Luna en Escorpio.
En signo de Escorpio esta combinado con la cruz fija y el elemento agua. Desde el punto de vista de la cruz, se tiende a la seguridad y la estabilidad y, debido al agua estas exigencias se producen en el plano emocional.
Escorpio es el signo de los extremos, por eso, la Luna, como yo emocional está sometida en este signo a fuertes transformaciones, por lo que siempre está ocupada en buscar emplazamiento firme para no perderse en la vorágine de los sentimientos.
En las relaciones experimenta los opuestos, simpatía y antipatía, atracción y repulsión, amor y odio. A menudo, oscila entre el bien y el mal y no puede percibir bien la línea de demarcación. En medio de esta tensión, se vuelve creativa y encuentra siempre una salida de las situaciones difíciles, no se doblega y es capaz de sacarse del pantano tirando de su propia coleta. A partir del amor, crecen en ella insospechables fuerzas con las que puede regenerarse y asumir privaciones y sacrificios.
De forma valerosa y luchadora se arriesga por aquellos que ama o por los que ha asumido responsabilidad. No le asusta reconocer los propios errores, toma las medidas preventivas para que no vuelvan a ocurrir y se propone seriamente eliminarlos. De forma crítica, busca faltas tanto en su propio carácter como en el de los demás, con ello puede poner el dedo en la llaga y frecuentemente herir a los otros, lo cual ha menudo, es mal aceptado. A sí misma tampoco se trata de una forma delicada, siendo esto un proceso de depuración que en determinados casos extremos pueden ser autodestructivos. Los típicos procesos de muerte y renacimiento de Escorpio no dejan a la Luna en paz.
Los dos extremos de vida o muerte llevan a la Luna de Escorpio a situaciones de “o esto, o esto” sobre todo en relaciones de amor o pareja, donde a menudo ella misma destruye el amor al que se quiere agarrar, mientras le imputa la pérdida a la pareja. Las personas con esta configuración o bien están apasionadamente dispuestas a encontrar pareja bajo cualquier circunstancia o bien renuncian desde un principio para ahorrarse sufrimiento. En el fondo saben que la anhelada unidad o simbiosis, no existe.
En este signo se encuentra la sabiduría arquetípica de que nada es permanente porque la vida y la muerte están muy cerca la una de la otra y el carácter efímero de la existencia debe ser asumido. Muchas personas con la Luna en Escorpio tienen un gran miedo a los posibles cambios y problemas, tal vez por eso continúan manteniendo relaciones y parejas insostenibles, o bien porque se sienten culpables o porque tienen miedo de las consecuencias de la separación.
En la totalidad del eje Tauro/Escorpio actúa la ley de dar y recibir, también de la economía, este comercio de amor dice: “Yo te doy esto, a cambio, tú me das amor”. A disposición de la Luna Escorpio, se encuentra todo el eje de posesiones que representa uno de los arquetipos más antiguos que la humanidad ha producido: Tauro en cuanto al impulso de alimentarse y, Escorpio en cuanto al impulso de reproducirse.
Ambos impulsos aspiran a su satisfacción y pueden volverse peligrosos si no se satisfacen. En este eje se construyen las autodefensas, domina la ley: “Ojo por ojo, diente por diente”. Revancha, desquite, venganza etc. No en vano, se la llama el eje de la mafia, en donde el chantaje es lo corriente.
Una Luna Escorpio tiene ese contenido en sí, si esto se emplea como revancha y castigo o como potencial de alto desarrollo, depende del nivel de desarrollo de la persona, que en todo caso, tiene a su disposición todo el campo arquetípico de posesión y defensa.
Superación:
Una Luna Escorpio se supera a lo largo de toda su vida, pero también puede negarse y rechazar la transformación, la cual va del regente exotérico Marte al esotérico Plutón, el que puede dirigir la fuerza de voluntad en dos direcciones, o bien se practica conscientemente la limpieza y la depuración, o bien toda la fuerza de voluntad se emplea en retrasar la transformación defendiendo su posición.
Solo cuando la Luna Escorpio quiere continuar creciendo y esta cansada de sufrir se atreve a dar el salto, superando el miedo a la extinción del yo, se deja caer en el abismo y es recogido al vuelo por una fuerza cósmica que no es de este mundo. Pero para dar este paso adelante debe estar dispuesto a dejarlo todo tras de sí; debe querer por sí mismo esa transformación en la oscuridad de la noche, sino el Escorpio se queda en la estacada y se hunde en el materialismo.
Solo cuando la Luna Escorpio quiere continuar creciendo y esta cansada de sufrir se atreve a dar el salto, superando el miedo a la extinción del yo, se deja caer en el abismo y es recogido al vuelo por una fuerza cósmica que no es de este mundo. Pero para dar este paso adelante debe estar dispuesto a dejarlo todo tras de sí; debe querer por sí mismo esa transformación en la oscuridad de la noche, sino el Escorpio se queda en la estacada y se hunde en el materialismo.
La Luna Escorpio purificada y trasformada puede volverse más distendida y, entonces, ya no se lo toma todo tan en serio, como si se tratara de vida o muerte. Puede aprender a estar por encima de esto y a establecer este mecanismo como fuerza purificadora en el entorno. Puede liberar su psique, su aura y toda su personalidad del miedo y llevarles la luz. Hoy en día, una de las tareas de las Lunas Escorpio es la purificación de la psique de toda la humanidad para liberarla de todos los miedos negativos, de las aplicaciones destructivas del poder y de la agresividad.
Tienen la fuerza mágica para determinar si Plutón entra en juego para causar autodestrucción o para la construcción de un mundo mejor, su fuerza es la obra mágica de la purificación psíquica, cuando la usa conscientemente puede influenciar en la mente de las personas de forma positiva, llevando la luz a las oscuras tortuosidades de la psique de los demás, bien como sanador, terapeuta o transformador de energías espirituales.
La Luna es víctima en tanto sea dependiente y está detenida, cuando el miedo sea mayor que el coraje necesario para entregarse a esa transformación.
La Luna Escorpio puede experimentar “la segunda muerte”, en la que conscientemente y sin miedo camina por un “suelo en llamas” y deviene cada vez más purificada hasta que como el ave Fénix resurge de las cenizas y vuela hasta lo más alto, para allí recibir la última purificación, la metamorfosis de Plutón. Entonces la fuerza escorpiana se hace efectiva como fuerza de curación.
La Luna Escorpio puede experimentar “la segunda muerte”, en la que conscientemente y sin miedo camina por un “suelo en llamas” y deviene cada vez más purificada hasta que como el ave Fénix resurge de las cenizas y vuela hasta lo más alto, para allí recibir la última purificación, la metamorfosis de Plutón. Entonces la fuerza escorpiana se hace efectiva como fuerza de curación.
Para la Luna Escorpio es importante saber que no solo hay muerte sino también renacimiento. Es el discípulo triunfante en Escorpio que deja que la Luna y el yo infantil se vuelvan creativos. En algún momento debemos volver a ser como niños para poder renacer de nuevo.
El pensamiento semilla esotérico de Escorpio expresa este renacimiento:
El pensamiento semilla esotérico de Escorpio expresa este renacimiento:
“Guerrero soy, y de la batalla salgo triunfante”.
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