lunes, 23 de junio de 2014

TRANSMISIONES ENERGETICAS.




 
Un grupo de investigadores de biología en la Universidad de Bielefels, en Alemania, ha hecho un descubrimiento revolucionario que muestra que las plantas pueden extraer energía de otras plantas. Así lo revelo Nature Communicatios. El tema es que este hallazgo podría tener un impacto importante en el futuro de la bioenergía; la evidencia de que la gente también saca energía de otras personas. El equipo de investigación biológica del Dr. Olaf Kruse, confirma por primera vez que el alga verde Chlamydomonas reinhartii, no usa solo la fotosíntesis, sino que utiliza una fuente de energía alternativa  que sustrae de otras plantas. Las plantas necesitan agua y luz para crecer, a las personas nos pasa lo mismo. Nuestros cuerpos son como esponjas, absorbiendo el ambiente, y tomando la energía necesaria para alimentar los estados emocionales y de esta forma energizar nuestras células. Según la Dra. Olivia Bader-Lee; los humanos podemos absorber y sanar a través de otros humanos, simplemente con una transferencia de energía. Por eso, nos podemos sentir bien, o incomodos cuando estamos con grupos de gente, donde hay una mezcla particular de energías y emociones.

La Dra. Bade.Lee, dio cinco herramientas  para limpiar las energías en nuestro  espacio personal, y prevenir el drenaje al estar en contacto con otros:

“Mantenerse centrado. Si uno, está centrado espiritualmente, y no ensimismado en su ego, podemos sentir cuando algo se mueve en nuestro espacio de energía. Y si nos conectamos a la tierra, podemos liberar fácilmente la energía y las emociones que los demás nos trasmiten”.

“Estar en estado de no resistencia. A lo que nos resistimos, se queda. Si nos sentimos incomodos con una determinada persona o grupo, no hay que entrar en resistencia como forma de protegernos. Hay que moverse a un estado de no-resistencia, imaginando que nuestro cuerpo es claro y transparente como el cristal o el agua. De esta manera la energía con la que no sintonizamos pasará a través de nosotros”.

“Ser dueño del espacio del aura personal. Cada uno tiene un aura energética que rodea su cuerpo, si no somos dueños de este espacio personal, somos vulnerables a la energía ajena. Tomar conciencia de los límites del aura propia (alrededor de un brazo de distancia de nuestro cuerpo) es una manera de ser dueños de nuestro espacio personal”.

“Darse una limpieza energética, imaginándonos bajo una ducha con una flor  dorada en el límite superior del aura; un poco más arriba de la cabeza, dejando caer el agua que al traspasar la flor se convierte en dorada y nos limpia mientras recorre el aura de nuestro cuerpo, bajando luego hacia la tierra”.

“volver a llamar a nuestra propia energía. Cuando tenemos nuestra energía en nuestro propio espacio, hay menos espacio para la energía de los demás. Pero a medida que nos centramos en otras personas y sus conflictos y proyectos, esparcimos nuestra energía. Hay que crear una imagen de un Sol dorado a varios metros por encima de la cabeza, y que sea como un imán, que atraiga toda la energía purificada por la luz dorada. Después bajar esa energía a través de la parte superior del aura liberándola por todo nuestro espacio personal”.

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