miércoles, 6 de agosto de 2014

LA EMPATIA.


 
La empatía es la capacidad de ponernos en la piel de otra persona, y es el fundamento de las relaciones interpersonales. La clave para el bienestar personal y para el bien común.

Podemos distinguir tres tipos de energía empática: La empatía cognitiva, que nos permite entender el estado mental de otra persona. La empatía emocional, que nos permite sentir en nuestro propio cuerpo un eco de las emociones que siente otra persona.

Estas dos empatías, la cognitiva y la emocional, dan como fruto a la verdadera virtud social de la empatía: la empatía solidaria.

No hay ética sin empatía, pero la empatía cognitiva y la emocional pueden emplearse de mala manera si la empatía solidaria está ausente. Tenemos como ejemplo a los criminales que utilizan la empatía para manipular mejor a sus víctimas; o los publicistas que la emplean para manipular a los que ven sus anuncios.

Nuestra mejor oportunidad para construir un mundo mejor es extender nuestra empatía natural al conjunto de la humanidad y de la biosfera. Como decía Erich Fromm, “por primera vez en la historia, la supervivencia física de la especie humana, depende de un cambio radical en el corazón humano”.

Una nueva sociedad empática, sabía y solidaria, pugna por nacer. La mayor transformación de nuestra época es la que ha de ocurrir en el corazón, que es la mayor fuente conocida de energía limpia y renovable.

ACTUAR CON EMPATIA ES……


Mirar a la persona; sus ojos, sus gestos. No quedarse solo en lo que dicen sus palabras. Oírlas escuchando el sentir que late detrás de ellas. La clave de la empatía emocional es adentrarse en los sentimientos y las motivaciones de la otra persona.

Compartir un interés sincero por lo que transmite. La falsedad es fácil de detectar. Quien pretenda mostrar empatía sin sentirla de verdad, puede acabar provocando el efecto contrario: que la persona se sienta engañada.

Reafirmar lo que la otra persona ha dicho, intentando ser lo más fieles posible, esto ayuda a que se sienta escuchada, (“Creo que estás diciendo que…” “Si no me equivoco creo que sientes que….”). También se sentirá escuchada si le pedimos que aclare cualquier punto que no acabamos de entender.

Ser consciente de los propios sentimientos y opiniones, sin confundirlos con los suyos. Si has de compartir opiniones distintas, exprésalas después de haber intentado entender a la otra persona.

Recordar que si estás con personas que tienen problemas de salud física o emocionales, cuanta mayor es la empatía que sientan, mayor será su capacidad de salir adelante.

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