A
pesar de haber sido advertidos en múltiples ocasiones, todavía no utilizamos
los cambios energéticos que se producen y varían de frecuencia según los
ciclos, especialmente los ciclos o cambios en las fases de la luna.
En
general nos es bastante difícil el mantener nuestra atención en la realidad y
solo tomamos conciencia de lo aparente. Basando nuestra vida diaria en viejos
conceptos y tradiciones, lo más que hacemos es sustraer unos pocos minutos al
día en lo que acostumbramos a llamar meditación. Esto ha sido lo que algunos
hemos hecho hasta la fecha y sin duda ha sido una actitud positiva aunque en
estos momentos se califica como de muy lenta.
Meditar
no es robar unos minutos al día, meditar es estar todo el día con la atención fija
en la realidad y no en el pasado. Si lo que deseamos es avanzar con rapidez
para así ser cocreadores del nuevo mundo, es decir si tenemos verdaderamente
claro que deseamos no repetir curso y saltar a otros planos de vibración, tendremos
que tener muy claro que no existe ya para nosotros la diferencia entre día y
noche, vida externa y vida interna sino que solo existe el fluir, fluir y fluir
constantemente al unísono del universo.
Hemos
de tener muy claro el concepto de que no podemos ascender a otro plano de la
realidad si tenemos aunque solo sea una sola asignatura pendiente que haya de
ser resuelta en el mismo plano en donde se generó. Toda situación creada por
una energía densa debe de ser eliminada en ese mismo campo vibratorio ya que es
imposible deshacernos de ella en un plano más elevado.
Afortunadamente
contamos con inmensa ayuda –si la solicitamos-, y a esa ayuda angélica debemos
añadir la imparable fuerza del universo que al igual que “la nada” de la
película “Una historia Interminable” se va comiendo a gran velocidad toda la
oscuridad del pasado del planeta. Nunca debemos olvidar que el Plan del Creador
es imparable y que todo aparato humano
que haya estado alimentado por una energía –corriente- de 125 voltios dejará de
funcionar en cuanto la nueva corriente de 220 se integre a la totalidad del
planeta. Se supone que nosotros somos quienes hemos de ayudar a equilibrar
nuestro entorno como co-creadores, así que apliquémonos al cuento.
De momento, nuestros humanos cuerpos se
encuentran en esta tercera dimensión o mundo de la dualidad y al igual que el
flujo y reflujo del mar cambia de la acción al reposo constantemente con las
fases lunares, equinoccios, solsticios, proyecciones de la corona solar, etc,
todos los humanos nos encontramos cabalgando sobre un tsunami que no es nada
fácil de manejar.
Con
todos estos altibajos de energía, estamos sintiendo muchos de nosotros:
cansancio físico, sueños extraños, bruma mental, incrementada sensibilidad
(especialmente a las toxinas y a ciertos alimentos, disparos alérgicos, etc).
Los asuntos de dolor corporal también pueden presentarse en dependencia de
situaciones propias. De la parte emocional, ni os cuento… y del entorno
planetario, menos aún, ya que da la impresión de que las siete plagas de Egipto
se precipitan a la vez sobre la humanidad.
Ante
tanta presión nuestra mente enloquece y se pasa el tiempo lanzando gritos de
temor. Eso es lo que se siente, miedo y desconcierto, y es ahí en donde
entramos nosotros. Debemos mantener una actitud de calma y de confianza y
comenzar a crear en nuestro interior y en nuestro entorno inmediato una
atmósfera de paz.
El
lunes día 25 de Agosto vuelve a cambiar el flujo de energía y esta nos desplaza
y empuja hacia una mayor claridad y organización por lo que dispondremos de una
energía renovada que deberá ser utilizada en revisar las tareas que dejamos
pendientes por diversas razones. Este es un gran momento para honrar la
claridad y el compromiso respecto a terminaciones y comienzos.
Debemos
pues identificar lo que está terminado y lo que necesitamos terminar y poner al
día nuestra intención de terminarlo. Quizá lo que debamos terminar es el hábito
del auto juicio o sacar de nuestra vida una relación que ya no nos sirve.
Pensad ¿contra qué habéis estado luchando últimamente y qué es lo que debéis
cambiar? Identificad lo que está comenzando en vuestra vida o lo que queréis o
tenéis intención de comenzar.
A
veces estamos tan concentrados en lo que termina que no podemos apreciar a lo
que ha estado llamando a nuestra puerta. Abrid vuestra puerta a LO NUEVO, y
utilizad este tiempo de luna Nueva como
manera de establecer un marcador energético para vuestras terminaciones y
nuevos comienzos.
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