Durante mucho tiempo la felicidad ha tenido poco prestigio tanto en psicología y psiquiatría como en la literatura. Una novela o un poema que traten del sufrimiento parecen mucho más profundos que otros igualmente buenos en los que este presente la celebración de la felicidad. La Psicología, la psiquiatría y la neurociencia, se han concentrado en el estudio de los estados angustiosos o depresivos intentando de esta forma comprender la mente humana. Ahora se han dado cuenta de que se puede aprender mucho estudiando como funcionan las mentes equilibradas y felices, o de los momentos de felicidad que casi todos tenemos.
En un estudio reciente de la Universidad de Harvard, se confirmo que las personas que declaraban estar siendo felices eran las que estaban en el momento presente concentradas en una actitud o tarea que los absorbía y requería su plena atención. De manera invariable, quienes menos felicidad atestiguaban eran los que estaban dejándose llevar por los recuerdos o por las imaginaciones sobre el porvenir. Pero no sólo por recuerdos desdichados o por imaginaciones negativas; una gran parte de los que traían a su memoria cosas buenas experimentaban melancolía, añoranza y soledad; y los que vivían en la expectativa de sucesos favorables o felices sentían con frecuencia incertidumbre y ansiedad.
Los griegos y los latinos inspiraron la máxima CARPE DIEM, atrapa el día, vive el momento presente. Lo cual no quiere decir, que se actúe según el capricho de cada instante, sin medir las consecuencias de nuestros actos, sino todo lo contrario: lo que nos da la felicidad no es la inconsciencia, sino la plena conciencia, la atención puesta con los cinco sentidos en lo que estamos haciendo o viviendo, en las personas que hay cerca de nosotros, en lo que nos sucede ahora mismo, no en un presente aislado del ayer o del mañana, sino sostenido perdurablemente a lo largo del tiempo.
Y como muy bien escribe Garcilaso de la Vega:
COGED DE VUESTRA ALEGRE PRIMAVERA
EL DULCE FRUTO
ANTES QUE EL TIEMPO AIRADO
CUBRA DE NIEVE
LA HERMOSA CUMBRE.
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