domingo, 7 de julio de 2019

SENTIMIENTOS POSITIVOS




Los efectos de los sentimientos positivos.

Es obvio que los estados elevados de conciencia tienen un profundo efecto en las relaciones, porque una de las leyes de la conciencia es: lo semejante atrae a lo semejante. Irradiamos nuestros estados internos. Podemos afectar positivamente a los demás sin estar en su presencia física. Los sentimientos son energía, y toda energía emite una vibración.Somos como estaciones emisoras y receptoras.

Cuanta menos negatividad tengamos, más conscientes nos volvemos de los sentimientos de los demás hacia nosotros. Cuanto más amamos, más amor encontraremos en nuestro entorno. La sustitución de un sentimiento negativo por otro más elevado explica muchos de los milagros que uno puede experimentar en el curso de la vida, Y se hacen más frecuentes a medida que se sigue entregando.

Cuando entregamos, la vida requiere cada vez menos esfuerzo. Se produce un constante incremento de la felicidad y del placer que requiere cada vez menos del mundo exterior para mantenerse. Disminuyen las necesidades y expectativas. Dejamos de buscar afuera lo que ahora proviene de nuestro interior. Abandonamos la ilusión de que los demás son la fuente de nuestra felicidad.

En lugar de buscar obtener, queremos dar. Los demás quieren estar con nosotros en lugar de evitarnos. En Cuento de Navidad de Charles Dickens, Scrooge experimenta el placer de dar en vez de obtener de los demás. La alegría de esta transformación está al alcance de todos. A medida que entregamos cada vez más, este tipo de experiencia se vuelve común.

Cuando estamos estregados, ya no existe la presión del tiempo. La frustración surge de querer algo "ahora", en lugar de dejar que suceda de manera natural a su debido tiempo. La paciencia es un efecto secundario de dejar ir, y ya sabemos lo fácil que es llevarse bien con la gente paciente. Las personas pacientes, al final, suelen conseguir lo que quieren.

Una resistencia a dejar ir es la ilusión de que, si nos desprendemos  de nuestros deseos y expectativas, no conseguiremos lo que queremos. Tenemos miedo de que, si no presionamos por ello, lo perderemos. La mente tiene la idea de que la manera de conseguir algo es desearlo. En realidad, si examinamos el tema, veremos que los acontecimientos de deben a las decisiones, y las elecciones se basan en las intenciones.

Lo que  obtenemos es el resultado de las elecciones , a pesar de que son inconscientes, y no de lo que pensamos que queremos. Pensamos que la felicidad depende de controlar los acontecimientos, y que son los hechos los que nos alteran. En realidad, la verdadera causa de nuestro malestar son nuestros sentimientos y pensamientos acerca de esos hechos. 

Los hechos, por sí mismos, son neutros. Les damos poder con nuestra actitud de aceptación o rechazo y nuestro estado emocional en general. Sí nos quedamos atrapados en un sentimiento, es porque todavía creemos en nuestro interior que lograra algo para nosotros.


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