad a todas. Lleva la curación a cada célula. mientras respiramos, podemos sentir cómo la corriente de energía recorre nuestro cuerpo.
Una vez que se han aprendido estas prácticas, pueden realizarse en cualquier momento. Es posible respirar Fuego mientras se espera que cambie un semáforo. Durante las labores del hogar, se puede adoptar una postura escultural y respirar de modo consciente.
El objetivo final es tomar conciencia del momento presente.
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