El número 666, se le dio a la
humanidad como código para el reino físico, podemos comprobar que el ser humano
es un ser cuya estructura está basada en el carbono, y que; un soló átomo de
carbono contiene 6 protones, 6 neutrones y 6 electrones. La vida orgánica de
nuestro planeta esta pues basada en el carbono, así que el 666 es el código de
la vida física.
Un nuevo avance evolutivo sitúa
al hombre actualmente ante una nueva entrada de energía, el reino del 777, que
es el código que abre a los “graduados” las puertas que les permitirá la
conexión de la vida orgánica con el espíritu.
Estudiando donde nos sitúa este
portal, veremos que sumando 7+7+7=21 2+1= 3, estaremos según la kabala en el
Sefira de Binah, en las cartas del Tarot, es la Emperatriz, la creadora de
mundos, regida por Saturno. Es el momento queramos o no de avanzar
evolutivamente y decidir en qué lugar queremos situarnos. Este es el número
sagrado de la conciencia crítica, representa el infinito, es un momento de
trabajo importante, ya que cuando el ser humano evolucione y alcance la
conciencia 888, estaremos en la línea directa original, la que nos llevara al
reino de otro principio cósmico; el 999, que no es sino el 666 invertido. Esta
conexión con los códigos que se nos ofrece, la tenemos que sentir resonar en
nuestro interior para comprenderla, y de esta manera obtener ayuda para nuestro
propósito y para los demás.
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