Todos
hemos estado alrededor de personas negativas en algún momento u otro. Tal vez
se quejan constantemente insultando a los demás, o tienen una visión pesimista
en casi todo. Estar en una habitación con alguien así, puede hacerte absorber
la energía negativa que la circunda y `puede llevarte rápidamente hacia abajo o
incluso arruinarte el día si no tienes cuidado.
Cómo dejar de absorber energía negativa de otras personas
Podemos sentir simpatía en un nivel básico, pero a empatía
es la experiencia de entender la condición de otra persona desde su
perspectiva. Si sientes empatía por alguien, te estás poniendo en sus zapatos.
De repente sus problemas los sientes como si fueran tus problemas, lo que hace
que absorbas la negatividad de su entorno. Por desgracia, hay personas
negativas casi en todas partes. Entonces, ¿Cómo asegurarse de no absorber la
negatividad de estas personas?
Lo primero es no
hacer caso de las malas opiniones de los otros hacia ti.
Puedes ser el melocotón más maduro y jugoso del mundo, y
todavía habrá alguien que odie los melocotones. Si alguien está chismorreando o
quejándose de ti, no le hagas caso, no eres para todos, y eso está bien. Tomártelo
de manera personal y permitir que afecte tu autoestima sólo te arrastrara hacia
abajo en su negatividad y te hará depender enérgica y emocionalmente de la
opinión de esa persona. Todos tenemos diferentes personalidades, gustos y
disgustos, lo que crea la individualidad.
Amate y respétate a
ti mismo, y eso evitara que las opiniones ajenas te drenen.
Saber cuándo decir “no”.
Ser generoso es una gran cosa, pero necesitas ser
consciente de cuando alguien está tomando ventaja de tu generosidad. Si un “amigo”
siempre se olvida su cartera cuando salís a comer, o tienes amigos que se dejan
caer en tu sofá sin una invitación, necesitas estar preparado para establecer
límites y hacer que se cumplan. Esta es tu vida, tu cuerpo y tu espacio. Piensa
cuidadosamente sobre a qué tipo de personas permites el acceso a tu vida.
No hay nada malo en
decir “no” cuando lo necesites. Establece normas claras sobre lo que esperas de
los demás antes de permitirles tener un lugar en tu vida.
Deja de perder tu energía
para reparar a otros.
No es tu responsabilidad arreglar los problemas de otras
personas, especialmente cuando están más interesados en quejarse que realmente
encontrar una solución. Ofrecer tu apoyo a alguien en necesidad o prestar oído
a un amigo que lo necesita, es encomiable, pero ten en cuenta cuando tus
esfuerzos se repitan con demasiada frecuencia.
Algunas personas quieren ser compadecidas y de esa forma
absorber la energía de otras. Cuanta más atención le des a sus problemas, menos
resolución habrá. Debes saber cuándo irte. Ofrece tus simpatías y quítate de la
situación. No hay razón para sentirse
arrepentido o culpable por negarte a involucrarte en el drama o autocompasión
de otra persona.
Tomate un tiempo
para ti mismo.
A veces sólo necesitas un tiempo lejos de otras personas.
Cuando sientas que la energía que te rodea es demasiado caótica, tomate un fin
de semana, una tarde o incluso una hora y ve a algún lugar tranquilo. Da un
paseo por la playa, siéntate en el parque, pasea por un jardín o piérdete en el
campo. Concéntrate en tu respiración, ten
en cuenta tus alrededores y usa la paz y la tranquilidad para reemplazar el
caos en tu vida.
Cuando regreses a tu
rutina diaria, te sentirás renovado y menos propenso a absorber la energía de
los demás.
Entiende que tú
estás a cargo de ti mismo.
Eres responsable de dejarte influir en tus pensamientos y
emociones. Puede ser difícil desconectar de las opiniones negativas de los demás,
especialmente cuando se trata de ti, pero tu propia percepción de ti mismo es
más fuerte que la de cualquier otra persona. Una vez que elijas ser responsable
de tus sentimientos, te liberas de la influencia de los demás y tomas el
control de la positividad en tu vida. Amate a ti mismo lo suficiente como para
decir “no” cuando lo necesites y caminar lejos de las personas negativas y
ambientes negativos.
Eres responsable de
tu vida. Permanece feliz, permanece positivo y recuerda que tú controlas tu
felicidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario