La naturaleza tiene una rutina fija; primero llega la
primavera, el verano, el otoño y por último el invierno. Estos fenómenos se
repiten periódicamente. En la naturaleza no hay libertad, no hay elección. Por
las mañanas siempre sale el Sol. No ocurre lo mismo con la conciencia, la
conciencia es libertad, en ella no existe la regularidad.
A veces, en un momento histórico, aparecen decenas de
seres con una conciencia muy elevada, podríamos decir que son iluminados,
maestros, por ejemplo; en la época de Gautama y Buda, también tuvimos a Lao
Tzu, Chuang Tzu y Lich Tzu en China, y en Gracia a Sócrates, Pitágoras,
Heráclito y Plotino; en la India a Mhavira y a otros ocho maestros de la misma
magnitud. Y quizás también en otros países……
De repente, hubo una primavera enorme con mucha
espiritualidad. La Tierra estaba radiante tan fragante que se denominó a esa
época “la edad de oro”. Nunca se había alcanzado tal cima de conciencia en la
humanidad. Y después hubo muchos siglos de oscuridad. Más tarde en la Edad
Media, volvió a florecer otra oleada de seres iluminados, que ayudaron
evolutivamente a la humanidad. Después no ha vuelto a haber otra primavera, por
lo que podemos deducir que en la conciencia no hay ninguna regularidad.
Pero esos seres que por etapas aparecen sobre la Tierra,
tienen la facultad de detonar las conciencias de muchas personas y esta es una
prueba y una demostración de nuestro esplendor oculto, del que muchas veces no
somos conscientes. La vibración de una persona evolucionada al relacionarse con
nosotros, nos proporciona una gran confianza en nuestra propia evolución, ya
que también somos seres humanos y pertenecemos al mismo estado de conciencia.
Ella se ha encontrado y nosotros seguimos dormidos, quizás no nos hemos dado
cuenta de que ha amanecido y que es hora de despertar.
Un Maestro, un Iluminado es el detonante de un proceso que
abarca a todo el Universo.
La multitud está dormida, ¡es tan bonito soñar!, ¿por qué molestarse
en despertar? Estar despierto conlleva responsabilidad, estar despierto te da
libertad, Cuando despiertas, de pronto te das cuenta de que te has quedado
solo, mientras el resto del mundo te rechaza. La mayoría de personas temen que
interrumpas su sueño, que acabes con sus supersticiones, que las hagas
enfrentarse a sus convicciones, a las creencias que los mantienen dormidos.
Avanzar se hace difícil, solo algunas personas con espíritu
valiente pueden seguir el camino hacia lo desconocido. Pero a veces necesitan
ayuda, necesitan a alguien que vaya delante de ellos; alguien que pueda decir
desde la cima de la conciencia: “Sigue avanzando, sigue avanzando”. No te
detengas. Tu grandeza es el esfuerzo por alcanzar la verdad absoluta. Tu
grandeza es conocer a tu ser por tus propios medios.
Casi todo lo que le ocurre a los demás te ocurrirá a ti.
Pero el despertar, la iluminación es lo único que no le ocurre a todos, y
aunque tengan la oportunidad, muy pocos la aprovechan.
Benditos aquellos que aprovechen esa oportunidad de oro;
porque se convertirán en faros que iluminen el camino de sus hermanos, facilitándoles
su crecimiento evolutivo, su florecimiento supremo.
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