Multitud de personas que han vivido situaciones extremas, cercanas a la muerte, afirman haber sentido una presencia que las ha acompañado en ese difícil momento y que no vuelven a ver una vez están a salvo.
El caso que ha contribuido a popularizar este fenómeno es la famosa expedición de Ernest Shakelton para la conquista del Polo Sur. El objetivo de la misión tuvo que ser abandonado cuando el barco HMS Endurance quedó atrapado en el hielo cerca de su destino en la Bahía Vahsel. Shackleton y sus hombres hicieron lo humanamente posible por liberar el navío, pero lentamente el hielo empezó a comprimir el casco de la embarcación que les servía de refugio.
Tras meses de penurias, en medio del hielo, Shakelton, empeñado en salvar a su tripulación, decidió buscar ayuda en un puerto ballenero de una isla cercana. Con dos de sus hombres, los menos enfermos, tuvo que realizar una agónica travesía en una precaria barca y con las corrientes en su contra.
Después tuvieron que atravesar un glaciar. Shakelton explicó que, al límite de sus fuerzas y rodeados por el hielo, cuando estaban a punto de alcanzar su destino final, tras 36 horas sin dormir, los tres tuvieron la sensación de que "alguien", una presencia sobrehumana, los acompañaba, velaba por ellos y les daba aliento para seguir adelante aunque no habló jamás.
Esta experiencia inspiró a T. S. Eliot el famoso verso de La tierra baldía:
"¿Quién es el tercero que camina siempre a tu lado?.
Si cuento, solo estamos tú y yo juntos,
pero si miro hacia delante por el blanco sendero
siempre hay otro caminando junto a ti."
Famosos escaladores como Frank Smythe, Eric Shipton o Howard Somerwell se han sentido acompañados en la cumbre por ese "Tercer Hombre". Smythe llegó a compartir un pastel de menta con ese "compañero".
Ron DiFrancesco, uno de los únicos 4 supervivientes de la Torre Sur del World Trade Center que estaban por encima de la planta 81, cuenta que "algo" lo levantó del suelo, lo guió entre el humo y los escombros y lo llevó a la salida.
¿Se trata de una alucinación? ¿Protección de seres superiores? ¿Mecanismo de defensa celebral ante situaciones difíciles de asimilar?.... De momento: un hecho inexplicable.
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