La empatía es la capacidad de ponernos en la piel de otra
persona, y es el fundamento de las relaciones interpersonales. La clave para el
bienestar personal y para el bien común.
Podemos distinguir tres tipos de energía empática: La empatía
cognitiva, que nos permite entender el estado mental de otra persona.
La empatía
emocional, que nos permite sentir en nuestro propio cuerpo un eco de
las emociones que siente otra persona.
Estas dos empatías, la cognitiva y la emocional, dan como
fruto a la verdadera virtud social de la empatía: la empatía solidaria.
No hay ética sin empatía, pero la empatía cognitiva y la
emocional pueden emplearse de mala manera si la empatía solidaria está ausente.
Tenemos como ejemplo a los criminales que utilizan la empatía para manipular
mejor a sus víctimas; o los publicistas que la emplean para manipular a los que
ven sus anuncios.
Nuestra mejor oportunidad para construir un mundo mejor
es extender nuestra empatía natural al conjunto de la humanidad y de la biosfera.
Como decía Erich Fromm, “por primera vez en la historia, la supervivencia
física de la especie humana, depende de un cambio radical en el corazón humano”.
Una nueva sociedad empática, sabía y solidaria, pugna por
nacer. La mayor transformación de nuestra época es la que ha de ocurrir en el
corazón, que es la mayor fuente conocida de energía limpia y renovable.
ACTUAR CON EMPATIA ES……
Mirar a
la persona; sus ojos, sus gestos. No quedarse solo en lo que dicen sus
palabras. Oírlas escuchando el sentir que late detrás de ellas. La clave de la empatía
emocional es adentrarse en los sentimientos y las motivaciones de la otra
persona.
Compartir un interés
sincero por lo que transmite. La falsedad es fácil de detectar. Quien pretenda
mostrar empatía sin sentirla de verdad, puede acabar provocando el efecto
contrario: que la persona se sienta engañada.
Reafirmar
lo que la otra persona ha dicho, intentando ser lo más
fieles posible, esto ayuda a que se sienta escuchada, (“Creo que estás diciendo
que…” “Si no me equivoco creo que sientes que….”). También se sentirá escuchada
si le pedimos que aclare cualquier punto que no acabamos de entender.
Ser
consciente de los propios sentimientos y opiniones, sin
confundirlos con los suyos. Si has de compartir opiniones distintas, exprésalas
después de haber intentado entender a la otra persona.
Recordar
que si estás con personas que tienen problemas de salud
física o emocionales, cuanta mayor es la empatía que sientan, mayor será su
capacidad de salir adelante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario