Estoy seguro que muchos de vosotros
al igual que yo tenemos la impresión de estar en una zona en donde las
corrientes parecen estar detenidas y nos sentimos “estancados”, pero lo cierto
es que ese es estancamiento temporal en
el que parece hemos caído y que nos permite solo una navegación bastante torpe es
el resultado de muchas partes en movimiento, cuyo volumen mayor se relaciona
con nuestra liberación de la dualidad, esa que inicia nuestro cambio global
hacia el nuevo mundo físico.
Esta verdadera ordalía realmente
comenzó a moverse en abril con una multitud de sucesos celestiales, pero
aparentemente la reciente luna nueva en Géminis también abrió un portal masivo
para la humanidad, uno que sirvió para facilitar nuestra entrada a una forma de
vida completamente nueva.
Y fácilmente podemos comprobar que
esta no sólo una apertura para aquellos que están ‘conscientemente en el
sendero’, sino que esta apertura está afectando/penetrando cada aspecto del
mundo físico como lo conocemos…despertado nuevos grupos de personas y
simultáneamente escoltando al previamente despierto más profundamente hacia su
verdad plena. Para quienes todavía tienen residuos kármicos, este período de
tiempo está dedicado a importantes resoluciones y al equilibrio de polaridades
no resueltas (integrando la separación), un tiempo que pronto notaréis como
altamente constructivo si sois capaces
de manteneros como testigos (no involucrados) de cualquier herida pasada. Para
quienes ya habíais trascendido la conciencia de separación, este período está
dedicado más específicamente a la resurrección de vuestro vehículo terrestre,
al que los seres de las estrellas llaman nuestro vehículo actual para la ascensión.
Todos debemos de tener en cuentas que
una gran parte de la agonía incesante que estamos sintiendo es justo el
desprendimiento de ‘la vieja rejilla’. En algunos casos esto podría significar una
manifestación de algunas proyecciones personales, ataques basados en el miedo,
culpa, agresión sin control, ansiedad generalizada y otros asuntos
desagradables, pero siempre que no nos apeguemos a esas energías o las asumamos
personalmente (léase: no resonamos más con ellas) ellas no pueden afectarnos o
dañarnos realmente.
Y sí, es cierto que cuando somos
íntegros y completos dentro de nosotros mismos, todas las emociones incompletas
tienden a deslizarse fuera de la armadura de nuestro escudo de teflón de AMOR.
Esta densidad realmente comenzó a deshacerse de mediados a finales de mayo, y
muchos la hemos sentido en gran medida. Quizás no de manera personal, pero de
una forma despiadada, estas energías parecían pegarse a nosotros como moscas al
pastel….como el estar hundidos bajo el agua durante días.
Encima del estrés de nuestra propia
compresión personal y física (estamos pasando de carbón a diamante) de mutación
biológica, esta liberación del sufrimiento colectivo también se pudo sentir
fuertemente como un manto irrazonable de pesadez, una depresión impenetrable y
una separación no soluble de las frecuencias más elevadas de AMOR. Añadid a
esto una seria energía de DETENCIÓN, como un vacío, pero mucho más irritante y restrictivo que
eso, y por supuesto el golpeteo constante de infusiones solares en nuestras
células, y tendréis bastantes razones para no levantarse de la cama.
Una cosa es estar suspendido en la
quietud, pero quedar atrapado en la tristeza durante todo este tiempo sin
escape ni salida no es lo correcto. A estos altibajos me gusta denominarlos “El
Camino de la Maestría".
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